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CODICES MAYAS por Veronica Guerra De A.
Codices Mayas Moda con causa
Por Verónica Guerra de Alberti
Tiempo Sagrado en la Tradición Maya
Para el pueblo maya, el tiempo no solo se mide, se vive. Agosto y septiembre son meses cargados de simbolismo, donde la conexión con la naturaleza, los dioses y los ciclos agrícolas se expresa a través de ceremonias ancestrales que aún hoy siguen vivas.
Una de las más significativas en Yucatán es el Ch’a Cháak, ritual para pedir lluvia. En esta ceremonia, comunidades enteras —guiadas por un jmeen o sacerdote maya— se reúnen bajo enramadas para ofrecer alimentos, atole, tamales y oraciones a Chaak, dios del agua. Los niños entonan cantos especiales para invocar la lluvia, en una muestra conmovedora de fe y tradición que busca bendecir las cosechas y mantener el equilibrio con la tierra.


En otras regiones del mundo maya, como Guatemala y Chiapas, agosto puede marcar el cierre del calendario sagrado Chol Q’ij. Es entonces cuando ocurre el Wayeb’, un periodo de cinco días “sin dueño”, dedicado a la introspección, la purificación y el descanso espiritual. No se toman decisiones importantes, y se encienden fuegos ceremoniales para limpiar la energía antes del nuevo ciclo.

Ese nuevo ciclo comienza con el Wajxaqib’ B’atz’ (8 B’atz’), el Año Nuevo Espiritual Maya, que suele celebrarse entre agosto y septiembre. Es una fecha de gran poder simbólico: representa el hilo del tiempo, la creatividad, la vida familiar y la continuidad de los pueblos. Los guías espirituales celebran con fuego, copal y rezos, pidiendo sabiduría, armonía y protección para sus comunidades.

Finalmente, el equinoccio de otoño, que ocurre alrededor del 22 de septiembre, recuerda el equilibrio entre luz y oscuridad. En sitios arqueológicos como Chichén Itzá, la luz solar crea fenómenos únicos que demuestran la precisión astronómica de esta gran civilización.

Estas ceremonias no son reliquias del pasado. Son tradiciones vivas, celebradas con orgullo, y nos invitan a reconectar con la tierra, el tiempo y lo sagrado.
