SCJ.es Digital

REVISTA DIGITAL Nº0 DE LA FAMILIA DEHONIANA

ECUADOR una misión entre pobres, con los pobres y para los pobres “EL CUIDADO DE LOS ANCIANOS FUE UNA DE LAS PRIMERAS MISIONES QUE CONSIDERÁBAMOS VITAL”

“DOMUS CORDIS, SEMILLERO ESPIRITUAL DONDE LOS JÓVENES SE PREGUNTAN POR SU ESPIRITUALIDAD”

ECUADOR: una misión entre pobres, con los pobres y para los pobres.

José Luis Munilla Martínez

Favorecer la misión ad gentes ha sido, a lo largo de toda la historia de nuestra Provincia religiosa, uno de los empeños más carismáticos de la misma en línea con la entera Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús. La presencia Dehoniana está expandida por muchos países del tercer mundo. Son muchas las misiones y servicios que se desempeña en estos lugares. También son muchos los misioneros. Una de esas misiones es Ecuador.

Ecuador, fue la primera misión que tuvieron los padres Dehonianos en tiempos del fundador, el P. Juan Leon Dehon. Allí fueron cuando eran muy poquitos los miembros de la Congregación. En el pensamiento y la intención del P. Dehon estuvo siempre la idea de las Misiones “ad Gentes” y por ello, a pesar de ser un número reducido, envió los primeros misioneros a tierras bien lejanas como fue América y África. Conforme aumentaba el número de religiosos misioneros a tierras lejanas, en la misma proporción crecía la Congregación. Todo un milagro.

Ha pasado más de un siglo desde la llegada de los primeros SCJ en Ecuador. A los pocos años fuimos expulsados del país por el Gobierno de aquel momento, como tantos otros religiosos, teniendo que abandonar la misión emprendida. En 1997, se tuvo la posibilidad de volver y refundar en aquel país. Fue una gran oportunidad que desde la Provincia española acogimos con entusiasmo.

Después de 18 años en aquellas tierras andinas, contamos con tres comunidades y, con gran entusias-

Las gentes de aquellas tierras son acogedoras, agradecidas y valoran tanto nuestra misión que solo piden que nuestra continuidad sea por mucho tiempo. Nuestra intención es permanecer y servir cuanto más podamos y sepamos al desarrollo de aquellas personas y de la evangelización. Hemos apreciado la necesidad que hay de sacerdotes, catequistas, servidores del Evangelio, de voluntarios y cooperadores.

Nuestra tarea en la misión de Ecuador es muy variada y todo gracias a la ayuda que llega desde España. Donde estamos se han creado comedores sociales, centros de día para los más mayores, apadrinamientos de niños, ayuda con microcréditos para favorecer el emprendimiento y salir de la pobreza, etc. A todo esto acompaña la pastoral religiosa que hace crecer a las comunidades parroquiales y la solidaridad entre ellas. La fe, la formación, la labor evangelizadora que se lleva a cabo es impresionante.

En estos años nuestra presencia ha seducido a varios jóvenes que se han unido a nuestra misión. Ya contamos con los primeros religiosos ecuatorianos y con una pastoral vocacional muy arraigada que trata de estimular la llamada de Dios para participar en la Construcción de su Reino. Esto nos alegra enormemente pues

mo, se espera la fundación de una cuarta. Los Dehonianos fuimos muy bien recibidos y hemos ido ampliando nuestro campo de acción allí donde estamos. Es mucho lo que se puede hacer y mucho lo que hacemos, a pesar del poco número de religiosos y las muchas tareas abiertas.

significa que hay futuro y esperanza en la presencia de los Dehonianos en Ecuador.

Dios bendiga esta misión y construya su casa en ella. Nosotros serviremos como mediadores que buscan contagiar la misericordia de Dios, que no abandona a los hombres y los eleva a la misma altura de Dios.

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Sumario 5. DEHONIANOS EN BAHÍA CARÁQUEZ P. Artemio 6. CENTRO DE DÍA DEL ‘SAGRADO CORAZÓN’ 8. HISTORIA DE BAHÍA CARÁQUEZ Graciela Moreno 9. COLEGIO ELOY ALFARO 10. COMEDORES PADRE DEHÓN Fanca Bellavista 12. CENTRO ‘DOMUS CORDIS’ P. Benjamín Torres 14. PRESENCIA DEHONIANA EN ECUADOR 15. LAS CIFRAS DE LAS MISIONES

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Historia de Bahía de Caráquez

“El 10 de noviembre de 1888 llegaron a Ecuador los Padres Gabriel Grisón e Ireneo Blanco”

ARTEMIO LÓPEZ La Misión SCJ en Ecuador es muy significativa para la Congregación, además de tener tintes muy emotivos por lo que supuso regresar a la bella nación de Sudamérica 100 años después de verse obligados a salir, el 15 de octubre de 1997. Los religiosos P. Ramón Soriano, el P. Artemio López y el H. José María Urbina, acompañados en su vuelta por el Padre Provincial, el P. Aquilino Mielgo Domínguez, fueron los impulsores del retorno a Ecuador, siguiendo el camino iniciado en 1898 por los Padres Gabriel Grisón e Ireneo Blanco. No es una Misión más la que se está llevando a cabo en ese país, al ser la primera que realizó a finales del S. XIX por parte

de la Congregación y que estuvo promocionada por el Padre Fundador, P. León Dehon, enviando a dos religiosos que se convirtieron en los pioneros para anunciar el evangelio en ese país. Hoy, cerca de cumplir 20 años trabajando en ayudar a los sectores de la población que más ayuda necesitan, la satisfacción es enorme al ver los avances que se han producido en las dos Comunidades donde están presentes (Bahía de Caráquez y Quito, lo que da más fuerza a los miembros de SCJ, con una fuente de energía inagotable multiplicándose en el esfuerzo por rentabilizar al máximo las ayudas por parte de los Bienhechores.

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Hay que remontarse al 10 de noviembre de 1888, cuando llegaron a Ecuador los Padres Gabriel Grisón e Ireneo Blanco, permaneciendo hasta el 12 de junio de 1896.

Allí ejercieron el apostolado de la difusión del Reino de Dios en esta tierra hasta que el Gobierno Liberal de la época en Ecuador les obligó a regresar a Europa entre llantos. En esos años se crearon unos lazos fuertes con la zona que perduraron con el paso del tiempo, se forjó una unión que ningún gobierno iba a poder romper a pesar de las dificultades que iban apareciendo en el camino. Regresar sólo era una cuestión de tiempo, pero los miembros de la Congregación no iban a decaer en su empeño por mantener la Misión SCJ en un país donde recibieron desde el primer día el calor y el afecto de la gente. Y se regresó. El lugar elegido fue Bahía de Caráquez (Manabí), donde habían estado los Padres en los primeros años de la Misión en Ecuador. El arzobispo de Portoviejo les destinó a una casita de campo, no fueron unos inicios nada sencillos por meteorología, ya que el “Fenómeno del Niño” afectó de lleno a su zona. Fue un palo duro. La opción más sencilla en ese momento habría sido regresar a Europa, pero las dificultades les hacían más fuertes y en esos momentos de incertidumbre en los que el agua inundó la zona, la única preocupación de los Padres presentes era salvar los libros, la ropa. Hubo más de 300 fallecidos, la red vial quedó destruida en casi todo el territorio, mucha gente perdió su vivienda… y la localidad de Bahía de Caráquez fue de las más afectadas. Las muestras de gratitud y los detalles con los que acogieron a los llamados cariñosamente “padrecitos españoles”, siempre perdurarán en el corazón de los Padres presentes. Poco a poco la situación volvió a la normalidad, gracias a la respuesta del pueblo ecuatoriano, emergiendo desde el interior de sus cora-

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zones la solidaridad aportando ropa, alimentos y dinero.

A la Misión SCJ se le asignó una casa mejor enfrente de una parroquia eclesiástica de reciente creación en la zona de Leonidas Plaza, situada en la periferia de Bahía, que cuenta con nueve recintos rurales. La iglesia estaba puesta bajo la protección y los auspicios del Sagrado Corazón de Jesús y hasta que no se hizo el templo parroquial, hizo sus veces la capilla de San Jorge en el centro de esa población. La gente acudía a la iglesia pidiendo ayuda, siendo ésta una evidencia de la importancia que tiene el papel de la Iglesia, lo que les llevó a dar lo mejor de sí, con imaginación, creatividad y voluntariedad. En esos momentos culminó la conquista, produciéndose el flechazo entre los miembros de la Congregación SCJ y la gente de Bahía. En los paseos por la ciudad que realizaron para ver las necesidades de la gente más desfavorecida, lo que veían los ojos penetraba directamente en el corazón, las miradas sinceras contagiaban, el pueblo ecuatoriano conquistó a los Padres Dehonianos. La situación tan devastadora aceleró algunos proyectos y obras sociales, como el apadrinamiento de niños, el centro de desarrollo infantil, un pequeño centro de salud y la farmacia popular.

Aparte del calor de la gente, en lo que está siendo una experiencia muy enriquecedora, la Misión SCJ recibió el apoyo del núcleo duro de la Congregación, volcándose en todas las ayudas que pudieran aportar a esa Misión incipiente y ya consolidada. Los pilares para construir la Misión fueron muy fuertes, lo que les ha llevado hasta la actualidad, observándose un crecimiento en todas las acciones sociales que se han consolidado y cuyo objetivo es ir mejorando poco a poco con la ayuda de todos los miembros de la Congregación y los Bienhechores.

Centro de día “Sagrado Corazón” “Hemos pasado en asistir de 5 ancianos a los 35 actualmente” A las pocas semanas de llegar a Bahía de Caráquez, uno de los proyectos sociales que urgían al comprobar en primera persona las necesidades de la gente más desfavorecida, era crear un centro de día para mayores. En un estadio inicial, cuando la Misión SCJ partió rumbo a Ecuador, la idea era llevar a cabo un programa de “Apadrinamiento”, pero al ver a tantos ancianos transmitiendo tristeza, a veces sin disponer de la alimentación básica y arrinconados en sus casas, rápidamente se detectó la necesidad de ver cómo se podía ayudar a toda esa gente.

En la Iglesia se construyó, debido a la situación del terreno por las lluvias y ante el temor de que se viniera abajo, un habitáculo externo con un espacio para mantener reuniones, tener encuentros con los jóvenes, para actividades de catequesis. Inicialmente allí se iba a poner una tienda popular, aunque la idea no acababa de cuajar porque los vecinos podían pensar de forma equivocada que iba a ser competencia suya, lo que acabó acelerando la creación del “Centro de día” para los mayores. Los niños y los ancianos son dos sectores de la población que necesitaban el cariño y alimentos, motivos con peso más que suficiente para los miembros de SCJ con los que comenzar la ayuda. La satisfacción es muy grande al comprobar cómo con el transcurrir de los

con dificultades de comprensión de lectura, se buscaron los remedios. Esto ha significado un esfuerzo notable y duro por parte de los miembros de la Congregación presentes en Ecuador, con la ayuda inestimable también de los Bienhechores con su solidaridad, pero ya es una realidad. Actualmente hay cinco personas tituladas que ofrecen servicios de fisioterapia, psicología, recreación, acompañamiento, alimentación desde las 7.30 horas cuando se les recoge de sus domicilios hasta las 14.30 horas, en una acción que llena los corazones de todos los Dehonianos al recibir los gestos de cariño de esa gente, eternamente agradecida al recibir el abrazo de

años se ha pasado de asistir a cinco ancianos al día a los 35 que se ayudan actualmente. No es exclusivamente una ayuda alimentaria, la Misión SCJ que se está llevando a cabo en Bahía de Caráquez va más allá. Detectadas las necesidades que tenían, algunas personas tienen deficiencias visuales, otras auditivas, también hay gente

los miembros de una congregación cuando más lo necesitaban. Desde Bahía de Caráquez, el Padre Artemio López anima a los religiosos a que vivan en primera persona esa experiencia tan enriquecedora en todos los aspectos de la vida. La sonrisa sincera de un anciano necesitado llega al corazón de todos.

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"Desde entonces, allí he sido Ecónomo, Superior, ahora he sido otra vez Superior, pero mi trabajo pastoral fijo siempre ha sido la visita a los enfermos.

Me conozco las calles por toda la gente que he ido dejando en el camino, el otro día pasamos por la calle Río Prieto, y fui contando… nueve muertos había dejado en esa calle, todas las calles me suenan a eso. Con 17 años he visto a tantos enfermos. Unos 100, 102, 108 todos los meses" P. ARTEMIO LÓPEZ

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Una mirada hacia la historia de Bahía GRACIELA MORENO Graciela Moreno nació en Cuenca hace 64 años y ha estudiado la historia de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús en Bahía de Caráquez. La conoce a pies juntillas. “Estoy encantada de encontrar al grupo de Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús aquí en Bahía.

Da la casualidad que llevo unos años haciendo una investigación en la historia de la religiosidad en el cantón, y para mí es muy importante la presencia de los Padres del Corazón de Jesús, conciencialmente 100 años más tarde de la expulsión de sus hermanos por el Gobierno Liberal de Alfaro”, asegura Graciela. Los Padres Dehonianos llegaron en 1888 a Ecuador y el Padre Grisón le escribió una carta al Padre Dehón, diciéndole que en Bahía había dos clases de gente; la empresaria que movía el comercio y la gente del pueblo que trabajaba para ellos. Según decía el Padre Grisón, estos ecuatorianos no eran ni blancos ni rojos, que decía él, eran gente linda del Ecuador.

Al principio vivían en dos mundos diferentes y gracias a su presencia manejaron seis años el Liceo Mercantil construido por Pedro Schumacher, manejado primero por otra congregación. Cuando falleció su Director llegaron los Padres franceses, compañeros de los actuales sacerdotes de Bahía y manejaron el colegio durante seis años dándole un vuelco a la cultura de un pueblo que había estado abandonado. “Es necesario conocer la historia de este cantón Sucre para ver que había un abandono, no sólo de las autoridades civiles, sino también eclesiásticas de los gobiernos que habían precedido desde 1830, que éramos República”, apunta

dotes venían dos años nada más, venían en diciembre y en la época de verano en julio; una vez en el frío y otra en verano. Bautizaban en Bahía y Pedernales, Bahía era una caleta de pescadores, no era una ciudad, entonces fue una comunidad que creció así, sin una orientación”, añade la historiadora. Por su temple y su forma de ser, que también por su ascendencia africana, eran rebeldes, libérrimos, siempre le dieron guerra, 300 años de guerra a los españoles. Eran gente diferente que no respetaba las leyes y con la presencia de los sacerdotes de aquí hubo un cambio, tan grande fue el cambio que cuando supieron por el Gobierno Liberal tenían que salir de aquí, ellos hicieron vigilias, procesiones… para pedirle a Dios que se quedaran. Y cuando se fueron los Padres Dehonianos de acá, el barco que los vino a coger, la gente vino a despedirlos con lágrimas en los ojos. Y el padre

Graciela. Era una zona abandonada y Graciela estudió los libros de la Merced de Bahía para entender si habían sacerdotes en los años siguientes a los 1830 hasta que llegaron los sacerdotes franceses. “Eran sacerdotes que estaban en Canoa, primero era Canoa no Bahía donde estaba la Iglesia y se hacían los bautizos, pero los sacer-

Gabriel Grison nunca se imaginó llorar al salir de Bahía.

Para mí es algo tan hermoso conocer esa historia y enlazarla luego con la historia de la llegada de nuevo de los Padres del Sagrado Corazón de Jesús en Ecuador, casi cien años después con la llegada inicial en 1997 del padre Artemio y el Padre .

“Cuando se fueron los Padres de aquí la gente vino a despedirlos con lágrimas en los ojos”

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Colegio Eloy Alfaro Colegio Eloy Alfaro, es un colegio del Estado, allí estuvieron los Dehonianos, que fueron expulsados por el entonces presidente Eloy Alfaro, que decidió expulsar a todas las congregaciones religiosas que había en el país.

Llega gente extranjera de turismo, alemanes y chinos en los últimos años. Tiene forma de una isla —Bahía— y aproximadamente hay 1.000 habitantes…

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Comedor Padre Dehón y Bellavista Comedores infantiles en Bahía de Caráquez En Bahía de Caráquez los Padres Dehonianos en el año 2000 pusieron en marcha dos comedores sociales infantiles, bajo el nombre de P. Dehón, en Bellavista y en Fanca, dos de los barrios más pobres de la ciudad.

Gracias a la acción de los Dehonianos, casi 120 niños de hasta 15 años reciben cada día una comida nutritiva que les aporta los alimentos necesarios para su desarrollo.

Estos comedores son muy importantes porque gracias a ellos se atiende a niños con escasos recursos o que los padres no pueden atender por estar trabajando.

La gente de estas zonas está muy agradecida con esta gran labor ya que los pequeños pueden al menos hacer una comida nutritiva al día. Su deseo es que los Padres Dehonianos puedan seguir administrando el alimento a los menores durante mucho tiempo.

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OPINIÓN P. JOSE ANTONIO CASALé Al volver de Ecuador sólo puedo mostrar gran satisfacción por todo lo que los Padres Dehonianos estamos haciendo allí, en concreto en Quito y en Bahía de Caráquez. Allí he comprobado de primera mano la gran labor que desarrolla nuestra Congregación con ancianos, jóvenes, enfermos... y sobre todo con los niños.

En mi mente están todas esas caras de los pequeños, niños con miradas de agradecimiento por todas las oportunidades que les estamos dando. Con el apadrinamiento desde España, que supone tan sólo 10 euros, les estamos dando vida a ellos y a todas sus familias.

Cien años después los Dehonianos volvimos a Ecuador y ha valido la pena porque nuestra acción allí se traduce en oportunidades, trabajo, alimento... en definitiva dar vida a las personas más necesitadas.

COMEDOR EN FANCA

COMEDOR EN BELLAVISTA - 11 -

Comedor Domus Cordis “Lo consideramos un semillero vocacional donde los jóvenes se pregunten por su espiritualidad" DOMUS CORDIS, UN SEMILLERO VOCACIONAL

EJES SOBRE LOS QUE SE ASIENTA

En Bahía de Caráquez los Padres Dehonianos en el año 2000 pusiDesde hace siete años la Congregación dehoniana realiza una labor social con los jóvenes, de entre 13 y 16 años, de la ciudad ecuatoriana de Bahía de Caraquez. Durante los primeros 4 años fue un internado donde se quedaban a dormir de lunes a viernes pero, este año se ha querido “dar una dimensión nueva”. No es un internado, pero sí un lugar “donde hay un espacio lo suficientemente largo para desarrollar un proceso educativo como persona y como cristiano”.

Y es que, la dimensión académica es muy importante en estas edades, ya que deben aprender a disciplinarse, a tener hábitos de estudio que poder aplicar tanto en la escuela, en el día a día y que, además, les sirva de base para el futuro.

Tras la labor educativa, se enseña el valor de la familia inculcando que la Domus Cordis ”no es un hotel donde ir un rato y marcharse a casa”. Para ello, los viernes “entre todos ayudamos a limpiar las instalaciones y así sientan la domus Cordis como una casa suya”, comenta Benjamín Ramos, director de la casa.

Los objetivos fundamentales del trabajo que allí se realiza son el de formar en valores humanos y cristianos a los jóvenes que muchos vienen de ambientes familiares y sociales difíciles. Hay un trabajo de base muy fuerte. Por eso, también se realiza un trabajo minucioso con los padres, mediante una reunión una vez al mes. Una charla formativa, donde se tocan temas relacionados con la familia, como una charla informativa, en la que se comunica la marcha del ‘chaval’ en la casa, como si hay que tratar algún tema especial de la escuela.

¿QUé ES EL DOMUS CORDI?

¿QUé ACTIVIDADES REALIZAN?

El segundo gran objetivo es que los chavales puedan tener al final de esta etapa recursos espirituales para tomar opciones por la vida religiosa. “Lo consideramos un semillero vocacional donde los jóvenes se pregunten por su espiritualidad y descubran donde Dios les llama a ser felices.

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Voluntarios laicos ayudan en el comedor y en los estudios Los religiosos no se encuentran solos en esta labor social. Un equipo de laicos colabora de una forma generosa y gratuita tanto en la labor educativa, como en la personal. Ayudando en los estudios y en enseñarles los valores humanos necesarios para una vida en sociedad.

Son laicos que muy en sintonía con nuestra espiritualidad, porque los conocen desde hace varios años y, por eso, quieren colaborar con los jóvenes.

31 jóvenes acuden a las instalaciones todos los días En la actualidad hay 32 jóvenes inscritos que acuden todos los días al salir de clase. Las instalaciones cuentan con todo lo necesario para que realicen diversas actividades deportiva y puedan tener “su rincón de estudio”.

Algunos de ellos acabarán por elegir el camino de la vida religiosa, pero lo que es seguro es que todos recordarán su paso por la Domus Cordis como fundamental para su formación como personas.

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La presencia dehoniana en Ecuador

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Los números de las acciones sociales dehonianas Niños • Comerdores: 2 Asisten a 200 niños y sus familiares.

• Centro de día (Domus Cordis) Asisten de 25-32 niños en educación y valores.

• Apadrinamiento Niños: 300.

3ª Edad • Centro de la 3ª edad: Asisten a 30 ancianos.

Mujer • Centro de la mujer En defensa de los derechos de la mujer.

Discapacitados • Centro de Discapacitados: Asisten a 20 niños con discapacidad mental.

Social • Comedor Social: 80 personas.

Microcréditos • Microcréditos ‘Orbayu’ Créditos sin intereses a pequeños empresarios.

Voluntarios • • • • •

10 Sacerdotes.

10 Voluntarios al año desde España.

1 hermano religioso.

1 joven en formación.

3 jóvenes postulantes.

Ciudades que se cubren • Bahía Caráquez (35.000 personas).

• Barrio de la Argelia (sur Quito: 60.000 personas).

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