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Alejandro Diaz Hernández
El sector de transporte público en Chiapas, específicamente el de la modalidad de Taxi, se mantiene sumido desde hace varios años en un serio conflicto de competencia desleal, corrupción institucional, explotación laboral y violaciones constantes a la ley, que se han encrudecido con los efectos de una pandemia que parece no llegar a su fin. Sin embargo, este año un nuevo golpe a los choferes asalariados fue lo que desató nuevamente las protestas.
El aumento al costo al “Tarjetón de Aptitud”, que pasó de 300 pesos a mil 500 pesos, y el incremento de los requisitos para obtenerlo, llevó a varios choferes a tomar la principal avenida de la capital chiapaneca este miércoles. Y no es para menos. Según los propios asalariados, será un promedio de dos mil pesos que cada chofer deberá pagar desde este mes -en trámites- para poder seguir trabajando al frente de las unidades del transporte público.
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El asunto se ha vuelto además un tema de complicidades, con unidades que funcionan en otros municipios de la entidad sin ninguna regulación. Y es que, el gremio taxistas de Chiapas vive en medio de un modelo poco claro. Para que usted tenga una idea, actualmente se estima la existencia de cuatro mil taxis NP, es decir que funcionan con permisos “especiales” o sin concesión, y tres mil 600 taxis concesionados. Todo esto tan sólo en la capital chiapaneca. A lo que hay que sumarle un número mayor de taxis “piratas” provenientes de otros municipios.
Se trata de un problema que co-
La eficacia de la campaña de vacunación contra el #COVID19 en Chiapas requiere de una estrecha colaboración del gobierno y la sociedad, en aras de la prevención de los contagios por el virus.
La aparición de la variante #ómicron del #COVID19 y su gran capacidad de contagio hace obligatorio para los chiapanecos el mantener la sana distancia, evitar las aglomeraciones, usar el cubrebocas, y desde luego, ir a los módulos de vacunación para recibir el fármaco.
Se trata de hacer valer la responsabilidad social como instrumento cívico que ayude a combatir los efectos de la pandemia en la entidad.
El gobierno local asume su compromiso Institucional de velar por la salud de la población.
Ahí están, por ejemplo, las brigadas médicas que van casa por casa a vacunar a la gente.
El objetivo es prevenir el contagio del virus y evitar los efectos negativos de la pandemia en la salud pública.
Las vacunas no garantizan una total inmunidad al ciudadano, eso hay que recalcarlo.
Lo que sí garantizan las vacunas es que - en caso de contagio- los sín-
EN LA MIRA
Héctor Estrada
Asalariados del transporte en Chiapas, otro eslabón débil del sistema
menzó a salirse de proporciones justamente durante la época del “sabinato”, caracterizado por el despilfarro y la entrega desproporcionada de favores. A los “pulpos del transporte público” los mantuvo contentos con nuevas concesiones y cargos públicos, mientras a las agrupaciones sociales y campesinas de mayor poderío se le brindó “cancha libre” para la operación irregular de transporte público, sin el menor empacho.
Con la llegada de Manuel Velasco Coello y el conflicto de su gobierno con los líderes concesionarios la posibilidad de la regularización para muchos que se mantenían en la ilegalidad llegó. Con el paso de los años, las solicitudes y exigencias de organizaciones como la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) la Coordinación Estatal de Transportistas de Chiapas (Coestrach), la CTM y la CGT para alcanzar una concesión cayeron en cascada.
Ante el enfrentamiento con los monopolios (pulpos) del transporte, el sector de transportistas asalariados irregulares también se convirtió en una posible opción de salida. Ahí fue justo donde la intervención de Manuel Velasco Coello complicó el escenario. En una reunión con las agrupaciones irregulares el gobernador chiapaneco se comprometió a entregar las concesiones si ellos cumplían con dos condiciones esenciales: la adquisición de nuevos vehículos y seguros de pasajero.
Entre 2015 y 2017 un aproximado de mil 500 asalariados del transporte público irregular cumplieron con lo pactado y entregaron a la Secretaría de Transportes la documentación de comprobación. En su mayoría adquirieron vehículos de agencia bajo sistemas de financiamiento, con costos superiores a los 150 mil o 200 mil pesos, y los respectivos seguros de viajero. Sin embargo, al final de cuentas Velasco Coello terminó desconocimiento el acuerdo.
La presión de los concesionarios monopólicos, los acuerdos en lo oscurito y los malos consejos terminaron echando abajo un pacto
EL DIVÁN
Sergio Stahl
Pandemia #COVID19: Prevención, el nombre del juego

tomas del padecimiento serán leves y no habrá que recurrir a la hospitalización.
Las vacunas no salvan a nadie del contagio al cien por ciento, pero sí garantizan que el virus no tendrá efectos mortales en las personas vacunadas.
De ahí, pues, que la prevención sea la mejor de las estrategias de salud pública para afrontar la pandemia en Chiapas.
El trabajo tenaz del Sector Salud y la participación y responsabilidad social de la gente está dando resultados, aunque el número creciente de contagios pareciera indicar lo contrario. que dejó a cientos de asalariados sin posibilidad inmediata de obtener una concesión y con tremendas deudas automotrices. Pero las unidades piratas se mantuvieron operando, enfrentaron el cambio de administración sexenal y finalmente formalizaron sus operaciones con permisos “especiales temporales” (NP) que hasta el momento no tienen ninguna certidumbre legal.
Se han convertido en una fuente de ingreso adicional para la Secretaría de Movilidad y Transporte, mediante métodos de pago para su funcionamiento poco transparentes; sin necesidad de tocar a los grandes concesionarios y pulpos transportistas que también se hicieron de permisos especiales. Por eso la protesta de este miércoles. Porque el golpe recaudatorio ha caído nuevamente sobre los choferes asalariados, quienes además de tener que pagar cuentas diarias para trabajar y no poder acceder a sus propias concesiones, son nuevamente es eslabón más débil en la cadena regulatoria del sistema.
Por eso la protesta reunió esta vez a choferes asalariados, de unidades con permisos especiales y concesionadas, porque el efecto al bolsillo es exactamente el mismo, mientras los pulpos transportistas esperan cómodamente las cuotas emanadas de concesiones que por ley deberían operar ellos mismos para conservarlas, pero no lo hacen. Y es que, justo ahí está el problema de fondo; en un modelo viciado, con una autoridad cómplice y temerosa, que siempre termina sacrificando a los choferes y usuarios para mantener los mismos beneficios de élite… así las cosas.
Es una cuestión de perspectiva
Las estadísticas señalan que siete de cada 10 hospitalizados por el virus no se habían vacunado todavía.
El dato es duro y frio.
Y hay que decirlo con todas sus letras: la mayoría de las personas hospitalizadas no sé vacunaron y se contagiaron por asistir a festivales, ferias, fiestas patronales, etcétera.
En Chiapas, la medidas de prevención funcionan.
La prueba de ello es que son una minoría los hospitalizados por el virus, frente a las personas sanas, que son quienes evitan las aglomeraciones, usan el cubre bocas y están vacunados.
La vacunación, el uso del cubrebocas, la sana distancia y demás recomendaciones sanitarias mantienen a cientos de miles de chiapanecos sanos.
Aquellos que retan a la pandemia, se niegan a ser vacunados y asisten a lugares muy concurridos, son los mismos que al ser contagiados- según las estadísticas- más requieren de ser hospitalizados y muchos de ellos no reconocen su error y pretenden culpar al gobierno y al resto de la gente de su irresponsabilidad y su omisión.
En fin.