13 minute read

Personajes destacados en la Edad Media

de estos jugos y se la dejaba secar al sol y cuando los cirujanos la necesitaban ponían la esponja en agua tibia y la colocaban en la nariz del paciente hasta que éste se dormía. Entonces realizaban la operación.

Parece que la narcosis obtenida por este sistema era intensa, ya que Chauliac describe la manera con la cual el cirujano despertaba a su paciente acercándole otra esponja, mojada en vinagre, o echándole en los oídos jugo de ruda o hinojo.

Advertisement

Personajes destacados en la Edad Media

Aecio de Amida (502-575)

(Nació: en. Diyarbakır, Turquía - Falleció., en Alessandria, Italia). Aëtius Amidenus fue un médico y escritor bizantino particularmente distinguido por su erudición. Trabajó como médico personal del emperador Justiniano I que gobernó entre 527- 565). Escribió una enciclopedia médica titulada Dieciséis libros médicos o Tetrabiblión (Βιβλία Ιατρικά), un compendio del saber médico del Imperio bizantino heredado de Galeno, el cual contenía información detallada acerca de las enfermedades y el tratamiento óptimo de la boca y los dientes

29

En el libro ocho aparece escrita por primera vez la palabra acné (άκμή, άκνή).

Alejandro de Tralles (525-605 D.C.)

En su Compilado bizantino demostró originalidad en sus trabajos, Autor de doce libros de ciencias médicas En estos escritos reflejaron el uso de los fórceps para la extracción de muelas, donde se aconsejaba a los aprendices que aflojasen las piezas afectadas, hasta que se pudiera sacar con los

dedos.

En el entorno de su relación con la corte de Justiniano y Teodora, viajó recolectando información médica a lo largo de los Balcanes, Italia, España, Egipto y el Norte de África.

Practicó y enseñó medicina durante un largo período en Roma. Procedía de una familia de sólida formación; su padre y uno de sus hermanos eran médicos, y otro de sus hermanos, Antemio, fue uno de los arquitectos de la Basílica de Santa Sofía, en Estambul.

Probablemente, es esa notoriedad de su familia lo que hace que Alejandro de Tralles sea uno de los médicos bizantinos de los que contamos con mayor información.

Se forma probablemente con su padre y estudiando a las dos mayores autoridades de la época, Galeno y Dioscórides.

Antes de instalarse en Roma, viaja por todo el Mediterráneo y de estos viajes adquiere, principalmente, conocimientos farmacológicos;

30

por ejemplo, nos hace llegar remedios populares contra la epilepsia que aprendió en Córcega o en Hispania.

En toda la obra de Alejandro de Tralles se mezclan elementos mágicos. Así, por ejemplo, propone con frecuencia el uso de amuletos o hechizos, ya que intuye un efecto placebo.

Como datos destacados, a Alejandro de Tralles se le atribuye la primera reseña acerca de la eficacia de la colchicina en la gota.

Una curiosidad: Alejandro de Tralles propone el uso de sanguijuelas en la cabeza para el tratamiento de la melancolía, enfermedad en la que el exceso de bilis negra tenía un papel importante.

Pablo de Egina iba más allá y preconizaba el uso de las sanguijuelas en las cefaleas, sobre todo si se asociaban a fiebre o manía, o adquirían una forma crónica, así como en las conjuntivitis y las amaurosis.

Cursó estudios en Alejandría y durante muchos años trabajó en Roma, donde escribió uno de los mayores trabajos sobre patología, "Twelve Books on Medicine" que ha sido traducido al latín, griego y árabe. "Medici libri duodecim" es una de las obras más destacadas de Alejandro de Tralles. Se trata de un tratado de patología y terapéutica en 12 libros, escrito a requerimiento de su amigo Cosmas, para transmitir, de la forma más clara y concisa posible, las mejores terapias para las diferentes enfermedades.

31

Contiene material reunido por el autor para la enseñanza de la medicina y probablemente fueron escritos al final de su vida y resumen sus propias aportaciones derivadas de la observación de varias enfermedades.

Detalles acerca de cómo se ocupa de entidades como la alopecía nos hacen pensar que su clientela estaba entre las clases pudientes de la época.

El Libro I trata de las enfermedades de la cabeza. Es una de las partes más curiosas del texto de Alejandro.

Así, considera la calvicie como un padecimiento y recomienda rasurar el pelo corto, lavarlo vigorosamente y el uso de pomadas sulfurosas (Libro I, cap. I, p. 1-4). A propósito del pelo cano, propone el uso de ciertos tintes y vino tinto (Libro I, cap. III, p. 8-10). Respecto a la seborrea, recomienda frotar el pelo con vino y lavarlo con agua salada (Libro I, cap. IV, p. 10-11).

El II se ocupa de los problemas del ojo, y el III de los de la boca y las glándulas salivales. Los Libros IV y V tratan, respectivamente, de patologías cardíacas y pulmonares, y en el Libro VI se ocupa de la pleuresía.

Los siguientes libros los dedica a patología digestiva: gástrica en el VII, intestinal en el VIII, hepática en el IX, y en el libro X se ocupa de las enfermedades abdominales que Alejandro considera las dos mayores: disentería e hidropesía.

Para finalizar, el libro XI se ocupa de las enfermedades genitourinarias y el XII de la gota.

32

En el Medici libri duodecim se recogen unas 600 sustancias farmacológicas, prácticamente todas las incluidas en la Materia Médica de Dioscórides, pero con diferentes indicaciones

La influencia de este tratado fue muy grande durante toda la Edad Media. Por poner un ejemplo, Albulcasis, cuatro siglos más tarde, lo utilizó como libro de referencia.

Fue traducido y editado hasta el Renacimiento, como la edición grecolatina llevada a cabo por Henricum Petrum en 1556.

Otra de sus grandes obras es Biblia sátrica, basada en la medicina de Hipócrates y Galeno, del que era devoto seguidor aunque en ocasiones discrepó, donde recoge la patología y terapia de diversas enfermedades internas, sobre todo las producidas por gusanos, también traducida al latín lo que ha permitido su difusión hasta el siglo XVIII.

En el primer libro "Enfermedades de la cabeza y del cerebro, frenitis, epilepsia y melancolía", estudia las enfermedades mentales, que analiza según los planteamientos de la medicina griega y sostiene que la causa de las enfermedades mentales está en el cerebro.

Fue el primero que practicó la sangría yugular, y administró el hierro como remedio. Alejandro recomendaba la medicina expectante.

Un dato para destacar fue la descripción que hizo Trelles de los numerosos cálculos encontrados en la vesícula biliar de la momia de la sacerdotisa egipcia de Tebas (año 5015), ya que es la descripción más antigua que se conoce. La vesícula, que era conservada en el

33

museo del Real Colegio de Cirujanos de Londres, se perdió durante la II Guerra Mundial.

La palabra hipocondríaco fue mencionada por el médico bizantino Alejandro de Tralles en el siglo VI D.C. (525-605) para referirse al enfermo de "hipocondrios" y antes también fue utilizada por Galeno, como veremos más adelante.

En la búsqueda de los orígenes de las palabras y continuando el hilo conductor iniciado con el bazo, podemos e indagar acerca de las palabras: hipocondrio, hipocondría e hipocondríaco.

Comencemos definiendo Hipocondría. Según el diccionario médico, es un trastorno que consiste en la existencia de un miedo debido al convencimiento de padecer una enfermedad importante, basándose la persona en una mala interpretación de los síntomas somáticos que cree tener, que lo conducen a la demanda continua de consultas, pruebas diagnósticas y tratamientos, que resultan normales, a pesar de lo cual persiste en la idea . Entonces, hipocondríaco es quien sufre este padecimiento.

Podemos ampliar el concepto de Hipocondría acudiendo a la definición del Diccionario de la Real Academia Española: "Afección caracterizada por una gran sensibilidad del sistema nervioso con tristeza habitual y preocupación constante y angustiosa por la salud" .¿Cuál es la relación de estas palabras con el tema tratado en el artículo anterior, es decir, con el bazo?

Repasemos lo que acabamos de anotar: la Hipocondría es una afección con tristeza habitual y preocupación por la salud. El bazo, como dijimos, ha sido relacionado en toda la historia antigua de la

34

Medicina con la idea de melancolía, de estados depresivos, de malos pensamientos acerca de los estados de salud, y ¿dónde se encuentra alojado el bazo? Por lo que sabemos de la anatomía topográfica, se ubica en un sector de la cavidad abdominal denominado hipocondrio. De allí, a relacionar sus términos y etiología, hay solo un paso.

Hipocondrio es un sector anatómico localizado a ambos lados del epigastrio; a derecha, aloja al hígado, a izquierda, al bazo. Deriva de las palabras griegas: υπο (hipo): debajo de, χονδρος (jondros): cartílago .Según el diccionario español etimológico, hipocondríaco (del griego υποχονδριακος (hipocondriacos) significa que tiene dolor en la zona del hipocondrio, y así también lo denominó Galeno, aproximadamente en el Siglo II D.C. Pasó al latín como hypocondriacus y así apareció en el castellano medieval, y obsérvese que en uno de sus ejemplos, Galeno lo une al μελαγχολικος (melanjolikós) griego, asociación que recoge el sentido moderno, actual, de esta palabra. De modo que podemos recoger así la asociación entre los significados de bazo, esplín, melancolía e hipocondría Esplín nos llega del inglés spleen, "bazo" con el significado de "tedio vital".

Referencia: Ávila Aranda MD. Enfermos Imaginarios: la Hipocondría. Madrid (España): Edit. Océano, Ramos Ríos RR, Espiño Díaz I, Javier D, Moríñigo JD, Varela Casal P, García Mahía M. Hipocondría: Nosología y modelos explicativos Hillman J. Pan y la pesadilla: imagen y mito. Barcelona (España): Edit. Atalanta, 2007 Gotta C, Buzzi A, Suárez MV. Siringomielia y otras etimologías mitológicas. Rev Arg Radiol

35

Pablo De Egina (625–690) o Paulus Aegineta:

Fue un médico bizantino del siglo VII famoso por una enciclopedia médica Epitome, Hypomnema o Memorandum, en siete volúmenes que recogen los conocimientos de medicina, cirugía y obstetricia de la época. Entre sus aportaciones destacan la descripción de los pólipos nasales o del líquido sinovial de las articulaciones, y describió algunas técnicas quirúrgicas novedosas, como la resección de costillas.

Fue capaz de resumir el conocimiento medico de los antiguos dando un imagen fiel de la situación de la cirugía dental de su tiempo. Dio detalles de cómo realizar una extracción, explicó el uso de las limas para rebajar los dientes que sobresalieran del nivel de los otros. Probablemente fue el primero en escribir sobre la necesidad de limpiarse las piezas dentales.

Durante muchos años este compendio se empleó como manual fundamental para el aprendizaje de la medicina.

El sexto libro, dedicado a la cirugía, tuvo una especial repercusión en Europa y el mundo árabe durante toda la Edad Media.

La obra completa original fue publicada en griego en Venecia en 1528, y posteriormente en Basilea en 1538.

36

Guy de Chauliac: (1300-1368)

Fue el personaje más importante de los siglos XIV Y XV en el campo de la cirugía. Estudió medicina en Toulouse y Bolonia, prefirió la cirugía, recibiendo su entrenamiento de Henri de Mondeville, cirujano de Felipe IV el Hermoso y profesor de anatomía en el Hospital del Espíritu Santo de Montpe-

llier.

En el año 1343, Chauliac escribió su gran trabajo “Inventorium Chirurgicalis Medicinae”, que pronto se convirtió en el principal trabajo quirúrgico de su tiempo, siendo traducido a varios idiomas en copias manuscritas.

En él se analiza la anatomía de los dientes y su erupción, también recopiló las enfermedades a que están sujetos los dientes: dolor, corrosión, congelación, “dentera” y aflojamiento. Sus curas las dividía en dos categorías; universales y particulares. Las curas universales consistían en seguir las reglas de la higiene, el uso de pugnantes, sangrías de las venas cefálicas o sublinguales, ventosas, fricciones, escarificación y el tratamiento de alteraciones mentales.

En sus escritos analizaba la anatomía y erupción de los dientes. También citaba enfermedades dentales tales como dolor, corrosión y aflojamiento. Fue muy breve en su análisis sobre prótesis dental, solo mencionaba materiales utilizados para rellenar cavidades, más no la explicación de cómo aplicarlas. De su tratado sabemos que se usaban fármacos en los pacientes para evitar dolor durante las operaciones.

37

Sus aportaciones quedaron vigentes durante algún tiempo, sus sucesores solo fueron añadiendo pequeños aportes. Señaló que la caries tenía tres fases; producción de dolor, producción de dolor sin estímulo externo y flemón,

Sus reglas de higiene oral eran muy precisas:

1.- Evitar la comida que se pudre con rapidez 2.- Evitar la comida o bebida demasiado caliente o fría, evitando especialmente ingerir comida extremadamente fría después de otra demasiado caliente, y viceversa. 3.- No morder cosas demasiado duras. 4.- Evitar comidas pegajosas, como los higos y dulces a base de miel. 5.- Evitar ciertas comidas conocidas por ser malas para los dientes (su ejemplo eran los puerros). 6.- Limpiar los dientes con suavidad con una mezcla de miel y sal quemada a la cual se le ha añadido un poco de vinagre.

Las curas de categoría “particular”, repite muchos de los remedios mencionados por los escritores árabes.

Además, recomienda el lavado de los dientes careados con cocimientos de vino y menta, pimienta u otros agentes, y el empaste posterior de las cavidades con polvo de agalla, alfóncigo, mirra, alcanfor o cualquiera otra sustancia de una lista interminable.

Recomendaba el uso de astringentes y otros agentes para fortalecer dientes flojos, sugiriendo que si caen pueden ser reemplazados por otros dientes humanos o dientes artificiales, construidos de hueso de ganado y sujetado en su lugar con alambre de oro.

38

Albulcasis estaba en contra de la costumbre de los barberos de realizar peligrosas operaciones en los dientes.

Sin embargo, Chauliac proponía que estas operaciones eran propias de los barberos y “dentatores” (primera vez que se utiliza este término para referirse a un grupo específico de personas) y debían ser supervisadas por algún doctor. Los barberos, estos actualizados profesionales, ofrecían un completo abanico de servicios Odontológicos.

Gracias al tratado de Chauliac, se puede saber que los cirujanos de esos tiempos ya usaban fármacos (tales como el opio, la hiosciamina, raíz de mandrágora, la hiedra y la cicuta) para evitar el dolor de sus pacientes durante las operaciones.

Los Sucesores de Chauliac Bernardo de Gordon (1250 Gourdon-1330 Perpiñán)

Fue un médico de la región de Occitania (sur de Francia), profesor de medicina en la Universidad de Montpellier a partir de 1285 quien introdujo la teoría del aflojamiento de los dientes, tomado de un médico inglés, escribió sobre las causas internas y externas de las molestias en los dientes aproximadamente en 1285.

39

Entre sus principales observaciones están: comer alimentos calientes y después otros fríos; romper comida dura con los dientes; mala higiene oral y el frote vigoroso de las encías

Este médico occitano, profesor de medicina en la Universidad de Montpellier a partir de 1285. En 1296 escribió el trabajo terapéutico, “De diciem ingeniis seu indicationibus curandorum morborum.” En 1303, mencionó el uso de anteojos como una forma de corregir la hipermetropía.

1480 Pietro D’Argelata

Aparte del legado de sus escritos, Chauliac enseñó a un buen número de estudiantes, entre los cuales el más distinguido, quien publicó su propia “Cirugía” en Venecia , un tratado de 6 volúmenes en el que las enfermedades y tratamiento de los dientes ocupan parte importante. No aportó muchas cosas nuevas, se basó mucho en el conocimiento de Chauliac, pero ayudó a sentar las bases del ejercicio de la odontología.

40

1483 Giovanni Arcolani,

Escribió un tratado llamado “Cirugía practica” en Venecia, en el que se ocupó por extenso de la odontología. Repitió en gran parte los consejos de Chauliac, pero su importante posición frente a los historiadores se debe a que con el fin de complementar sus explicaciones sobre la extracción de muelas, las ilustró con los instrumentos de uso más frecuentes en esas operaciones, tales como el “pelícano”, y también, aún más significativo es un pasaje sobre las muelas careadas, donde al final de un largo párrafo sobre empastes menciona el “pan de oro”, de modo que constituye el primer documento del uso del oro para empastes de dientes enfermos.

1514 Giovanni Da Vigo (1460 – 1525)

En El Tratado Quirúrgico “Practica Copiosa In Arte Chirurgica” Donde, Se Vuelven A Encontrar Referencias Específicas A La Forma En Que Las Muelas Careadas De Llenaban De Oro. “La Corrosión Tiene Lugar En Las Muelas A Través De La Podredumbre Con A Aguda Y Maligna Humedad Que Crece Y Las Come.

41

This article is from: