Vida Juvenil P. Enrique Castillo, sdb.
Mensaje de Cuaresma
para los jóvenes Queridos Jóvenes de todos Nuestros Sectores de la Pastoral Juvenil Salesiana, un saludo en Cristo. Nuevamente nos abrimos a la cuaresma: “Signo Sacramental de nuestra conversión”; como nos indica el Papa Francisco en su Mensaje en esta Cuaresma del 2018. Es tiempo de ayuno y oración que nos prepara al encuentro con Cristo en la Pascua. Podemos preguntarnos por qué se nos impone la ceniza: el libro del Génesis 3,19 nos recuerda que somos polvo y a polvo volvemos, significa que somos mortales; y que nuestra infinitud descansa en la comunión plena con el Señor. ¡Grande es nuestra Alegría! Hoy se nos brinda la oportunidad de arreglar nuestra cuentas con el Señor y ver en qué medida hemos acallado esta verdad. El Consumismo se ha convertido en la “nueva religión” de los hombres y mujeres de nuestra época. La meta absoluta consiste en poseer y disfrutar. No es fácil liberarse de la esclavitud del consumismo. Como decía Erich Fromm, “el hombre puede ser un esclavo sin cadenas”. Tenemos de todo y carecemos de paz y alegría interior. El consumismo no ha hecho sino desplazar las cadenas del exterior al interior de las personas. Esta esclavitud interior, como nos indica el Papa Francisco en su mensaje, hace crecer la maldad y enfría el corazón de la mayoría, Mt 24,12. Jóvenes no se dejen enfriar el corazón por un estilo de vida consumista que les roba el alma enamorada. Enfriado el corazón, no reconocemos los falsos profetas, «charlatanes» que ofrecen soluciones sencillas e inmediatas para los sufrimientos, remedios que sin embargo resultan ser completamente inútiles: cuántos son los jóvenes a los que se les ofrece el falso remedio de la droga, de unas relaciones de «usar y tirar», de ganancias fáciles pero deshonestas, nos dice el Papa en su Mensaje. Preguntémonos entonces: ¿cómo se enfría en nosotros el corazón, la caridad? ¿Cuáles son las señales que nos indican que el amor corre el riesgo de apagarse en nosotros?, continúa el Papa Francisco: “Lo que apaga la caridad es
Boletín Salesiano Antillas
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ante todo la avidez por el dinero, «raíz de todos los males» (1 Tm 6,10). Hace algunos años el filósofo Emmanuel Mounier describía así al hombre consumista y preso del placer: “Un tipo de hombre absolutamente vacío de todo misterio, del sentido del ser y del sentido del amor, del sufrimiento y de la alegría… barnizado por arriba con una capa de cortesía, de buen humor; por abajo, los reconocimientos profesionales o el aburrimiento de los domingos y la obsesión de figurar. ¡No seamos jóvenes light! El Papa Francisco nos alerta que la creación es un testigo silencioso de este enfriamiento de la caridad: la tierra está envenenada a causa de los desechos arrojados por negligencia e interés; los mares, también contaminados, tienen que recubrir por desgracia los restos de tantos náufragos de las migraciones forzadas; los cielos —que en el designio de Dios cantan su gloria— se ven surcados por máquinas que hacen llover instrumentos de muerte. Para Jesús la vida es otra cosa: “…Buscad, sobre todo, el Reino de Dios, y su justicia; lo demás se les dará por añadidura”. Algo falla en nuestra vida cristiana cuando somos capaces de vivir disfrutando despreocupadamente de nuestras cosas, sin sentirnos jamás interpelados por este mensaje de Jesús y las necesidades de los pobres. Las prácticas cuaresmales es una gran oportunidad para alertarnos a nosotros mismos de nuestro enfriamiento y advertidos por el mismo espíritu reorientar nuestra vida hacia el Sentido y la Verdad. Por ello, con el Papa Francisco, te invito a comprometerte en tus prácticas cuaresmales con: El hecho de dedicar más tiempo a la oración hace que tu corazón descubra las mentiras secretas. El ejercicio de la limosna te libera de la avidez y te ayuda a descubrir que el otro es tu hermano: nunca lo que tengo es sólo mío. El ayuno, por último, debilita tu violencia, interior o exterior, te desarma, y constituye una importante ocasión para crecer.
Marzo - Abril
de
2018