En un texto que versa sobre la poética de José Gorostiza, Xavier Villaurrutia destaca algunos elementos importantes presentes en los poemas del autor de Muerte sin fin; elementos que, por otra parte, se encuentran en sus propios poemas: predilección del orden al instinto; gusto por las formas clásicas; una cuidadosa selección que prefiere rechazar antes que integrar. En suma: una poesía justa en sus límites. Poco después, Villaurrutia se interroga: “Tan afinada sensibilidad, ¿podrá ser hija legítima de un sueño?”, e inmediatamente responde: “Es el momento de decir que este poeta, hasta cuando sueña, está completamente despierto.”41 En otro ensayo dedicado al análisis de las transformaciones de la poesía mexicana desde el periodo colonial, en el que Villaurrutia dilucida el concepto de tradición entendida como ruptura y continuidad, leemos que uno de los rasgos característicos de los poetas de su generación consiste en la oposición (que es al mismo tiempo un enlace) entre el sueño y la vigilia:
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Xavier Villaurrutia, Obras, p. 682.
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