Faro de las almas by Cuento de Luz

Faro de las almas

Reservados todos los derechos

Impreso en China por Shanghai Chenxi Printing Co., Ltd., xxx 2014, tirada número xxx

ISBN: 978-84-16147-25-0

El faro de las almas

- Zuzanna Celej -

Para mi padre, por ser luz en mi oscuridad.

- Ariel Andrés Almada -

A mis hermanos Mariela y Nacho y a mis primos Martín, Pato, Silvina y Sol.

Al cumplir años, los niños reciben como regalo soldaditos de plomo, muñecas de trapo, juegos de mil colores y quizás, si se han portado muy bien, incluso una bicicleta. Pero cuando Leo cumplió los nueve su abuelo le regaló, nada más y nada menos, un viejo y descolorido faro.

—¿Para qué sirve un faro? —preguntó Leo mientras subían por el camino que bordeaba la orilla del mar.

—Hace muchos muchos años se usaba para evitar que los barcos chocaran contra las rocas —respondió el abuelo mientras alisaba su larga barba entre los dedos—, pero desde hace un tiempo lo utilizo para algo muy diferente. Ahora que el faro es tuyo, tienes que prestar mucha atención a lo que te enseñaré esta noche.

Cuando llegaron a la cima ya se habĂa hecho de noche y empezaban a brillar algunas tĂmidas estrellas.

El abuelo encendió el foco del faro y, con su luz, que era intensa y amarilla como el ojo de una serpiente, recorrió todo el horizonte, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, una y otra vez, hasta que estuvo seguro de que todo funcionaba perfectamente. Entonces empezó a hacer cosas muy muy extrañas. Primero juntó las manos en un gesto que proyectó la silueta de un pájaro contra las nubes del cielo.

Pรกginas ocultas

El faro de las almas es una tierna historia que nos habla no solo de la relación entre los abuelos y los nietos, sino sobre todo entre personas desconocidas que siempre buscan algo en común: una luz que los guíe hacia la esperanza.

¿Cómo es un faro de las almas? Un faro de las almas es la luz que guiará a Leo y a su abuelo a través de los mares más lejanos para encontrarse con aquellos que esperan, cada noche, una palabra de cariño para irse a dormir con una sonrisa en los labios.