Ar sta
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En función de lo expresado, la curadora y crí co de arte Bélgica Rodríguez, al expresar sus impre siones de la obra de Chacón mani fiesta: “Un universo discursivo se presenta ante los ojos del especta dor, combinando en múl ples y va riadas posibilidades sus elementos para sus tuir un espacio real, el de la naturaleza, por un espacio creado, el de la pintura. Exaltación de la belleza simple, profunda y misteriosa. Síntesis expresiva de la realidad “real” del espacio natural y de la realidad “inventada” del es pacio pictórico. El paisaje es para Chacón la naturaleza completa in tegral. Cada una de sus partes re presenta una “realidad naciente”, lo cambiante a cada momento”3. Según Bélgica Rodríguez “La na turaleza para Chacón, no es un ob jeto, en consecuencia no puede ser percibida y trasferida a la tela como tal, ella posee y expresa un carácter vital y existe una razón interior en el ar sta que lo autoriza a imprimir la impresión, la sensación y la per cepción que le ha sido transmi da. Lo que Chacón aprehende es su condición infinita y su esencia in temporal, pintando sin “econo mías”, sino profusamente con un fuerte carácter expresionista”4. En la producción de su úl ma etapa, que abarca de finales de la década de los 80 hasta el 1
momento de su muerte, Chacón opta por realizar un giro es lís co caracterizado por el cambio radical del formato acostumbrado en sus piezas, aspecto que implicaba la in tervención de los marcos de sus obras confeccionados, ahora, tal y como si emularan altares, retablos o nichos múl ples en los que plasma, indis ntamente, formas geométri cas u orgánicas construidas con co lores planos agregando además, al conjunto, elementos naturales como semillas, plumas, huesos, entre otros componentes, persi guiendo un acercamiento al llamado “principio collage”; elementos, todos ellos, asociados a un universo simbó lico mágicoreligioso, que parte de su admiración por la naturaleza. Este sugerente universo que transmite la devoción de Chacón por imaginar otra naturaleza, a raíz de su admiración por ella, es muló elogiosos comentarios por parte de un pres gioso representante de la pintura paisajista nacional como fue Manuel Cabré, personalidad esquiva a la hora de juzgar el tra bajo creador de nuestros ar stas, quien afirmaría sobre la obra de Chacón que “Lo primero que nos sorprende de este pintor, es su pe culiar manera de expresarse, lo cual, digámoslo de una vez, lo hace poseedor de una poderosa e in confundible personalidad.5”
Extendemos un profundo agradecimiento a la familia Chacón, al cri co de arte Aquiles Or z y al galerista y coleccionista de arte Nicola Bianchi por ser los custodios de la memoria, la obra y el archivo personal del ar sta, que resultaron indispensables para la realización de este ensayo.
DÓNDE, CÓMO Y POR QUÉ INVERTIR EN ARTE
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Título: Trapiche en San Mateo Técnica: Óleo sobre tela Medidas: 60 cm x 92 cm Año: 1976
Título: El techo amarillo Técnica: Óleo sobre tela Medidas: 46 cm x 61 cm Año: S/F
Título: De ilusiones también se vive Técnica: Óleo sobre tela Medidas: 114 cm x 162 cm Año: 1983
Roberto Guevara. Del paisaje a su proceso. En: El Nacional, cuerpo C, Caracas, 15 de junio de 1989. 3 Bélgica Rodríguez. Jorge Chacón: Paisaje cambiante a la sombra del color y la forma.En: Gaceta cultural, febrero 1987, Maracay, estado Aragua, pág. 6. 4 Ibidem. 5 Tomado de: Paisaje cambiante. Jorge Chacón. Museo de Arte de Maracay (catálogo de exposición), marzo de 1987.
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Rif.: J-29373722-2