cho de los pacientes a elegir, incidir para que en los centros médicos donde hay objetores, también se garantice la presencia de no objetores. Posicionar este tema en la agenda de la democracia. El sistema debe garantizar que la mujer sea atendida por personal calificado, no un objetor, ya que puede ser peligroso que se le obligue a un objetor de conciencia a practicar el procedimiento. Se requiere desarrollar argumentos que nos permitan desarmar la entronización del poder. Insistir y fundamentar que la objeción de conciencia es individual y no colectiva. Generar conciencia en la opinión pública sobre los derechos y las obligaciones que tiene el Estado. Pensar en estrategias para tener un registro de objetores, que permita a la sociedad saber quiénes no realizan el procedimiento. Preparar la argumentación para la reglamentación de la objeción de conciencia en nuestros estados. Avanzar en precisión y alcanzar claridad en cuanto a los marcos
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regulatorios, para evitar el abuso de poder que hacen los médicos objetores. Apoyar los centros médicos que ya existen o los que se están creando para atender la demanda de aborto, salvar a las mujeres y evitar las barreras de acceso. Es importante trabajar la objeción de conciencia en otros ámbitos, fuera de lo religioso. Buscar estrategias que nos ayuden a desconstruir y delimitar, la permanente tutela del Estado con las mujeres.