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economía
Opinión
Los alimentos no son caros, los argentinos nos estamos empobreciendo Mgs. Aldo Abram Economista y Director de la Fundación “Libertad y Progreso”.
Como muestra el Índice de Pobreza de los Trabajadores, que elabora la Fundación “Libertad y Progreso”, los trabajadores argentinos están en una etapa de empobrecimiento; ya que sus salarios están acortando su distancia con la Canasta Básica Total (CBT), que determina si alguien es pobre. Pues bien, cuanto más bajo es este índice y más serán los trabajadores que caerán en la pobreza. O sea, más cantidad de ellos tendrán problemas para comprar los productos que necesitan, porque no les alcanza su sueldo. Sin embargo, el gobierno le echa la culpa a los
productores de que las cosas estén “caras”, en especial los alimentos. Por ello, un “chivo expiatorio” fue el campo, ya que los precios internacionales de sus productos están subiendo. Pero pronto quedó demostrado que la participación de ellos en el bien final puesto en la góndola era muy pequeño, incluso menor al de las tasas municipales y los impuestos nacionales y provinciales que los gravan. Dado que estos últimos, aún en el mejor de los casos, son más del 20%, queda claro que los políticos no deberían mirar tanto la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el propio. Luego, hablaron de la “Maldición de exportar alimentos”. Si a cualquiera se le pregunta a quién le sale más barata la lechuga, ¿al que la produce o al que se la compra? Nadie dudaría en responder que al que la produce. Dado que en el país que exporta un alimento, su productor opta entre venderlo a los consumidores locales o al exterior; el precio interno deberá ser similar al que él cobraría poniéndolo en la frontera o puerto a dis-
Desafío Exportar | Marzo 2021
posición de compradores de otros países. Estos a su vez, deberán llevarlos hasta sus propios consumidores; lo cual sumará los gastos de comercialización, logística y flete. Por ello, los que los adquieren en las góndolas de los importadores deberán pagar todos esos costos que no abonan los que los compran en el país exportador. En conclusión, es una bendición poder producir alimentos; porque eso abarata el precio de los mismos. Podemos hacer una comparación tomando a dos países vecinos Chile (que importa muchos de sus alimentos) y Uruguay (exportador), que muestra que la comida suele ser más barata acá. Por ejemplo, el litro de leche en Argentina cuesta USD 0,88; USD 1,12 y USD 0,78 para Chile y Uruguay respectivamente. El kilo de carne USD 5,71 (ARG); USD 9,4(CL) y USD 8,04 (UY). Una docena de huevos de USD 1,69 (ARG); USD 2,86 (CL) y USD 2,32 (UY). Aquí hay que hacer una salvedad, en la Argentina, la presión fiscal sobre el precio dichos productos es más alta que en