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o llueve en forma. Si acaso un aguacero diminuto que se espanta y deja el sabor de las tormentas que se ven desde el mar, siempre en la noche, junto con el viento que tiene el olor del agua. La tierra firme contagia de un oleaje que provoca un vaivén, la sensación absoluta de que el país entero decidió levar anclas y echarse a la aventura de cruzar océanos como si tratara de una gigantesca embarcación, de tal modo que seguramente en unas semanas veremos a lo lejos los primeros signos de que estamos por llegar a las costas de Portugal.

Nada más seguro que viajar con todo lo que conocemos para descubrir nuevas culturas, nuevos jardines llenos de esplendor como dicen que son los Campos Elíseos en París. Bajarnos un rato del barco, cruzar aprisa el pequeño espacio que separa una nación de América, y descender en el puerto europeo que nos espera.

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Iríamos solos como país, y el muro del loco ex presidente gringo, tendría que transformarse en otro que evite el tránsito a través del nuevo y recién ampliado Golfo de México, incapaz de entender cómo pudo suceder semejante cambio en el que un territorio denominado nación mexicana, se desprendió del Continente entero para surcar las aguas del Atlántico y no tener la mínima intención de parar su travesía.

-Yo viajo junto con mi nación-, sería una expresión que se repetiría de manera constante, y esa posibilidad haría que el mundo entero fuera otro, porque un mes estaríamos en Europa, otro en Asia, después donde el destino nos llevara, y el país itinerante, único entre los únicos, sería el más codiciado, porque no habría forma de parar su marcha.

En realidad algunos aseguran que siempre vamos de un lado para otro, pero esto es otro asunto, uno más lleno de aventura en el que sin necesidad de abordar nada, solo quedarnos donde estamos, viajaríamos hasta el fin de la existencia, o cuando el territorio nacional decidiera que ya era suficiente, y se anclara en cualquier otro lugar, menos donde estaba.

Por lo mientras hoy la lluvia no duró ni unos minutos, insuficiente para inundar los bulevares de siempre, echar a perder las obras de bacheo, y dar la posibilidad de que taxistas y conductores de micros mojen al cristiano que se para junto al charco donde apuran la velocidad.

¿Será posible que tanto anuncio de invasiones extraterrestres, tenga algo que ver con la transformación que en determinada etapa de la tierra, sufre un país para convertirse en barco, isla gigante flotante?

Sin embargo, a la par que lluvias temerosas, se asoma el sol, el de la primavera que llegó sigilosa, casi, con la luz resplandeciente, la seguridad de que nada se detiene, que todo es un continuo caminar, andar, navegar; sí, navegar en un mar que de pronto deja de ser tenebroso, porque en una embarcación tan grande como puede ser un país, es casi imposible que haya ola que pueda hundirlo.

En la noche de paisajes con rayos que encienden las nubes, llega el olor del mar, la visión única de la primera vez que acudimos a conocerlo; la sorpresa de ver que no termina, que al contrario se hace más y más grande.

Siempre queda en la memoria cuando pisamos la arena, llegó el agua y nos supimos parte de un planeta que no se cansa de ir de un lado a otro.

Algún día seremos embarcaciones que se aventuran por los caminos nunca transitados, del océano apenas por descubrir, esos que nunca fueron pintados en los mapas, pero que esperan, pacientes, la llegada de aquellos que saben que, junto al mar, nacen todos los días nuevos reinos de la imaginación.

Mil gracias, hasta mañana.

Mi Correo: jeperalta@plazajuarez.mx

Mi Twitter: @JavierEPeralta o hay democracia que pueda vivir sin transparencia, no hay votos ni elecciones legítimas sin información basta y fidedigna, no hay la posibilidad de evaluar la gestión de las y los representantes sino rinden cuentas en la tribuna pública, no hay, incluso, justicia sin publicidad, porque lo injusto no soporta verse descubierto.

De acuerdo con el reporte “Freedom in the World 2023”, la libertad global disminuyó por decimoséptimo año consecutivo. En el caso concreto de la libertad de prensa, este reporte dio cuenta de que los medios trabajan bajo presión en al menos 157 países. Además, se informó que la libertad de expresión de las personas también se ha visto disminuida debido a mayores invasiones de la privacidad, acoso y hostigamiento lo que las ha orillado a autocensurarse. No obstante, en un escenario un poco más alentador, el reporte elaborado por Freedom House encontró que la lucha por la democracia puede estar acercándose a un punto de inflexión: pues al menos 34 países lograron mejorías con elecciones más competitivas y la eliminación de las restricciones que fueron implementadas durante la pandemia.

En ese sentido, en la actualidad, la democracia enfrenta retos y desafíos importantes en todo el mundo que, de no solventarse, podrían continuar cerrando espacios para la sociedad y su desarrollo, al limitar la garantía de sus derechos y libertades de la sociedad en su conjunto. Uno de ellos es la concentración del poder público, sin equilibrios ni contrapesos, con lo que se borran los mecanismos formales de contención y de resolución de controversias. Otra de las asignaturas pendientes es la participación ciudadana, pues a fin de lograr democracias más sustantivas ésta debe ir más allá de los procesos electorales.

La democracia nace y se fortalece de una sociedad que conoce, pregunta y hace escuchar su voz, pero también de autoridades que actúan en el marco de sus competencias, que responden y son corresponsables de sus acciones, como ha subrayado la Organización de las Naciones Unidas, la democracia proporciona un entorno idóneo para el ejercicio y protección de los derechos humanos, es medio y fin no solo para asegurar que la voz y voluntad popular sean respetadas, sino también para garantizar la vida, las libertades y a la equidad en el acceso a otras prerrogativas.

En este contexto, en representación de mis colegas comisionadas y comisionados, Francisco Javier Acuña Llamas, Adrián Alcalá

Méndez, Norma Julieta Del Río Venegas y Josefina Román Vergara, comparecí ante el Senado de la República, para presentar el Informe de Labores 2022.

En este ejercicio de rendición de cuentas reiteramos nuestra misión para servir a la sociedad en la tutela de sus derechos de acceso a la información y de protección de datos personales, pues el INAI no tiene bandera política ni se debe a los Poderes del Estado, su encargo constitucional, que cumplimos y seguiremos cumpliendo con rigor, no tiene otra misión ni pretensión, es a la sociedad mexicana a quien acompañamos sin reservas. Por ello, estamos convencidos de que este Instituto trascenderá a la coyuntura.

Aprovecho este espacio para dedicar estas líneas a mi colega Francisco Javier Acuña Llamas, que este 31 de marzo concluye su comprometida labor como comisionado del Pleno del Instituto Nacional de Transparencia. Reconozco en Paco Acuña a un hombre de Estado que ha contribuido a fortalecer la democracia por su plena defensa de los derechos que tutelamos, un referente para la transparencia, la protección de datos y la archivística mexicana. *AGENCIA EL

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