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El vodevil de las paso

Richard Leslie RAMSAY

Editor | Director Revista Desafío Exportar

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Comienza el mes de julio y se acentúa la furia desatada de los candidatos para las próximas elecciones por lograr un voto más. Durante este mes y el próximo serán los meses de los milagros; muertos que resucitan, regresos de ciudadanos que huyeron del país, y la visita masiva para el acto eleccionario de habitantes de países vecinos. Tenemos que estar preparados porque las PASO son apenas un testeo ya que las elecciones verdaderas y definitivas son en octubre.

Los intendentes que pasaron tres años y medio disfrutando del ocio, ahora les agarró la urgencia por arreglar calles y veredas. En mi partido, Vicente López, todas las cuadras se convirtieron en una imagen a semejanza de Ucrania después de sufrir los misiles rusos.

Ojalá existieran elecciones más seguido si eso conlleva poner las ciudades en orden después de años de desinterés. Si esto sucede en Vicente López, que pocas veces hay motivos para quejas, imaginamos lo felices que deben estar los vecinos de La Matanza que chapotean en el barro.

Las metamorfosis que se manifiestan por un puesto o un voto resultan increíbles; candidatos proclamados que una hora antes del cierre dejan de serlo, otros que habían emprendido su viaje al ostracismo cobran vida, y el caso más llamativo de Daniel Scioli que nada ni nadie lo iba a bajar de su candidatura, sufre la más alta traición por parte del presidente y termina uniéndose al enemigo para asegurarse un cargo (si ganan). “Que cosas veredes Sancho…”

El gobierno permanece acéfalo sin presidente ni vice. El presidente de paseo lejos de Buenos Aires, eludiendo la responsabilidad de hasta las mínimas cosas, un ser ausente que nos transporta al juego de cuando éramos chicos; ¿yo señor, no señor, entonces quien lo tiene?

En sus viajes el avión presidencial por el que pagaron 25 millones de dólares, no puede volar porque está siendo recorrido…

Lo más grotesco, que sería cómico si no fuera trágico, que los miembros del gabinete responsables de la inflación y la pobreza creciente, se postulan para las próximas elecciones mientras que con su mejor cara de titanio le echan la culpa de todos los males a este gobierno prometiendo soluciones y el bienestar para el pueblo, como si ellos no fueran los responsables juntamente con Alberto Fernández y Cris- tina Fernández de Kirchner de la crisis terminal que padece nuestro país,.

Apuestan a la falta de análisis e inteligencia de la masa de votantes que con ese discurso la “culpa” van a depositar en el gobierno de Mauricio Macri como si este gobierno no existió.

Nos gustaría conocer lo que los embajadores extranjeros transmiten a los empresarios de sus respectivos países. Si existiera un embajador que aconseje a los empresarios de sus países invertir un dólar en nuestro país con seguridad duraría dos minutos en el cargo expulsado por demencia grave.

Para aumentar aún más el poder letal de las bombas que están sembrando para el próximo candidato que gane las elecciones definitivas, están tomando una enorme cantidad de empleados públicos para planta permanente de modo tal que miles de militantes kirchneristas queden enquistados en cargos inútiles pero con suculentos sueldos.

Sea quien sea el próximo gobernante tendría que asumir a sabiendas que va a ser muy difícil gobernar ya que cada paso que tenga que dar es podría ser una bomba cazabobos.

FEDERICO CONTESSI Q.E.P.D.

Conocí a Federico Contessi a la mañana del incendio que destruyó parte del astillero. En realidad era un varadero donde se reparaba y se construía, Me invitó a recorrer las instalaciones entre maderas humeantes, en ese tiempo los buques pesqueros eran producidos en madera.

Una máquina de escribir sobresalía entre humos y pequeñas maderas que aún mostraban que allí había existido una oficina. Esa máquina fue un símbolo que acompañó a la empresa como emblema de ese incendio.

Por suerte varios barcos en reparación y uno en construcción no fueron alcanzados por el fuego.

Para Federico Contessi había llegado el momento de presentar quiebra y dedicarse a otra cosa, pero a media mañana comenzaron a llegar los llamados telefónicos. El banco, los proveedores y armadores que además de hacerle llegar su solidaridad, le ofrecían créditos, motores, e insumos para seguir produciendo.

Alli supe quien era Federico Contessi y el nivel de creidibiliad y confianza que transmitia su nombre en la industria naval argentina.

Nuestra amistad perduró desde ese día hasta hoy que tengo que despedirlo. Con seguridad tiene un lugar de privilegio en el cielo que bien ganado lo tiene. Querido amigo, que en paz descanses. richardleslieramsay@gmail.com