Vida Juvenil LICELOT DE LA CRUZ ORATORIO CENTRO JUVENIL MARÍA AUXILIADORA (OMA)
sus parroquias o diócesis e incluso de sus países, la Iglesia reconoce un signo de la confianza de Dios en su capacidad de entrega y servicio al Evangelio. A partir de sus pequeñas experiencias de misión, los jóvenes van descubriendo y testimoniando que “¡la fe se fortalece dándola!” 6. La enorme cantidad de jóvenes que no conocen a Jesús, a quienes no ha llegado todavía el anuncio
liberador del Evangelio, es un desafío que exige un renovado entusiasmo y la búsqueda de formas creativas para una pastoral juvenil misionera que haga posible el anuncio del Evangelio a las grandes masas juveniles, sobre todo a los más alejados. Los jóvenes son llamados también a abrir nuevos horizontes, a acoger el llamado de la misión “ad gentes” y a compartir desde su pobreza la expe-
riencia de Dios y la experiencia de Iglesia Latinoamericana con otros pueblos y culturas. “Para América Latina, providencialmente animada con un nuevo ardor evangélico, ha llegado la hora de llevar su fe a los pueblos que aún no conocen a Cristo” (SD 12): ése será el mayor signo de su vitalidad cristiana y de su agradecimiento por el don recibido hace más de quinientos años.
1 Concilio Ecuménico Vaticano II, Decreto “Apostolicam Actuositatem”, 12 2 Concilio Ecuménico Vaticano II, Mensaje a los Jóvenes, 6 3 Juan Pablo II, Mensaje para la XXXII Jornada Mundial de las Vocaciones, 7 de mayo de 1995 4 Juan Pablo II, Exhortación Apostólica “Christifideles Laici”, 46 5 Juan Pablo II, Exhortación Apostólica “Christifideles Laici”, 46 6 Juan Pablo II, Encíclica “Redemptoris Missio”, 2
MI TESTIMONIO DE PROFAJ “El programa para animadores ha sido una experiencia inolvidable, en este he aprendido a desarrollarme en los diferentes aspectos de la vida, siempre guiado por mi deseo de servir a los demás. Durante cada etapa he descubierto en mi la necesidad de Dios, a la vez que ha cambiado y transformado poco a poco el ser que era en el pasado, por la persona que hoy en día soy. Me ha ayudado a crecer en la fe haciendo de la oración parte importante de mi ser. Para mi Profaj fue más que un espacio donde encontrarme con los amigos, era escuchar a Dios y el lugar que Dios dispuso para mostrarme su grandeza. La sexta etapa fue inolvidable, recuerdo que concluyendo ésta seguía vacío, pero Dios me mostró una forma de hablar en la palabra, me hizo vivir en una lectura toda una etapa de conocimiento. Profaj me enseñó que el ser animador es más que dar vida, es ser el ejemplo de Dios para los demás jóvenes”. José Gregorio Pilier | Hogar Escuela Santo Domingo Savio.
“Profaj ha sido un empuje en el crecimiento como animador salesiano. A través de esta experiencia yo he podido superar muchas limitaciones que me impedían desarrollarme como animador, como líder. Por medio de Profaj he podido darme cuenta que esta opción de vida que he elegido es la correcta, porque he descubierto que en la misión por la salvación de los jóvenes es la razón de mi vida siguiendo el estilo de Don Bosco. Gracias a Profaj hoy soy otra persona, soy un ser más comprometido en la construcción del Reino de Dios en la tierra”. Luis Manuel Báez | Centro Juvenil Josvida, Celina Pellier, FMA
BOLETÍN SALESIANO ANTILLAS
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“Antes yo solo era un joven común que se había alejado de la iglesia a causa de mi inmadurez, luego vieron en mi actitudes de líder y me hablaron de Profaj y que yo estaba apto para iniciar ese proceso a lo que sin dudar dije sí. Cuando inicié comencé a descubrirme como persona y a buscar una propia identidad, pasando el tiempo conocí mejor mi situación y postura como cristiano, lo que me llevó a seguir más de cerca a Jesús. Luego, el programa fue creando en mí una nueva persona con mejores valores y actitudes cristiana y humana, lo que me encaminó a sentir el deseo de saber a qué Dios me llama en la vida. Después de participar en etapas de profundización, discernimiento y estudio de la palabra, esto me llevó a una vida de oración y a personalizar mi compromiso con Jesús. Gracias a Profaj hoy soy una persona dispuesta a darlo todo por los demás, especialmente por los más necesitados, es decir, los jóvenes”. Luis Miguel Quezada | IPISA, Santiago “En la vida siempre hay experiencias que hacen el cambio de perspectivas y encuentro consigo mismo desarrollando todo ese don de Dios que él te concede en la tierra. Profaj ha sido ese cambio en mi vida. Al inicio mi oportunidad para participar no iba a ocurrir ya que hubo muchos factores que me impedían participar. Los más grande de todo fue que estaba decidida a introducirme a un mundo divino. Durante la primera etapa y el hecho de estar allí fue un momento que cambió mi vida, no le encontraba sentido a muchas cosas de la vida y de Dios continuamente preguntándome cuál era mi destino en la tierra. Profaj me mostró que puedo ser diferente con hechos sencillos, que el miedo al público no existe y que puedo ser una líder entre mis compañeros los jóvenes. Cada etapa me enseñó cosas nuevas. La experiencia para mí fue un modo de expresar lo que sientes dentro y no puedes sacar es una luz que te ilumina y te lleva a buscar ese encuentro con el Señor y lo mejor de todo que contribuye a ayudar a los demás con obrar”. Rossybel Abreu | Educare, Moca
ENERO - FEBRERO
DE
2013