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JORGE LUIS HERNÁNDEZ

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Ni más ni menos

Jorge Luis Hernández

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jorgedeportes@hotmail.com

¿Quién para estratega del Tricolor?

Obtener el Mundial 2026 fue –sin lugar a dudas– una gran aspiración y deseo de los directivos del futbol mexicano. El trabajo no fue para nada sencillo, pues ciertamente a Estados Unidos y Canadá no les interesaba mucho el hecho de tener a México como coanfitrión –la envidia, dicen–, pues la estrategia sólo contemplaba a los países angloparlantes del Norteamérica.

No obstante, la gente de pantalón largo del futbol de nuestro país se enteró de lo que tramaban estadounidenses y canadienses, por lo que pusieron manos a la obra. La gestión fue ardua, reconoció el mismo Emilio Azcárraga, quien al final pudo convencer primero a los también norteamericanos y luego a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y demás miembros bajo los siguientes puntos:

México, como anfitrión, facilitará sus infraestructuras de comunicación –más allá de los estadios–, una sede atractiva en cuestión de turismo, gastronomía e infraestructura y mucho colorido por parte del aficionado mexicano que, seguramente, hará muy buenas entradas, tanto en casa como con el vecino del norte, así como los millones de paisanos que radican allá.

Una vez alcanzado el objetivo de ser sede, el tema deportivo se convirtió en el siguiente paso a cumplir, pues los dueños y directivos creyeron firmemente que Gerardo Martino estaría al frente de la dirección técnica del Tricolor, durante los procesos de 2022 y 2026.

El buen inicio del Tata con Selección Mexicana, cuando ganó la Copa Oro y sus primeros juegos de eliminatoria rumbo a Catar, les dieron motivos para creer en ello, sin embargo, como dice la canción, ¡todo se derrumbó!

Después de los primeros dos años de Martino con el combinado mexicano, llegaron los problemas: las bajas de rendimiento de los jugadores, problemas de disciplina de algunos de ellos, resultados negativos en lo deportivo –se perdieron las finales de la Nations League y Copa Oro ante Estados Unidos–, guerras de declaraciones con jugadores –Javier Hernández y Carlos Salcedo– y su falta de interés por acudir a los juegos de la Liga MX, para dar seguimiento a los jugadores, así como sus constantes viajes a Argentina fueron acumulando una presión mediática sobre el estratega, cuerpo técnico y jugadores.

Lo antes citado tuvo como desenlace una tristísima e histórica –de forma negativa–Selección Mexicana en el Mundial de Catar, siendo eliminados en fase de grupos, aunque no de forma vergonzosa como muchos presagiaban, el objetivo ante los ojos de la Femexfut no se alcanzó con Martino, por lo que la esperanza de mantenerlo se diluyó. Sí, había directivos que pese a todo lo querían.

De forma inmediata se ha comenzado con la búsqueda del nuevo entrenador. Me dicen que, por temas de estrategia, el técnico será mexicano de preferencia o extranjero pero con conocimiento de la Liga MX, pues en esta ocasión no habrá eliminatoria para el Tricolor, por lo que el plan requiere otro enfoque.

Los nombres que se han barajado son muchos, desde Guillermo Almada –actual técnico campeón del futbol mexicano con Pachuca–, hasta Ignacio Ambriz; sin embargo, los nombres que más han llamado la atención son los de Miguel Herrera y Jaime Lozano, el primero, me dicen, lleva ventaja.

AGENCIA ENFOQUE AGENCIA ENFOQUE

Todo parece indicar que el elegido será Miguel Herrera, aunque hay la posibilidad y si los directivos son justos –bueno, es mi deseo– y analizan a fondo su trabajo en los últimos torneos en Liga MX, el indicado debería ser el uruguayo Guillermo Almada, el técnico de los Tuzos, pues no sólo ha demostrado el saber trabajar con equipos maduros, sino que ha proyectado a futbolistas jóvenes, tanto en Pachuca como en Santos Laguna

Sin embargo, no a todos los directivos les convence esta opción: los múltiples escándalos extracancha y los pobres resultados deportivos en los últimos años del Piojo hacen que muchos tengan –tengamos– dudas.

El Piojo obviamente defiende su candidatura con el tema de sus buenos números al frente del Tricolor bajo su anterior periodo, pero a los dueños del balón les interesa dejar una buena imagen del técnico y equipo, dado que será una de las selecciones sede y, cuando señalan buen imagen, se refieren a todos los ámbitos.

El otro nombre es el de Javier Lozano, quien logró recientemente la medalla de bronce en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, sin embargo, su currículum aún no es tan extenso como muchos piden para dirigir a la selección mayor y, para ser honestos, ha mostrado durante su gestión en clubes ser todavía un entrenador en ciernes, con mucho futuro, pero se requiere actualidad.

Todo parece indicar que el elegido será Miguel Herrera, aunque hay la posibilidad y si los directivos son justos –bueno, es mi deseo– y analizan a fondo su trabajo en los últimos torneos en Liga MX, el indicado debería ser el uruguayo Guillermo Almada, el técnico de los Tuzos, pues no sólo ha demostrado el saber trabajar con equipos maduros, sino que ha proyectado a futbolistas jóvenes, tanto en Pachuca como en Santos Laguna.

No hay que buscarle más. El técnico idóneo, por personalidad, resultados y actualidad, es Almada, aunque ya sabemos que eso a veces, tampoco alcanza. ¡Hasta la próxima!

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