Manual de psicologia del desarrollo aplicada a la educacion pdf

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Manual de psicología del desarrollo aplicada a la educación

a sus madres y padres. Que el menor sea prematuro o que presente algún tipo de discapacidad o de enfermedad crónica son factores que podrían repercutir en la calidad de las relaciones, disminuyendo la seguridad del vínculo. Estas características de niños y niñas influyen en la interacción en la medida en que pueden añadir factores de estrés al cuidado, pero lo determinante será cómo respondan los adultos a las necesidades de ese menor con esas características concretas y si afrontan con sensibilidad estas situaciones estresantes. La investigación ha encontrado diferencias ligadas al género en los modelos internos de apego de niños y niñas preescolares, con las chicas mostrando representaciones mentales de apego más seguras que los chicos en la evaluación a través de las historias incompletas (para una revisión consultar Pierrehumbert et al., 2009). Estas diferencias, sin embargo, no se han hallado cuando se han comparado las conductas de apego de niños y niñas en la infancia temprana. Los estilos de apego también se han encontrado relacionados con otros aspectos del desarrollo infantil. Por ejemplo, la inseguridad y la desorganización en las conductas de apego se han encontrado asociadas al desarrollo de problemas de conducta (Van IJzendoorn et al., 1999). Otra faceta del desarrollo infantil que se ha encontrado relacionada con el apego ha sido el desarrollo cognitivo, que ha demostrado tener cierta influencia

sobre la seguridad en las representaciones mentales de apego (Stievenart, Roskam, Meunier y Van de Moortele, 2011). Finalmente, el sentimiento de seguridad y la representación del menor de sí mismo como competente en las relaciones y digno de cariño suponen una base fundamental para la autoestima y el autoconcepto (Thompson, 1999). Otras variables relacionadas con el sistema familiar, como el apoyo social y la estabilidad en la pareja, parecen promover prácticas positivas de crianza que favorecen la seguridad en el estilo de apego (Cassidy y Shaver, 2008). Desde un plano más macrosistémico cabe señalar que, aunque los bebés tienen una tendencia universal a apegarse con sus cuidadores y que los estilos básicos de apego se encuentran en todas las culturas, existen determinantes contextuales que se deben tener en cuenta. En este sentido, entre las diferencias culturales se ha encontrado, por ejemplo, una mayor proporción de niños y niñas japoneses (que raramente se separan de sus madres durante el primer año de vida) en los estilos inseguros ambivalentes, y de niños y niñas alemanes (donde se promueve que los menores sean muy independientes) en los estilos inseguros evitativos (Van Ijzendoorn y Sagi, 1999). Finalmente, no podemos olvidarnos del desarrollo evolutivo de los vínculos de apego, ya que este sistema pasa por una serie de etapas evolutivas de las que nos ocuparemos en la siguiente sección.

RECUERDA Son cuatro los principales estilos de apego: seguro, inseguro ambivalente, inseguro evitativo y desorganizado. Los estilos de apego han sido estudiados principalmente a través de la situación del extraño. La calidad de la interacción y del cuidado subyace al estilo de apego que desarrolle el menor, pero hay una serie de características del adulto, del bebé y de carácter social que también influyen en la seguridad del apego.

3. DESARROLLO DEL VÍNCULO DE APEGO DURANTE LA INFANCIA

Aunque la atracción de los bebés hacia los adultos es innata, la construcción del vínculo de apego

está sujeta a etapas evolutivas y necesita de una interacción frecuente para su consolidación (Bowlby, 1969; Lafuente y Cantero, 2010; Marvin y Britner, 1999). En este espacio hablaremos de la formación de los primeros vínculos de apego, así como © Ediciones Pirámide


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