En El Principio Fue La Mano

EN EL PRINCIPIO

FUE LA MANO

D I A N A PA R R A

A mi abuela.

ÍNDICE I. CREAR UN LENGUAJE SENSIBLE CASI INAUDIBLE II. EL ÁRBOL ARCANO QUE HABLA DEL PASO DEL TIEMPO III. LA MARIPOSA COMO UN ENTE DE TRANSFORMACIÓN Y MUERTE IV. ENCUENTROS CON LXS INTEMPESTIVXS EL ARTISTA PATÉTICO EL AZAR OBJETIVO

Butterfly Dance - 1892 - LoĂŻe Fuller

I. C R E A R U N L E N G UA J E S E N S I B L E

CASI INAUDIBLE

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Fragmento de Une Femme MariĂŠe - 1964 - Jean Luc-Godard.

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Siempre escuché el murmullo de las manos, de mis manos. Las escuchaba en la distancia cuando estaba ansiosa y temblaban, cuando estaba nerviosa y sudaban, cuando estaba enojada y las empuñaba.

Todo esto y más sucedía de forma inconsciente; porque al contrario del rostro, las manos nos delatan fácilmente. Ellas no nos permiten esconder los sentimientos, y aunque las ocultemos –ya sea en nuestros bolsillos o cruzándonos de brazos– siguen gritando que algo está pasando.

Fotografía de Rayos X - 1896 - Departamento de Física de la Universidad de Estocolmo.

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FotografĂ­a de Rayos X - 1896 - Departamento de FĂ­sica de la Universidad de Estocolmo.

Empecé a observarlas detalladamente y vi como parecían desprenderse del cuerpo que las portaba; parecían figuras autónomas con su propia capacidad de expresión. Más elocuentes, más independientes, más sensibles. Y así fue como entendí la necesidad que tenía de crear un lenguaje que diera cuenta de su potencial de expresión. Porque así como en cualquier lenguaje, este nuevo lenguaje me permite pensarme.

Training Exercises - 1972 - Jerzy Grotowski.

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Undertaking Training Exercises - 1965 - Maja Komorowska

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Este nuevo lenguaje hace temblar al lenguaje convencional. No puedo hablar de él o sobre él. Todo atributo que intento darle es insuficiente, torpe o mortificante. Este lenguaje es casi indescifrable, inclasificable.

No puedo clasificarlo porque ha sido el primero en su especie. El lenguaje singular que nació para responder a mis deseos.

Y yo que por tanto tiempo usé un lenguaje que me implantaron, negando la posibilidad de crear uno propio que se saliera de lo concreto, de lo preciso, de lo serio. Incapaz de hablar desde una sensibilidad que va más allá del lenguaje mismo.

Solo espero que este nuevo lenguaje sea un retiro apacible y necesario para el funcionamiento de una práctica inaudible y poética.

Y es que en este lenguaje no hay ausencia del lenguaje escrito. Este me sigue acompañando con todo su potencial estético. Sigue a mi lado para crear todo esto, que es por vocación, ligero como las hojas de un árbol que se mueven por el viento, como la crisálida abandonada que pende de una rama.

Y es saber que este nuevo lenguaje no tiene valor táctico porque tiene el fin de ser puramente expresivo y sensible. Un lenguaje que está en todas partes y es recurrente. Y es por eso que acepté las injusticias de la comunicación y también es por eso que no abandono el lenguaje como lo conocemos; porque solo así seguiré hablando ligeramente, tiernamente, incondicionalmente, sin esperar a que alguien me responda con esta misma voz que les he dado.

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Mi Mirada Pรกlida Ama Al Viento - 2020 - Diana Parra.

Siendo ร rbol Me Arranco Las Flores - 2020 - Diana Parra.

II. EL ÁRBOL ARCANO QUE HABLA

D E L PA S O D E L T I E M P O

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Fragmento de 24 Frames - 2017 - Abbas Kiarostami.

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The Bird Its Form And Function - 1906 - C. William Beebe.

Puse toda mi atención en las manos de mi abuela y vi como sus manos se transformaban en algo más que unas manos. Muchas veces se veían como un animal que no conocía, otras veces era un animal más reconocible; una mariposa, una araña o un ave.

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Sin Título - 2020- Diana Parra

También vi cómo se transformaban en una casa o en un mar de olas espumeantes, pero finalmente devinieron en algo mucho más grande, más significativo. De sus manos vi nacer un árbol arrugado, manchado, encorvado, nudoso y grueso.

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Vi en sus manos el destello de un árbol que se erguía imponente hacia lo más alto, buscando que sus hojas contrastaran con el azul del cielo.

Y vi en sus dedos el destello de unas ramas gruesas que ya habían perdido casi todas sus hojas.

Y vi en sus venas el destello de una maraña de raíces que me invitaban a perderme en ellas.

Pequeña Elegía - 2020 - Diana Parra.

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Así nació el lenguaje; del árbol arcano. Me enredé en su corteza y no pude salir de ella. Supe que mi piel empezaría a tomar su textura y que mis venas se pronunciarían como lo hacen sus raíces.

Ya no sé quién soy. No sé si soy árbol o persona o si soy los dos. No sé si esta condición me hace sentir más viva o más muerta. ¡Crece, muere! Pues ese es tu destino. Deja que la savia caiga sobre las hojas secas.

Presente Y Futuro - 2020 - Diana Parra

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En este árbol me reconozco, porque como dijo Rimbaud en sus cartas del vidente “Yo es otro”. En él reconozco el único futuro cierto y es el paso del tiempo. Yo soy ese árbol delgado y frágil. Yo soy esas manos resquebrajadas y agrietadas llenas de manchas. Yo soy ese árbol cansado y pesado esperando a ser derribado.

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Proyecciones De Un Futuro Inevitable - 2020 - Diana Parra

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III. L A M A R I P O S A CO M O U N E N T E

DE TRANSFORMACIÓN Y MUERTE

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Desde hace un tiempo he empezado a ver las mariposas como pequeñas diosas del cambio; que con sus radiantes colores y sus frágiles alas me recuerdan la belleza de la impermanencia. Este es un ser que ha tocado la muerte durante su metamorfosis; de la cual emerge, sublime, como algo totalmente nuevo. De ella he aprendido a reconocer el cambio cuando está llegando y a acogerlo más y temerle menos.

Butterfly Dance - 1892 - Loïe Fuller

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Cuando vi las manos de mi abuela transformarse, vi como las mĂ­as tambiĂŠn lo hacĂ­an. Vi mis manos como una representaciĂłn del presente, casi como una oruga lista para entrar en un proceso de metamorfosis; y sus manos representaban lo venidero, ese capullo listo para contenerme y vigilar el cambio.

Expression Of The Hands - 1997 - Harun Farocki.

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Como dijo Jules Michelet, nuestras manos son como mariposas: imperceptibles y constructoras de formas; formas palpitantes que revolotean exhibiendo el deseo de muerte que ilumina un nuevo ser para el ser con una especie de luz cegadora y dolorosa que aun asĂ­ nos regocija en una insondable paradoja.

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Capullo Para Manos - 2020 - Diana Parra.

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I V. E N C U E N T R O S CO N

LXS INTEMPESTIVXS

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E L A R T I S TA

PAT É T I C O

Recuerdo la primera vez que conocí a Bas Jan Ader en la universidad cuando un profesor me prestó un libro –cuyo título no recuerdo– sobre artistas que han trabajado el cuerpo y el performance. Este libro mostraba la obra I’m too sad to tell you, de 1970; donde el artista envió postales a sus amigos y conocidos con fotografías de sí mismo llorando, y una nota que decía “estoy muy triste para explicártelo”, “el espacio que nos separa aflige intolerablemente mi corazón” o “los pensamientos de nuestras muertes inevitables y separadas afligen intolerablemente mi corazón”.

Recuerdo la primera impresión que me causó ver esa fotografía. Vi un llanto genuino y cansado, un estado de melancolía y vulnerabilidad en el que me vi reflejada. Fue así como me di cuenta de que eso era lo que quería en mi trabajo; tener la capacidad de poner al espectador a cargar una imagen muy simple con su propia experiencia ante la vejez, el pasar del tiempo y la muerte.

Bas Jan Ader me conmovió con su patetismo; con su capacidad de sufrir y experimentar un sentimiento. Él abrió en mí un mundo de posibilidades frente a cómo representar lo inevitable de una forma sencilla y profunda; de cómo crear una tensión frente a un futuro que conocemos y en el que no podemos hacer nada para evitarlo; lo único que podemos hacer es rendirnos ante él para ser un contemplador mientras el tiempo hace su trabajo.

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I’m Too Sad To Tell You - 1970- Bas Jan Ader

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Los Espigadores Y La Espigadora - 2000- Agnes Varda

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EL AZAR

OBJETIVO Un día estaba navegando por las redes sociales y veo algo que llama mi atención de inmediato. Eran unas manos viejas con arrugas, algunas manchas, un anillo en el dedo anular y un subtítulo que decía “Y mis manos me dicen que pronto llegará el fin”. En ese momento escuché como me hablaba esa imagen y la conecté con el trabajo que he venido haciendo con mi abuela. Quise saber de dónde venía esa imagen y fue así como llegué a Los espigadores y la espigadora; el video documental de Varda donde habla de una actividad muy común en Francia en épocas antiguas, haciendo una conexión con la actualidad en donde ya los espigadores no solo se encuentran en el campo, sino también en la ciudad. Ya no solo lo hacen por comida, también por objetos. Ya no solo lo hacen como forma de subsistir ya que ahora los hay quienes lo disfrutan y lo hacen como una forma de reconectarse con sus ancestros quienes en algún momento fueron recolectores. Varda se nos presenta como una espigadora más y nos hace entender que todos de cierto modo también lo somos.

Lo que más me llegó de este documental fue como veía sus manos y las de los demás en esta constante labor de recolectar cosas, de darles una importancia. También me llamó la atención la forma en la que usa una mano para grabar la otra haciendo algo, como si fuese una entrevista a sus manos. Pero sobre todo me conecté mucho con la forma de leer sus manos como un sinónimo de algo que se está acabando. Una representación de las muertes infinitas que creamos con ellas porque, así como empiezan algo, así mismo lo terminan.

Eso es lo que Varda me enseñó. A ver el mundo con las manos y a entender que ellas son el medio con el que le damos la importancia a algo. Varda es mi azar objetivo porque apareció en el momento indicado cuando estaba deseando una conexión más profunda para entender la vejez.

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P E N S A R CO N L A S M A N O S .

A mis profesores Mariana y Camilo por su acompaĂąamiento y confianza. A mis amigas por el aguante y las palabras de aliento. A Esteban por su ayuda incondicional, y a todas las personas que se preocuparon e interesaron por mi proceso: Gracias.