Diva
EMily didOnatO Menos hueso y pellejo, y más carne para el asador. La suculenta top emergente parece cambiar el panorama estético del modelaje internacional. La modelo estadounidense de 24 años es una belleza clásica actualizada a los cánones modernos.
En un mundo donde la androginia se ha puesto de moda y las mujeres buscan parecer niñas o tomboys, Emily DiDonato parece decir que los cánones de hace medio siglo todavía están en boga. Y los hombres agradecen que la estela dejada por Kate Moss a las adolescentes de los noventa tenga también una contraparte. La sexy modelo neoyorquina –de raíces italianas, irlandesas e indígenas estadounidenses– trae a la memoria a musas voluptuosas, con carne para agarrar, como Brigitte Bardot o Anita Ekberg. Actualizadas, claro, a los cuidados en la alimentación y al culto al deporte de estos tiempos. Y es que el 1,78 de estatura de Emily, junto a sus profundísimos ojos azules (cuasi extraterrestres) han hechizado a la comunidad masculina desde que fuera la imagen de Acqua di Gioia, la fragancia de esencia acuática de Giorgio Armani. Desde ese momento, su belleza clásica ha impactado en diversas portadas y campañas de moda (mención especial para su participación en la edición de traje de baño de “Sports Illustrated” de 2013). Se podría decir que Emily es el estandarte de una nueva generación de modelos que, como la popular y carnosa Gigi Hadid, se alejan de los estereotipos de las pasarelas, aquejados de delgadez extrema. Ellas son las nuevas Claudia Schiffer, Cindy Crawford o Naomi Campbell. Una generación que, como las top models de los noventa, seducen por una personalidad eclipsante y no por la farsa de la modelo como percha andante. Enhorabuena.
118_ HOMBRE SETIEMBRE 2015