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Editorial

TACUSCALCO, DESPIDOS MASIVOS Y AGUA SUCIA

Enero de 2020 ha iniciado con pie izquierdo. Nuevamente Tacuscalco, Nahuilingo, Sonsonate, continúa siendo destruido pese a prohibiciones de diferentes entes estatales. Tal parece que el que manda en el país impone las reglas del juego, como ha sido siempre: la empresa privada, que son los dueños del “circo”. Los ministerios y otros entes estatales no hacen más que vociferar en el vacío.

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En Tacuscalco se han encontrado bienes culturales que datan del año mil Antes de Nuestra Era. La riqueza cultural es diversa: mayas, nahua pipiles, rastros de colonización española y de los inicios de la República es lo que alberga este Patrimonio Cultural de la Nación. El año 2019, la negligencia e inoperancia del Ministerio del Medio Ambiente propició que la empresa Fénix construyera una residencial en un desacato descarado de las órdenes de suspensión librada por los ministerios de Medio Ambiente, Cultura y el Juzgado Ambiental de Santa Ana. El complejo urbanístico construido por la empresa Fénix no cuenta con sistema de aguas negras, tal parece las verterán en el río Ceniza cercano al lugar. En enero de 2020, la denuncia ciudadana alertó al Ministerio de Cultura sobre la continuación de la destrucción de este sitio arqueológico, esta vez por empresas dedicadas al cultivo de la caña. La empresa cañera roturó la tierra pese a existir un acuerdo ejecutivo librado en 1997 y ampliado a 500 manzanas en 2019 por acción del Ministerio de Cultura.

En enero del 2020 se contabiliza el despido de 5,887 empleados de 26 instancias estatales que incluye mujeres embarazadas, personas a quienes les faltaban uno o dos años para jubilarse y, no podía faltar, personas con discapacidad física. Los despidos violan las normas laborales establecidas en el Código de Trabajo, la Constitución de la República, las normas internacionales y los Derechos Humanos.

Enero nos recibió también con escasez de agua en las colonias donde habita la población más vulnerable. Cuando la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillado brindó, después de muchas protestas ciudadanas el agua potable, esta salió de los chorros con olor fétido y color a chocolate: totalmente contaminada. “Buenos augurios nos esperan en el presente año y en los que están porvenir”.