Te llamarás Esperanza

Page 109

el Buen Jesús me colmó de sus caricias y me dijo, con mucha dulzura pero con una majestuosa autoridad, que yo he copiado bien poco en mí sus enseñanzas. Él - dice - no vivió más que para glorificar a su Padre, y murió para cumplir su divina voluntad y darle enteramente gusto; manifestándome así, que la vida y la muerte no me deben importar absolutamente nada, cuando se trata de dar gloria a mi Dios Yo le he respondido "¡Cuánto siento tu reproche, Jesús mío! No por lo que me has dicho, sino porque veo que, a pesar de mi propósito firme de no negarte cosa alguna, siempre me hallo con grandes dificultades para cumplir tu divina voluntad. Ayúdame, Jesús mío, y da a mi débil voluntad la fuerza y constancia que necesita, para no querer ni desear cosa alguna fuera del cumplimiento de la voluntad de mi Dios" (27.5.1951) "Esta noche, Padre mío, el Buen Jesús ha hecho conmigo una verdadera locura de amor. Vd. lo ha presenciado. Él ha querido que Vd. sea testimonio de sus finezas en el amor. ¡Qué Padre!, ¡qué Amigo!, ¡qué Esposo!, ¡qué Todo!, ha embalsamado mi espíritu con ese bálsamo suavísimo del amor, llamado por El bálsamo del dolor, el sacrificio y abnegación y yo sólo le puedo llamar el bálsamo del amor; ese aroma delicado que hace salir el alma de una, para entrar dentro de su Amado, esa suavidad que hace salir del corazón consoladoras frases de cariño para Él; ese perfume que Él sólo sabe preparar y que deja el alma atacada ("attaccata" = pegada) a Él sin darse cuenta de lo que al rededor pasa; este bálsamo que produce en el alma hambre y sed de su Dios y hacen que, como el ciervo sediento, corra a la fuente del amor. Y a este delicado perfume ha añadido estas dulces frases de amor: "Tú has de ser toda para Mí como Yo lo soy para ti, y así nada temas y nada busques, ni a ti misma fuera de Mí, pues quiero ser para ti todas las cosas. ¿Qué corazón resiste todas estas finezas sin encenderse en el amor de su Dios? Yo, Padre mío, me siento hoy tan fuertemente herida, que debo decirle que me parece no puedo soportar la violencia de este fuego, ni me siento capaz de continuar escribiéndole lo que siento dentro de mi alma". (7 de marzo 1952). "Esta noche he sufrido como de costumbre, pero por tierra ("per terra" = en el suelo) pues tengo miedo de sudar (sangre) y estropear el colchón que no es nuestro, y si viera, Padre mío, ¡con qué ánimos se sufre junto al Buen Jesús! Yo puedo decirle que no creo haya quien se resista a sufrir con Él, viendo lo que Él ha sufrido por nosotros. Yo de mí sé decirle que me siento con grandes ánimos ante el dolor, pero nunca como esta noche que con un fuerte amor me he tendido sobre la

109


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.