
3 minute read
Es el egoísmo un comportamiento natural del ser humano? - Vania Navarro
¿Es el egoísmo un comportamiento natural del ser humano?
Por Vania Navarro
Advertisement
El egoísmo es un individualismo problemático que se opone a los intereses de los demás y que obra únicamente para su propio interés. Por lo tanto, el egoísta no se preocupa por el interés del prójimo y regirá sus actos de acuerdo a su absoluta conveniencia. Pero ¿Realmente el ser humano nace siendo egoísta?, también podemos pensar que el egoísmo no es un acto propio de cada persona, sino que existe una sociedad que nos corrompe, que nos hace ser egoístas e incita a velar únicamente por nuestro propio bien.
Podemos encontrar distintos tipos de egoísmo. El egoísmo psicológico afirma que la conducta está impulsada por motivaciones auto-interesadas. El egoísmo ético postula que las personas ayudan a las demás siempre buscando un beneficio posterior, el ayudar representa un medio para obtener algo provechoso (ética consecuencialista). El egoísmo racional señala que la búsqueda del propio interés es fruto del uso de la razón.
Entonces, el egoísmo puede entenderse como una actitud muy negativa que representa el individualismo y la falta absoluta de preocupación por el bienestar ajeno, aunque algunos pueden verlo como una forma de buscar el propio bien y de hacerse respetar.
Para entender un poco más consideraremos el pensamiento de Thomas Hobbes quien parte de un estudio de la naturaleza humana, la que define por su tendencia egocéntrica y auto motivada, característica que hace que los hombres sean egoístas. Hobbes asegura que "nadie da sino con intención de hacerse bien a sí mismo, porque la donación es voluntaria y el objeto de todos los actos voluntarios es, para cualquier hombre, su propio bien" es decir, que las personas siempre actúan en interés propio, aunque puedan ocultar su motivación bajo la ayuda a otros o al cumplimiento de un deber.
El egoísmo en Hobbes no es solamente la constante actuación por el propio interés, sino por un "deseo egoísta" , por el cual se actúa porque algo parece conveniente y donde se integra la posibilidad de comportamientos individualistas que se hacen socialmente beneficiosos.
Sin embargo, el saber que no todos somos así, que hay personas que no se mueven guiadas por intereses, sino que ayudan porque creen que es lo correcto, personas que valoran otras cosas por encima de sus bienes y sus ganancias, nos hace pensar que el ser humano no es egoísta por naturaleza, lo que lo vuelve egoísta es la sociedad en que vivimos y con la que somos educados.
Nos contagiamos de esto cuando nos hacen comprender que la vida puede resultar muy cruel si uno se descuida de sí mismo y de su bienestar. Además el hecho de asociar el poder con el egoísmo es lo que contamina al ser humano y lo confunde, ya que se nos enseña desde muy pequeños a competir para obtener lo máximo posible, sin un objetivo claro más que el de acumular riquezas y privilegios, haciéndonos pensar que para lograr triunfar todos debemos ser egoístas como los líderes que tenemos, ya que son líderes que, a pesar de las grandes desigualdades sociales que cada vez se hacen más difíciles, pueden dormir tranquilos siendo ajenos al sufrimiento de las demás personas, provocando de esta manera el odio y el resentimiento de aquellos que menos tienen y la avaricia de aquellos que más tienen, que hacen lo que pueden para preservar sus privilegios. En definitiva, se puede decir que el egoísmo no es un comportamiento natural de los seres humanos, y que Hobbes lo dice en el contexto específico del estado de naturaleza, para justificar el paso a una sociedad civil.
