
1 minute read
ALCARAZ FUNDE A BERRETTINI
from 11-07-23
CARLOS ALCARAZ vibró a partir de él y Berrettini tocó la hierba. Llevaba varios días en un oasis, tras una temporada horrible, y había voces que le ponían como único candidato al triunfo final con el respeto de Djokovic.
Entre cañonazo y cañonazo, un agazapado Carlos Alcaraz sacó poco a poco la cabeza en la pista central de Wimbledon y emergió ante el gigantesco Matteo Berrettini (3-6, 6-3, 6-3 y 6-3) para disputar los cuartos de final del Grand Slam británico por primera vez en su carrera.
Advertisement
Enterrado entre la potencia del italiano, Alcaraz se armó de paciencia para encontrar las grietas en un hombre que había aguantado el servicio sesenta veces consecutivas y al que se le caían los golpes ganadores del bolsillo. Con su gorra echada para atrás, su poco ortodoxa mecánica de saque y su perenne puño cerrado, Berrettini puso a Alcaraz entre la espada y la pared, pero el murciano, como tantas otras veces, esquivó el incendio con un torrente de calidad.
Fue de menos a más el español, que se llevó el susto de perder el primer set en un clásico de Wimbledon: el sacador salva todas las oportunidades de ‘break’ y aprovecha las pocas que tiene a favor. Un dolor de cabeza por el que tiene que pasar todo aquel que quiera llegar lejos en el All England Club.
La clave es no desfallecer y aguantar la tunda hasta que la fruta madure lo suficiente para caer. Hasta la primera rotura de Alcaraz, en el cuarto juego del segundo set, Berrettini había salvado todos sus turnos de servicio en el torneo y había desactivado las diez bolas de rotura que había enfrentado.
Hasta que apareció Carlitos para romper la estadística y bajar de la nube al romano, que fue poco a poco deshaciéndose desde un golpe de Alcaraz por un lado de la red. Uno de los contendientes a mejor golpe del torneo y que viró el momento del partido.
Alcaraz vibró a partir de él y Berrettini tocó la hierba. Llevaba varios días en un oasis, tras una temporada horrible, y había voces que le ponían como único candidato al triunfo final con el respeto de Djokovic.
Y Alcaraz se encargó de borrar esos pronósticos de la pizarra. La rotura se fraguó en un juego terrible del italiano, que comenzó al confiarse en una bola que dejó pasar y besó la línea. Le sirvió al murciano para verse capaz derribar al gigante y la