andéndos
El traductor y la tortuga Julia Otxoa
EN el escenario el traductor aparece en un segundo plano ataviado con un traje gris marengo y un sombrerito de fieltro azul cobalto; en primer plano está la tortuga urbana, muy alejada morfológica e ideológicamente de sus congéneres silvestres. Ambos permanecen en absoluto silencio, pero cuando se inicia el turno de los aspersores saltan de sus sillas y escapan hacia un punto indeterminado del horizonte. La tortuga camina más despacio que el traductor, pero también escapa. Esta escena repetida hasta la saciedad en el teatro nacional ha acabado por aburrir seriamente al público, que no entiende por qué ha de gastar su dinero en ver una y otra vez esa
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