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ENTREVISTA: BENITO CABRERA


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Benito CABRERA
















–Justo cuando llegó el frío te quitaste la manta esperancera y dijiste adiós a la dirección de Los Sabandeños. ¿Qué ha supuesto para ti abandonar esta emblemática formación? –No ha habido bronca. Hay recuerdos de 15 años de pertenencia a un grupo en el que he vivido momentos inolvidables e irrepetibles. A todos nos viene bien un aire nuevo; yo también necesitaba espacio y respirar un poco porque es mucho trabajo el que te obliga un grupo tan potente como Los Sabandeños y tenía ganas de volcar esas energías en nuevos proyectos. Quién sabe si en el futuro volveremos a unir nuestros destinos profesionales. Son amigos, son un gran grupo y tocaba cerrar un ciclo y cambiar.

–¿Y en qué proyectos concentras actualmente tus energías? –Con el guitarrista Tomás Fariña y el bailarín Jep Meléndez estamos
MÚSICO, TIMPLISTA Y ETNÓGRAFO. BENITO CABRERA NOS HA ABIERTO LOS OJOS DE LA CANARIEDAD Y HA VOLCADO SU EMPEÑO EN RESCATAR SÍMBOLOS Y TRADICIONES DE NUESTRAS ISLAS. TRABAJA PARA QUE LOS ACORDES DEL TIMPLE SE CUELEN EN LA ESCUELA, EN EL CONSERVATORIO Y HASTA EN LA MÚSICA DE CÁMARA, Y CONSERVA CON CARIÑO UN TIMPLE EMBLEMÁTICO: EL QUE ACOMPAÑÓ A SU PADRE Y CON EL QUE LE INCULCÓ EL INTERÉS POR SUS MELODÍAS. BENITO ES MÚSICA Y CUERDA, ES TIMPLE Y DOCENCIA PERO, SOBRETODO, ES ALGUIEN QUE AMA LA TIERRA Y LUCHA POR PERPETUAR EL RICO LEGADO DE NUESTROS ANTEPASADOS
María Doménech Ramón Baudet
girando el espectáculo “A Pies y Manos”. Es una apuesta por la fusión de propuestas escénicas como la música canaria, el claqué y la percusión corporal. Por otra parte, estoy trabajando con Cristina Ramos y Tomás para el programa “Aquí la Tele” de TV Canaria, que trata de recuperar la memoria de las Islas a través de grandes momentos de la televisión. Los tres cerramos cada programa con una canción emblemática de una época concreta, con títulos de grupos y solistas como Duncan Dhu, Mercedes Sosa, Pedro Guerra... También estamos en fase de montaje de un encuentro que trata de recuperar el espíritu de colaboración que tuvimos Domingo El Colorao, José Antonio Ramos y yo. En este caso, estaremos cinco timplistas de varias generaciones: Yone Rodríguez, Germán López, Altahay Páez, El Colorao y yo, en el espectáculo “Timples@2021” que se estrenará el próximo mes de junio. Todo ello junto con la gestión de la Casa-Museo del Timple y algún otro proyecto que estoy empezando a trabajar.
–Si miramos atrás, ¿cuál es el primer recuerdo que tienes del timple? –Pues ligado a la figura de mi padre. Hay un timple que está expuesto en la Casa-Museo que le regaló su familia antes de emigrar a Venezuela; un timple de Simón Morales y que fue su fiel acompañante durante toda su vida. Aparte de su familia, lo único que conservó durante toda su existencia como elemento de expresión fue su timple. Desde pequeñitos nos cantaba (tenía una voz muy bonita) y lo tocaba. A mí en aquel momento el timple no me atraía nada, yo era más de guitarra clásica y era lo que quería estudiar…Después él me lo recordó en alguna ocasión.
–¿Cuántos timples posees en la actualidad? ¿Qué es lo primero que haces cuando estrenas un timple? –Unos 50. La mayoría están en la Casa-Museo del Timple. Mi padre era carpintero y el olor de la madera es
CUANDO ESTRENO UN TIMPLE LO HUELO PARA SABER QUÉ ME CUENTAN SUS MADERAS

EL TIMPLE NECESITA MÁS PRESENCIA EN LA ESCUELA, HAY QUE OFRECER HERRAMIENTAS PARA QUE LOS PROFESORES INCULQUEN LOS SONIDOS TRADICIONALES

CON EL TIMPLE LO QUE VAS A OFRECER SIEMPRE ES SINGULAR, DIFERENCIARSE ES LA CLAVE Y EL TIMPLE ME HA DADO ESTA OPORTUNIDAD

uno de mis recuerdos más queridos. Lo primero que hago cuando me dan un timple para estrenar es olerlo a ver qué me cuentan sus maderas.
–¿Ponemos en valor el timple? –Tenemos uno de los instrumentos más versátiles y que ha crecido de forma exponencial en cuanto a sus posibilidades. Tenemos una generación maravillosa de timplistas que hace cosas espectaculares; a los niños no les podemos dar un ukelele, debemos darte un timple. Sin embargo, es más común entrar en una tienda de instrumentos y encontrar un ukelele antes que un timple.
–¿Cambia mucho el sonido del timple vestido de frac o de parrandero? –Pues sí, y es muestra de la capacidad de registros que tiene el instrumento. Puedes tocar Vivaldi, Shostakóvich, Los Beatles, hacer jazz y hacer folclore, y sigue siendo el mismo instrumento con diferentes voces. De hecho, ahora estoy preparando un repertorio para timple y cuarteto clásico con los solistas de la Orquesta Sinfónica de Gran Canaria, con obras de estreno de compositores como Manuel Bonino o Emilio Coello. El objetivo es introducir el timple en ese ámbito más clásico de música de cámara.
–Otro garante de este instrumento ha sido su introducción en el Conservatorio… –Se ha hecho un hueco; costó, pero ahí está y en muy buenas manos. Otro reto ahora también es generar partitura, literatura timplística, que eso es lo que más necesita ahora para poder consolidarse como un instrumento que pueda tener una carrera entera en el Conservatorio.
–¿Y crees que está bien instalada la docencia en los currículos? –La verdad es que no. Es cierto que se están haciendo cosas interesantes con respecto a la introducción del timple en el ámbito educativo, pero no es suficiente; queda mucho por hacer. En lugar de usar flautas de plástico para impartir la docencia podemos apostar por un timple o por un tambor gomero. Muchas veces los maestros quieren pero no tienen los recursos para poder hacerlo, o sea que hay que trabajar en ello.
–¿Qué se siente al actuar en el Carnegie Hall de Nueva York? ¿Hasta qué lugares del mundo ha viajado el timple de Benito Cabrera? –Van ya más de 20 países distintos en varios continentes: Japón, EEUU, Argentina, Alemania, República Checa..., con la suerte de haber participado en teatros muy emblemáticos como el Konzerthaus de Berlín, el Teresa Carreño de Caracas o el Carnegie Hall de Nueva York. Es impresionante ver un cartel en la Quinta Avenida con mi nombre y pensar: ¿qué hago yo en un sitio como éste?. Y la respuesta la tiene el timple. Es el elemento diferencial que me ha abierto la puerta de estos grandes escenarios.
–¿Con qué sueña Benito Cabrera? –Yo sueño con cada proyecto que asumo. Hay que tener utopías porque eso es lo que marca nuestro camino. Soy de ir pasito a pasito y de que el camino es más importante que el destino. Mi sueño es no dejar de tener proyectos.
–¿Qué les dices a los jóvenes que quieran dedicarse a la música para que elijan el timple? –Pues mira, yo con una guitarra clásica, que fue mi formación, nunca hubiera llegado al Carnegie Hall porque hay millones de guitarristas maravillosos en todo el planeta. Sin embargo, pienso que el timple como elemento singular sí me ha dado esa oportunidad. Porque lo que vas a ofrecer siempre es singular, distinto a lo demás. Diferenciarse es la clave y el timple me ha dado esta oportunidad.
–La revista CRONICAS TF arranca su andadura en la provincia tinerfeña. ¿Algún mensaje para los lectores? –Espero que este nuevo medio proporc ione una nueva ventana para conocer mejor la realidad de nuestras Islas. ¡Les deseo lo mejor!
MI PRIMER RECUERDO DEL TIMPLE ESTÁ LIGADO A LA FIGURA DE MI PADRE. HAY UN TIMPLE QUE ESTÁ EXPUESTO EN LA CASA MUSEO QUE LE REGALÓ SU FAMILIA ANTES DE EMIGRAR A VENEZUELA

