Desde el momento de la concepción, se ejercen cambios hormonales que son exteriorizados por el cuerpo y por la conducta de la madre; no es solamente llevar un bebé en el interior, es toda la planificación que requiere la llegada de un nuevo ser, las demandas de salud que necesita el bebé desde su concepción, las cuales van enmarcadas, en la nutrición, por un adecuado aporte de nutrientes y el aumento trimestral de calorías necesarias para complementar las necesidades de energía y nutrientes del bebé, sin afectar el incremento de peso de la madre. Posteriormente, la alimentación especializada para la madre en el proceso de lactancia, para que la leche producida no tenga cambios en el gusto ó en su composición que afecten al recién nacido.
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