Diario del Huila, LUNES 23 DE ABRIL DE 2012
Crónica 9A
Riña de gallos, pasión garzoneña No hay vereda de este municipio donde no haya gallera, ni fin de semana donde no haya riñas. Son muchos los gallos de cuerdas de este municipio que participan todos los años en eventos nacionales e internacionales. GUILLERMO LEÓN SAMBONÍ Gelso811@hotmail.com
protección a los animales que en su artículo sexto donde se habla de la crueldad para con los animales y que textualmente presume como hechos dañinos y actos de crueldad para con ellos según el literal e: “Enfrentar animales para que se acometan y hacer de las peleas así provocadas un espectáculo público o privado” pero a renglón seguido en el artículo séptimo exceptúa de lo anterior a las peleas de Gallos, el coleo y las corridas de toros: “Artículo 7: Quedan exceptuados de lo expuesto en el inciso 1, en los literales a, d, e, f y g del artículo anterior, el rejoneo, coleo, corridas de toros, novilladas, corralejas, becerradas y tientas, así como riñas de gallos y los procedimientos utilizados en estos espectáculos”
“Pasaron los días. Dionisio Pinzón vivía únicamente preocupado por su gallo, al que llenaba de cuidados. Le llevaba agua y comida. Le metía migajas de tortilla y hojas de alfalfa dentro del pico, esforzándose por hacerlo comer” El Gallo de Oro, Juan Rulfo. Las galleras en Garzón, son sitios llenos de colorido y alegría, donde cada fin de semana en medio del bullicio general, el licor, la mamadera de gallo y a veces la presencia de hermosas mujeres, suelen reunirse hombres que desde niños y quizá por tradición familiar, se aficionaron a las riñas de gallos. Está tan arraigada la costumbre de los gallos en este municipio del centro del Departamento, que tanto en el casco urbano como en cada una de las 93 veredas de la población hay galleras. “La vereda garzoneña, no puede tener escuela ni capilla, pero tiene gallera. Sin embargo, hoy no se tiene la afición que hace treinta años tenían las riñas de gallos en Garzón, porque aunque las galleras se siguen llenando, siempre se ven las mismas caras. A los jóvenes de hoy muy poco les gusta las riñas de gallos, prefieren el internet, la televisión, la maquinitas y en las galleras no se ve la renovación generacional” apunta César Puentes, GALLERA CENTRAL el popular “Chaforuto” gallero de vieja data. Marco legal
En el casco urbano de Garzón, funcionan desde hace muchos años cinco galleras, además de las que existen en cada una de las veredas y las de los centros poblados de Zuluaga y la Jagua, que son las de más tradición y renombre en el centro del Departamento. La existencia de estos establecimientos, se sustentan legalmente en la ley 84 de 1989, norma vigente de
CHAFORUTO El Gallero
Está tan arraigada la costumbre de los gallos en este municipio del centro del Departamento, que tanto en el casco urbano como en cada una de las 93 veredas de la población hay galleras.
Desde el punto de vista policivo, para las galleras, existe el mismo control que rige para a los establecimientos públicos nocturnos donde se expende licor. “En los centros donde se realizan riñas de gallo, se prohíbe el ingreso de menores de edad, el porte de armas de cualquier tipo y si son de fuego así tengan salvo conducto no se pueden portar y estos establecimientos también tienen el horario limitado” sostiene el teniente Andrés Felipe Vera Escobar, comandante de estación, en Garzón.
Riñas de gallos: deporte, hobby o pasión
Para el notario segundo de Garzón, abogado Ramiro Cuenca, las riñas de gallos, son un hobby, extranjerismo que según el DRAE, significa: Pasatiempo, entretenimiento que se practica habitualmente en los ratos de ocio. “Las peleas de gallos tienen un relativismo en cuanto a su definición: p a r a algunos son un deporte, para otros un vicio porque hay apuestas, pero para mí los gallos, no son ni un deporte, ni un vicio porque aunque me gustan mucho no soy apostador consuetudinario y apasionado. Las peleas de gallos, son ante todo una afición que se hereda en las familias. En el caso mío, gallero fue mi padre, galleros son mis hermanos y solamente una de mis hijas heredó esta pasión” manifestó el notario. Las apuestas en Garzón, según los galleros oscilan entre los 300 mil y el millón de pesos, y como dato curioso casi nunca hay peleas entre galleros. “La palabra de gallero, que es la que se empeña al momento de la apuesta es respetada universalmente, y nadie apuesta si no tiene cómo responder, lo que le da seriedad a las riñas y a las galleras, como es el caso de Garzón, plaza conocida nacionalmente por la seriedad de sus apostadores y la gran calidad de los gallos finos de la región”, agregó el abogado Cuenca.
Gallos famosos Defensores de los gallos
Aunque la tradición popular de las riñas de gallos, aún se encuentra bastante asentada en la población garzoneña, hay un grupo de personas encabezado por la médico veterinaria y sicóloga de caninos y felinos Magda Patricia Avilés Bernal, que no comparte las riñas de gallos, por calificarla como un actividad cruel para con los animales, quienes ante la no existencia de herramientas para oponerse jurídicamente a la realización de las riñas, trabajan en la sensibilización especialmente con los niños y jóvenes en el respeto por la vida y la dignidad de los animales. “Yo como proteccionista y amante total de los animales, estoy absolutamente en contra de todas las manifestaciones de crueldad para con los animales así lleve el título absurdo de deporte. Yo no puedo considerar que las riñas de gallos, el toreo o el coleo sean deportes. ¿Cómo puede considerarse como deporte algo donde se le está faltando a la dignidad al animal y donde hay crueldad hacia un animal indefenso? Desgraciadamente en Colombia, en la única ley en que nos podíamos amparar quienes amamos los animales y por ende respetamos y dignificamos la existencia de ellos, que es la ley 84 de 1989, que tipifica y sanciona el maltrato animal, indica que el coleo, las riñas de gallos y el toreo son deportes. No queda otro camino que recurrir a la sensibilización del dolor animal con programas pedagógicos dirigido a los niños, para que el ciudadano del mañana se oponga a toda actividad que vaya en contra de la dignidad de los animales y la crueldad y mal trato para con estas criaturas irracionales que embellecen el universo” manifestó la proteccionista de animales en Garzón, Magda Avilés.
Aunque según Ramiro Cuenca, los gallos más costosos del país están en la Costa Atlántica y el Valle del Cauca, un gallo de pelea en Garzón, puede valer entre 300 mil pesos y dos millones de pesos. Entre los gallos más famosos en esta población en los últimos años figuran los de la cuerda de Víctor Quintero, el gallo gallino de Querubiano Ramírez, que después de ganar diez peleas en serie se lo robaron en una vereda de Garzón, el gallo que llevaba el nombre del cuidador Celso Castro, de talla internacional que fue traído de Valledupar, que junto al gallo Rito Mateus, de la cuerda que lleva el mismo nombre del criador en Chía Cundinamarca. y los gallos importados de República Dominicana y Puerto Rico, de la cuerda de Ramiro Cuenca, enriquecen la historia de las riñas de gallos en Garzón y el centro del Departamento.