LA ENTREVISTA
ENTREVISTA con los doctores
Adalberto Mosqueda Taylor y Mario de la Piedra Garza Texto: Dr. Carlos Espinosa García. Especialista en Odontología Legal y Forense.
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os encontramos con el Dr. Adalberto Mosqueda Taylor (AMT, quien es Maestro en Cien cias en Patología y Medicina Bucal, está dentro del Sistema Nacional de Inves tigadores, es SNI 2, profesor de tiempo completo en la UAM Xochimilco y res ponsable del área de Medicina Bucal en la División de Dermatología del Hos pital General “Dr. Manuel Gea González”) y con el Dr. Mario de la Piedra Garza (MDPG, especialista en Cirugía Maxilo facial y en Docencia de Patología Bucal; además, fue profesor en la Facultad de Odontología de la UNAM por 35 años).
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¿Qué es esta nueva patología que reportaron?, ¿es un nuevo tumor? MDPG: Dentro de las entidades que alteran la cavidad bucal y que producen algún tipo de patología hay una clasifi cación muy importante que se conoce como “tumores odontogénicos”. Hoy en día, dentro de la clasificación de los tumores odontogénicos hay 19 tumores benignos y 11 tumores malignos; esta clasificación la hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) y hace revi siones cada cierto tiempo para analizar qué se ha reportado con respecto al comportamiento y seguimiento de estas entidades, porque hay tumores que son más frecuentes y otros que son raros. Día a día se van haciendo aportaciones de cada una de estas entidades y así es como se establece y consolida la clasificación regida por la OMS. Tomando en consideración dicha cla sificación, hace ya más de veinte años encontramos en un paciente una lesión tumoral que parecía diferente a lo re portado y a lo que habíamos visto hasta entonces. El Dr. Adalberto Mosqueda, que es muy tenaz, se dio a la tarea de buscar en varios centros de patología y
cirugía maxilofacial en diferentes partes del mundo si existía algo parecido, hasta que finalmente empezaron a consultarle a lo largo de este tiempo lesiones simi lares y no clasificadas, detectadas una en España, otra en Guatemala, dos en Brasil y otra más en México, en el Hos pital de Pemex; al estudiarlas pudimos comprobar que microscópicamente todas tenían un denominador común. Histológicamente todas ellas tenían características muy similares y no se parecían a ningún otro tumor previa mente descrito. Al principio teníamos la idea de nombrarlo “tumor odonto génico folicular” porque siempre es taba relacionado con un diente inclui do y casi siempre con la corona de dicho diente. Sin embargo, estudian do los casos más profundamente gra cias a las nuevas técnicas de inmuno histoquímica (procedimiento que se basa en la utilización de anticuerpos que se unen de manera muy especí fica a la sustancia que queremos iden tificar), se pudo hacer una descripción más exacta de esta lesión y finalmen te optamos por denominarle “tumor odontogénico primordial” y así es como se ha publicado.
AMT: En realidad una de las cosas im portantes es que aunque los tumores odontogénicos son entidades poco frecuentes porque representan entre el 2.5 y 4 % de toda la patología que vemos en la región bucomaxilofacial, son los principales responsables de la destruc ción del esqueleto facial; por lo mismo, tanto las lesiones como el tratamiento que requieren son causas de mutilacio nes extensas y por ello su estudio ame rita el tratar de describir perfectamente cada entidad para saber cuáles tienen mejor pronóstico y cuáles requieren de un tratamiento distinto y, sobre todo, conocer su origen con respecto al de sarrollo dentario. Este tumor que men cionaba el Dr. de la Piedra, mismo que se describió como “tumor odontogéni co primordial”, es una lesión de estirpe mesenquimatosa, es decir, surge de la parte de tejido conjuntivo primitivo, ya sea formador de la papila dentaria o del folículo dental, y aparentemente posee un potencial de crecimiento ilimitado, pero tiene la particularidad de estar rodeado en toda su extensión por epi telio columnar, que recuerda al epitelio interno del órgano del esmalte. Al crecer esta lesión, que es encapsulada, expan de al hueso adyacente y por su morfo