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Cambios, cambios, cambios

¡Cómo ha cambiado Huesca!

Los edificios han cambiado mucho, por ejemplo, antes las casas eran bajas y normalmente solo vivía una familia en ellas.

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La plaza Luis López Allué. era la plaza del Mercado, porque antiguamente allí estaba el mercado, donde vendían gran variedad de productos. Fuera estaban las verduleras. Casi todos los vendedores eran del casco antiguo.

En la plaza San Antonio estaban las cámaras del Ayuntamiento donde muchos comerciantes guardaban sus alimentos, como yogures, carnes... Encima estaba la Policía Municipal.

El paseo Ramón y Cajal era un paseo de acacias, es decir, un paseo de árboles. A los lados había huertas y los únicos vehículos que tenían permiso para circular eran los coches de caballos de los militares.

En la calle Cabestany había un hospital que se llamaba La Regional. La vida antes era muy diferente.

Antiguamente las familias no tenían coche, no había videojuegos. Las casas no tenían luz ni calefacción, se calentaban con estufas y braseros de leña. En general, la gente tenía poco dinero. Se comían productos del huerto, se intercambiaban productos con los vecinos.

La mayoría de las personas estudiaba solo hasta los 12 años. Juegos populares eran las chapas, las canicas, la rayuela, la comba, la peonza de madera, las tabas o chinos. Al fútbol se jugaba con balones de goma.

No había contenedores para reciclar la basura como ahora. La compra era a granel, en capazas o bolsas de tela, que ahora se han puesto otra vez de moda. Así se compraban las legumbres, el café…; para la leche, botellas de cristal o lecheras. La carne se conservaba gracias a la sal o a la manteca. En las casas existían hornos para hacer pan. Y la ropa la hacían los sastres.

Alba Cajal 5°A

UN PASEO POR LA CIUDAD

Paseamos por nuestro barrio, que antes no existía. Tiene dos parques y calles muy anchas, es moderno. Vimos pasar el tren. Nos dijeron que antes la estación no era tan moderna. Seguimos caminando hasta Plaza Navarra; los “Porches”, donde estaban montando un belén; las “cuatro esquinas”; y llegamos al Casco Antiguo.

Por fin llegamos a la Plaza del Mercado, que al parecer ha cambiado mucho. Lo que sigue igual es “La confianza”, una antigua tienda de ultramarinos. En la plaza había un gran árbol de Navidad y una pista de patinaje.

Por la Plaza de San Pedro bajamos a San Lorenzo y Plaza San Antonio, muy cambiada en la foto antigua que nos enseñaron. En esta última, ¡ Estaban montando las ferias! ¡Qué sorpresa! De allí, vuelta al cole.

Alumnado 1°C

Jugando a la rayuela Tienda de ultramarinos “La confianza”

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