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Lejos de Dinamarca; sufre Metlatónoc por su hospital
Fallas. La clínica ha sido rehabilitada cuatro veces desde 2019; habitantes y médicos rechazan otra intervención
Tres indígenas Ñuu Savi en una sala de usos múltiples, con agua encharcada, techo deteriorado, goteras y sin luz eléctrica; afuera, mujeres, hombres y niños aguardan por atención médica en un patio bajo los rayos del sol, este es el panorama en el centro de salud de Metlatónoc, Guerrero, ubicado en la región montañosa del estado y considerada como la segunda más pobre del país.
Este jueves se cumplieron diez días desde que 35 trabajadores, entre médicos, enfermeras, químicos, nutriólogos y parteras profesionales, brindan servicio en la intemperie, luego de prefirieron salir de las instalaciones por temor a que colapse el techo del inmueble que, desde 2019, comenzó a agravarse.
En el lugar, la promesa de tener un servicio de salud similar al de Dinamarca es un sueño.
Más de 20 mil pobladores indígenas Ñuu Savi esperan aún que el presidente Andrés Manuel López Obrador cumpla su palabra de construir un nuevo hospital, como les