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Reseña del Ensayo “La Felicidad Paradójica
from Fanzine Bergolio
EDITORIAL: RESEÑA DEL ENSAYO “LA FELICIDAD PARADÓJICA”
El autor Gilles Lipovetsky, es un sociólogo y filósofo francés que a través de sus obras desarrolla temas como el narcisismo apático, el consumismo, el hiperindividualismo, la deserción de los valores tradicionales, la hipermodernidad, la cultura de masas, la moda y lo efímero, el culto al ocio, la cultura como mercancía, el ecologismo como disfraz y pose social, entre otras. Entre sus obras más famosas están La era del vacío, El imperio de lo efímero, La felicidad paradójica, El crepúsculo del deber, La tercera mujer y Metamorfosis de la cultura liberal. En esta reseña se abordará la obra de La felicidad paradójica, la cual habla sobre la sociedad de hiperconsumo y cómo ha impactado en la vida de los seres humanos. También, se desarrolla la transformación de la sociedad de consumo a la de hiperconsumo, y su funcionamiento dentro de los estilos de vida, los gustos, las aspiraciones y las conductas de las personas. Por lo tanto, se mencionan temas como la economía orientada a la demanda, la política de marca, la empresa orientada al mercado, al consumidor, y sobre todo la sociedad de hiperconsumo; su relación con un estado de la economía que se caracteriza por el papel central del consumidor.
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Por lo tanto, menciona el orden económico en el que el mundo se encuentra y se transforma, poniendo énfasis al consumidor, con base de la mutación de la economía mundial, teniendo como dos vertientes al mencionado y al accionista; para que ejerza el tercer tipo, conocido como Homo consumericus, un consumidor turbo lanzado, móvil y flexible, principalmente decidido a una cultura milenaria con gustos y costumbres impredecibles a lo de hoy, satisfacer sus necesidades y mejorar su estado de vida. El hiperconsumidor busca el bienestar de su vida, estando atento a sus requerimientos y emociones, mejorando su calidad de vida y de salud, lo que muchos de nosotros buscamos en productos, que transmitan estas emociones, de inmediatez y de comunicación.
Por otro lado, se analiza el relevo del consumo honorífico a uno privatizado, mostrando el sistema en el que se desarrolla, transformando las información del consumidor haciéndolo más reflexivo y estético; las estrategias de mercadotecnia han alcanzado un papel muy importante en la decisión de los compradores, con técnicas atractivas que las personas necesiten el producto para establecerlo en su vida, claramente, lo podemos ver en las calles como la publicidad y las estrategias de mercado, las cuales son muy importantes, tanto culturalmente como socialmente para atraer al consumidor, de ahí es que se centra en la condición paradójica del consumidor y del hiper.



Aborda dos estrategias que define el autor, el consumidor y el super consumidor, nos define que el consumidor aprovecha la oportunidad de comprar bienes a un precio barato y le preocupa que optimice la relación calidad-precio. Por otro lado, el estilo de vida, el entretenimiento y el gusto dependen cada vez más de los sistemas comerciales que venden y promocionan las marcas y empresas para el consumidor. El super consumidor ya no solo desea la felicidad material, parece mostrar requisitos de índice de comodidad psicológica, armonía interior, plenitud subjetiva, y lo demuestran; el florecimiento de la tecnología, las redes y las estrategias de marketing derivada del desarrollo personal, y el éxito de la doctrina oriental, la felicidad y sabiduría. La gente moderna cree que la abundancia es una condición necesaria y suficiente para la felicidad humana, pero a mi punto de vista ya no es efectiva, si defender la sabiduría no trae a su vez otra fantasía. La característica de la civilización consumista es que el deseo de la gente por la felicidad y la búsqueda de la vida ocupan un lugar central, donde el pensamiento es “mejor para ti y tu propia gente”; por esta razón, es que el consumidor se sacia de los consumos que puede adquirir para satisfacer su estilo y calidad de vida. El autor menciona, que la mayoría de las personas afirman ser felices, aunque la tristeza, la tensión, la depresión y la ansiedad desarrollan una emoción dentro de la forma de ser de cada uno de nosotros, por los diferentes problemas de la vida, a veces la mayoría de la gente piensa que no es otra persona y se declara feliz.




Del mismo modo, se analizan los aspectos que hacen que la sociedad se adentre en la felicidad paradójica, siendo los consumos, los que se toman como sinónimos de felicidad ya que buscan generar una satisfacción real. A este fenómeno se le denomina hiperconsumo, la cual es una de las características de nuestra sociedad pues al presentarse nos ocasiona una desorganización psicológica, ya que nos guiamos por necesidades inferiores como el gusto por lo fácil y lo ligero, el gusto por lo evasivo y lo lúdico, que son consustanciales al deseo humano con la creencia de que eso trata la verdadera felicidad.
“Quien habla de felicidad suele tener los ojos tristes”, es una frase citada por el autor dentro del libro, la cual dijo Aragón. Pues es una frase que centra el punto principal del capítulo, explicando que se accede a placeres cada vez más numerosos y frecuentes a través del consumismo, que, a pesar de dar sólo sinónimos de felicidad, también tiene su lado positivo, ya que este genera un vínculo muy íntimo dentro de la búsqueda de lo agradable y la distracción. Nada confirma las opiniones de los más pesimistas que juzgan la sociedad como el camino que prepara la aparición de un fascismo voluntario. Y sean cuales fueren las amenazas que pesan sobre la educación y la cultura, las aspiraciones trascendentes, reflexivas y críticas de los sujetos no han quedado olvidadas, pues los ideales del amor, la verdad, la justicia y el altruismo no están en bancarrota: en el horizonte de los tiempos hipermodernos no se perfila ningún nihilismo total, ningún último hombre. Los efectos de la sociedad hiperconsumista son dobles, por una parte, exalta los referentes de mayor bienestar, la armonía y el equilibrio, pero por otra parte representa un sistema hipertrofiado, incontrolado, donde la opulencia genera desigualdades y subconsumo, lo que lleva al caos, afecta el orden subjetivo de las existencias y el ideal de justicia social. Partiendo de lo anterior, un contexto con este tipo de problemas requiere respuestas de la misma talla, necesitamos una sociedad menos consumista, donde no se vea al consumo como un imaginario multiplicador de satisfacción, ya que como individuos vivimos por algo más que bienes materiales pasajeros, necesitamos una reinvención del consumo y de nuestro estilo de vida, pues necesitamos cambiar nuestra cultura del consumo y consumir más para luchar contra la pobreza, la desigualdad, entre otros problemas. Además, se muestra las fases dentro del libro, pues la capacidad de producción aumenta tanto que se genera una mutación social, ocasionando que abrieran supermercados, hipermercados, centros comerciales, dándole al orden económico un régimen según los principios de la seducción y de lo efímero. En este periodo se vienen abajo las antiguas resistencias culturales y se expande la sociedad del deseo.




Para después adentrarse en la segunda fase que trata sobre acumular signos de placer y felicidad. En este estado de cosas la civilización consumista promete felicidad y evasión de los problemas. La producción de bienes se centra en las personas, como es el caso del teléfono móvil. Las culturas de clase se erosionan, se hacen menos legibles y la pertenencia a un grupo social no determina los modos de consumir. Desde este análisis y los excesos del hedonismo del capitalismo de consumo Lipovetsky se atreve a predecir una mutación cultural que toque los goces inmediatos. En conclusión, es importante que como sociedad cambiemos nuestra cultura de consumo y en general la realidad en la que vivimos, nosotros como sujetos cognoscentes debemos hacer uso de las facultades que nos distinguen como tal, usar nuestro razonamiento y reflexionar sobre estas problemáticas para así cambiar nuestra realidad, y lo podemos hacer con pequeñas acciones empezando desde nosotros mismos, cambiar nuestros estilos de vida, nuestra costumbres, la idea que tenemos del consumo, actuar más responsablemente y en pro de la libertad, la justicia social y la igualdad. Este libro es muy interesante, trata temas sobre nuestra realidad, utiliza términos nuevos pero la forma en que lo redacta es muy fácil de comprender, te mantiene entretenido y en cuestionamiento sobre nuestra cultura del consumo, nuestros ideales y en general nuestro estilo de vida, hace una crítica al sistema dominante actual, es un libro contracorriente que te hace reflexionar sobre el mundo en el que vivimos
Este texto lo recomendamos a todo tipo de personas, especialmente si tienes interés por la filosofía o materias similares, pues los críticos lo denominan un autor ineludible, por su visión actual y su excelente manejo de la información. Si planeas empezar a introducirte en temas como estos, sin duda este libro te será de gran ayuda, lograrás comprenderlo sin mayor dificultad además de tratar temas de gran interés, pero si ya tienes más experiencia en este campo no importa, pues este libro toca temas que nos dejan una reflexión o aprendizaje a todos.
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