Despierta Jericó 87, noviembre de 2020

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DESPIERTA JERICÓ Número 87 - Noviembre de 2020

¿De dónde venimos? Foto: DESPIERTA JERICÓ


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¿Para dónde vamos?

Fotos: DESPIERTA JERICÓ


EDITORIAL

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Beneficios de los megaproyectos mineros

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on el inicio de actividades de la multinacional minera de origen chino en Buriticá, el gobierno nacional renueva el viejo mensaje de administraciones anteriores de que la entrega del subsuelo colombiano a las corporaciones mineras mundiales distribuye beneficios a los municipios, departamentos y nación. Luis Jorge Garay, economista, investigador autor de varios libros, consultor del Ministerio de Hacienda, Contraloría General de la República, etc., en diálogo con integrantes de organizaciones sociales del Suroeste el pasado 25 de octubre, hizo algunas precisiones respecto de los supuestos beneficios de los megaproyectos extractivistas en nuestro país, en especial, los de minería metálica, entre las que destacamos lo siguiente: A partir de los años 90 el extractivismo, o modelo económico basado en la extracción o eliminación de recursos naturales y materias primas de la tierra para vender en el mercado mundial, se ha centrado en la explotación de megaproyectos mediante el uso de tecnología innovadora llamada la cuarta revolución industrial. Un ejemplo es la utilización en socavones mineros de maquinaria de perforación y arrastre de material manejada a distancia; la inversión en estos equipos es muy alta, pero al reemplazar puestos de trabajo resulta rentable para las empresas. El mineral extraído de las minas se exporta como concentrado bruto, no como producto terminado en lingotes, laminas u otros; es decir, el país originario no trabaja el mineral mediante procesos industriales que generarían empleo y un importante valor agregado, simplemente lo entrega a la multinacional a cambio de unas regalías e impuestos que muy poco aportan a los dineros públicos, al tiempo que el país debe lidiar con fuertes daños ambientales perpetuos e importante degradación social. La creación de empleo en la minería extractivista es mínima. Minera Quebradona calcula en la actualidad que tendría 500 trabajadores directos en los 21 años de la fase de producción, en el año 2015 informaba que serían 3.000 los empleos directos y 5.000 los indirectos en esa misma fase de producción. Con estas y otras cifras infladas, Anglogold Ashanti convenció al gobierno central que su proyecto en Jericó es de interés nacional estratégico. El extractivismo minero afecta las vocaciones tradicionales, en particular la agraria, al afectar las fuentes hídricas que disminuye la productividad de los suelos y el consiguiente aumento del desempleo y desplazamiento rural. El gobierno insiste en que nuevos proyectos de megaminería reactivarían la economía en receso por la pandemia del Covid-19; empero, estos planes solo en cinco o seis años entrarían en producción; además, el aporte de la minería metálica a los ingresos nacionales es ínfimo ya que el impuesto a la renta que deben pagar las compañías mineras de metálicos tiene grandes descuentos.

Según cálculos basados en informes de la DIAN, de cada $1.000 de ingresos del productor, éste paga el siguiente Impuesto de Renta: por petroleo y gas $115; la industria manufacturera paga $71 y la producción de metales preciosos y níquel solamente $33. Por disposición del Código de Minas, los municipios no cobran impuestos a las empresas mineras. Las utilidades de las multinacionales son enviadas al exterior, muchas veces a paraísos fiscales, como las Islas Vírgenes Británicas donde está registrada Anglogold Ashanti Holdings Ltd. Con relación a las regalías pagadas por la mineras como contraprestación económica por la explotación de recursos naturales no renovables, tenemos que la producción de oro aporta el 4%, el cobre el 5%, la sal el 12%. Con el propósito de presentar la minería metálica como gran aportante fiscal para el Estado, el gobierno suele mostrar los ingresos por minería incluyendo las regalías del petroleo y el carbón; estas regalías son variables, se ajustan según los precios internacionales entre el 8% y el 25%, y según el volumen de producción pueden llegar hasta el 50%. Ante la situación acabada de mencionar, algunos especialistas proponen que la extracción de metales tengan el mismo régimen tributario y de regalías de los hidrocarburos y el carbón que permite al Estado recaudar mayor valor cuando los precios internacionales crecen. De esa manera la minería metálica dejaría beneficios económicos reales a Colombia y no solo daños ambientales y sociales a las comunidades como ocurre hoy. Por último, los perjuicios causados por la actividad minera deben ser asumidos directamente por las empresas, tal como ordena el artículo 80 de la Constitución: “El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados”. En el caso del distrito minero en el Suroeste, la socavación extrema de la montaña limítrofe entre Jericó y Támesis ocasionaría la pérdida para siempre de la montaña como estrella hídrica. Un daño así no tiene ninguna reparación como tampoco la tendría la destrucción de los pueblos de cultura y paz.

DESPIERTA JERICÓ - Distribución gratuita

Una publicación por el Jericó pueblerino y campesino Carlos Andrés Restrepo, Rodrigo López, Alicia López, Oscar Villa, Jaime Ramírez, Fernando Jaramillo (director). Donaciones: Davivienda ahorros 3992-0002-3287 despiertajerico@gmail.com www.despiertajerico.blogspot.com Impresión: Virtual Publicidad. Medellín, tel. 4085566


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Costo y beneficio

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Río Cauca

na señora tenía dos pollitos, uno enfermó y mató al aliviado para hacerle una sopita al enfermo.

Es increíble e inaceptable que aún en el siglo XXI sigamos regalando nuestros valiosos y no renovables recursos naturales. Un estudio reciente del economista Guillermo Rudas prueba que lo que deja la minería de oro y cobre por concepto de regalías, comparado con el petróleo, es sólo una décima parte de lo que se debería recibir. Y supongamos que éstas resultaren “muy buenas”, ¿ a quién o quiénes les tocarían?, ¿al pueblo o la comunidad, o a los que ordenan el gasto que son los mismos que rezan, “aman al pueblo”, ponen condiciones y contratan (con C de corrupción)? Son ellos los que distribuyen con porcentajes y “comisiones”, con amaños y simpatías, con devolución de “favores” que son el pago de los votos y de las marrullas , que dicho por ellos, son habilidades de MacGyver. Manejar el dinero público es lo que antoja a ser “servidores públicos” ( dígase que se sirven de lo público, lo privado de lo público se llama chanchullo). Se hace imposible conjugar en la misma realidad la identidad de un conglomerado que es patrimonio innegable con la perspectiva económica de una explotación minera. Como decía filósofo, confunda pero no ofenda. Está bien que entren los ladrones, pero es vergonzoso sentarlos a la mesa y arrullarlos en nuestros sueños de la propia casa que ha sido hogar durante tantos años. Se desgañotan por una cachucha, se humillan por un espejismo, caen en la trampa de la ignorancia de los indígenas el día de los espejos y las cruces.

Insinceros al decir de Jaime Manrique: no se puede esperar una conducta honorable de aquellos que provienen de una estirpe deshonrosa. ¿ Autores del “progreso”, o dueños de los despojos de nuestra desgracia? Miren a Marmato, Carmen de Atrato, Buriticá, ellos también decían que si usamos celulares, necesitamos la minería que enriquece a pocos, engaña a muchos y empobrece pueblos. Yondó tiene un presupuesto acrecentado por regalías y una población sufrida entre el lodo y el polvo de sus calles vergonzosas como el destino de esos dineros. La sospecha corroe: Jericó parece que apenas nace y muere al mismo tiempo. ¡Y no pedirán perdón a las víctimas de su feli$idad!

Rodrigo López Estrada

roloes0023@gmail.com


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Imposición incomprensible

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ecientemente nuestro actual Ministro de Minas y Energía, Dr. Diego Mesa Puyo, escribió una columna de opinión que apareció en el periódico El Tiempo titulada Oposición Incomprensible, aduciendo en ella argumentos históricos, económicos, sociales y hasta ambientales de porqué el país debe hacerle calle de honor al sector minero y ponerlo como portaestandarte de la recuperación económica pospandemia. Señor Ministro, quienes privilegiamos otras actividades económicas acorde con las vocaciones y tradiciones de los territorios no partimos del obtuso principio que lo que hay en el subsuelo debe imponerse y pasar por encima de lo que hay en el suelo, nuestra legislación minera actual, prácticamente permite que cualquier lugar del país (contadas excepciones) pueda ser titulado para exploración, y si cumple los requisitos, que no incluyen la licencia social, solo la ambiental, puedan ser explotados. Dirá Usted que con la Audiencia Pública se cumple con la licencia social, pues no, ese es un mero trámite en una lista de control de los pasos determinados en una institucionalidad que aún no tiene la robustez suficiente para generar una ecuación econométrica de costos y beneficios que incluya todas las variables, y deja convenientemente para el solicitante, la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental, que generalmente las empresas mineras lo mandan a hacer tipo sastre. Lo quiero poner en los zapatos del otro, sí en Colombia existieran los “Títulos Cafeteros” y una Multinacional Americana o Europea o Asiática accediera a ellos, y le fueran titulados territorios en municipios como Marmato (Caldas), Muzo (Boyacá) o Segovia (Antioquia) y en la prospección encuentran tierras aptas para la producción extensiva de café en territorios con vocación y tradición minera, pero dadas las condiciones jurídicas e institucionales que privilegian el título cafetero, por encima de otras actividades, y dado que el café es la actividad económica más representativa del país (por la que somos reconocidos mundialmente) y es intensiva en mano de obra, además que fácilmente logra democratizar la riqueza, se impone entonces el criterio que los mineros deben “vender o entregar” sus tierras a estas multinacionales cafeteras, dado además que con los aportes que harán vía regalías cafeteras, se construirán las escuelas, los acueductos, las vías campesinas y los hospitales y centros de salud que el desarrollo social de los territorios demandan… pero el mundo real no es así Señor Ministro, no hay ni títulos ni regalías cafeteras y el café no se impone por encima de otras actividades económicas, no obstante la institucionalidad cafetera sí ha construido las escuelas, los acueductos, las vías campesinas y los centros de salud que demandan nuestros territorios y adicionalmente el café ha democratizado la riqueza a través de las más de 563.000 familias en el país que son propietarias de pequeñas parcelas que producen no solo café, sino también comida para la seguridad y soberanía alimentaria tan requerida en medio de esta pandemia. Pero bueno, la realidad jurídica (no la social) es que quienes hoy en Colombia tienen el respaldo institucional montado en una locomotora, son los titulares mineros y no los campesinos cafeteros.

Señor Ministro, resulta incomprensible que en territorios con arraigo, potencialidades y vocaciones históricas y culturales que pasaron de ser comparativas a convertirse en competitivas, como el cultivo de cítricos, aguacate, café, plátanos y la actividad turística creciente, se trate a toda costa de imponer la valía de un título minero sobre el querer de la gente y sobre unas actividades que ya tienen presente y cada día solidifican su futuro; la insensatez de prender la locomotora minera en un territorio con arraigo y visión ambiental como el Suroeste Antioqueño, llevándose por delante con su pretendido Distrito Minero la cultura campesina y pueblerina, los paisajes idílicos de la región, cambiándole la centralidad, que hoy la ostenta el Río Cauca, a convertir a la mina en el nuevo centro del territorio, resulta además de insensato e incomprensible: dictatorial. Hoy no existe en Colombia un mecanismo adecuado en nuestra legislación para que se coordine y concurra entre el estado nacional, el departamental y los territorios, ese querer vendernos que lo social está bien, porque se hicieron unas reuniones de socialización, se repartieron unos refrigerios y se recogieron unas firmas donde consta la asistencia (más no el acuerdo o beneplácito con el proyecto minero), es una visión reduccionista e insultante de lo que debe ser un consenso social territorial. Adicionalmente desconocer que los concejales y alcaldes de 13 municipios de la subregión elevaron a acuerdo municipal la defensa de su patrimonio ambiental y cultural, así hoy esos acuerdos demandados no gocen de legalidad, no les quita su constancia de legitimidad. Imponernos una mina o un distrito minero porque en el subsuelo hay unos metales y pasar por encima de lo construido en el suelo, desconocer las voces de una sociedad civil organizada y arraigada con las actividades económicas y culturales hoy existentes, tratar de comprar simpatías regalando tapabocas, mercados, uniformes y computadores, desconocer la solicitud de los fundadores de Jericó hace 170 años, cuando le pidieron a mazamorreros, guaqueros y mineros que se fueran, que esas tierras eran para cultivar y no para minar, insultar nuestra inteligencia diciéndonos que no es una mina, sino un parque biodinámico con mina lo que pretenden construir y que la montaña de relaves será un nuevo bosque revegetalizado y lleno de biodiversidad, insistir en que el cráter de subsidencia será un nuevo hito turístico, enterrar a la Santa Madre Laura en un socavón, modificar la centralidad territorial de la vida y el quehacer de los suroestanos porque una empresa extranjera así lo determina, es sin duda una imposición incomprensible. Dijo usted Señor Ministro que su afecto por Jericó está sustentado en su conexión con el territorio por lazos familiares y de ancestro, lo invito a que haga gala de esa conexión con la herencia de sus antecesores y defienda el derecho que tenemos los suroestanos de autodeterminar nuestro presente y futuro, sin que la ambición y la codicia de una multinacional minera arrase con la herencia que nos dejaron los abuelos.

Norman Correa Betancur

Defensor del Territorio Miembro Mesa Técnica del Suroeste


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Jericó a través de los sentidos Actualmente se está llevando a cabo la Alianza Comfama – Museo MAJA que tiene como propósito integrar la región del Suroeste antioqueño en torno a la cultura, rescatar los valores del territorio y acercar a las comunidades. Un componente fundamental de esta Alianza es la formación de los jóvenes de Jericó en lecto-escritura y periodismo, iniciativas pedagógicas que buscan contribuir a la reconstrucción de la memoria histórica de Jericó. Fruto del proceso formativo, compartimos el siguiente reportaje gráfico de Sara Margarita Grajales Castaño y Luisa María Fernández Marín, estudiantes de la Formación Complementaria de la Normal Superior de Jericó.

JERICÓ HUELE A CAFÉ Su aroma transporta a las parcelas revestidas por el verde de sus hojas. Este pequeño pocillo de porcelana, lleva consigo la historia de la tradición en la cocina. En fila, en los tinajeros, para todas las visitas, los abuelos conservaban intactas estas tacitas…

JERICÓ SE SIENTE TOCANDO LO MÁS PROFUNDO DEL ALMA En esta linda colina donde El Salvador observa, se ve el más lindo pueblito que su cultura conserva. Bajo un cielo azul y blanco y muchos tonos de verde hay un perfecto contraste, no hay mente que no lo recuerde.


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JERICÓ SE ESCUCHA EN SUS PALABRAS Hombres fuertes y aguerridos, cultos y muy caballerosos, son la pujanza de un pueblo de paisajes cafeteros. La cultura cafetera inmersa en esta región ha de mantenerse viva por amor y tradición.

JERICÓ SE REFLEJA EN SUS FACHADAS Y los sitios de mi pueblo, en especial los balcones, te transportan a otros mundos. Sabes que de ellos dispones, para disfrutar y amar cada día este lugar, pues es todo armonía y belleza singular.

JERICÓ SABE A DULZURA Los toldos de colores y vendedores amables dan a mi pueblo sabores dulces e inolvidables. Variedad de comestibles todos ricos y llamativos no puedes pasar de largo son bastante provocativos.


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CIEN AÑOS DE LA CAPILLA

n Jericó, la fundación de la Aldea de Piedras, y la vida civil empezó consustanciada con la vida religiosa: Don Santiago Santamaría, católico practicante, impulsó y consolidó su fe con todos los primeros Colonos, que la vivieron ejemplarmente. En la carta, que el mismo Don Santiago, le escribió al Señor Obispo de Antioquia, Juan de la Cruz Gómez Plata, le expresa, entre otras razones: “Aparece plenamente probado que más de mil individuos, habitantes en el paraje denominado de ‘las Piedras’, que la Cámara Provincial ha erigido actualmente en Aldea, carece enteramente de auxilios espirituales (…) Me atrevo a suplicarle a Usía, se digne conceder a los vecinos de aquella Aldea y al que suscribe, la licencia para construir allí una Capilla con sus paramentos convenientes para celebrar en ella el culto Divino y proveer de los recursos espirituales a aquellos vecinos que tanto lo necesitan.” Le regaló también, para que presidiera el culto, el cuadro de Las Mercedes, tradicional devoción de los Santamaría. A este ambiente de religiosidad llegaron desde Francia y España Comunidades de Religiosos y Religiosas para motivar la evangelización y la educación; en el mismo año en que Jericó fue erigida Sede episcopal de la diócesis, se establecieron aquí los monasterios de las Monjas Clarisas, y de las Monjas Visitandinas; era el año de 1915.

Construcción de la Capilla Una de las primeras ocupaciones de la comunidad de las monjas Visitandinas, fue levantar una Capilla semi pública; escogieron al efecto la casa de don Ramón Henao, ubicado en la esquina entre la carrera 6ª y la carrera 2ª, diseñaron los planos, la construcción de la Capilla; al efecto el ilustrísimo Francisco Cristóbal Toro el 4 de agosto de 1918 bendijo la Primera Piedra para este pequeño santuario dedicado al culto de la Santísima Virgen María en su Misterio de la Visitación. El pueblo todo se solidarizó con esta obra y en los archivos del Convento aparecen los nombres de las personas que se distinguieron con su oportuna colaboración. Para el año 1920 estaba terminada la hermosa Capilla. Las superioras del monasterio, de acuerdo con el Señor Obispo, programaron la inauguración de la Capilla para el 17 de octubre (1920), coincidiendo con la canonización de Santa Margarita María Alacoque, primera canonizada después de su fundadora.

Foto: Federico Klinkert En esta pequeña Capilla, tras las sobrias y oscuras rejas de su clausura asistieron las monjas al culto litúrgico permanente; los ritos de la Semana Santa y las fiestas de sus santos fundadores; la adoración al Santísimo Sacramento, los primeros viernes y otras circunstancias religiosas; se veneró la preciosa imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, Patrona de Jericó cuando por motivos de la demolición de la antigua Catedral fue retirada de su trono en el año de 1946.

Capellanes

El altar, precioso retablo en madera cedro y comino taponado y decorado en oro con cuatro nichos estilo gótico repartido: dos a lado y lado de un gran cuadro o marco que encierra el óleo sobre lienzo de Nuestra Señora de la Visitación, pasaje evangélico de San Lucas (1, 39-56); todo el retablo artístico fue elaborado y decorado en oro de 18 quilates y barniz mate por el maestro Miguel Madrid, quien gozó de mucha fama por sus dotes artísticos.

La Capellanía de este templo estuvo siempre encomendada a muy expertos Sacerdotes: Fueron el Padre Ramón N. Cadavid, ya en el ocaso de su meritísima existencia; el Reverendo monseñor Álvaro Obdulio Naranjo, el Padre Ambrosio Hays, eudista; el futuro Obispo de Jericó, Padre Antonio José Jaramillo, que pobló de vocaciones firmes el claustro; el padre Rafael Araque, entre otros.

Un sagrario tallado y decorado en oro hace parte del mismo retablo en él ensamblado y movible y un altar, en madera de comino taponado y decorado en oro, dotado de una piedra de ara; lleva por el frente tres tallas policromadas y en alto relieve de los evangelistas, San Lucas, San Mateo y san Marcos. Factura del mismo escultor Miguel Madrid.

Las Monjas Visitandinas, lamentablemente, se retiraron de Jericó en el año de 1952, pero fueron muy cuidadosas de dejar la Capilla con su dotación indispensable para el culto; no obstante, ellas, habían respondido por los costos de su construcción y dotación con la ayuda de algunos benefactores del pueblo, como consta en el acta de Bendición.


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DE LA VISITACIÓN* Reapertura de la Capilla Dos años después del retiro de las Monjas Visitandinas, el Excelentísimo Señor Obispo Antonio José Jaramillo, propuso la fundación de un Colegio de Religiosas. En el año de 1956 ya estaba funcionando el Colegio, Santa Rosa de Lima, dirigido por las Religiosas Terciarias, Capuchinas, en el antiguo local del Convento de las Visitandinas. Durante veinte años permaneció esta Comunidad en Jericó. El Excelentísimo Señor Obispo Juan Eliseo Mojica Oliveros, entonces Obispo de Jericó, inquieto por darle destinación al antiguo Convento de las Visitandinas, ofreció dicho local a la Hermana Justina Sierra, de la Presentación, que venía a Jericó con el fin de Fundar una Casa de La Joven, de conformidad con el carisma de la madre Meri Poussepin, y para darle destino a la herencia familiar, administrada por su hermano, el sacerdote Dr. Francisco Sierra. La Casa de La Joven fue encomendada a la Congregación de las Hermanas de la Presentación que se encargó de la atención a la sacristía y a la Capilla de la Visitación. El Señor Obispo Mojica Oliveros, nombra al Padre Nabor Suárez Alzate, entonces profesor y formador en el Seminario diocesano, Capellán de la Capilla de la Visitación. El 4 de marzo del año 1977, se celebró la Santa Misa en la pequeña y blanca capillita, en decir de la poetisa Oliva Sossa: “pequeña y blanca capillita, testigo fiel de tantos votos consagrados a Dios por las monjitas Visitandinas, cuando ésta era de su pertenencia, la bóveda de la Capilla se estremeció nuevamente de alegría al escuchar el sonido de las campanas que resucitaban el esplendor del antiguo culto” (Rincones jericoanos). Es que, desde el lejano 1920, hace cien años suenan las campanas en la espadaña a mañana y tarde, invitando a los fieles a recordar el Misterio de nuestra redención, cuando el Arcángel Gabriel anunció a María…

Remodelación de la Capilla El Padre Nabor Suárez asumió con alegría y responsabilidad la Capellanía de la Visitación y se empeñó en proyectar una restauración, pues la Capilla ya deteriorada por la acción del tiempo y por las plagas que en el trópico destruyen los maderámenes. La Capilla fue remodelada en los años 1979 a 1981 bajo la dirección del arquitecto jericoano Doctor Carlos Manuel Mesa Buitrago, con ayudas económicas de los católicos de Alemania, institución Adveniat, que con otras ayudas de algunos donantes y benefactores sumaron la cantidad de 1.000.000 de pesos. Para fines del año 1981 la remodelación de la Capilla de la Visitación estaba prácticamente terminada y aprovechando la visita del Señor Nuncio de Su Santidad Angelo Acerbi a Jericó, el Señor Obispo Augusto Aristizábal Ospina incluyó en el programa de la visita del Señor Nuncio Apostólico la nueva bendición de la Capilla. El 4 de diciembre de 1981 fue bendecida la Capilla por el Excelentísimo Señor Nuncio de Su Santidad.

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Al finalizar el año 2000 la Congregación de la Presentación justificó y estimó conveniente retirarse de la obra y entregar el inmueble “Casa de la Joven” por decisión de las superioras provinciales. Lamentablemente la Capilla de la Visitación quedó huérfana de la presencia de las Hermanas de la Presentación y de sus valiosos servicios en la sacristía y en el vecindario. El ritmo litúrgico cotidiano en la Capilla de la visitación se ha sostenido, gracias a la generosidad de algunos piadosos y bondadosos bienhechores y a las modestas ofrendas que los fieles del vecindario aportan para el sostenimiento del culto.

Frescos murales Posteriormente la Capilla fue decorada con tres frescos murales del artista Jesús Antonio Gil: el primero y principal en el cielorraso, es copia del actual que existe en el Santuario de la Visitación en Tierra Santa Ain Karem, cerca de Jerusalén: nuestra Señora del Magníficat sobre las montañas de Jericó, haciendo honor a su homónima de Jerusalén. Los otros dos murales de menor dimensión, laterales: uno la composición de la iconografía en la que se representa a Santa Laura de Jericó entrando al cielo “glorificación de la Santa”. Cerrando este cielo apoteósico, las cuatro hermanas cofundadoras: María San Benito, María del Santísimo, María San José y Hermana del Sagrado Corazón y un grupo de indígenas que atónitos parecen presenciar lo que sucede en lo más alto de los cielos. Este mural exalta los valores religiosos misioneros de una hija del pueblo. En otro plano aparecen representados los dos mártires de la diócesis de Jericó: Jesús Aníbal Gómez de sotana y roquete en su mano izquierda lleva la palma del martirio; junto a él Juan Bautista Velásquez Peláez, con su hábito de la Orden Hospitalaria, en sus manos la palma del martirio. El mural de la izquierda un icono de Emaús: pasaje del Evangelio de San Lucas 24, 29-31 pone de relieve el sacramento de la eucaristía. ¿Quién es Emaús? Una catequesis sobre la eucaristía la que nos santifica. Cuándo se cantan las letanías de los santos ¿Quién es la que encabeza esa pléyade de santos? La Santísima Virgen María. ¿Quién hace parte de esa lista de los santos? Santa Laura de Jericó. Este es el mensaje catequético que encierran estos tres murales. Sin duda que quien entre a esta Capilla a orar de una manera consciente o inconsciente, percibirá el mensaje. Dicha decoración gracias al artista Jesús Antonio Gil, le da un valor artístico considerable a la Capilla, es habilitar un lugar sagrado en donde los fieles puedan tener una experiencia muy viva de Dios. Esta bonita Capilla de verdad fomenta mucho a la par que la admiración de todos los que entran, la devoción a la Santísima Virgen, a cuya protección maternal se encomiendan. *Apartes de la presentación de Monseñor Nabor Suárez en la Sesión Solemne del Centro de Historia del 17 de octubre de 2020, en celebración del Centenario de la Capilla de la Visitación.


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La ilusión de la minería*

Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana

as comunidades de Santander y especialmente del Área metropolitana de Bucaramanga, mantienen desde hace cerca de 10 años una dura lucha cívica y ciudadana por defender el páramo de Santurbán, su única fuente hídrica, el agua, el santuario y patrimonio ambiental de los santandereanos frente a la política entreguista de los diferentes gobiernos nacionales aliados con la voracidad de empresas multinacionales mineras interesadas en la explotación del oro y la plata a gran escala durante 20 años, por el sistema de gigantescos túneles o socavones. El pasado 2 de octubre se conoció una importante y a la vez controvertida decisión por parte de la ANLA, Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, que ordenó archivar el proyecto Soto Norte de MINESA, en trámite de solicitud de licencia ambiental para desarrollar la explotación de mega-minería en las inmediaciones al páramo de Santurbán. Tal decisión representa un triunfo muy valioso para el movimiento ciudadano por la defensa del agua y del páramo de Santurbán, un paso de gran valor que por ahora logra detener la locomotora minera que amenaza con destruir la fuente hídrica y pone en peligro la sostenibilidad económica, el desarrollo y futuro de todo un territorio con más de dos millones de personas, región estratégica para el país en el oriente colombiano. El Comité por la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán manifestó: “Le exigimos al gobierno no continuar el supuesto archivo, sino negar definitivamente cualquier posibilidad de realizar explotación de minería a gran escala en todo el complejo hídrico de Santurbán-Berlín” dijo. “El Estado colombiano no puede continuar imponiendo una política extractivista. No existen estudios en el macizo de Santurbán sobre el agua subterránea. El poder legislativo está en mora en la formulación de una real política pública nacional de protección del agua”. Destacados expertos juristas y académicos como Gregorio Mesa, profesor titular de la Universidad Nacional y director del Grupo de Investigación de Derechos Colectivos y Ambientales, manifestaron sus opiniones. El profesor Mesa afirma que aunque el Estudio de Impacto Ambiental -EIA- con el cual se solicita la licencia de explotación es un instrumento jurídico muy importante “porque es donde la empresa le cuenta al Estado lo que va a hacer, y es el que permite tomar decisiones”, usualmente quienes solicitan las licencias no presentan la información completa, “quieren es que les den las autorizaciones”. Eso pasa con Minesa y Santurbán, pues -asegura el profesor Mesa- el estudio no presenta las interrelaciones dinámicas que hay entre todos los elementos del ambiente (el suelo, subsuelo, aguas subterráneas, superficiales, flora, fauna y seres humanos que lo habitan), “y eso es una burla al mandato constitucional y legal”. “Lo que dice la ley es que se otorga o se niega la licencia. Pero estos mensajes de archivar invitan a la confusión y les hacen creer a las empresas que tienen el derecho a seguir insistiendo, desconociendo el estándar ambiental y legal de protección ambiental en Colombia”-

Lo mismo afirma el abogado y consultor ambiental Rodrigo Negrete. Según explica, lo que dicta cómo se debe dar respuesta a un EIA es la Ley 99, la cual exige que la ANLA niegue u otorgue la licencia. “Debe existir una respuesta de sí o no”. Sin embargo, lo que le ha permitido a la ANLA ser más flexible con esta respuesta es un decreto, el 2041 de 2014, que abre esta posibilidad. “Pero la ley debería ser el referente superior”, comenta. “Con el archivo están dilatando la decisión. A mí no se me hace seria esa decisión de la ANLA cuando la ley, no el decreto, dice que se debe resolver de fondo. Que la nieguen”. Con seguridad MINESA presentará un nuevo recurso de reposición a la ANLA, pero se verá obligada a sustentar igualmente un EIA diferente del que no fue aceptado. En ese nuevo proyecto MINESA debe definir el área de influencia del proyecto y hacer nuevos estudios y trabajos técnicos que implican tiempos que pueden convertirse en años. Es una traba que demanda nuevos costos para resolver los graves y numerosos problemas ambientales identificados por la ANLA, bastante difíciles de superar. Los 107 cuestionamientos e inconsistencias encontrados por la ANLA en el EIA hacen inviable ambientalmente el proyecto minero. Las acciones ciudadanas se encuentran en estado de alerta exigiendo la negación definitiva de la licencia ambiental a MINESA: se preparan nuevas movilizaciones, las acciones jurídicas y la acción política democrática están al orden del día en los dos Santanderes y cuentan con el respaldo del Congreso de la República, las bancadas de los diferentes partidos, los alcaldes y gobernadores de los dos departamentos, los movimientos sociales, la academia especializada en los asuntos ambientales y la comunidad internacional en alerta para respaldar la defensa del agua y el ambiente frente al cambio climático y la afectación de fuentes hídricas esenciales para la vida y el desarrollo. La consigna movilizadora de conciencias lo dice todo “Nuestro oro es el agua, agua sí, oro no”. *Extraído del artículo de Jorge Castellanos publicado en la Revista Sur www.sur.org.co


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¿Qué sabemos de los indígenas?

Por Claudia Morales*

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Aida Quilcué

ida Quilcué, indígena nasa del Cauca, dijo en una entrevista para el programa radial La Verdad en Voz Alta que es urgente “descolonizar la verdad” sobre las comunidades indígenas de Colombia. Tiene razón. La llegada de la minga a Bogotá ha demostrado que poco o nada sabemos los colombianos de esa población y sus territorios. Lo grave no es solo no saber sobre los indígenas, sino mentir sobre sus comunidades, desinformar sobre su cultura y sus actividades, y más peligroso aún es discriminarlos, desplazarlos de sus tierras y matarlos. De los 115 pueblos indígenas en el país, 68 están en riesgo de exterminio físico y cultural como consecuencia del conflicto armado y porque no son sostenibles las actividades económicas en sus territorios. Esa información está confirmada por la Corte Constitucional y la ONIC. Indepaz reportó que desde el año 2016 hasta el 8 de junio de 2020, 269 líderes indígenas han sido asesinados, 167 durante la presidencia de Iván Duque. “Este es un gobierno que implementó la guerra. En el Cauca no hay garantías para defender la vida de los indígenas”, advirtió Quilcué y añadió que en su comunidad apoyaron el proceso de paz, “pero al Cauca nunca llegó”. Esta mujer lleva 12 años padeciendo amenazas y atentados contra su vida, la de su hija y la de su esposo —a quien asesinaron—. En otra esquina de Colombia, Telemina Barros, abogada indígena wayuu, en el mismo programa, recordó la masacre cometida en 2004 por paramilitares en Bahía Portete, La Guajira. No hubo justicia sobre ese hecho de violencia y, pasados 16 años, los habitantes desplazados no han podido regresar a su territorio porque no hay garantías. “Se ha hablado de educación, de salud, y eso queda en documentos, pero al final son inexistentes. Bahía Portete antes de la masacre tenía colegio y centro de salud y no fue posible reestablecerlos. El gobierno debería ser una voz amiga”, afirmó Barros. Se rompió el tejido social de todo el pueblo wayuu desde la masacre y piden atención; en el Cauca los matan y quieren paz, pero no están enterados de esto en el centro del país, donde toman decisiones y desde donde los políticos, periodistas, empresarios y

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ciudadanos de a pie critican con ignorancia a los indígenas. Podríamos hablar también del exterminio de los nukak maku, o de las sistemáticas violaciones contra los derechos humanos de los zenú, chamí o tule en el Chocó, para intentar convencer al partido político del Gobierno y a una sociedad insolidaria de que a los indígenas los matan los ilegales y también el abandono nuestro, y que su productividad no puede medirse en hectáreas de ganado como las del señor Lafaurie, o de palma como las que tienen (¿siempre legalmente?) los poderosos terratenientes. El Ministerio de Ambiente sabe que en los resguardos de los indígenas hay 26 millones de hectáreas de bosques naturales. ¿Qué quieren, que tumben los árboles para meter vacas y que ahí cultiven arroz o caña? “El 52 % de los bosques de toda la cuenca del Amazonas están en territorios indígenas, pero solo el 17 % de la deforestación tuvo lugar allí. En cambio, el 83 % de la tala ilegal ocurrió en tierras privadas o en baldíos. Los territorios indígenas son una defensa efectiva contra la deforestación y el cambio climático”, escribió Helena Calle en El Espectador. ¿Somos tan poca cosa que no seremos capaces de limpiarnos de ese legado de abuso contra los indígenas que nos dejaron desde la colonización? ¿Seguiremos hablando el lenguaje aprendido allí o podremos descolonizar la verdad?

*www.elespectador.com

@ClaMoralesM

Fotos: Internet


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Era mejor la aldea

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a nostalgia del ayer nos envuelve en cada conversación sobre el futuro de Jericó. Se habla y se escribe sobre el pasado. La historia procura visibilizar los acontecimientos variados que marcaron los grandes hitos históricos de los jericoanos: su fundación, la primera parroquia, las escuelas de varones y femeninas, el teatro, los caminos y las vías, el primer carro, la energía eléctrica, el banco, las industrias del cuero y los tejidos, las novelas y poemas de sus gentes. Cada día se busca el preservar los legados culturales, sociales y naturales que los primeros pobladores cultivaron en esta tierra de virtudes. Muchas costumbres que atentaban en contra de una Buena Vida fueron cambiadas o erradicadas. Aquellas, consideradas buenas, han permanecido en el tiempo fortaleciéndose cada vez más en pro de resaltar aún más al jericoano. Hoy sus casas, sus calles y su arquitectura institucional y religiosa son protegidas por leyes de preservación patrimonial: Casa Consistorial, Teatro Santamaría, Centro de Historia de Jericó, Museo MAJA, Casa de Los Restrepo, de Los Castaño, etc. Esa memoria apuntalada en el bahareque, ladrillo, piedras o la madera, es la conexión histórica del homo faber con el homo sapiens, es la cultura que trasciende los intereses individuales para instaurarse en beneficio de la memoria colectiva. Las letras siempre han sido fieles compañeras de los jericoanos desde sus inicios. Sus escritos, novelas, cuentos, ensayos, poemas, como los de: Dolly Mejía, Manuel Mejía Vallejo, Héctor Abad Gómez, Javier Darío Restrepo, Oliva Sossa de Jaramillo, la Santa Laura Montoya, etc. Artistas como Jesusita Vallejo, Alonso Garcés, etc. También nos acompañan documentos oficiales, cartas y telegramas desde el año 1850 que reposan en el Centro de Historia de Jericó, el cual es dirigido por Monseñor Nabor Suárez como custodio de la memoria de la Atenas del Suroeste. Hablar de la cotidianidad del pueblo e informar a las gentes, fue una constante preocupación, labor que fue combinada con educación y divulgación de ciencia y literatura representada en los más de 20 periódicos y gacetas que se crearon en el siglo XX: La “X”, El Tiber, El Citará, El Renacimiento, etc., tabloides donde la participación de los jóvenes era permanente, algunos de ellos eran producidos en los colegios del municipio. Es de aclarar que en unas pocas líneas es imposible traer al frente esa riqueza histórica de Jericó, por tanto, que esta sea una invitación para visitar y deleitarse con el pasado jericoano en el Centro de Historia, con la compañía de Lucidia o del propio Monseñor Nabor, eso sin olvidar a su Junta directiva que siempre está presta a colaborar. También que sea la ocasión para adentrarse en el pasado en el museo MAJA en compañía de Chila o del director Roberto Ojalvo o los auxiliares que voluntariamente entregan su tiempo convencidos de su labor de difusión del patrimonio jericoano.

La oralidad sigue presente en nuestra sociedad en aquellas personas mayores, ellos son otros custodios del pasado que relatan sus apreciaciones y aventuras del ayer cuando se da la ocasión. Muchos son olvidados y guardados como antigüedades en los estantes de sus casas o asilos. Esa memoria viva nos permite adentrarnos en esa historia ambiental, hacer comparaciones y percibir las pérdidas ocasionadas a la biodiversidad por la expansión del hombre codicioso sobre el territorio. Caminaron solos o acompañados, en mula o caballo por todos los rincones de su terruño, fueron testigos de la transformación física del municipio con la apertura de carreteras y la proliferación de grandes monocultivos y la exploración minera, las cuales les ha impedido el paso argumentando seguridades y posesión de la propiedad privada. El Jericó de antes, libre y de todos, está en pocas manos que interrumpen el pasar de la historia por un beneficio individual y privado. Porfirio Garcés, Nando Flórez, Carlos Ospina, José Fernando Espinal y otros reclaman nostálgicamente la libertad de movilidad por el territorio, dicen algunos que el camino a Río Frío, pasando por La Tenería y el Alto del Comino para llegar a Támesis, fue cercado por la AngloGold Ashanti, prohibiendo el tránsito por allí. Es decir, amputaron la memoria histórica de senderos y servidumbres del municipio. Las empresas foráneas en la localidad, poco entienden de historia y de la idiosincrasia jericoana, más bien intentan construir una nueva desde una perspectiva colonizadora, arrasando hitos y conocimientos ancestrales para poder manejar a su antojo el desarrollo de Jericó. Ya muchos lo saben o lo intuyen: El nuevo Plan de Desarrollo Municipal y los ajustes al Esquema de Ordenamiento Territorial beneficiarán en gran medida a la empresa minera en detrimento de la cultura y patrimonio de Jericó.

La Aldea, poema de una de las poetisas más reconocidas de

Jericó, visibiliza la necesidad de permanecer tranquilos y en armonía en el territorio, sin tanta seguridad externa y desarrollo inútil. Reclama los aromas y sabores, los colores y sonidos, no solo de la tierra jericoana, sino del campesino y del parroquiano que circulan por sus calles y caminos.

Juan Gonzalo Marín

jgmarin1@gmail.com

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La Aldea Hermana, era mejor la aldea Con su ramo de pájaros al alba, Con su cielo gozoso de perfumes, De trinos, mariposas y campanas.

Y era mejor la aldea, dulce hermana, Sin fusiles, sin cascos, sin espadas. Libre en su pequeñez de golondrina Apenas por el cielo custodiada.

Desde su atardecer apaciguado, Descendía el arcángel de los sueños, La sosegada iglesia olía a rosas, A canción, a plegaria, a incensarios.

El domingo, vestido de colores, Madrugada en los labios de las frutas. Desde el cerro venía el campesino, Empapado de luz, paisaje y música.

Los árboles se alzaban sin heridas Acunando gorriones en sus ramas, La amapola crecía sin espanto En medio de la espiga y la alborada.

Y era mejor la aldea, hermana mía, Con su sol de hora exacta en la mañana, Con su desnudo e invariable cielo, Con sus menguadas calles y su plaza.

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María Dolly Mejía Moreno Jericó 1920 - Bogotá 1975

Ética y medio ambiente

l sociólogo Richard Sennett, en su libro La corrosión del carácter narra hasta qué punto el sistema capitalista hace prácticamente imposible en el ser humano la formación de civilidad, ética y carácter, tanto en las empresas humanas como en la individualidad de las personas. Labrarse un buen carácter, un buen ethos, es decir, ese conjunto de cualidades o circunstancias que distinguen una persona o una colectividad, es casi imposible en el inmediatismo de la sociedad capitalista que vivimos y afrontamos obligadamente. La ética sirve para formarse un buen carácter y si la aplicamos individual y colectivamente aumenta la probabilidad de afianzar la felicidad y la justicia, para ayudar a estimar los mejores valores y optar por ellos. Sirve la ética para recordarnos que los seres humanos necesitamos ser cuidados en complejidad sana con la naturaleza, que los hombres y mujeres estamos hechos y que somos parte inseparable del medio natural que habitamos, pero también para recordar que tenemos la capacidad de llegar hasta los lejanos (fauna-ambiente), creando vecindarios nuevos, con la norma positiva y natural “haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti”. Recordemos que es más prudente conservar la montaña, cuidar el páramo, proteger la fauna, reducir el plástico, incentivar el cultivo, abonar sin químicos, preservar las comunidades ancestrales humanas, socializar la vida, desconocer el beneficio individual y desmedido de lucro y entender en última y primera instancia que el apoyo mutuo es más inteligente que ganar dinero para hacernos ricos. El sistema ambiental mundial, está hoy gravemente amenazado por la codicia y la destrucción desmedida de la naturaleza y no logramos entender que este sistema con la justicia y la felicidad son tres grandes horizontes de la ética, que no siempre resulta fácil articular, pero es preciso lograrlo, de lo contrario el hombre depredador y bárbaro del siglo XXI estará en muy pocos años expuesto al derrumbe total.

No es humano el sistema económico que hoy oprime al mundo, que engaña, explota, reprime, abusa y deja a los más débiles en el camino, sumidos en la tristeza, la pobreza, la degradación y la miseria humana, esta es la verdadera pandemia. La justicia es dar a cada uno lo que corresponde, pero las dificultades comienzan al intentar determinar que le corresponde a cada uno. En Jericó debemos comenzar por tomar conciencia de participar en la formación de una ética ciudadana, social, comunitaria y preponderantemente ambiental. De lo contrario nos pasará lo ocurrido en el año 2009, con el pueblo de Moatize, en Mozambique (África): una mañana despertó convertido en la mayor fuente de carbón del mundo entero, los pobladores de toda la vida fueron obligados a abandonar sus querencias, mientras sus tierras eran devoradas por empresas que venían de muy lejos a celebrar el descubrimiento y a hacerlos ricos. Las minas de carbón agotaron el agua y las minas convirtieron el pueblo de Moatize en sucursal del infierno. Los campesinos todavía esperan las tierras fértiles que les habían prometido. Recibieron suelos de Piedra. “Lo mejor del futuro es que no lo conozco”, Eduardo Galeano.

Gabriel Saldarriaga Molina

ciromendia55@hotmail.com


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¡A obedecer maricón!

uando yo estuve en la milicia lo único que hacíamos los reclutas y los soldados era obedecer al dragoneante, éste al cabo segundo, éste al cabo primero, los cabos obedecían a mi sargento segundo, mi segundo a mi primero, éste al subteniente, éste al teniente, el teniente obedecía al capitán, el capitán a mi mayor, el mayor al teniente coronel, éste al coronel, el coronel obedecía al brigadier general, el brigadier a mi mayor general, todos obedecíamos al general, éste al ministro, el ministro al presidente, el presidente a su partido político, el partido al gran empresario y al mafioso que le ponen el billete pa’que los civiles voten por el que diga el jefe del partido, los empresarios y los mafiosos obedecen al sistema que los persigue pero les administra el billetico, el sistema obedece a los bancos, los bancos invierten y sacan la gran tajada en los negocios de los gobiernos, los políticos en el gobierno se comen otra buena tajada, obedecen a los empresarios y a los mafiosos y mandan al ejercito y a la policía a callar a los metidos. ¡A OBEDECER MARICONES! Antes de que me cogieran y me reclutaran, la cantaleta de mi mamá era “usted mijo tiene que obedecer a su papá”; cuando llegué a la escuela y estaba sentado en el pupitre, la señorita estaba hablando no sé qué cosa yo me puse a joder a una niñita toda lindita que estaba sentada delante de mí, y tenga culicagado, un pellizco de aquí a Jalisco me pegó la maestra, yo le conté a mi amá y ella me dijo “ay mijo, usted tiene que hacerle caso a la maestra”. Después me fui a misa y el cura nos dijo que teníamos que obedecer lo que el Señor dijo, si no, a la paila mijo, no mastique y tráguese la hostia sin mirar a los lados. Después de que pagué, aunque yo no lo encargué ni pedí ni quería, el servicio militar (¿servicio?, servicio a mi cabo y a mi sargento y a todos esos manes crecidos) me fui a jornaliar a una finca, a hacer lo que decía el encargado mandado por el administrador que obedecía al patrón que cumplía lo que le decía la Federación; a veces yo me emborrachaba oyendo el tango ese que dice “jornalero, si te gusta bien y si no te vas”, pero de ahí no pasaba, seguí obedeciendo. Me mamé de estar entre pantanales y tanto atarván que resulta por ahí en cafetales, me fui de vigilante con mi libreta militar de reservista y vuelve la milicia, a obedecer al caporal y al dueño de la tienda que no deja entrar al que huele maluco en una calle por donde pasan manadas de hediondos trabados que lo único que saben es dónde clavar el cuchillo, esos sí que no le obedecen a ninguno, fieras salvajes que en cualquier momento te saltan al cuello y adiós celular y adiós vida, o de pronto te entregan como niños chiquitos una pierna de una muñequita de plástico que encontraron en la basura. No aguanté y volví a mi lugar. Me enamoré y me casé. Gladis María venía con lo suyo, un carácter de la que no se la deja montar ni del marido ni de nadie, me embrujó y me le entregué. Lo mejor que he hecho en la vida, bendito sea mi Dios.

Decidimos quedarnos en el campo, cerca de nuestras familias, dándole duro a la tierrita pero con la alegría de cada día, viniera como viniera, y con la felicidad de los chinchecitos que poco a poco fueron llegando, cada uno con su capricho y su camino, solo Dios sabrá pa’dónde irán, vayan a donde vayan, aquí siempre estará su casa esperándolos. Llegado el momento de hablarles a los niños, de mostrarles el mundo y sus leyes, Gladis María me decía. “Vea mijo, no los acose, déjelos jugar ahora que están chiquitos, yo no los voy a mandar a la tal guardería, aquí con usted y conmigo, con los primitos y los tíos que somos todos gente buena, con los animalitos, con las nubes y los pajaritos, ellos van entendiendo qué es lo bueno y lo malo, de a poquitos les vamos enseñando a trabajar, a pensar y a hablar, y ellos nos van a ayudar a no olvidarnos de reír y soñar”. A la escuela llegaron los niños ya creciditos, los primeros días iban muy alegres pero no pasaron muchas semanas pa’que llegaran a la casa tristones y aburridos; la mamá fue a hablar con el profe que ya la conocía porque ella también había estudiado en la Normal aunque no cogió el oficio de enseñar, suerte la mía que así tuve profesora particular. Esto fue lo que hablaron después de saludarse: - Profe, ¿qué está pasando con los niños que me parece le están cogiendo pereza a la escuela? - Vea Gladis, sus niños son inteligentes, muy despiertos, se entienden bien con los demás en la escuela, pero son demasiado inquietos, es difícil que hagan caso, no les gustan las normas ni quedarse callados, no es que sean groseros conmigo ni con los otros niños, sino que son rebeldes y me están empezando a indisciplinar a los otros niños, a volverlos contestones, entonces me toca ser un poco duro con ellos, a veces tengo que castigarlos porque no obedecen... - Gracias a Dios mis niños están cogiendo carácter, se están haciendo personas con pensamientos propios sin hacerle mal a nadie. Dígame profe, cuáles son los castigos que usted les pone a mis niños y por cuáles razones precisas, por favor. - Bueno, cuando les hago ver que cometieron un error o que no hicieron bien un taller, empiezan a discutir que ellos no ven un error y así les explique dónde o en qué se equivocaron, insisten en que no es así y se inventan justificaciones que no vienen al caso, entonces los dejo sin descanso haciendo algún trabajo, cumplen, pero vuelven con las mismas ideas u otras para no aceptar lo que les digo. - ¿Y esas ideas que ellos tienen o se inventan le hacen mal a alguien o a ellos mismos? - No, en verdad no son dañinas, pero no son los conocimientos ni la disciplina que tenemos que dar en la escuela. - Profe, ¿usted cree que la humanidad ha llegado hasta aquí porque toda la gente siempre ha pensado y hecho lo que la escuela o el gobierno le dice que crea y haga?

El primario


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A Gabriela le gusta dormir en el bus

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n las vacaciones de verano del 2018 viajé a Europa, visité a un amigo que vive en Alemania y aproveché para hacer un recorrido por algunos lugares hasta donde me alcanzara el tiempo, era la primera vez en el viejo continente y cruzar el charco era todo un logro para un pueblerino como yo, así que me embarqué con mi mirada nueva, una maleta pequeña con dos mudas de ropa, un kilo de café y un paquete de bombones de coco. El vuelo tenía escala de ocho horas en Madrid y luego continuaría hasta Düsseldorf Alemania por dos horas y media más, que se sumarían a las diez del primer tramo, para no querer estar sentado por un buen tiempo después del arribo. Nunca he podido dormir mientras viajo, la sensación es similar a la de leer y escuchar música, no se pueden hacer las dos al mismo tiempo; durante el viaje me entrego a los pensamientos, imagino como viene mi maleta, si se hizo amiga de otras maletas en la bodega, imagino su posición, busco a la azafata más linda y fantaseo cualquier cosa de hombre grande, incluyo entre los pensamientos una eventual imagen del avión cayendo en picada y yo recitando un poema de Amado Nervo, estos devaneos pasan mientras veo dormir plenamente a la persona que llevo al lado, duerme con una entrega tal que su cuerpo parece levitar mientras su cabeza se apoya en mi hombro, respiro profundo intento cambiar de posición para mover mi hombro y despertarla, pero en su lugar se recarga más sobre mí y lo que consigo es que entreabra su boca mientras espantado advierto un hilo de saliva que corre rumbo a mi camisa nueva, el espanto me paraliza, con horror y nausea empiezo a sentir en mi brazo la cálida humedad de su baba espesa, el desparpajo de su sueño vuelto una marea gelatinosa que va formando el mapa de un continente nuevo en la manga de mi ahora devaluada camisa. Para colmo me ubicaron en una silla de la mitad, por el flanco derecho franqueado por la dama de la baba siniestra y por el izquierdo por un gentil caballero de panza irreductible que sobresale sobre el apoyabrazos, asunto que hizo de mi vida un acto de mortificación, todo un viaje a la purificación, por momentos cerraba los ojos y vislumbraba con entusiasmo el avión caer en beatífica picada. Las ocho horas de escala me permitieron recuperar la fe en el prójimo y la horma de mi espalda, faltaba poco para llegar, durante la espera tuve tiempo de enamorarme a distancia de una joven mujer, el rostro más hermoso que había visto antes, el velo que cubría su cabello, resaltaba sus ojos, sus pómulos perfectos tenían un color parecido a los duraznos de sangre del huerto de mi casa natal, su aspecto era frágil y al mismo tiempo seguro, advertí que no solo yo era incapaz de dejar de mirarla, todos en la sala lo hacían abismados, hasta las mujeres no podían dejar de hacerlo, poseía una belleza embriagadora, te atrapaba como una flor carnívora a la mosca. ¿Cuál sería mi sorpresa cuando al abordar el avión me encontré que esta mujer sería mi compañera de viaje? Al llegar estaba hablando en una lengua extraña con otra mujer, yo le sonreí en español y ella correspondió, mi

puesto era el de la ventana, encogió sus pies, pasé tan cerca de su rostro como lo hace el cometa Halley cada tanto de la tierra, su mirada me encegueció, sus labios carnosos parecían la pulpa de una fruta exótica, mi mano pasó rozando su delicado velo de terciopelo, solo un instante después de aquella vislumbre, despertó el sentido del olfato y emanó de aquella criatura el olor más pestilente que mi profana nariz había percibido en su vida, con rapidez logré sentarme en mi puesto, sin saber si ponerme el cinturón de seguridad o romper la ventanilla y arrojarme desde allí, no podía creer que la belleza tuviera semejante olor, eso no es normal, me decía mientras aguantaba la respiración y trataba de direccionar el tubito del aire sobre mi cabeza y en lugar de refrescar lo que hacía era esparcir aquel olor innombrable por toda la nave, al parecer el único alarmado era yo, así que enderecé mi cuello, asumí la compostura de un hombre de mundo, giré la cabeza, ella me estaba mirando, me dijo Hola en perfecto español, le dije hola, y no paró de hablar hasta que llegamos al destino, yo con delicados movimientos tomé la bolsita encerada que ponen en el asiento delantero en caso de mareo, la apretaba cada tanto, le advertí discreto que desde niño me mareaba con facilidad, ella asintió con la cabeza, cada movimiento suyo venia acompañado de una emanación de aquel hedor cada vez más nauseabundo, creo que me desmayé por un buen rato, no estoy seguro, lo cierto es que al final dejé de percibir su peculiar aroma, entre en otro nivel de conciencia. Ya en tierra entendí que lo del aroma es normal, el europeo huele a las tres últimas letras de la palabra, no todos, creo, pero la mayoría sí, quizás es el verano o la alimentación o la escasa higiene, que sé yo, allá ellos, lo cierto es que en el tren, en el metro, en el tranvía en el bus, en el avión, en la acera, en el museo, en el teatro, huele a europeo, por momentos se hacía tan insoportable que sentía que era yo mismo el que olía así, tal vez por un momento llegué a ser un ciudadano del primer mundo.

Carlos Andrés Restrepo Espinosa

carloscantante@gmail.com


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No es broma, es violencia.

“Por mi profesión de periodista, considero que el lenguaje crea realidades, es muy importante cuidar las palabras que se eligen para nombrar las cosas. Deshumanizar a una mujer, su novia, su mamá o a otra persona, es el primer paso para crear enemigos”. Adriana Villegas Botero

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n un comedor hay dos señores, un niño y una niña. Los hombres conversan con el niño delante de la niña y de su madre, quien está de pie, sirviéndole café a los caballeros. Lo que ellos le dicen al niño es “Lo entendiste ¿no? Ahora grábate esto: definitivamente mujer que no *** es hombre”. Jajajajajaja... Después de las risas el otro adulto dice: “por eso es que las matan”. Vienen más risas entre los dos hombres que actúan como si la niña y su madre no existieran. El chico escucha paralizado. El video no incluye la palabra que cualquiera puede completar por haberla oído infinidad de veces: “mujer que no jode es hombre”. La escena hace parte de una campaña de Unicef que se llama “No es broma, es violencia”. Salió el fin de semana pasado, con ocasión de la celebración del Día Internacional de la Niña, y al final trae una leyenda que dice: “La violencia de género afecta a niños, niñas y adolescentes. Edúcalos sin violencia”. Vi este mensaje el lunes festivo al final de la tarde. Casualmente un rato después mis vecinos soldados salieron a trotar y a cantar. Mi hija y yo los escuchamos desde mi habitación y lo que oímos no nos gustó: no fue broma, fue violencia. Hacia las 7:30 p.m. del lunes festivo un grupo del Batallón Ayacucho trotó 60 vueltas en una calle cerrada. Sé la cantidad porque al cruzar por un punto gritaban: “van 25, faltan 35”, y luego “van 26, faltan 34”. El espacio entre cada conteo lo llenaron con cantos en los que los reclutas repetían en coro lo que gritaba su jefe: su dragoneante, su cabo, su sargento, su teniente, su capitán, su mayor, su coronel, su general. Da igual.

El vecindario entero oyó al pelotón. Cantaron sobre los bigotes de Lucifer, matar delincuentes, la sed de sangre subversiva, la guerra, el betún de las botas, “sube sube guerrillero, que en la cima yo te espero con granadas y morteros”, “los hombres cuando ven un buen trasero” y “taca taca taca taca taca taca ta”. Izquier, 2, 3, 4. Un minuto antes de morir / Escuché la voz de mi novia / Que con voz de perra me decía /Si te mueres se lo doy al policía. Porque yo soy, ja, soy, ja, el vampiro negro / Yo nunca tuve madre, ni nunca la tendré / Si alguna vez yo tuve con mis manos la ahorqué. / Yo nunca tuve novia, ni nunca la tendré, / Si alguna vez yo tuve, los ojos le saqué. Cuando se muera mi suegra / que la entierren boca abajo / por si se quiere salir / que se vaya más abajo. / Con los huesos de mi suegra / voy a hacer una escalera / pa´ bajar a su tumba / y patear su calavera. / Con los pelos de mi suegra / voy a hacer un estropajo / pa´tallarle a su hija / el ombligo y más abajo. Mientras los oía recordé a la niña embera de 12 años violada por siete soldados en Pueblo Rico, Risaralda, hace 4 meses. La Procuraduría dijo esta semana que tiene pruebas de que los soldados llamaron a otros por celular para invitarlos a participar de su barbarie. Pensé en ella y en las víctimas de los 118 integrantes del Ejército investigados por delitos sexuales contra menores de edad desde 2016.

No es broma, es violencia. No son casos aislados. No son manzanas podridas.

Adriana Villegas Botero

www.lapatria.com


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