Los Encadenados
Sarisel,
el
Jardinero
del
Infierno
Sarisel fue antaño miembro del la Casa de los Destinos, uno de los ángeles responsable de la creación de pautas en las facetas de la Creación. Trabajó junto a la Casa de la Naturaleza inventando métodos para que las plantas extendieran sus semillas, ya que siempre consideró que el método de la reproducción sexual era bastante pobre. Cuando la rebelión comenzó, muchos de los ángeles que le servían se sorprendieron cuando se unió a los rebeldes. Siempre pensaron que era un Lealista. De hecho, cuando fue maldecido como Neberu, afirmó que si se le volviera a presentar la oportunidad no volvería a unirse a la rebelión. Lucifer no lo expulsó por su debilidad, aunque el resto de los demonios lo consideraban como un desertor. Tras la caída de la Civilización de las Cenizas, fue expulsado al infierno como el resto de los demonios. Incluso en la actualidad, Sarisel no se explica cómo un pequeño grupo de hechiceros chinos consiguió invocarlo, aunque no es alguien que se fije en los dientes de un caballo regalado. Liberado del Infierno varios siglos antes del nacimiento de Cristo, Sarisel se vinculó a un jardín y se dedicó a segar Fe de los hechiceros y sus descendientes. Su ascenso al poder fue mucho más lento que el de Encadenados de otras civilizaciones, aunque Sarisel no se encontró en peligro de extinción por el ascenso del Cristianismo. Como un roble a partir de una bellota, el Perverso creció con lentitud, instruyendo a sus seguidores en el uso de las plantas como oráculos y venenos, esperando su oportunidad. Las guerras en Asia casi lo destruyeron en varias ocasiones, aunque consiguió capear el temporal hasta principios del s. XX, cuando las historias de occidente llegaron hasta él de manos de su culto leal. Sarisel supo que había llegado la oportunidad que esperaba. Sus seguidores poseían recursos y desplazaron todas sus posesiones (incluyendo el jardín que albergaba a su maestro) a San Francisco. Allí residió hasta que la Vorágine abrió las puertas del Infierno y consiguió someter a uno de los demonios que conoció antes de la Caída. Con su ayuda y los años de experiencia logró diseñar un arma que utilizaría contra el impío mundo que lo rodeaba. Sarisel llama a su creación la “orquídea del alma”, ya que posee la apariencia de una hermosa flor escarlata. Si se utiliza adecuadamente, es capaz de generar una tormenta de Fe. Cualquier demonio atrapado en esta tormenta se ve obligado a asumir su forma reveladora, y cualquier mortal azotado por la lluvia reconoce al ser luminoso que se alza ante él. La Fe generada es conducida hacia Sarisel (al menos este es el plan). Sarisel no ha tenido la oportunidad de probar la orquídea, aunque su paciencia no tiene límites. El relicario de Sarisel es un jardín de unos 12 metros de ancho, situado tras la residencia de Chinatown de uno de sus esclavos más prometedores. El jardín está adornado con varias especies exóticas, aunque sólo el suelo contiene el alma de Sarisel. El demonio controla cualquier planta del jardín y puede animarla o transmutarla mediante el Saber de la Espesura. Los únicos seres que pueden entrar en el jardín son las víctimas de los sacrificios y sus esclavos, ni siquiera los demonios sometidos pueden hollar el suelo.
El Culto
En China, el culto de Sarisel estaba formado por ancianos descendientes de los hechiceros que lo invocaron del Infierno en el pasado. Conforme la orden de hechiceros fue desapareciendo, Sarisel se aseguró de que como mínimo un miembro de su culto conociera el ritual para invocarlo por si se veía obligado a regresar al Infierno. Como pasaron tantos años sin que este ritual se haya vuelto a utilizar (no ha habido ninguna necesidad), Sarisel no estaba seguro de si el actual poseedor del ritual sería capaz de utilizarlo. Tras desplazarse a Estados Unidos, cambió su estrategia. En vez de enseñar el ritual a un miembro de su culto, eligió a su esclavo más devoto (un nombre llamado Chan) y le regaló un vasto conocimiento arcano y una juventud eterna al precio de su voluntad. Chan es el propietario legal del edificio que oculta el jardín de Sarisel así como de un invernadero en el que cre-
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