
4 minute read
COVID EN LA INFANCIA
Quiero dejar claro que soy defensor de la vacunación de toda la población mayor de 12 años; formamos parte de una sociedad motivada y preocupada por preservar la salud y que ha logrado una tasa de vacunación frente a la COVID muy alta, lo que nos ha permitido alcanzar el objetivo fijado para conseguir la inmunidad de grupo. Sin embargo, creo que los niños menores de 12 años no deberían vacunarse contra la COVID, porque también soy defensor de los niños.
Advertisement
Supongo que más de un lector estará perplejo, y que otros profesionales de la salud pueden no compartir mi opinión. De hecho, estos días es noticia que en Estados Unidos se ha aprobado el uso de nuevas formulaciones de las vacunas para proporcionárselas a los niños pequeños y se va a iniciar su vacunación. ¿Por qué, entonces, considero que no deben ser vacunados los niños pequeños? Me baso para ello en que está demostrado que los niños que se infectan padecen, generalmente, una enfermedad leve, con una tasa muy baja de hospitalización y mortalidad inexistente si no tienen otros factores de riesgo como enfermedades crónicas, inmunodepresión, etc. Además, la vacuna les puede ocasionar una sintomatología mayor
LA VACUNACIÓN CONTRA LA COVID DE NIÑOS MENORES DE 12 AÑOS ES UN TEMA TAN DE ACTUALIDAD COMO CONTROVERTIDO
que la propia enfermedad, por lo que la balanza entre beneficios y riesgos se inclinaría, en mi opinión, hacia la no vacunación en nuestro país. ¿Cuál es, pues, la explicación para que Estados Unidos y posiblemente otros países europeos aconsejen la vacunación de los niños pequeños? La razón es que persiguen la salud colectiva aumentando la tasa de vacunación. Esto se debe a que estos países no han alcanzado los objetivos de vacunación fijados en torno al 90 %, y existe un 30-65 % de la población que no se ha vacunado. La consecuencia de esto es que no se ha llegado a la inmunidad de grupo y, por ello, cada día aparecen noticias alarmantes sobre una nueva ola pandémica en Europa y Estados Unidos que afecta, sobretodo, a la población no vacunada. Esto, lo que evidencia, es que se trata de una pandemia de no vacunados.
Conviene, también, que nos detengamos en analizar lo que significa alcanzar la tasa de vacunación. Nos referimos a la población que es objeto de las campañas de vacunación, que hasta ahora han sido los mayores de 12 años, por lo que en ese 30 o 90 % alcanzado por diferentes países no se contabiliza a los menores de 12 años.
Esos países quieren vacunar a los niños para incrementar la tasa de población vacunada y conseguir una menor circulación del virus, pues es cierto que aunque los niños que se infectan padecen una enfermedad leve, sí pueden contagiar a población no inmunizada. Pero, en mi opinión, se ha optado por la solución mas fácil: vacunar a los niños pequeños en lugar de esforzarse en aumentar la tasa de vacunación en los mayores de 12 años. ¿Que podría hacerse alternativamente? Considero que se debería exigir el certificado o carnet de vacunación correcta contra la COVID para poder acceder a los recintos cerrados, pues se ha demostrado que el contagio se da a través de aerosoles de pequeñas partículas que perduran en el ambiente si no existe una adecuada ventilación, y no siempre son retenidas por las mascarillas. Si no se está vacunado, se debería exigir una PCR o una prueba de antígenos validada negativa. Esto es motivo de muchas controversia porque podría atentar contra la ley de protección de datos, pero en países vecinos se ha optado por modificar dicha ley en base a que debe prevalecer la defensa de la salud pública. También se debería exigir la mascarilla en los eventos al aire libre en los que se prevean aglomeraciones y donde no se respete la distancia de seguridad (conciertos, botellones, estadios…). Con estas medidas disminuiríamos los contagios. ¿Y que deberíamos hacer si finalmente se exige la vacunación de los niños menores de 12 años para asistir al colegio, viajar, etc.? Pues deberemos vacunarlos, ya que tampoco deben padecer complicaciones graves con la vacuna.
Aún así, recordemos que la OMS, por ahora, tampoco recomienda la vacunación de los niños pequeños y sugiere que esas dosis se donen a países en vía de desarrollo ya que, si queremos acabar con la pandemia, no lo conseguiremos hasta que la población a nivel mundial esté adecuadamente vacunada.

















