CI - Marzo

Page 74

productoras para sus películas. Lo que se necesitaba al principio era una figura legal que me sirviera para amparar la producción de Play, las razones fueron bastante prácticas y nunca hubo un afán empresarial”, reconoce Alicia Scherson. La diferencia de La Ventura fue que después de Play, siguió existiendo durante el 2006 para apoyar la producción de Turistas –ya para ese momento, la sociedad con Parox se había disuelto, tomando ésta proyectos para televisión–, y luego para el nuevo proyecto de Alicia que es la adaptación de Una novelita lumpen del hoy encumbrado a la categoría de bookstar, Roberto Bolaño. El futuro como se llamará esta versión cinematográfica comenzará a rodarse durante el 2010. Cuando se estrenó Play y la película salió al mundo, presentándose en festivales y conociendo de primera mano el mundo del cine independiente, Alicia y Macarena descubrieron las posibilidades que se les abrían: “Hasta el 2005, Chile no había tenido mayor presencia mundial en los eventos de cine independiente siendo espectadoras de este nuevo panorama, nos entusiasmó la oportunidad de levantar gente joven, de “apadrinar” nuevos proyectos y de ahí La Ventura se abrió a algo mucho más grande, a darle una línea editorial y usar toda la experiencia aprendida con Play, en cuanto a distribución, promoción y exhibición en festivales, en lo nuevo que se estaba haciendo en Chile”, cuenta Macarena López. Casi como si fuese una definición extraída de la Real Academia Española, Alicia y Macarena definen La Ventura como “una empresa que está comprometida con la búsqueda de nuevas voces en la creación de cine independiente, que considera la tecnología como una herramienta clave para poder hacer de estas voces y sus películas una realidad y no teme de ella”. La Ventura parte de la premisa que cada una de estas películas tiene su audiencia repartida en el mundo, lo que ahora se podría definir con el término de “cola larga” (long tail), o sea estos pequeños nichos repartidos en un mercados y que sumados hacen una mayoría. Macarena reconoce que la producción de una película es sólo la mitad de la “pega”, que lo más importante –y lo crucial- está puesto en la distribución, en la promoción, en la salida al mercado y lograr instalarla en circuitos como muestras y festivales. “Antes del 2005 se hacían películas pensadas para el mercado doméstico, y de ahí algunas de ellas sobresalían por su calidad y eran solicitadas desde afuera para algún festival, pero ocurría cada cierto tiempo y nadie se hacía cargo de este circuito de manera profesional”, cuenta Scherson. Así, lo que Alicia y Macarena esperan con La Ventura es que llegue a formarse un medio ambiente proclive a la creación y la cooperación, una comunidad creativa entre los realizadores. 74

“Con Play nos costó mucho hacer todo, descubrir los agentes de venta para llegar a los distribuidores, por ejemplo. Ese conocimiento, como cada productora es de propiedad de un director, era una información guardada celosamente, salvo excepciones como Andrés Wood y Andrés Waissbluth que han sido muy colaboradores, pero en general la actitud es guardar esta ‘base de datos’ como algo privado. Nuestra actitud fue distinta, porque vimos lo que pasa afuera, en el propio circuito argentino donde están todos ‘apatotados’, todos se apoyan y se cruzan las experiencias con La Ventura estamos abriéndonos a una posibilidad de crear un movimiento de cooperación entre los realizadores jóvenes chilenos”, confiesa entusiasmada Alicia Scherson. Esta idea aperturista, de hacer de La Ventura una especie de multiproyecto ya tiene en sus manos cuatro títulos que se encuentran en etapa de producción. El más avanzado es el de José Luis Torres Leiva (El cielo, la tierra y la lluvia), que será su segundo largometraje de nombre Verano, el que ya se ganó el Corfo para financiarlo y, que tiene la particularidad de que los diálogos se trabajarán con los propios actores. Este proyecto verá la luz, según sus encargadas, no antes del 2011. Otro proyecto en carpeta pertenece a Dominga Sotomayor, alumna de Scherson y en la que oficiará de asesora en el guión. De jueves a domingo ha permitido que Sotomayor muestre su proyecto en la sección de jóvenes realizadores en la Berlinale y en el Festival de Cine de Biarritz. El guión está en desarrollo, “posiblemente le falte una última reescritura”, asegura Scherson. Ésta trata sobre una crisis matrimonial pero vista desde la perspectiva de los niños en el asiento trasero de un auto durante a un viaje al norte que realiza la familia. Otro beneficiado con los fondos de Corfo es Rodrigo Marín y su proyecto Mercedes ‘86, que cuenta la historia de un padre de la clase alta, separado, que lleva a su hija adolescente a un paseo a un cerro capitalino. Todo lo hace para disculparse por su falta de tiempo, forzando un acercamiento entre ambos. Comienza a llover y se pierden, ahí comienza la aventura. Y la lista de proyectos en los que se encuentran embarcadas sigue. El circuito de Román de Sebastián Brahms es una coproducción con Escala Humana, ésta es una película inspirada en el mundo de la academia, de la psicología experimental, de la memoria y los recuerdos inventados. Una suerte de Eterno resplandor de Gondry pero a la chilena. Se trata de una película que se construye a través a través de fragmentos. Una suerte de científico que es el protagonista usa su memoria como su propia rata de laboratorio.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.