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Diario AHORA, sábado 6 de agosto de 2016
Los Grandes de la Música Huánuqueña Por: Jorge Chávez Hurtado - email: huanucocontigo5@hotmail.com
VÉDER RETIZ BEDOYA
HUÁNUCO NO HA DE OLVIDAR AL AUTOR
E
l eterno poeta enamorado de su tierra, a quien cariñosamente le llamaban Chachico Rétiz, dejó de existir el nueve de agosto de 2012 en el Hospital Almenara de Lima a los 79 años de edad. Huánuco lloró
UN HUANUQUEÑO QUE NACIÓ PARA EDUCAR Nació un tres de abril de 1933. Fue profesor en la Gran Unidad
“ESTA PENA MÍA NO TIENE IMPORTANCIA, ES LA VIEJA TAR DE QUE LLEVO EN EL ALMA…” Hombres como Chachico Retiz, no ameritan el olvido, fue un huanuqueño que tuvo una admirable e incomparable dimensión humana. Fue todo un maestro en la creación de poemas y canciones
DEJÓ INNUMERABLES POESÍAS Y OPÚSCULOS Silvia Rétiz Hidalgo, hija del maestro Chachico, dice: “Mi padre escribió innumerables poesías y opúsculos denominados `MEMORIAS DE UN TRANSEÚNTE` y `EN BUSCA DEL TIEMPO FELIZ`, que es la suma de sus experiencias y recuerdos gratos que le ayudaron a vivir y soñar.
Y COMPOSITOR QUE CANTÓ A LA BELLEZA DE SU VALLE Y DE SU CIELO la partida del hijo que muchas canciones y poemas escribiera en mil noches bellas y perfumadas que le hacían soñar. Sí señores, Véder Rétiz Bedoya, el autor y compositor de valses, huaynos y poemas inspirados en la belleza,
significado histórico y cultural de su tierra partió hace cuatro años a la eternidad y su obra queda como legado eterno para las nuevas generaciones con identidad y sentimiento de pertenencia por la tierra amada.
Leoncio Prado, trabajó en la universidad Hermilio Valdizán y en la Universidad de Huánuco, fundó su Institución Educativa San Miguel Febres y condujo en diferentes emisoras el progra-
ma en Busca del Tiempo Feliz. Se fue a la eternidad dejando bendiciones y amor a su esposa Petty Hidalgo Vela y las mejores lecciones, de todo lo vivido, a sus siete hijos.
con fibra y sentimiento; su mejor carta de presentación son sus hermosas canciones que nacieron de sus propias vivencias: “Esta pena mía no tiene importancia, es la vieja tarde que llevo en el alma, me trae recuerdos de días felices, jugando la infancia en mis noches blancas”. En efecto, son vivencias que reflejan una vida alimentada de amor, de admiración a los detalles de la vida familiar, social y la naturaleza misma: “Montañas azules, dibujando el cielo, alientan
en mi alma una dulce inquietud”. Sus versos significan el pináculo de sus innumerables inspiraciones que, con verdadera poesía, explican la tristeza y la alegría del hombre en las diferentes facetas de su vida: “Es mi cielo un poema infinito que llevo en el corazón y donde quiera que vaya soy gorrión peregrino añorando su nido… Un perfil de tristeza, una inmensa alegría, es mi cielo de niño”.
Asimismo como cantautor escribió hermosas baladas dedicadas a Huánuco, al amor y a la paz como son: EVOCACIÓN, RICON DIVINO, HUALLAGA MIO, CAMINANTE SIN CAMINO, CIELO DE NIÑO, PERFUME DE MUJER, YO SOY LA VOZ DE ADENTRO LA SUMA DE LOS AÑOS, DULCE MADRE MÍA, CONDOR MAJESTUOSO Y LEGENDARIO, MONTAÑAS AZULES, VIENES, CUADERNO DE ABRIL, CANTO PARA TI, DICIEMBRE, HUMAREDA Y OTROS. Como autor e
intérprete participó en varios concursos como en el Primer Festival Nacional de Canciones y Danzas en el Perú y lo premiaron POR SER EL MEJOR COMPOSITOR HUANUQUEÑO y en otros concursos. Sus canciones evidenciaron su grandeza humana y espiritual… amó a su hogar donde nació, amó a su escuela, amó a su tierra y a su gente y a su patria…”.
EN EL CUARTO ANIVERSARIO DE SU MUERTE PRESENTAMOS EXTRACTOS DE LA MELOPEA QUE ESCRIBIÓ PARA SU DULCE ESTACIÓN FLORIDA Aquí, en el valle del Pillco, síntesis de todos los climas del mundo, los españoles habían encontrado el paraíso de sus sueños; luego de tantas cruzadas moriscas, de tantas jornadas de barro y arena, apacentaron familia y mestizaje. Aquí mismo, en donde se dan los frutos y florecen todas las semillas, después que el capitán Gómez de Alvarado firmara la fundación de Huánuco el 15 de agosto de 1539, Pedro Barroso y Pedro Puelles establecieron la Villa Hermosa de Huánuco, valle ideal situado entre dos ríos, viento que viene del norte, sinfonía de música y de colores. Aquí mismo, iniciaron los trazos a cordel de “La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Huánuco de los Caballeros del Perú”. Aquí sobre las ruinas sin leyenda de Kotosh, civilización milenaria; sobre la simiente de la cultura de los Chupacos, se asentaron los de León y nos legaron idioma, religión y cultura; su idiosincrasia, su aire festivo y su feria Aquí vivió la dulce Amarilis, fina, delicada, soñadora; aquí nació Leoncio Prado, espíritu libertario, ejemplo de dignidad y heroísmo. Aquí nacieron Don Mariano Dámaso Beraún, sabio que auscultaba el orden la armonía, el universo infinito a través del “Centelleo de las Estrellas”, en las noches límpidas de Huánuco; Don Hermilio Valdizán, el más notable exponente de la Psiquiatría en el Perú, médico del alma, a ser predestinado por la vida que trajo consigo esa grandeza de los que aman y construyen mundos más allá de mezquinas tentaciones, sensible a las tormentas del alma, fue fortaleza en la adversidad; Don Daniel Alomía Robles, hijo de esta tierra y de sus vientos, síntesis de todos los paisajes andinos , envueltos en tul opalino. Interprete de los sonidos, del viento de las quebradas, las laderas, las montañas, de los silencios lejanos. Naturaleza grandiosa es “El Cóndor Pasa”. Músicos, poetas, ensayistas, narradores, artistas del color y de las formas, médicos del cuerpo y del alma, sensibles a las vibraciones de su pueblo. Huánuco es ciudad Eterna Primavera donde todo el año florece la vida entre verdores y destellos, en el magma doliente y tierno del espíritu de los ríos, la lluvia y los cantitos de pajarillo, en las noches de agosto, cuando la luna es más blanca y brillan más las estrellas. Y hoy que la tristeza se ha enseñoreado en el alma, hoy que la pobreza se ha sentado a la mesa y va por las calles desvalidas, recordando la fiesta grande del antaño es bueno: un abrazo cariñoso, una oración de amor y de fe, que aprendimos de mamá.
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