Capítulo Uno: Escrito en Piedra Vi una boca burlesca con una sonrisa de hierro rojo y fundido en ella. Su risa estaba llena de clavos que tintineaban. Era la boca de un sueño de niños. -Carl Sandburg “Gárgola”
El antiguo Albertus, Señor de Bohemia y Primogénito Tremere de Praga se encuentra sentado en un cómodo sillón frente al escritorio de ébano de su despacho. En sus manos sostiene un antiguo volumen encuadernado en tafilete rojo, con un símbolo negro impreso en la portada y en el lomo. Con unos guantes finos y con gran cuidado pasa la primera página, donde se lee con grandes letras góticas escritas a mano: Aquí comienza la Historia Gargularum
La Creación de las Gárgolas Si se pregunta quién es el creador de las Gárgolas, o mejor dicho el creador de la idea que dio lugar a esta torturada línea de sangre artificial, surgida entre dolor y sangre de los laboratorios y mesas de experimentación de los Tremere, la responsabilidad última pertenece a un mago audaz e implacable: Goratrix. Discípulo del propio fundador Tremere, Goratrix era un joven hechicero oriundo de Poitou, en Francia, donde su práctica de la magia, junto con la disección de cadáveres y otras prácticas prohibidas terminaron llevándolo a la hoguera, de donde fue rescatado in extremis por el propio Tremere, que supo percibir el potencial del joven mago y acabó convirtiéndolo en su aprendiz y según algunos rumores, ocasional amante. Desde entonces sirvió de forma entusiasta y algo fanática
a su maestro, acompañándole a Transilvania y en su proyecto de sobrevivir a la decadencia de la magia y adquirir la inmortalidad, siendo especialmente instrumental en el fallido experimento que convertiría en el año 1022 a la Casa de Tremere en un clan de vampiros practicantes de la magia de la sangre. La creación de las Gárgolas surgió por la necesidad de sobrevivir por parte de los Tremere. Poco después de la conversión de los magos en vampiros, los demás clanes vampíricos de Transilvania, especialmente los Tzimisce, se enteraron y decidieron exterminarlos. La sangre se derramó en las noches transilvanas, y Tremere y varios de sus seguidores viajaron a otros lugares, buscando aliados, refugios y nuevas armas al mismo tiempo que estudiaban sus poderes y el alcance de su nueva condición. Goratrix quedó solo al mando de la capilla de Ceoris, situada en el corazón de las montañas de Transilvania. Libre de la interferencia de los demás magos, continuó desarrollando sus artes, dedicándose especialmente a la disección de vampiros para comprender mejor el funcionamiento del cuerpo de los no muertos. Cuando era un mago mortal había recibido el apodo de “Goratrix el Insomne”, debido a su capacidad para permanecer despierto durante noches seguidas estudiando y trabajando, y como vampiro permanecía despierto durante el día, combatiendo la fatiga diurna que afectaba a su especie. Durante estos años Goratrix creó diversas criaturas monstruosas, pero todas adolecían de un defecto
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