entender la complejidad o las variaciones de la poesía, bastaría leer y pensar cuidadosamente la siguiente frase de León Bloy: “Debemos invertir nuestros ojos y ejercer una astronomía sublime en el infinito de nuestros corazones (…) Si vemos la Vía Láctea, es porque existe verdaderamente en nuestros corazones.”56 La actividad poética equivale a ejercer esa astronomía sublime que revela, en cada poema, las secretas constelaciones que el ser humano resguarda. Constelaciones que son el reflejo o el testimonio directo de nuestra experiencia con los otros, con el mundo exterior. Así lo entiende Claude Roy en uno de sus poemas: Cuando cierro los ojos veo puntos que brillan el cielo abierto en mí sus millares de estrellas. Si los abro de nuevo una noche muy clara soy ya parte del cielo que es ya parte de mí.
El poema lleva por nombre Fuera dentro. El poeta, con exactitud especular, nos recuerda las correspondencias asombrosas entre el mundo interior y el mundo exterior. También propone una poética: el creador 56 Citado por Jorge Luis Borges en Otras inquisiciones, Emecé editores, España, 1996, p. 89.
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