Martes, 13 de marzo de 2018
Editor: Ferrando Loyo
Pidieron a las autoridades igualdad de condiciones en el trabajo
Exigen trabajadores del municipio de San Sebastián Tutla pago de aguinaldo Los denunciantes indicaron que el presidente municipal les solicitó una prórroga para realizar el pago del aguinaldo, sin embargo, el tiempo pasó y no les ha informado qué ocurrió con sus pagos
AGENDA
Columna Invitada Víctor Beltri
Para romper el nudo gordiano de la corrupción
Águeda Robles
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urante cuatro horas, habitantes de San Sebastián Tutla mantuvieron bloqueada la carretera federal 190 a la altura del Monumento a Juárez, con el objetivo de exigir a sus autoridades municipales igualdad al trabajar. En entrevista, los manifestantes indicaron que en el municipio que encabeza Humberto Zárate Vásquez no ha cumplido con responsabilidades patronales, pues el pago del aguinaldo correspondiente al 2017 aún se les adeuda. En este contexto, indicaron que el presidente municipal en meses anteriores habló con ellos, para pedirles una prórroga para realizar el pago del aguinaldo, sin embargo, las semanas han avanzado y no los ha vuelto a buscar para indicarles cuando les liquidaran ese adeudo. Los trabajadores del Ayuntamiento denunciaron que tampoco cuentan con servicios médicos o medicamentos, situación que los preocupa, pues ellos realizan el manejo de residuos sólidos del municipio de manera diaria.
Personal del municipio de San Sebastián Tutla mantuvo bloqueada la carretera a la altura del Monumento a Juárez, debido a que el munícipe Humberto Zárate Vásquez no ha cumplido con sus responsabilidades patronales y hasta el momento les adeuda el aguinaldo de 2017.
“Estamos expuestos a grandes cantidades de basura, que no viene separada, y no sabemos lo que contenga, por eso es importante tener los gastos médicos asegurados, para no desamparar a las familias”, destacó uno de los manifestantes. Al atravesar camiones recolectores de basura para cerrar la vialidad, informaron que exigen también un incremento en su salario, pues lo que perciben en el ayuntamiento ya no les alcanza para los gastos que tienen que hacer. “Lo que nos pagan aquí en el municipio, ya no alcanza, los productos han subido de precio y nosotros continuamos con este sueldo que nada más ya no, nos da para comprar nada y no tenemos otra fuente de ingresos”, destacó. Asimismo, solicitaron que se mejoren los contratos que firman, pues a la fecha estos documentos son
trimestrales, lo que les causa incertidumbre, pues no saben si serán o no contratados al término del trimestre. Indicaron que por lo menos esperan que su contrato se extienda a un año, para tener certeza laboral. Esta protesta generó que cientos de automovilistas quedaran varados en medio del tráfico vial que se presentó en la zona. Luego de sostener un diálogo con el representante de la Secretaría General de Gobierno, Rodolfo Quintero, los manifestantes decidieron terminar con su protesta luego de que se les garantizara una mesa de diálogo. En los próximos días acordaron que sostendrán una reunión con las autoridades municipales para llegar a un acuerdo a sus demandas y tengan así certeza de recibir el pago de su aguinaldo, así como para que se presenten mejoras salariales.
Se registra la candidata de Morena por distrito de San Pedro Mixtepec La aspirante refirió que presentará una propuesta para rescatar a los pueblos y comunidades en la región de la Costa, mismo que incluirá a todos sin distinción Rebeca Luna Jiménez
La militante del Partido Morena, Carmen Bautista Peláez, presentó su solicitud de registro como candidata a la diputación por el distrito federal número nueve, con cabecera en San Pedro Mixtepec en la región de la Costa, para el proceso electoral de 2018. En entrevista, sostuvo que “en su momento, seguiremos abonando a la transformación del país, como lo hemos hecho con los trabajos de organización a lado de todos los militantes de Morena en la Costa”. Argumentó que, ante el enorme descontento social en el país, y especialmente en Oaxaca, es necesario que quienes aspiran a un cargo de elección popular verdaderamente se comprometan a trabajar por los que más lo necesitan, sin embargo, hasta ahora esto sólo ha sido una utopía, debido al desfile en que se convierte cada proceso electoral en donde los acto-
DESPERTAR DE OAXACA
Carmen Bautista Peláez presentó su solicitud de registro como candidata a la diputación por el distrito federal número nueve, en San Pedro Mixtepec, para el proceso electoral de 2018.
Compromiso Carmen Bautista argumentó que es necesario que quienes aspiran a un cargo de elección popular verdaderamente se comprometan a trabajar por los que más lo necesitan. res políticos “son los mismos de siempre”, señaló. Manifestó que el distrito federal electoral número nueve está integrado por 42 municipios habitados por mujeres y hombres habidos de un cambio verdadero, por lo que este 2018, representa una oportunidad “para dar inicio a una nueva etapa en la vida de nuestra región”, dijo.
Sobre su propuesta de trabajo, Carmen Bautista Peláez refirió que en breve presentará una propuesta para rescatar a los pueblos y comunidades en la región de la Costa, mismo que incluirá a todos sin distinción. Hay pueblos que llevan décadas marcados por la pobreza, nosotros queremos cambiar esa amarga realidad, puntualizó.
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l tema de la corrupción se ha convertido en el nudo gordiano que, de seguir intentándose desenredar de manera incorrecta, nos podría llevar a escenarios en los que el tigre al que se refiere el candidato del partido evangélico podría, efectivamente, salirse de control. Y no sería —nada más— su culpa. Terminar con la corrupción no podrá lograrse, tan sólo, con la persecución y castigo de quienes hayan cometido ilícitos, incluso si los procesados ocupan los más altos cargos políticos: las redes de complicidad permanecen en un sistema que está podrido por dentro, y siempre existirá el riesgo —hoy más evidente que nunca— de que las instituciones sean utilizadas para ejercer la ley de manera selectiva en contra de rivales políticos. Tampoco se logrará con el mero perdón a los corruptos y la promulgación de un código moral: es evidente, sin necesidad de recurrir al sarcasmo, que la mera pretensión de que así sucediese es un despropósito indefendible como solución práctica. Ambas posturas tienen algo de razón, sin embargo, aunque exista una contrariedad aparente: por un lado, los crímenes cometidos no pueden quedar impunes, y el agravio contra la sociedad debe ser resarcido por quienes se hayan aprovechado de su posición para cometer hechos delictivos; por el otro, la figura del perdón tal vez sea necesaria para no polarizar a la población hasta niveles de violencia —aquellos chingadazos— y poder comenzar desde cero. El problema es que, cuando uno de los candidatos promete encarcelar a su rival y éste, a su vez, hace lo mismo con el presidente de la república, lo que se está ofreciendo no es el restablecimiento del Estado de derecho sino una venganza para satisfacer a la turba que, enardecida de acuerdo a su candidato, así lo pide. Lo mismo con el supuesto perdón a la llegada de quien se asume como ejemplo de moralidad — mientras se rodea de bandidos— y pretende expedir un código para que se actúe a la imagen y semejanza del personaje que representa: de nuevo, lo que se ofrece no es el restablecimiento del Estado de derecho sino la renuncia cul-
Cumplirías 72. Estás muy presente, viejo. posa a su ejercicio. Y, mientras tanto, la presión social aumenta y el riesgo de la violencia es cada vez más cercano. Nos encontramos frente a un nudo gordiano que es preciso romper, y pronto, antes de que las instituciones y el tejido social terminen de descomponerse. Es preciso resolver, también y de manera civilizada, el impasse en el que nos encontramos y que contamina la forma en la que nos aproximamos al resto de los asuntos —igualmente importantes, igualmente urgentes— de la agenda tanto nacional como bilateral: es en estos momentos en los que tendríamos que estar concentrados en temas tan acuciantes como la terrible crisis de seguridad que ensangrienta nuestras calles, la negociación del acuerdo comercial que definirá nuestro lugar en el tablero internacional, la desigualdad rampante que priva de oportunidades a millones de mexicanos, los esfuerzos para preservar nuestros recursos naturales o tantos, tantos otros, en los que estamos atorados en tanto seguimos con las acusaciones, las amenazas y los perdones anticipados. Para terminar con la corrupción no basta con perseguir a los criminales, sino debemos entender cómo es que el sistema permite —y promueve de forma perversa— los actos de deshonestidad. Para entender cómo funciona el sistema es preciso ofrecer un incentivo —sí, un perdón, pero razonado— para que se descubran las oportunidades de corrupción en cada etapa del mismo, desde las autoridades más altas hasta el contacto con los ciudadanos, y su propia relación con las autoridades. Para que se haga justicia se tendría que obligar a la devolución incondicional —so pena de cárcel— de los montos y bienes adquiridos de forma ilícita, y sufrir una inhabilitación vitalicia para ocupar cualquier cargo público, además del consecuente escarnio público. Una solución similar a la descrita permitiría a la próxima administración — del color que sea— comenzar desde cero, sin amenazas por cumplir, rencores que subsanar o delincuentes por indultar. Lo importante, en estos momentos, es garantizar la gobernabilidad de la república. Gane quien gane.
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