Megaproyectos en la Amazonía.

Page 72

el movimiento ambientalista internacional identificó la Amazonía como un lugar privilegiado para su atención. Fue en esta misma década que científicos de la recientemente creada “biología de la conservación” acuñaron el concepto de “biodiversidad” para referir a la cantidad de distintos especies de flora y fauna que un ecosistema determinado contenía54. Los bosques tropicales hospeden las más altas tasas de biodiversidad del mundo y la Amazonía, como su más grande bosque tropical, tomó una posición de destaque en la lucha para conservar la biodiversidad, ahora re-significada como patrimonio genético de la humanidad. La principal política ambiental usada para garantizar la conservación de la biodiversidad hasta el momento ha sido el establecimiento de las áreas protegidas. En la década de 1980, los países amazónicos crearon grandes áreas protegidas en la Amazonía, la mayoría de las cuales eran Parques Nacionales y otras áreas de “protección integral” que prohibían a los seres humanos vivir dentro de ellas. Detrás de esta expansión de la red de áreas protegidas se constituyó una agenda política direccionada a la conservación de los bosques tropicales conformada por organizaciones ambientales no-gubernamentales (encabezadas por entidades de alcance internacional tales como Worldwide Fund for Nature WWF; Conservation Internacional CI; The Nature Conservancy TNC; y Wildlife Conservation Society WCS), biólogos de varias especializaciones (botánicos; zoólogos; ictiólogos; etc.); ministerios y agencias ambientales de los gobiernos nacionales y departamentales; fundaciones filantrópicas (tales como Moore; Ford; Packard; MacArthur; Mott) y agencias de cooperación internacional de los países europeos y los Estados Unidos, en las que encontramos la corriente conservacionista del movimiento ambientalista.55 Esta corriente experimentó un momento de auge con la Cumbre de la Tierra,56 realizada en Rio de Janeiro en junio de 1992, donde la Convención de Diversidad Biológica fue firmada por más de cien países. El ambicioso Programa Piloto para la Protección de los Bosques Tropicales Brasileñas (PPG-7), financiado conjuntamente por el Grupo de los Siete Países Industrializados y el gobierno brasileño, fue una de las iniciativas internacionales de más transcendencia para esta corriente. El otro documento importante aprobado en la Cumbre de la Tierra fue la Convención sobre Cambio Climático cuyo principal objetivo es la estabilización de los gases de efecto

54 55 56

72

invernadero para evitar cambios peligrosos en el sistema climático global. El Protocolo de Kioto, firmado en 1997, estableció obligaciones para los países industrializados para reducir sus emisiones industriales de estos gases. A partir del siglo XXI, hubo una intensificación de las negociaciones internacionales en torno de la Convención. La incorporación de los bosques tropicales en esta nueva corriente se focalizó en papel como secuestradores de carbono. El programa Reducción de Emisiones por la Deforestación y Degradación Ambiental REDD, ahora REDD+ para incluir los cambios en el uso de la tierra, fue incorporado dentro de las negociaciones mundiales sobre cambio climático en la 13ª Conferencia de las Partes en Bali en 2007, pero seis años después, la implementación de un sistema de créditos basado en los principios de REDD+ continua estando en una fase incipiente. Otra vertiente de acción de la agenda ambiental se ha focalizado en los ciclos hidrológicos y la importancia del agua como articulador biofísico y humano. Si el abordaje de la biodiversidad produjo el concepto de ecoregiones y el abordaje del cambio climático produjo el concepto del carbono secuestrado, un abordaje de los flujos hídricos se fundamenta en el concepto de cuenca hidrográfica como unidad ambiental de análisis. La interconectividad de los ríos amazónicos, junto con el fenómeno geográfico inter-escalar de las cuencas, en el cual cuencas pequeñas se juntan para formar macro-cuencas, las cuales se juntan para constituir la cuenca amazónica de proporciones continentales, permite visualizar diferentes escalas para análisis social y acción política. Las disputas actuales sobre las represas hidroeléctricas se tornan el punto neurológico del sistema hídrico por cambiar, rápida y radicalmente, los flujos hidrológicos, los ecosistemas acuáticos y los medios de sustento de los pueblos amazónicos. El informe de la Comisión Mundial de Represas, titulado Represas y Desarrollo: Un nuevo marco para la toma de decisiones (2000), fue redactada por una comisión de expertos internacionales después de amplias consultas con grupos sociales de todos los continentes y se ha convertido en la referencia internacional por excelencia para una nueva política de represas que contempla una visión múltiple de desarrollo hídrico y humano. Las prioridades estratégicas propuestas en el informe termina con el número siete que resume su visión: “Compartiendo ríos para la paz, el desarrollo y la seguridad”.

Takas presenta una interesante lectura del proceso de la “invención” científica de la biodiversidad: Takas, David. (1996). The idea of biodiversity: philosophies of paradise. Baltimore y Londres: John Hopkins University Press. Para un análisis detallado de las distintas corrientes del movimiento ambientalista, ver: Little, Paul E. (2004). “Ambientalismo e Amazônia: Encontros e desencontros.” En: Amazônia: Cenas e cenários, D. Sayago, J-F. Tourrand; M. Bursztyn, eds., pp. 321-344. Brasilia: Editora UnB. Su nombre oficial fue “La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo y Medio Ambiente” y fue acompañada por la realización de un Foro Global que contó con la participación de millares de organizaciones de la sociedad civil.

Red Jurídica Amazónica RAMA


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.