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"La perra de las galaxias. Episodio siete: El despertar de las tracas" de Juan Carlos Ferrando

escribe: Fernanda Aquilina Flores Cuba

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Las bacanales griegas para festejar a las dionisiacas eran encuentros carnales sin límite, el vino hacía aflorar los más exquisitos y pervertidos actos sexuales para la purificación y luego asistir a ver las tragedias. Allí se manejaban códigos de comunicación, creaban su estética y las puestas en escena con una gran aparatología teatral que deslumbraba al público. Luego vino la fe cristiana, que se apoderó de las artes por casi mil años hasta llegar al Renacimiento, que a su vez trajo el teatro isabelino donde los andróginos adolescentes asumían los roles femeninos. En España, Lope De Vega empoderaba a las mujeres actrices dándoles personajes masculinos, mientras que, en el lejano oriente, en Japón, los onnagatas —actores masculinos— asumían los roles femeninos.

En el Perú, Juan Carlos Ferrando es icono de la cultura LGTBIQ+ y uno de los pioneros en desmitificar que las vedetes transexuales o travestis tenían que estar bien «armadas en chaires» o «chabuqueadas», regias a lo pera peralta (90-60-90). Él con su rolliza corporalidad, dio varios pasos para crear una estética «caxara broxoro», apanadas con polvos traslúcidos y escarcha para estar losas.

El bar La Jarrita, ubicado en la cuadra 9 del mítico jirón Camaná, cerca de la Plaza San Martín (lugar de encuentro de «puntos»), es una casa de quincha, de estilo novo clásico de inicios del siglo XX, un antro súper clandestino. En ese lugar se presentó en el 2016 La perra de las galaxias, un burlesque «cabresco» victoriano de mediados del siglo XIX, donde el drag queen y king, hacía sus pininos en conductas amujeradas u ahombradas, ridiculizando personajes de los hermanos Grimm u obras del teatro clásico. En un espacio oliendo a aserrín y licor barato, las tracas artistas, al estilo pre histórico RuPaul’s Drag Race, mueven su silicona líquida para cautivar a los parroquianos, especialmente «cachaquitos» recién salidos del servicio militar, que eran los clientes fijos de los shows y todo lo que aconteciera en los baños.

Los textos grabados para crear voces interespaciales con su reberverancia y «lips sync», emulan al café teatro Leguía, donde en la década de los 80 brillaban el gran showman Vinko con su «muho» (mujer-hombre) personaje, la brasileña Gal Matarazzo (la primera transexual con el mejor cuerpo armado de silicona), Fulvia Célica (la hermafrodita), el travesti Paco Ferrer (que tenía un show de strip tease en los diferentes cines porno del centro de Lima), era todo un boom hasta que la policía llegaba y descubría la lluvia blanca por doquier. Ahora, en ese espacio, Yuriko y compañía, participan de esa performance musical y nos dicen que ellas están presentes.

Ferrando, ha hecho «chichi estético» a George Lukas, reinventado su estética para que por medio de la satirización nos brinden un espectáculo al nivel de La Jarrita, un lugar donde todos protegen sus particulares proxemias, sus códigos de relacionarse, de vestirse, de bailar, de pechar, de mariconear; es allí donde las ollas a presión y de comedor popular se desatapan para el «tixiri en el baxañoxoro». Una indescifrable estética, que solo los de la comunidad pueden entender; así como en antaño la palabra «buses», advertía el peligro del deschave.

La Traca Ferrando hibridó el mundo jarrístico con el de «estar guar» para crear una joya shakesperiana, donde los textos crean la atmósfera del lado ósculo.

Lxs actantes haciendo gala con sus pseudo personajes «luquenses» con una conchudez innata, parodian a los protagonistas; antagonistas y corifeo de la película de la saga «estar guar», deconstruyéndolo para darnos una parodia interesante, llena de códigos semióticos propios de la cultura trans peruana; los pasos de baile bien al estilo de los 80, ya que es la época de juventud de nuestro gordo Ferrando, quien era asiduo visitante a diversos cafés teatros. Lxs chicxs, se divierten, juegan y se burlan de ellas mismas y nos dan un trabajo lleno de «Tracaglam». Buses, locas… ¡¡¡Corran… Viene perrenazgo!!! / /

Dra. Fernanda