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A la Bodega La Aurora, A en su centenario
Sé pocas cosas, caminos que se cruzan, miradas para siempre, amistad de días, años, ilusión en proyectos, y el deambular de encuentros, de encuentros en esa nuestra amistad. Calle Alhóndiga, esquina con Boteros: ALFALFA… manzanillas, cervezas, risas, palabras, y sobre todo la amistad de Rafael, mi amigo; quien me presento a ese otro amigo, Pepe y, allí perdí mi tiempo y gane en confianza y deje pasar todo el tiempo, ese tiempo que no nos pertenece; pero que también es nuestro. En este lugar comencé mi andadura en Cuadernos de Roldán fue un primer apunte, boceto rápido de aquella puerta que se me abrió y nunca se me cerro; la casa de Pepe, mi primer encuentro y mi primera participación en ese tercer número de aquellos Cuadernos, de estos Cuadernos de Roldán, dedicado a Ntra. Sra. Manzanilla y como compañeros de viaje fueron Cristóbal, Manuel Roldán, Jaime de Encinascla, Francisco Cosano, F.
Núñez Roldán, Felipe Alcaraz, Miguel Castilla, Luis, Javier Salvago, Manolo Baraldés, Marino Vigueras, Spinola, Aurelio Alvea, Rafael Becerra, Manuel Carrasco, Ramón Rodríguez Aguilera, José Luis Castro, Ángel Leiva, Antonio López de la Viña, Javier Egea, Ezequiel Martínez, Antonio Vicente, Juan José Folguerá, Rafael Arjona, Fernando Ortiz, Antonio Molina Flores, Francisco Ruiz, Juan Ortiz, José Luis Puerto, Eduardo del Campo, Manuel Amador, y en faena de imprenta entre otros de Antonio Cerrato: y, Carlos Becerra ese niño que aprendió los primeros colores conmigo y con sus diez años de vida, participó en ese Cuaderno tan lejano del 25 de Octubre de 1989.
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(Su precio: 5 pesetas)
Gracias por vuestra amistad.
José Ramón Vaca 16 de Marzo de 2013
Plaza De La Alfalfa
Mercado antaño de pájaros enjaulados sigue siendo un gran patio público guardado por balcones y azoteas. Antaño se charlaba sosegado en sus tabernas con manzanilla y pescaíto frito, pero ahora los tiempos han cambiado y hay quien ha visto ante los veladores una asamblea de jóvenes indignados. El mismo mister Marx, poeta subversivo, dicen que ha venido de Highgate en clase turista. Ya una vez lo recibimos con pancartas, y como las pancartas se marchitaron ha vuelto de incógnito para ver la asamblea.
¿Y usted qué piensa, abuelo? Que una llamarada no es el fuego.
¿Y?
No hay fuego sin organización.
¿Y?
Soplete, compañero.
Soplete y martillo para forjar otro futuro. En la umbría de los árboles hay un griterío de pájaros y el anochecer de jazmín y azahar anuncia ya la primavera.
Carlos Abadía

Contra Los Poetas
Guárdate del amor aquí explicado, ojo a las tiernas rimas consonantes, cuídate de once sílabas amantes y de cualquier ardor versificado.
Sólo dice este halago organizado que estudié cuidadosamente antes las líneas (que pudieron ser farsantes) de quién sabe qué ilustre enamorado.
No prueba un corazón más encendido todo este poético bagaje, ni es más noble que lo que, a su manera, te dirán o te han dicho ya al oído. sólo es disciplina del lenguaje: palabras bien rimadas..., y en hilera.
Francisco Núñez Roldán

¿Quién como Sevilla? bajo lonas dormidas?
¿Quién como ella de Alfalfa y Sierpes?
Sevilla entre tiendas y esquinas vigilantes, serenos veladores, mimos en el oído de los espejos. Sevilla gustándose, meciéndose, llevando el no poder y poseer, llevándola sin que nos salve la estampa ni el romero de la que fue bailaora…
Agustín Torres Vázquez

Llena de orgullo, luce en su tirabuzón el nombre que el tiempo no ha conseguido arrebatarle. Estaba allí sin nombre cuando los tartessos fundan Ispal, los romanos construyen el foro de Hispalis, San Isidoro recopila saber en las Etimologías, los árabes rezan en la mezquita de Ibn Adabbas y los cristianos llenan de templos sus alrededores. Cuna de Hispalis, Isbilya y Sevilla.
Con ceño fruncido, reniega bautizos oficiales y sepulta en la historia nombres de militares, políticos y nobles. Como el corazón puro, es amante de lo que no tiene trampa ni cartón: desea que sigamos llamándole Alfalfa.
