Semanario Decide | San Juan en casa

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Año 1 - N.° 14 PRECIO: S/ 2.00

SAN JUAN en casa

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El 24 de junio de 2020, quedará grabado en la historia y en el recuerdo de los que habitan la selva peruana como un San Juan sin goce. Por primera vez desde su creación, la celebración se quedó en casa.

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entenares de familias pucallpinas bajo carpa e improvisadas piscinas gozaron de la fiesta sanjuanera. El Estado de Emergencia Nacional declarado por el presidente de la república a razón de la llegada del covid-19 en el país se alargó hasta el 30 de junio y así evitarían actividades festivas que concentre aglomeración de personas. Los ucayalinos no fueron ajenos a la orden. Desde tempranas horas del día festivo, personal de la Policía, de las Fuerzas

San Juan limpio

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Armadas, inspectores de tránsito y serenazgo de las municipalidades cerraban avenidas, jirones, calles que de alguna forma tenían como punto final turbias aguas para zambullirse. Vendedores de juanes en vías desoladas de Yarinacocha, principal balneario de Pucallpa, aguardaban vender el tradicional plato selvático, los había desde 3 hasta 12 soles. “Las personas están comprando, aunque no está permitido el pase, pero sí están llevando”, dice Talía Lozano. Solo 15 de los 55 juanes hasta pasado las 12 del medio día fueron comprados. Con fe intacta decía que todo se iba vender.

Al margen de una calle de tierra que en épocas de creciente del río da una imagen de restaurante flotante, se encuentra La Cocona. Luce deshabitada, mesas, sillas, separadores, estrados de madera donde ombliguistas y estriptiseras muestran sus encantados a distraídos comensales como quien atraídos consumen hasta separarse de su último objeto de valor, hoy se muestra forrada bajo custodia del vigilante Mario Rojas Odicio y su familia. A lo largo del camino entre árboles más restaurantes y bares comparten la misma

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imagen. “Ha sido el único San Juan tranquilo porque no hay movimiento ni nada. La naturaleza también está respirando este año”, comenta el vigilante Pablo Silva. Antes de la pandemia el lugar todos los días había demasiado ruido y era muy transitado. “Me da gusto que no dejen pasar a la gente si no cuántos ahogados hubiese. Con pandemia o sin pandemia, si no cuidan todos se meten al lago. La gente debería tener un poquito más de conciencia. Prefiero vida y no la economía”, reflexiona aquel vigilante que se encuentra bajo el encanto y armonía de la naturaleza.

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Plantas medicinales salvó vidas en Sepahua

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ientos de personas lograron sobrevivir y recuperarse de los daños causados por el covid-19, en el distrito de Sepahua, gracias al tratamiento con plantas (vegetales) medicinales. La iniciativa fue apoyada por la municipalidad de la mencionada localidad. Los bosques amazónicos constituyen una maravillosa botica natural, y el uso de este potencial es patrimonio de las comunidades nativas ancestrales, principalmente

Con el uso de las plantas se pueden tratar enfermedades e incluso a las pestes. El concentrado preparado emite un vapor que el paciente al inhalarlo ingresa por sus vías respiratorias y las limpian, especialmente, a los pulmones que son los más afectados por esta enfermedad. de los “sabios” que transmiten las recetas naturales de generación en generación. Y los descendientes de nues-

tros ancestros amazónicos de Sepahua pusieron sus saberes a disposición de la población a fin de apoyar al sec-

SEMANARIO DECIDE

AÑO 1, NÚMERO 14 LUNES 1 AL ARTES 30 DE JUNIO DE 2020 DIRECTOR:

EDITOR GENERAL:

ALI RODRIGUEZ

PITER BLÁCIDO

DIAGRAMACIÓN:

ANGELY REYNA

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Contenido elaborado e impreso por: Empresa Periodística Editorial Bicentenario EIRL Los artículos firmados son de absoluta responsabilidad de sus autores.

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tor salud, para combatir al nuevo coronavirus que infectó a miles de personas y cobró cientos de vidas. MEDICINA ALTERNATIVA Para poner en marcha la iniciativa y socorres a la población se implementó el Centro de Medicina Tradicional y Alternativa para la Prevención y Tratamiento del covid-19, en Sepahua, con la atención de un comando de voluntarios debidamente capacitados. Ellos realizan un preparado, que consiste en hervir en una olla grande diversas plantas como el matico, uña de gato, jergón sacha, ajo sacha, mucura, eucalipto, kion, ajos, entre otras. El resultado es un concentrado medicinal. El preparado aún caliente con los respectivos cuidados se hace inhalar a los pacientes que acuden al centro de tratamiento e incluso a otros se les lleva a sus hogares, y también es para ser bebido como tratamiento del nuevo coronavirus. RESULTADOS OPORTUNOS El impacto de los contagios, de los cuales muchos presentaron los síntomas de la infección del Sars-Cov-2 llegó a colapsar los hospitales y centros de salud, sumada a la falta de medicamentos o el encarecimiento de estas, cobraron vidas. Ante esta lucha en salvar vidas, uniendo esfuerzos con el señor salud la Municipalidad Distrital de Sepahua, liderado por el alcalde Humberto Santillán Tuesta, implementaron este espacio diferenciado, con un enfoque intercultural y rescatar la importancia de la flora silvestre de nuestra selva peruana.

Contra el covid-19 Unidos vamos a ir sumando esfuerzos para derrotar al covid en el distrito de Sepahua.

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l centro de salud del distrito de Sepahua fue implementado por la Dirección Regional de Salud de Ucayali y por la Municipalidad de Atalaya, se le entregó equipamiento para tratar a los pacientes con covid-19. Doscientas pruebas rápidas, equipos de protección de bioseguridad al personal de salud, camillas, balones de oxígeno, entre otros, y más de mil mascarillas fueron otorgados al distrito para contrarrestar y prevenir los efectos de la pandemia.

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“Quiero agradecer la buena fe y las gestiones por esta implementación que beneficiara a la población”, refirió el alcalde de Sepahua, Humberto Santillán a los representantes de las instituciones que trasladaron los materiales de salud. Asimismo, el Centro Integral de Atención del Adulto Mayor de esa localidad, suscribió un convenio para la entrega de su local, que se convirtió en un centro temporal de salud, para atender a los pacientes infectados con el nuevo coronavirus.

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Esfuerzo fun La llegada de la pandemia del coronavirus a la amazonia peruana demandó varios servicios poco requeridos en tiempos de acostumbrada normalidad. Entre los más solicitados y fuera de lo común era la atención funeraria.

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ucallpa, epicentro del covid-19 en la región Ucayali, fue la última ciudad del Perú en registrar un paciente infectado con el bicho de Wuhan. Poco tiempo después se convertiría en una de sus víctimas. “Nosotros fuimos los primeros en atender al primer fallecido por coronavirus que estuvo internado en el Hospital de EsSalud. Aunque con miedo y todo, pero la funeraria Fénix ha atendido”, cuenta la administradora del negocio Leyla Peña dos Santos. El sacrificio laboral durante ese momento fue agotador. Sumado el miedo que tenían al virus, fueron pocos que asumieron el reto de trabajar en servicios funerarios, aunque a un costo elevado. Los empleados subieron sus tarifas. “Antes de la pandemia en la funeraria solo trabajaban mujeres y los contratos con el personal era al momento. Para este caso teníamos que tener personal seguro y no ser abandonados durante el trabajo”, recuerda Leyla. No fueron los únicos que pedían más dinero. Los pocos talleres que arman ataúdes en Pucallpa aumentaron sus precios hasta a un 50 por ciento. Se avecinaba otra traba, los

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cementerios a excepción del kilómetro 5, no quisieron aceptar entierros durante la pandemia. “En sí no era para tener miedo, el trabajo estaba hecho con todas las medidas de seguridad”, menciona. Las familias vecinas más próximas a los locales funerarios vivían con un miedo estremecedor. Durante abril y mayo hubo varias ocasiones que las víctimas del virus chino permanecían en el local por horas e incluso días, en un solo día llegaron a levantar 30 cadáveres. La razón era una alta tasa de mortalidad en Pucallpa. “Se tuvo problemas con los vecinos, los fallecidos estaban en el local y no sabíamos a dónde llevarlos. En una primera instancia los protocolos decían del lugar de donde lo levantas al cementerio, pero si no tenías un pase o una identificación no podías entrar al cementerio. No fue fácil para nosotros”, trae al recuerdo esos días de pesares. La gente se desesperaba, llamaban, hubo días que no pudo atender por la alta demanda, la presión del trabajo consumía sus fuerzas. “Para mí ha dejado mucho dolor, tristeza, mucha gente se ha ido. Se han quedado huérfanos. Más o menos he prestado como 300 servicios funerarios. Gracias a Dios este mes de junio ha bajado las muertes y se siente como

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si fuera un día normal”, dice Peña dos Santos de la funeraria Fénix. Al otro lado de la ciudad, funeraria Sarita Colonia atendió a más de 140 fallecidos. Dentro del grupo estaban particulares, afiliados de EsSalud y al Sistema Integral de Salud. También el temor rondaba al vecindario, el negocio tuvo bastante demanda que a toda hora del día se acercaban familiares de las víctimas a solicitar el servicio fúnebre. “Hacían colas, nunca hemos tenido clientes haciendo cola en una agencia funeraria. Siempre eran escasos los clientes, se atendían poco a poco. Pero en esa situación, yo como propietaria también tuve mucho miedo, más por mi familia”, cuenta Milagros Gonzales Trigoso, administradora de la funeraria. Para hacer frente a la ola de fallecidos optó por incrementar su personal y armar dos cuadrillas cada uno integrado por cinco personas, a la hora de la contratar personal eligió a los más jóvenes, “las personas de edad no podían asumir ese reto, era uno muy arriesgado”, menciona. Milagros de tez trigueña, de cabello


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rizos y apariencia jovial, antes de aceptar la entrevista se encontraba preparando el almuerzo del día en compañía de su menor hijo que no sobrepasaba los cinco años de edad. Su voz se entrecorta, lágrimas brotan de sus ojos, la apariencia cambia al recordar un hecho verdaderamente milagroso. El personal como era de costumbre rociaba desinfectante a los muertos por covid en el Hospital Amazónico de Yarinacocha. Entre los cuerpos estaba una niña no mayor de dos años de edad declarada fallecida desde hace un día. Cuando los fallecidos eran depositados en los ataúdes, la niña empezó a toser y a llorar. “Mi personal no lo podía creer, comenzaron a llorar, a gritar, diciendo un milagro un milagro, desesperadamente llamaron al doctor, fue sorprendente y chocante para nosotros. No importó otra cosa que levantar a la niña, entregar al doctor quien empezó a reanimarla. Ingresó a cuidados intensivos, se salvó gracias a Dios. Todo un milagro que, dentro

de siete cadáveres, sobrevivió”, la calma regresa a sus ojos y a su voz. La calurosa ciudad de Pucallpa pasó de ser la última en registrar un caso de covid a estar peleando la punta de la lista. Se volvió por días una de las más rankeadas, solo por detrás

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de Lima, Piura, Iquitos y Chiclayo según las cifras oficiales, aunque nunca se sabrá la real magnitud del virus y sus consecuencias. Pero en esta parte del Perú, las personas morían en su vereda, en su vehículo, en su casa, solo o acompañado sin saber a dónde ir o qué hacer. Lluvia y sol azotaban el cuerpo inerte, un hedor amoniacal se apoderaba del ambiente. “Nosotros no podíamos tocar el cuerpo mientras que no llegaba el comando covid o la policía. No era como antes, fallecían y se busca al médico tratante para hacer la certificación”, recuerda Gonzales. Parte de su personal padeció de la enfermedad. Fueron días de incertidumbre y con la conciencia de que en cualquier momento suceda un fatal desenlace. Ser una víctima más de la larga lista que a diario restaba espacios en blanco. “Cuando retirábamos un fallecido, en la puerta nos enterábamos que otro acababa de fallecer. No se pudo atender a todos. Al día se levantó más de 24 cadáveres. Seguimos atendiendo a la fecha, pero ha bajado el número de fallecidos. A diferencia de lo vivido en abril o quincena de mayo. No hubo horario de descanso ni de entrada ni de salida”, se desprende de ese amargo recuerdo pandémico al terminar la entrevista.

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No hay mal que por bien no venga? Desde que en la ciudad de Pucallpa prácticamente se levantó la cuarentena, claro, antes que el Ejecutivo lo haga oficial. Desde mediados de junio las actividades reiniciaron y por ende el transporte, en especial el trimóvil. Por la cuarentena social obligatoria casi el 90 por ciento de empresas y negocios paralizaron, dejando a su paso miles de personas sin empleo; hoy los negocios empiezan a abrir, pero el empleo

aún escasea y las personas deben ver la forma de recursarse. Al no encontrar empleos, ni siquiera informales, muchas personas han comenzado a ingeniárselas y ver si pueden cubrir alguna necesidad pública. Es aquí donde pusieron su mirada en un problema social: arreglar las calles y vías en mal estado o descuidadas. Cabe destacar, que las calles y vías que comenzaron a reparar con material de asfalto y a pintar las señales del pavimento, son calles malogradas desde mucho antes

Vías en deterioro de las municipalidades de Coronel Portillo, Manantay y Yarinacocha, hoy son reparadas por ciudadanos a cambio de unas monedas. Es el descuido que de alguna forma da subempleo a varias familias.

de la llegada de la pandemia a la región Ucayali. Ellos ponen su dinero y compran cemento, ripio, arena, pintura y tierra. Una vez arreglada las vías piden propinas a los transportistas de autos, motos y motocarros para comparar más material y llevarse un poco de dinero para mantener sus hogares. Antes se veía a los venezolanos en las calles, hoy se ve a locales salir a las calles por la crisis económica. Hacen la labor que no hicieron las municipalidades de Coronel Portillo, Manantay y Yarinacocha. ¡Ojalá las municipalidades hagan la suya!

Vías y calles

abandonadas

generan subempleos

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Incautan madera

en aserradero clandestino

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n total de 70 000 pies tablares de madera aserrada de procedencia ilegal, fueron incautados durante un operativo conjuntos entre la Gerencia Regional de Flora y Fauna Silvestre de Ucayali, la Policía y Fiscalía Ambiental. El aserradero informal operaba en el asentamiento humano Flor de Belén del distrito de Callería, ahí se encontró producto forestal de las especies: Cumala (90 por ciento) y el resto era Marupa y Capirona, todos sin sus respectivos documentos de procedencia.

Un duro golpe se dio al proceso de transformación de la madera de procedencia de la tala ilegal. Las autoridades en materia del cuidado forestal y de fauna silvestre anuncian más operativos y así frenar este tipo de ilícitos. En el operativo, la Policía detuvo al administrador del negocio, Juan Roca Sánchez y otros cinco trabajadores, además se decomisó todas las maquinarias del aserradero. Todo para esclarecer las investigaciones y determinar las penalidades. “La gestión desde sus inicios busca minimiDECIDE

zar el impacto de la tala ilegal priorizando acciones contra la extracción, transporte, transformación y comercialización de los productos forestales maderables y no maderables obtenidos al margen de la ley”, señaló Marcial Pezo Armas, gerente forestal de Ucayali.

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Manos a la obra La semana pasada hubo buena convocatoria de personas que se sumaron y para esta fecha esperan algo similar o superar cualquier ayuda que será siempre bienvenida.

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a pandemia del coronavirus que asoló Pucallpa y se mantiene como una amenaza latente, quedó a un lado para un grupo de animosos jóvenes voluntarios para ayudar a quienes pueden sentir dolor, hambre o frío, pero no pronuncian palabra alguna. Desde hace tres semanas realizan sábado tras sábado jornadas de limpieza, alimentación y cuidados a los animales del Parque Natural de Pucallpa. Una tarea desinteresada por amor y cariño hacia los huéspedes de este lugar.

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“Hacemos una labor importante para ofrecer un ambiente más adecuado a los animales del Parque Natural de Pucallpa. En una actividad anterior realizamos recaudación de alimentos y así tratad de evitar alguna necesidad que pueda afectar a los animales”, cuenta Andrea García. En la primera fecha de ayuda, los responsables directos del parque dieron opción de un acercamiento más próximo con los animales, eso sí, acatando las medidas de seguridad del recinto. “Siempre es importante la presencia humana y así

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puedan sentir un agradable ambiente”, dice Andrea. El trabajo desinteresado fue bien recibido por los cuidadores del parque, quienes cuentan con un disminuido personal que no se abastece para realizar sus funciones. La cabecilla del grupo de voluntarios no siente que están haciendo el trabajo de otros porque ama a los animales y quiere verlos feliz en un buen ambiente. “Esta actividad vamos a dividirnos por áreas para poder abarcar buena parte y dejar limpio los ambientes y condicionar, para eso iremos con un plan de trabajo, no lo hacemos con un afán de figuretismo ni nada por el estilo”, aclara. Las personas que quieran sumarse a la causa pueden ir este sábado y otros sábados a las 8 de la mañana al parque natural o comunicarse por intermedio del Facebook con Andrea García o Clara Moreno.


El hacedor

de botes

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El amigo de siempre y para siempre hace de mil oficios para mantener a su familia. Su conocer de las aguas turbias de Yarinacocha es garantía de botes insumergibles armados por sus duras manos.

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ajo un sol hiriente, José Tapullima pone a punto un bote de 10 metros de largo. La festividad sanjuanera quedó a un lado, tiene que trabajar, la pandemia lo golpeó como a muchos en esta parte del suelo peruano. Papá de varios hijos y otros no reconocidos, hace lo imposible lo posible para llevar alimento a su mesa. Con destreza para varios oficios, está por terminar un bote de madera huairuro con capacidad de 12 pasajeros o una tonelada y media de carga. El amigo de guerra ofrece una breve y rápida clase de cómo armar una estructura navegable. Su experiencia dice si una plantilla de bote tiene nueve metros, el bote sale de 10 metros. “La plantilla es la base. O sea, un metro más se aumenta y así sucesivamente por la proa”, enseña. Para atravesar y así ensamblar la durísima madera se utiliza clavo de brea. Huinchas, martillos, sierras manuales, pero sobre todo alta dosis de paciencia para construirlo. “Mayormente se construye botes de madera catahua, pero tiene poca duración”, dice José que no deja de martillar y así terminar la jornada para ir a comer su juane de pato. En solo materiales está gastando 800 soles, la mano de obra cuesta entre 500 o 600 soles. El trabajo demora de cuatro a cinco días. Normalmente para avanzar más rápido trabajan de a dos personas. El maestro de obra y su ayudante. El bote presenta un avance de un 70 por ciento. Calcula que en un día más está terminado el trabajo. “Hago bote hace 10 años. Pero mayormente me dedico al transporte y ya son 25 años que estoy navegando la laguna de Yarinacocha. También la hago de comunicador social, soy mil oficios”, apresura en decir antes de partir hacia su casa donde su familia lo espera con un sabroso juane y su masato.

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ACONTECIMIENTOS

QUE NO SE OLVIDAN Semanario Decide | Llamagas enciende el temor

Semanario Decide | Corrupción y abandono

Pucallpa, del lunes 3 al domingo 9 de febrero de 2020 | Ucayali y Acre | ¿Aló, Osinergmin? | JC, de Pucallpa su imitador.

Pucallpa, del lunes 10 al domingo 16 de febrero de 2020 | Llamagas un peligro latente | 9 de Febrero no se olvida.

Semanario Decide | El problema de nunca acabar Pucallpa, del lunes 17 al domingo 23 de febrero de 2020 | ¿Y ahora quién es el responsable? | Acuerdos entre Ucayali y Acre | Habló el director policial de Ucayali | Inició el proceso de cierre definitivo.

Semanario Decide | CRU VS. EJECUTIVO, permanencias en debate Pucallpa, del lunes 2 al domingo 8 de marzo de 2020 | Llamagas continúa con la venta de balones de gas | No carpe diem | Cachudos, pero felices | El negocio del gas doméstico.

Semanario Decide | Liquidación a la vista

Semanario Decide | Masificación a un paso

Pucallpa, del lunes 9 al domingo 15 de marzo de 2020 | Todo indica a la liquidación de contrato | Todo listo para el año escolar | Solución temporal | Sacha inchi, el aceite milagroso | No más violencia contra la mujer.

Pucallpa, del lunes 16 al domingo 22 de marzo de 2020.| Justicia para Darlene, ¡No liberen al Monstruo!| ¿Consejeros machistas?| Anemia infantil se redujo en Ucayali.

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