Cancún
Lunes 9 de abril de 2012 diario Respuesta
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» Especial > A 100 años del hundimiento del Titanic pudiente, el joven Uruchurtu viajó a la Ciudad de México para estudiar abogacía en la Real y Pontifi cia Universidad de México (hoy UNAM). Luego se casó con su compañera de estudios, la aristócrata Gertrudis Caraza y Landero con quien tuvo siete hijos. Él y su familia se establecieron en el Distrito Federal. Su amistad con el estratega porfirista Ramón Corral le brindó la oportunidad de ser muy conocido en la vida política del país. Sin embargo, la caída y destierro de Porfirio Díaz en 1911 afectó al ilustre abogado. Luego de convertirse en diputado, en 1912 decide ir a Francia a visitar a su amigo el también desterrado Ramón Corral. El 1 de marzo de ese año, se efectúa el encuentro entre Manuel Uruchurtu y Corral. Cumplido su cometido, el sonorense compró su boleto para viajar el 10 de abril en el barco París de Cherburgo, Francia a Veracruz, México. A finales de marzo o principios de abril de ese año Uruchurtu, hospedado en el Hotel París, recibe la visita de Guillermo Obregón, yerno de Ramón Corral y presidente de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados. Obregón había pagado un poco más de 27 libras esterlinas (hoy casi 100 mil dólares) por un boleto de primera clase que le permitiría navegar en el novedoso trasátlantico británico llamado Titanic, pero había cambiado de parecer y deseaba intercambiar boletos, a lo que Uruchurtu accedió; Guillermo Obregón viajaría en el París y Uruchurtu en el Titanic con el boleto No. PC 17601. La noche del domingo, 14 de abril de 1912 en que el Titanic chocó contra el témpano de hielo, Manuel Uruchurtu fue subido al bote salvavidas número 11, privilegio ganado gracias a su estatus de diputado en visita oficial. Entonces se apareció una dama, de nombre Elizabeth Ramell Nye, quien imploró ser incluida en el bote salvavidas, alegando que su esposo e hijo le esperaban en Nueva York. Los oficiales se negaron a subir a alguien más al bote, ya que pondría en peligro la estabilidad de éste. Manuel Uruchurtu se levantó, abandonó el bote salvavidas y cedió su lugar a la dama. Elizabeth Ramell Nye salvó su vida al ser rescatada; no así Uruchurtu quien falleció en el hundimiento del Titanic. Tiempo después se descubrió que Elizabeth Ramell había mentido a Uruchurtu, ya que ni era casada ni tenía hijo alguno. No obstante, la mujer viajó a Xalapa, Veracruz, en 1924 a contar a la viuda de Uruchurtu la historia de su esposo.
El engaño
E
lizabeth Ramell Nye siendo miembro distinguido de la organización activista-religiosa El Ejercito de Salvación o “Salvation Army” es considerada una clase de heroína del Titanic en Estados Unidos por dicha organización y sus relatos incluyen que salvó la vida a un bebé. Otros testigos presenciales desmienten ese hecho y dicen que fue otra pasajera la que salvó a la criatura, ella nunca desmintió los rumores, pero sí dejó que su imagen de heroína creciera con el tiempo, tampoco habló al respecto del acto heroico de Manuel Uruchurtu hacia ella con nadie en los Estados Unidos y sólo lo confesó a la familia y amigos del sonorense cuando hizo un viaje a Xalapa, Veracruz donde vivía la viuda de Uruchurtu tiempo después de la tragedia, tal vez llevada por el remordimiento de su cobarde actitud, tal vez como un acto de expiación. Realmente esta mujer nunca habló al mundo abiertamente de lo que pasó esa noche del hundimiento como lo hicieron el resto de los pasajeros, ella guardó un silencio hermético sobre esa fatídica noche, realizando un acto de injusticia y cobardía final ante el acto de extrema caballerosidad de éste insigne mexicano hacia ella. Hasta el momento del encuentro de la señora Nye
LIDEREZA. Elizabeth Ramell Nye, lideresa estadunidense a la que el diputado Manuel Uruchurtu le cedió el lugar en el salvavidas. con la familia Uruchurtu, nadie sabía qué había pasado con don Manuel, por lo menos gracias a la confesión de esta mujer, se supo cómo fueron
sus últimos momentos de vida, pues hasta ese momento sólo se sabía que había muerto en el hundimiento del Titanic y su cuerpo no había sido encontrado, siendo altamar su postre morada. Como ejemplo de una persona luchadora, ganadora y con valores morales y éticos intachables, además de la personifi cación de la caballerosidad y las buenas costumbres, recuerda a su bisabuelo el joven Jesús Uruchurtu, quien hoy celebrará el aniversario luctuoso junto a su familiares. Sobre Elizabeth Ramell Nye, la mujer que salvó su bisabuelo, comentó que no tienen ninguna opinión de ella, ni negativa ni positiva. “Creo que cualquier persona en su sano juicio y en esas circunstancias hubiera hecho lo mismo. Tengo que aclarar una cosa, mi bisabuelo cedió su lugar en la lancha con la esperanza de encontrar un lugar más en alguna otra, lo cual obviamente no pasó. Estaban evacuando únicamente a los de primera clase y la señora Ramell iba en segunda, tampoco se sabía que faltaban botes salvavidas”, comentó Jesús Uruchurtu.
Diario Respuesta le presenta el serial sobre la vida de obra del diputado Manuel Uruchurtu Ramírez, a 100 años de su muerte abordo del Titanic