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JORGE LUIS HERNÁNDEZ

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Ni más ni menos

Jorge Luis Hernández

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jorgedeportes@hotmail.com

Gerardo Martino, el villano favorito

Vaya semanas hemos vivido en torno a las Selecciones Nacionales de Futbol. En diferentes categorías, en distintos niveles y competiciones, las experiencias negativas han marcado el ánimo de los aficionados y diferentes medios.

Ya hemos comentado en otros espacios que, los fracasos de los diferentes representativos nacionales obedecen a diferentes causas y causantes, sin embargo, para algunos –si no es que la mayoría– el gran culpable es Gerardo Tata Martino, el entrenador del combinado mayor.

Desafortunadamente, al estratega pampero se le ocurrió visitar sus tierras en pleno momento de crisis del futbol mexicano y sus Selecciones y, al ser captado en una imagen charlando con su colega de la oncena argentina Lionel Scaloni, ha desatado la furia de propios y ajenos al tema.

Cierto, al Tata le faltó criterio para saber que dicha acción, por el momento que se está viviendo a nivel Selecciones Nacionales –incluido el cambio de dirigencia–, le iba a traer muchas críticas, pues como dicen por allí: el horno no está para bollos.

Seguro está un servidor que si se hubiesen logrado los objetivos en la varonil Sub-20 y la Femenil absoluta, las cosas serían diferentes, pues de una cosa estoy seguro, ese viaje de Martino a Argentina estuvo mal hecho por los tiempos, pero no por ello es el responsable de todo lo malo que sucede a nivel Selección.

Martino es el villano favorito en estos momentos, no importa si su equipo calificó en segundo lugar –empatado en puntos con el primero– a Catar 2022, es culpable y ya.

Sin lugar a dudas el equipo mexicano a absoluto debe mejorar mucho, pero eso implica el nivel futbolístico propio de los jugadores, más allá de las decisiones del Tata, es decir, no estoy diciendo que no sea responsable por lo que deja de hacer la Selección Mexicana en el terreno de juego, sino que no es el único y allí estará la diferencia entre hacer un buen Mundial y uno más.

La gente está molesta porque Martino no está acudiendo a los estadios para “visorear” a más jugadores, pero claramente el entrenador ha señalado que su cuerpo técnico hace lo propio, así que en verdad se lo digo, el que Martino vaya o no personalmente a ver juegos de la Liga MX no hará mucha diferencia, pues tiene 90% ya armado y difícilmente incorporará a alguien al proceso.

Hay jugadores que han llamado la atención en nuestro torneo local, pero siendo honestos y respetando el nivel de la Liga MX, tampoco parecen una solución para las carencias que ha mostrado el Tricolor: Por ejemplo, Aldo Rocha no es mejor que los medios de contención que ha llamado Martino; los jóvenes del Pachuca, Kevin Álvarez y Luis Chávez, son eso, chavos, que merecen ser llamados en el próximo proceso, pero no exponerlos en un proceso que no han llevado; Víctor Guzmán ha sido un jugador intermitente, no sólo en los Tuzos, sino en toda su carrera, y no, tampoco es solución.

Paradójicamente a el colombiano Juan Carlos Osorio, otrora entrenador del Tricolor, se le criticaba mucho el manoseo y exceso de rotaciones con los futbolistas, el conservar jugadores pese a su bajo nivel e indisciplinas, pues bien, Tata ha trabajado muy diferente, ha impuesto disciplina –por eso ni Javier Hernández ni Carlos Salcedo regresarán mientras él esté en el TRI–, ha respetado sus procesos y a los jugadores que lo han trabajado y también se le está criticando, siendo que si bien él elige a los futbolistas para entrar a la cancha, son estos los que ejecutan y allí ha estado el detalle, “chato”, diría el gran Cantinflas.

Como se lo adelanté en este espacio, Martino se irá después de dirigir al equipo mexicano en Catar 2022, pase lo que pase, no antes, pues a él no le interesa dirigir a un grupo que no está dispuesto a vivir su estilo de trabajo –bueno o malo, los jugadores dicen que lo apoyan– y a los federativos, la presión mediática que se está dando por la permanencia del argentino, los terminará llevando a prescindir sus servicios al finalizar la Copa del Mundo; es más, ambas partes ya tienen acordado el adiós tras Catar.

EL CASO MARIBEL Y LA FEMENIL SUB-20

Y cuando había una sola causa para sonreír por la clasificación del TRI femenil Sub-20 al Mundial de la especialidad, llegó el escándalo y la vergüenza, pues la entrenadora de dicha categoría, Maribel Domínguez, y su cuerpo técnico fueron separados de su cargo por presunto acoso sexual, a tan solo dos semanas del Mundial en Costa Rica.

El caso es delicado y, desafortunadamente, no es nuevo en el futbol mexicano, ya que esos casos se han suscitado, lamentablemente, en ambas categorías, en los diferentes niveles.

Esa es la otra cara del futbol profesional en nuestro país que pocos hablan –por no decir nadie– y que merece toda la atención de los altos mandos de nuestro balompié, para que esos casos y acusaciones se erradiquen de nuestro futbol.

Los casos de acoso, prácticas indebidas y autoritarismo, son más comunes de lo que creemos, pues en mis cerca de 20 años como periodista deportivo he conocido y me han platicado futbolistas, hombres y mujeres, papás de estos, los abusos y malos tratos que han sido objeto por parte de sus entrenadores.

Particularmente, el caso de las famosas novatadas en el futbol femenil deja mucho que desear, algunas futbolistas incluso se han dado de baja o las han sacado de los equipos, al enterarse los padres de la crudeza de las famosas “bienvenidas”, que atentan al pudor y respeto de cada persona.

Lo que pasó con Maribel Domínguez y su cuerpo técnico es una vergüenza, pero más vergonzoso será que no se haga nada, sabiendo que esas prácticas han existido desde antes y que nadie ha hecho nada por erradicarlas.

Como siempre, generalizar es malo y en verdad hay gente profesional que va dar lo mejor de sí mismo, desafortunadamente no todos comparten ese espíritu de responsabilidad y respeto, algo que los federativos deberán trabajar pues, los “enamoramientos” y los acosos, sobre todo en equipos femeniles –no quiere decir que no pase en el varonil–, son más comunes de lo que se cree.

Capacitar entrenadores, más allá de que hayan sido grandes futbolistas profesionales, en cuestiones pedagógicas, éticas y metodológicas y hasta psicológicas, es lo que hará la gran diferencia, pues es un tema delicado y triste es que de lo poco bueno a nivel Selecciones se vea empañado por un tema extracancha.

Que se vayan los que se tengan que ir, que paguen ante la justicia los que lo deban hacer y en temas futbolísticos que el señor Jaime Ordiales, nuevo responsable de la Selecciones Nacionales, ponga manos a la obra, pues justo cuando el futbol femenil goza de una mejor estructura para desarrollar su nivel, no se debe ver empañado por temas que agraden el bienestar emocional y profesional de unos y el nivel del futbol mexicano femenil, por “gustos” de otros. Así nomás. ¡Hasta la próxima!

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