Escombrario, por Nicolás López-Pérez

Page 1

Nicolás López-Pérez

ESCOMBRARIO

contraeditorial a s t r o n ó m i c a






en portada & en contra montaje del autor + fotografías de Jan Jindra

comunidad intelectual objeto impreso no identificado /el uso malicioso será cancelado

contraeditorial astronómica

contraeditorialastronomica@gmail.com

/serie los campos magnéticos

primera edición santiago de chile diciembre, MMXIX


Nicolás López-Pérez

ESCOMBRARIO


Nicolás López-Pérez (Rancagua, 1990) escritor y abogado. Dirige la microeditorial y revista Litost. Ha publicado Coca-Cola Blues, La violencia creadora (2019) y Geografía de las geografías (2018).


ÍNDICE

Romance de emigraciones Polaroids de escombros / naturaleza muerta Las bisagras ya son óxido óseo Mirar hacia las luces. Son neón, son neón Los cuasares son tuyos El espejo está vacío Las ciudades en ruinas Las visitas del tiempo en mis ojos en esta ciudad de almas rotas der Spiegelsaal Mi corazón, tu tagadá. Estética Es extraño pensar en ti ahora La piedra serás Topografía exquisita para una agresión ideal El eterno retorno de la abadía De la destrucción o el amor I II III IIII V

(10) (12) (16) (18) (22) (24) (26) (30) (32) (41) (44) (46) (48) (50) (54) (56) (57) (60) (63) (65) (67)

(68)

Responso para escombrario


Qué de los escom fotos, ca Qué ahí encontr tu cabez


mbros rescatarás libros artas y joyas rarás tus manos de niña, za, tu sueño y tu miedo


romance de / emi g raciones

| 12 |

No son las hojas que se hasta pudrirse en el su mundo despertando y a Se sobrecogen ante el alegría. Toda una mue estar anudadas a una r el sentido de una exist contacto con la tierra fetidez para mudarse tocan el pavimento, la pudren de esplendor. La todas las hojas se atrev del instante. Las que no, son empujadas por la n vida, en plena ceguera. donde todo florece, d paso a la resurrección salmodia estival sepulta. y una transición a un soporta por la nueva est alegría cada día. En esa fi amarilla que sonríe, qu paisaje, el que a la vez, e la pérdida del desorden, en la cara y se fragment una cámara puede, torp bisturí y la desesperació está desperdigado, desp viene, que va, que emig para guarecerse entre do No habla, solo mira, se de las circunstancias y de antropofuga. O salim empieza donde acaba. A zozobro. Ahí estuvo la


romance raciones

e hacen amarillas y caen uelo. Son las luces del arrojándose a su origen. l descubrimiento de la erte en sueño como si raigambre común fuese tencia eventual. Pierden a, pierden su verdor y de calavera y cuando vereda o la berma, se a caída, majestuosa. No ven a presenciar la obra , pagan cara su tardanza; naturaleza a una nueva El otoño es el tiempo donde las muertes dan n que la incandescente . El destino es hibernar purgatorio que solo se tación. Y yo, descubro la figura de canto, la silueta ue se hace una con el es el mundo. Aunque en , las palabras me estallan tan como imágenes que pemente, captar. Con el ón de tomar todo lo que pierto, una sonrisa que gra desde otros océanos os cordones montañosos. e posa frente al retrato deja algunos ejercicios mos del cuerpo. Lo que Ahí estuvo la civilización, a civilización, me digo.

| 13 |


polaroidS de / na t u rale

| 14 |

Escenario actual: Esco organizados. A un cost Es preciso ajustar. Aj tiempo. Disponer los m zoom. Pones un espejo entromete. Sesión de fo de su texto; un narrador El espejo. Se tiene que e se dispara. En esta époc te ves, sujetándolo. En un robot. La polaroid so esclavo. Fotografiar es ro Te quedas con el interst pose. Del roce a los pixe La imagen, como baba Sacúdete el rostro, dice un cuarto sin terminar El primer encuadre, a de damascos en un still después de la muerte. apetitosos. El segundo una silueta derramada efecto es doble. La silue Se queda quieta. Hasta en Velásquez. El espej tercer encuadre a la dere entre el voltaje que baja. cadáver. El punto de fug carmín. El punto de f Ha intentado los rostro retratos franceses del si ha leído e imitado. Su v realidad es distinta. Es suspende la vida de un c


de escombros rale z a / m u erta

ombros más o menos tado, el cielo en llamas. justar el espacio y el materiales. El lente. El o al fondo. Velásquez se otos. Como un dios lejos r que contiene la mudez. estar congelado mientras ca, el plano simula. Atrás esta época, el pincel es on tus manos, tu croquis obar. Retratas, reincides. ticio entre el silencio y la eles, una copia del rastro. de caracol, por doquier. es. Hay tres encuadres y r, imperceptible a esto. a la izquierda, un par l life europeo. Hay vida Los damascos se ven o plano, a tus espaldas, sobre una pared. El eta puede darse autoría. a aquí, siga pensándose jo, otra vez. Ahora, el echa expurga sus colores . El punto de fuga es un ga, amarillo, jeans, botas fuga permanece quieto. os de los rostros de los iglo XVIII y XIX. Los vida es una comedia. Su s distinta y solitaria. Se cadáver. Una mesa vacía

| 15 |


| 16 |

al centro y dos sillas margen se pierde: libro es concentrado ahí. Pu culmina. Foto. Otra posible: los objetos per de la criogenia. El lug en llamas, tramoyas atrá puentes. El momento p en el disco duro. Es un magnífico. Lutecia, 24 En la foto no hay hech mundo es bellísimo. E mundo donde no se e muchos hechos y mister es mayúsculo y olvido. llamas atrás consumen ilumina un continente. espeta: «Apresúrate que Son ellos, cientos de v que vienen por nosotros las torturas, naturaleza» Un arcoíris de fuego. cadáver permanece i se mueven sin sonido. pegara la radioactividad metal. El cuarto encuad lengua principia, incend esperanza. La escena s queda de vida. La tenta escenario se oscurece. L baja, deforman un aplau como todo es un idioma Y la definición tendrá t ni el cadáver queden. En polaroids. ¿Lo que fue? ocho. Cuadrados de hie


sin ocupar. Donde el os y una planta. Todo ulsas el botón. El acto representación no es rmanecen. La emoción gar, se adorna. El cielo ás, quiere entrar por los pide prisa para cincelarse n archivo. Es pesado y de junio. Pâtisserie.jpg. hos. Hay secuencias. El Es incomprensible. Este entra y donde ocurren rios. Lo que se fotografía . La foto, despide. Las n la tinta del ojo. Se Reacciona el cadáver y e oigo pisadas a lo lejos. vejestorios y soñadores s. Es tiempo de recordar Las llamas consteladas. . El derretimiento. El impávido. Sus labios . Ahora. Como si nos d. La boca con sabor a dre queda en el gusto. La dia. Su voz. Contra toda se inflama para lo que ativa luego, calcinada. El Las luces, de voltaje en uso que extingue. Verás a, muerto, carnavalesco. tu efigie. Para que ni tú n la mesa quedan cuatro Una entropía, ocho por elo. 1 alegría transitoria.

| 17 |


las bisagras ó x ido

| 18 |

Allá, bien al fondo, difus de fierro. Allá, el impeca esmeralda. Detrás de ese La geografía de geografí verse como la barbarie cáncer y el cáncer fue desesperación y la deses mudez fue final. Puede v se convirtió en un mon vez eso de la sal sobre l de la erosión. El matrim el poder. Las puertas se ante un fierabrás a presi el palacio. Anegó todos arrecifes en mil pedazo fue el colapso de las ent fueron aflojadas. El m fugarse. No pudo. El ma mar, murió; su esquelet bisagras, tuétano. Esco hacia las compuertas. F Su esplendor, al ostr más hermoso. Mirar h Hermosos también. El ó eso. La herrumbre. Díg rojizo saturado. Algo op crea un reflejo. Una luz no azufre. Sabor a sal. M ya ni se sostienen en pi que la Atlántida estuvo e la ilusión de la nueva A alimenta desde la teta rocallosas zurcidas con h y arqueólogos, profes


ras ya son / ó seo

sas, están las compuertas able arco corintio verde e lugar solíamos habitar. ías se ubicaba allí. Puede fue peste y la peste fue locura y la locura fue speración fue mudez y la verse como un universo ntón de escombros. Tal los metales. Tal vez eso monio entre el olvido y abrieron para sucumbir ión. El mar. Entró hasta los pasajes. Los barrios, os. Aunque lo más duro tradas. Todas las puertas mar embistió y trató de ar se hizo escombros. El to se oxidó de raíz. Las ombros de óxido. Mirar Flacuchas e impotentes. racismo. Era el reino hacia esos escombros. óxido, cómo llegamos a gase de un tono naranjo paco. Algo refractante. Y z que angustia. Una luz, Mucha sal. Esas bisagras ie. Alguna vez pensaron en ese lugar. Y ya saben, Atlántida es el elixir que del coraje a las bocas hilo curado. Navegantes santes de canibalismo.

| 19 |


| 20 |

Después de fracasar, ell Sangraron al decir. Y a quedan entradas. Ya n custodios son óxido. Er El acantilado saltó desd la última saga de hagi hay santos ni héroes. geogonía: origen y trans El esqueleto lesionado. cuerpo. El dolor tras lo a las ruinas oxidadas, l ¿o creíste que solo la

mirar hacia son neón,

Los campos magnético La mirada voltea a med operan. Cosa de rojo. C es otro factor. El amari de lo que aún no ocur todavía no existe. Así trafica el rumbo de lo ojos. Los abre bien. L noche entrega pregunta de colores. El confín de es coincidencia. Al listad El amarillo que palidece los ojos. Y te los estalla tanto llanto. Uno frente ausencia, de calles pelada Un momento a solas. La directo a la calavera.


los se cortaron enteros. al decir, padecer. Ya no no quedan salidas. Los ra el reino más hermoso. de nosotros. Así culmina iografía geográfica. No El primer tratado de sformación de la tierra. El esqueleto luxado. El o dulce. Sino pregúntale las ruinas ya corroídas, as piedras eran ruinas?

acia las luces. son neón

os. El paisaje zigzaguea. dida que los semáforos Cosa de verde. El tiempo illo, igual. Consecuencia rre. Similar con lo que la noche busca, surca, os autos, repartidores y Los cierra a medias. La as como eco. En forma e lo que desaparece. No do: blanco, púrpura, azul. e es el peor. Te sosiega a. Con el neón no se va a una señal de noche, de as. Perdido. Encontrado. a revelación. El tintineo El cráneo encendido.

| 21 |


| 22 |

Arder. Precaución: el co al paso. Parpadea unas d visita a las cocinerías ch rojo también. Y esos Sublimes y llenos de roban el tiempo posible point. Y a otra idea g tras bambalinas, coque quiere voltearlo. Lo volt Después de quedar ciego con las capturas de cám ocupa de leer las circuns de quien mira. Las de qu escenario a la intemper haber veinticinco grado oler a gas lacrimógeno. L En la foto que saca el voz alta. Uno viaja en pone a recorrer todo lo Maldice. Premia. Castig a una teoría del neón. según el color que se for Agrada la limpieza de ca y el arrebato, a la próxim El neón es el vudú del para transitar por la del brillo. La luz es traslado, en el cráneo. En el viaje la única válvula de esca memoria. Qué el filtro e que permanece congelad la foto. Después se dic Nos hemos terminado neón mesmeriza. Es la p el infierno. Es este neón


olor es aleatorio. Verde diez o quince veces. Ok, hinas de barrio. Usan el ideogramas, preciosos. distancia. Queman. Se e. Punto y coma, match general. El resplandor, etea con el párpado y tea. La carne por fuera. o al instante, como pasa maras viejas, el neón se stancias. Las ajenas. Las uien se encuentra en un rie. Puede llover. Puede os. Puede nevar. Puede La exactitud en el flash. neón. La reproduce en el neón. Y el neón se o que uno es. Vaticina. ga. De ahí, aproximarse Cuyas hipótesis varíen rma. Agrada la variedad. abezales. La infatuación ma nebulosa. De regreso. l paraíso. Descripciones lgada cuerda que deja el , de un disparo entrando del disparo, respirar por ape. Convierte la luz en exagere un poco. Solo lo do. El efecto relativo de ce colosal y abrumador. de comer las uñas. El promesa del hielo. Llega n o jamás.

| 23 |


los cuasares

| 24 |

El desastre se presenta a consecuencias atraviesan habla hasta llegar al ori cerebro, el desastre se o sueño. Los peces. Las miradas. Hasta acá llega hablan sobre los objeto objetos. Éramos peces peces. Ahora tu piel esc resplandor de la muerte como iracunda, como del vitral que nos m payaso. En la escena, cucharón. Los míos en donde una pareja se e del amor es complicado ridiculez y fracasos. Co al ciclo, poco a poco. L Los peces escribimos escamas, con nuestras b indecible para los cad desde afuera de este so Un reflejo. El plural no afuera de la pecera. El m desde adentro de los m pasado. Pececito, pecec de la tempestad. Yo so parezco tanto a los electr Una casa que tardó año trata de los acuarios en e se crea, se consume y c veces se destruye. De lo canto hidrometeórico, p como sufres la metamo ahora constatas el ha


asares son tuyos

a los ojos sin avisar. Sus n el cuerpo de cualquier igen del lenguaje. En el oscurece. Sueño contra figuras uno y dos. Sus a la sabiduría de los que os. Es tiempo de ser los s. Y no queríamos ser camosa, blanca como el e. Y la mía, anaranjada, desbordándose encima mantiene posando. Pez ojos. Los tuyos en un n la mesa contigua. Allá está reconciliando. Eso o. Estamos plagados de omo peces nos damos La diferencia, cada mar. s libros con nuestras branquias, con el flotar dáveres que nos miran ol muerto. Un destello. os hace daño. El mundo mundo adentro. Te gritas mundos. Te pareces al cito, te asomas al crisol oy un planeta ahora..Me rodomésticos de la casa. os en amoblarse. Esto se el universo. Energía que cuando se transforma, a os océanos en marte: tu pececito. Se oye. Se oye orfosis de la redención y allazgo de tus ruinas.

| 25 |


| 26 |

Querías ser una galaxia. un valle de huesos secos De noche, tragas cód Mañana serás la física c del núcleo. Estamos fu cuásares son tuyos, tóm

el

espejo

Allen, estoy en medio despedida. Hay cosas queda el sabor de no ac pronto que se deshace e son tocadas por otras. Allen. Y yo me siento de consumido cada letra de una letra que está al com la que me imaginé el no de mi vida. En fin, All La boca con sabor a po manchado por la derro en el estómago, vivo. Y cenizas a través del cielo to think of you, gone w/ou sigue escribiendo en las obsesiones que me arras infierno. Por ahí paseo mis amigos arder como vida. Pienso en la extrañ y encontrarme conmigo vacío, Allen. Nostalgia de ese Gólgota que es tan confundido como


. Eres una galaxia. Eres s; sudas cometas de día. digos computacionales. cuántica. Estamos lejos uriosamente solos. Los malos, tómalos.

está

vacío

o de la nostalgia y la que han terminado y ceptar el fin o ese hasta entre las manos cuando . Sentir es desechable, esechado, la amargura ha e mi nombre. Todo por mienzo del mundo, con oble sueño y la pesadilla len. Hoy estoy amargo. olillas muertas; el cuerpo ota. Pese a las puntadas Y tú dices, en forma de o sobre Chile: Strange now ut corsets & eyes. Esto se s cascadas ajenas, en las stran hasta el mismísimo y he visto a algunos de o si no les quedara más ñeza de salir de la oficina o mismo. El espejo está y despedida de la letra; stuve esperando. Estoy tú; tan sutil como una

| 27 |


| 28 |

catarata de manos y ded Y te grito, mientras caig dolor constante, piensa te pinchas con una cauterizadas con bicha Calma, querido yonqu descarriada. Y como tú una luciérnaga del albo el rumbo de mis dese trastienda de la náusea: a o como la vida cotidia descoloca, se desinteg rizomas de cosas que se No hay sueño que ocult todo. Este siglo, cada esperanza. El espejo es acerco, desollado. Porqu lugares: a la herida, a la espejo no me auspicia. M me deforma.

las ciudades

Desde que abolieron e no sé qué día es. Tamp terminó el cristianismo Tampoco tengo noticia hay nadie que controle e presente, esa viscosidad serpientes y flechas. Rép de lo que fueron países veneno creador se abri costuras de la muerte,


dos excitando el cuerpo. go más y más: somos el en ese instante cuando aguja; somos heridas arracos de Indochina. ui, yo soy una galaxia ú, un lunar de gusanos, oroto. Hoy no importa eos, sino la náusea. La ansiedad y más ansiedad ana evita la poesía, se gra entre fractales y e repiten. Es lamentable. te las venas de quererlo a día, depara miedo y stá vacío, Allen. Y me ue sin piel se va a tres a debacle y al polvo. El Me veo en un espejo que

dades en ruinas

el calendario gregoriano poco el año. Desde que no sé qué fue de dios. as de los santos. Ya no el pasado ni el futuro. El d, es mordisqueado por ptiles desde las entrañas s. Con lengua propia y ieron camino entre las la rajaron y luego de

| 29 |


| 30 |

eso, tomaron su lugar. en la tierra y se unieron electricidad a todos los para los marginales. Con Las flechas, por su par y a los cielos, ocupan e Cuidan de los sueños de les sirven la comida. D explotaron no sé cómo también naufragó. Y yo Cuando pensaba que hasta que nos comiera descendencia. No. De De ahí que las serpiente De ahí que las flechas ab El día que nos separamo nulidad. Ese día, recuer llegando a la fuente de futuro: la reconstrucción por el cosmos. Las regreso a la ciudad par a las ciénagas y pantana para usurpar el planeta. S y la religión. Nos des plutonio. Todavía recue sigas existiendo como p muro de mis lamentos. dolor de los escombros mis manos de acero ra Vienen las serpientes. Lárgate de aquí. Lárgate


Entonces se quedaron n con los cables que dan s campamentos. Reinan n el cuerpo en la tierra. rte, aferradas al viento el espacio de vigilancia. e las serpientes. A veces, Desde que las ciudades o me llamo. Tu nombre yo me creo el más allá. todo se desmoronaba an las serpientes y su e ahí que nos temen. es sepan dónde estamos. bandonaron la península. os fue el comienzo de mi rdas, cuando estábamos el cáncer. El núcleo del n de cada gota esputada serpientes trajeron de ra habitarla. Confinadas ales, drenaron el tiempo Se llevaron el calendario sterraron a una era de erdo. Lo diré para que poema, como fisura en el Una herida enorme. El vendrá sangrando entre adioactivo. Cayó el sol. Se iluminan las ruinas. e.

| 31 |


las visitas en / mis

| 32 |

A veces, las montañas. R distintos ángulos. Agu Extendidos. Otras vece resplandor. Una prefer de las ciudades dond empapaban los barrios. D te ocurriera a ti. Eso d con un cuerpo en otro a otro amor. El exorcis perdido mis huellas da la ciudad. Entonces re podía bailar. Las ciudade Nos habíamos marchad regresar. Sabes que a sin culpa. A la vez, com destruyera en uno. Y v para recordarnos como n las ausencias, el fracaso como este libro; filmar editar el margen con las una cantidad respetable ciudad se ocupa de pica lejos de la gracia: ¿es ante la sombra que se ha perdido todo. Pasa mejor. El espíritu se llo lentitud. Ya no hay mult a los titanes. La tierra re antes. Hay un solo conti Reparar la civilización. N Porque hay que mirar al equívocas. Y el sol cieg tortura a lo indeleble. rasca/cielos, las grúas c


del tiempo mis / o j os

Rusas. Arriba, abajo, en udos. Rectos. Obtusos. es, una luz tenue a un rencia marcada. Vengo de los techos de zinc Donde dejabas que solo de resistir. Eso de vivir país. Eso de renunciar smo de los paisajes. He actilares. Se fueron con ecordé que mi idioma es alquilaron sus úteros. do. Prometimos nunca la madre uno vuelve mo si el sentimiento se volvimos a las ciudades niños. Cuando consagra o. Así: escribir un libro una película como esta; s palabras precisas. Con e de casas derruidas. La ar al cielo. Un cartelazo que ya nada se salva agita en el paisaje? Se que la sombra sienta ora la tempestad de su titudes. Ya no se vitorea ejuvenece. Se une como inente. Volver a Pangea. Nunca saber qué hora es. l sol. Y el sol da señales a. Queda una duda que El cielo se rasca. Los cantan. No hay ciudad

| 33 |


| 34 |

que se soporte esta ve dios. Nuestros templos construirse. Ni de frec está el intervalo para e Me quedo encerrado de autopista que cruza la ciu autopsia. Miro hacia su fuga de mis ojos. Se inu ciudad ya pasó. Me fulm

en esta ciudad

todos los barcos que amores que miran a las preguntándose a dónde puertas o digo portone tocan con fuerza agi sosiego manillas con fo alguien responda la res a partir del hastío o d probablemente de la cul aunque se palpita un f abajo fuera de esta mi vamos abriéndonos ca periferias de una inm extramuros quizás vam por calles que se desho las cosas tragamos ciud las palabras con los ojo agua pesa sobre los ne años el invierno sigui este lo sabemos esa a entre las costuras de los


vez. El sol deja de ser s aún no terminan de cuentarse. En sus obras el olvido de la ciudad. e núcleo en medio de la udad. Espero la próxima u tardanza. La siguiente undan hacia arriba. Esta minó.

de almas rotas

e jamás zarparán los s muchedumbres como van y para qué tocar las es del cielo sin embargo itan esas manillas sin orma de león hasta que spuesta no tarda surge de la compasión o más lpa y se abren las puertas fuego inextinguible ahí icro cósmica en la que amino a través de las mortalidad negada los mos en la ruta directo ojan directo al centro de dad la consagramos con os con la voz aunque el ervios de los próximos iente vendrá peor que angustia es disimulada s bolsillos de terciopelo

| 35 |


CAMPO DE MANIOBRAS, I. La bisectriz de los ojos. Segar el mapa. La vista se aferra a la idea prevista. Hay una forma de cielo que no se olvida, por la cual el cielo es cielo. Como en el principio, como en el final. Lo segundo está por constatarse. Una raya que queda. La forma es, a la postre, imprecisa. Del croquis, hay una lesión pendiente de rupestre. El cielo accesible. Las ciudades del cielo otra vez. El cielo legible. Lectura en proceso de renovación. El mientras entre un estadio y otro. Mirar hacia las deformaciones. Mirar hacia el fuego. Los escombros eclosionan. Arbitrariamente donde la cesura y la luz se cuelan alterando el encuadre y las fronteras de un vacío tan pertinente como sorpresivo. Hay ocaso, reflejo. El cielo se exilia. Dentro de la foto, dentro de los ojos.






Campo de maniobras, II. Los horizontes nunca alcanzados. Color sobre color. Suturar el cielo. Borrajearlo. Volver a empezar. Hasta agotar el ¿azul? Con las tonalidades ya conocidas. Se pinta, se colorea una trayectoria más allá del mundo. Entre una caja que oculta las preguntas. Cómo se hacía esto. En líneas o redondeando. Ordenado o qué. Ayuda. Se separan los colores. Los colores primarios. Los colores secundarios. Intentar la pintura. En los márgenes. Se sigue en el cuadro, varado. Con sabor a bisturí y geometría. Dónde ha ido la precisión del ojo. Para el color. Se barniza la bisectriz de los ojos. Aquí construir la casa. El horizonte dice traslado, de un espacio hacia una nueva colisión. Algo va. Algo viene. El desapego de alguna forma es inminente. El despegue. Las palabras ya no tocan el lugar de los colores que vieron al cielo fugarse con el mar. Entre la mente y la taquicardia de los peces.


| 42 |

y tu chaqueta amarilla o tanta noche desfondada abrazamos por las venta noche algunos presuros otros caminan de prisa tener algo por qué resp que vamos a comprar u casa y seguir siendo adu apariencia proyectada sociedad que no nos am tiempo nos da una tregu nos fuimos con la ola y n tumulto de ventanas qu con esas caras acusador el auto y los hijos a mí m

der / spie

El azar es el punto d ingresa, abre la puerta. A se vuelve desnudo, anim en brazos, piernas. Y lo iris y las sienes. Se deja el cuerpo se enciende olvidar. Su geometría piensa en algo, se dice de la tempestad, el irredento; de la cera qu acerca de a poco. Irred está viendo algo inédit sorpresa se repite, un sucede. Entonces, viene una ciudad. Eso puede


o tal vez un sueño entre a las estrellas gritan nos anas los transeúntes en la sos por llegar a sus casas dando la apariencia de ponder como nosotros un mueble para nuestra ultos o quizás solo una para encajar en una ma y que no amamos el ua la extrañeza de los que nos quedamos a mirar el ue son nuestros vecinos ras preguntándonos por me gustaría decirles

spie g elsaal

de presión. El cuerpo A casa, como a la guerra, mal, y con las cicatrices indeleble, cerca de cada tocar por la ventilación, como si no se quisiera es pegajosa. Escurre, a sí mismo el nombre mismo del horizonte, ue se derrite si el sol se dento, se insiste, porque to en toda su vida. La espectáculo fantástico e un pensamiento sobre ser Valparaíso, Buenos

| 43 |


| 44 |

Aires o quizás, Catanzar ser la calle de su último primero de otra vida. Un muerta. Siempre está la sea y no. La operación de como la construcción es lo evidente. Primero y fronteras. Para el vidr Hervirlos. Ajustar el s realidad. Lo demás, pre espejo no necesita vid El espejo puede ser la o aún más intensament que se dejó atrás. La se la peladilla sufrida o un entendió. El espejo es son los otros. El reflej No pregunta ni cómo n Forma. Y deforma. Co una ficción favorita o por primera vez a los no engaña, uno engañ que cambia de trayecto ve sobre las cosas. La l es un pequeño univers no existe el bien ni la v un lugar cualquiera pero propio. Una intimidad ta aferrándose a los muslo tac de la piel, de gallina, de cielo. Enloqueciend piedras. Estas piedras. C la casa de los espejos. Su


ro. Y ese nombre puede beso, a ciencia cierta, el na nueva vida. Una vida posibilidad de que algo e un beso es tan delicada de un espejo. La boca o, al marco. Contornos rio, juntar los químicos. sueño para expandir la eparar el momento. El drio para reflejar algo. naturaleza, el trastorno te, el encuentro con lo eparación de los padres, primer lugar que no se uno mismo. La forma jo simplemente ocurre. ni cuándo. Solo ocurre. omo un poema, como un cuento que se oye cinco años. El espejo ña al espejo. Es uno el oria a la luz y cómo se luz principia. El espejo so de universos donde verdad ni la belleza. Es o específico. Un cuarto an íntima como la mano os. Es un tiempo. Un ticenternecida, temblando do por el mito, por las Con las que construyeron u casa.

| 45 |


mi corazón es t é

| 46 |

/ vamos en una caravan playa cualquiera de chile juró —sabes lo que son no es mentira— en rea aras en tus altares dond vitrales santos que te pasó ese día que íbamos específico estábamos de los flippers demodé peg street fighter decías que más que todo podía ir p de espirales susceptibles la jeta que se nos abre se come con limón a la donde relinchaban los color café —no recuerd con c así como capitalis te gustan pero de las que sueños del pasado marz que te escribo con nosta una piedra en la playa cu que habla de un momen exacto de esta novela qu y muerte de la novela — playas está en sus piedras en los juegos —como se cada playa cualquiera p tagadá subimos y nos pu de la pista te acuerdas surfeábamos una de es giran con un par de can con una batidora mezc gente tiesa en la cazuela b se escupían las letras S


n, tu tagadá t ica

na rumbo a la playa una e ese país que en tus aras n las aras son tus altares alidad chile juró en tus de cada día se posan los palpan y deforman así s rumbo a una playa en e espalda a la arena en gándole a los monos del e esto era la vida y nada pasando como un desfile de escritura porque toda se traduce se interpreta orilla de las caballerizas pobres mamíferos de do el nombre empezaba smo y esas cosas que no e hablamos en todos los zo— de eso puedes ver algia de algo pero esto es ualquiera pero específica nto en ella un momento ue no es novela sino vida —qué la historia de las s— ni modo: estábamos e dice en pueblo— que pero específica tiene al usimos a bailar en medio era un tagadá enorme sas olas que se abren y nciones como un tazón clando el merengue de bailábamos tagadá arriba A M B A samba abajo

| 47 |


| 48 |

chirreaba el óxido nos noche el tagadá tamba de tres patas y casi n piloteamos esa ola pum tagadá y nuestros pies velocidad por la tange hamburguesa —me di colchoneta— pegados piedras de la playa pega pegados a los quince gra almas pegadas al tagadá juró pegarse si tus ojos n en esa playa cualquiera p

es extrañ en / t i /

Lejos. Sin corsé ni ojos. escupiéndome que me con las nubes peinadas mi pensamiento. Y pie una caminata por el a viaja. La pasión del sol que es como un roce gallina. Qué da susto, gu encontrarnos. Como si niños que forman un rit miradas y balbuceos en deseo. El lenguaje se re O como el descaro pell para desembocar en río autómatas que no se pu demuelen las pupilas. Y a


tenía medio sordos esa aleó como un taburete nos vamos a la mierda m pa pum pa chillaban el el tagadá se iba a toda ente y los demás en la igo para mis adentros pegados a las demás ados al cielo constelado ados esas treinta y ocho á a tus aras donde chile no se vuelven a mostrar pero específica

ño pensar / a h ora

. En una mañana como e miento. Una mañana s sobre los suspiros de enso. El sol se pega a agua. Soy una luz que l que se asfalta. Piensa e, que pone la piel de usto, disgusto, vernos o fuera una gracia de dos tmo con sus labios. Esas ntre las mazmorras del ecoge como un guante. lizcándose sus adentros os de ovejas eléctricas, ueden rascar cuando les aunque se imaginen esos

| 49 |


| 50 |

gestos que escurren de por cada pensamiento m temblor de boca, como Después de todo, es ext Como la vez que nos e calle, interrumpiendo la hambrientas, dragadas p limpias de tráfico. Fant Por mis dedos solo pas de pensar en ti es que p sentido alguno. Y pienso Quizás tomará dos o tr serio: interrumpe los qu abajo en el estómago, como si quisiera decir defecto de la distancia. decide todo y se ahorc repitiéndose con el am fondo. Soñando en un id

la / piedra

En el final fue la piedra de las últimas runas de la Piedra y agua al serv Por ejemplo, cuando se cuerpo. Esto es, arrojar consiga la muerte de és agua desborda, arrastra ahoga. No saber si es la la que mata. Es probab que la ejerce, no se apa una piedra que se lan


una respiración agitada más certero, sobre ti, un o espetando el desastre. traño pensar en ti ahora. echamos en medio de la alucinación de las orillas por el pánico. Eran calles tasías de antes de ayer. sa el viento. Lo extraño probablemente no tenga o. Esta confusión, lejos. res semanas en irse. En uehaceres, apretando ahí ahí arriba en el pecho, algo. La confusión y el Un pensamiento que lo ca para no ver. Y se va, manecer como plato de dioma que llora rococó.

piedra / ser á s

y el agua. Así canta una a historia de la extinción. vicio de los epílogos. e trata de lapidar a un rle piedras hasta que se ste. O quizás: cuando el y chupa. Acto seguido, a fuerza o la cosa misma ble que sea la fuerza. El arta de ella. Piénsese en nza. Las consecuencias

| 51 |


| 52 |

previstas de la intenció chorro del carro de pol somete a cualquier cue el agua erosione a las fuerza. Por otra parte, l de muerte. Al impacta un dolor seguro. La pi de la extinción, selland recuerdan el camino al sitio en los antiguos sep decapitadas. Son las c los cementerios cercen que se niega a ser pres marchita. Pese a que mar, las piedras cobran serás si escribes la hi Uno deviene persona característica. Uno acaba recuerdo con forma de sangre, arena y ripio,

topografía para una agresi

en medio de las ciudad través de los ojos, las m las últimas, se les custod Esperan su turno para Somos nosotros: en el te cuerpo equivocado. Esta escrito y lo que aún no En el plano cerrado, pu importante. Los ensayo


ón, aniquilan. O en un licía que a toda presión erpo. Es probable que piedras. La fuerza. Su la piedra es un vehículo ar. Al atravesar. Otorga iedra escribe la historia do. Las piedras que nos infierno encuentran su pulcros. Son las estatuas cruces derribadas. Son nados. Es una ausencia sencia. La piedra no se son arrastradas por el n más vigor. La piedra istoria de la extinción. aje. Uno queda como a representándose en un piedra: una mancha de una animita derruida.

ía/exquIsita resión ideal

des y los dormitorios, a manos y las lenguas. A dia en un lugar húmedo. convertirse en estrellas. erritorio indómito, en el amos en lo que no se ha sabe de su importancia. uertas adentro, todo es os y los errores. Detrás

| 53 |


| 54 |

de la toma: tachaduras, todo lo que en la concien está a medio camino. F un repositorio o papel Una polaroid, un fragm marca intencionada. D brota el rostro absoluto impresentable que deja simplemente estar ahí c una fotografía. Y así, se de momentos instantán vuelven. Es una cosa d se ignoran las fotos, no Ni hacia atrás ni hacia saber leer la propia fot de los encuentros posib almas, cambia las man lee la fotografía si es su camino, pierde esa h tiempo. Se ve confinad Crea su propio Gólgota Un corolario: las vid sorpresa o desviación e cielo, sucede un giro for verdad, son amores in carcamal. O son el enve y la despedida. La biogr hay buenas noticias. E volver a las fotos. Y por harán tan patentes en m una despedida. La biogr menos hay buenas notic un nosotros. O se pud Tal vez una topograf agresión por el propio m no está. La obsesión, su


, bocetos, y en general, ncia de lo impresentable Fotografías, archivos en les impresos. Respaldo. mento que suspira una Del planchado digital o. Digo, el retrato. Lo a de ser ausente para cautivo. El recuerdo es reorganiza una sucesión neos y efímeros que no de futuro. Pasará que si se podrá leer el tiempo. adelante. La técnica de tografía urde el edificio bles; mira dentro de las neras, las poses. El que incapaz de identificar habilidad para burlar al do a empezar de nuevo. a. Transita por el hastío. das prefabricadas cuya es imposible. Se cae el rzado. Las fotos, a decir nmaduros y flemas de ejecimiento, la nostalgia rafía es lenta. Al menos El tiempo dirá por qué r qué las sensaciones se medio de la nostalgia, de rafía es lenta, repito. Al cias. Se puede hablar de do. Entonces, nosotros. fía exquísita para una miedo. El sol es lo que ya us instrucciones de uso.

| 55 |


| 56 |

Para comenzar el recuer A continuación, pasar número de fotografías biografía se resume a p Para ser preciso: una que no se tomaron y la quedan atrás. Somos antología, se dice relat exquísita a lo que uno d

el eterno de / la /

El camino es quien inic belleza que se pone sob impregnado de carne e propia carroña. El día de cuna. Sobrevuela. Re a podrido. Busca víctim Ha visto algo parecido El moho, los materiales Me asomo a la conf vivas y muertas. Hablo responde. Probablemen es fulminante. El viaje, rectángulo de agua. El r rostro absoluto. La caí velocidad me habla a lo sus ojos. La ruta y su de consumo: ni rápido La primera sensación d Soy un insecto. Marc creer estar hundido en


rdo, sin pena sin miedo. r por alto el absurdo de uno existentes. La pocas. A una selección. cifra acotada entre las as que intencionalmente nosotros cuando la to, o sea, una agresión dice a otros ser.

erno

retorno abadía

cia las caídas. Es toda la bre ruedas, en el andar en descomposición. La es carroñero, un buitre evisa que la presa huela mas. Planea el descenso. al silencio. El sol brilla. s de cena se incendian. fusión de las lenguas o en visigótico. Nadie nte, nadie oye. La apatía , es una mancha en un rostro se me ve fatal. Mi ída es interminable. La os pies, me muerde con anatema. Instrucciones ni lento. Ir. Arrastrarse. del viaje es vermiforme. cho solo. Repto. Creo n la creencia a donde

| 57 |


| 58 |

pertenezco. Mi templo. del pasto. La última s todo. Las luces están, se expande y solo hay Los espejismos cesan la Las compuertas de fi El bosque baña. Hidr escarcha que los m acróbatas. Los monjes, a lo que creen silencio final. Y a otra cosa. Se dios baila con el asfalto esto ya no es un sueño No hay más allá ni más ni color. Tampoco lógic un sueño, repito. Ahor nada. Ese goce escaso a camino me inhumo. Ard infierno espera. La abad

de la des o / el /

I

Para cualquier med dosificar es una disyunti no equivalentes. En l pensamiento de un am transmisión de una guer y rígida ante las flechas v la radio en el dial que


. Una cara al otro lado sensación del viaje: ser dicen adiós. El pecho una cicatriz que llenar. as alas. El camino abre. fierro barajan petróleo. rocarburos, los frutos, madura. Los animales, al otro lado, recluidos o. Callan, ponen punto oye la pus. El circo de o bonzo. Inconveniente: o. Viajo para no volver. abajo. No hay esfuerzo ca aplicada. Esto no es ra me hago parte de la adverso. En la mitad del do con la cruz del sur. El día clausura. Mi clausura.

destrucción / amor

I

dida de lo anterior, iva que añade cantidades la operación se va el manecer que aguarda la rra a la que, deshuesada venideras, se le sintoniza e lo indulta todo. Algo

| 59 |


| 60 |

hay. Como en las panta de grises es una revelac neón. Pasa cuando uno borracho por las calles d Éxtasis de intemperie: un como una cicatriz filial El sentimiento es variab colores que la paleta no paredes de Berlín se susu los que, al calor de tiemp aman: «Mein Gott hilf m überleben». Esto como si pudiesen tocarse la mir estimula a cualquier piel matemática y una partitu destrucción muestran el del Pacífico, con ventana pendiente de anegami mueven al son de las vi Y cuando todo se lea co de donde uno no sale, s hasta que la escafandra por la presión. Allí ven dolor tan grande como cena a solas. Y si el clic Nadie quiere la vergü en esos márgenes. Uno veneno. Una epopeya exige dos cosas: verifi alucinar la mecánica del los dedos encima. Una fotofobia. Elegir amo El barro drenará los n


allas sin señal. La escala ción tan fuerte como el o camina o anda en bici, de una ciudad en subida. na sensación tan familiar o la comisura favorita. ble. El rumbo se tiñe de o puede nombrar. En las urra para mí y para todos pos curtidos en la peste, mir, diese tödliche Liebe zu el amor y la destrucción rada con un deseo que l lacerada entre una tesis ura de piano. El amor y la l miedo sobre una franja a al cielo y una habitación iento. Las vísceras se ibraciones, majestuosas. omo un ensueño terrible, sumergirse cada vez más a y el oxígeno revienten ndrá el recuerdo de un o la tristeza, como una ché cobra vida, suspirar. üenza de reconocerse o se sobrecoge y traga de la complejidad que ficar la descripción y cine. Percibir es vomitar bifurcación de los ojos, or. Elegir destrucción. nombres ya existentes a la fecha

| 61 |


I

| 62 |

y le dirá al tiempo, conjuro, otra avulsión q las mismas orillas, los mi es convulsiva. Un rec tardío: una cajera de su un trozo de sandía. Por toma la sandía como u el amor o quizás, refor color escarlata viene la v su esplendor. Los sen radioactivos, se hacen d bursátiles y gubernam viene escarlata. Siempre ímpetu. Lo demás, oscila y cereza. Sueño con sand un reloj que llora en un va a ser lo mismo sin ti. ese lenguaje brutal. Toda lo que es una formulaci la inmortalidad. A vece angustia y desesperación de agua, son los escomb nada culminaron. Y yo copiando tu dibujo com ángulo desde el cual la l otra imitación de la vid la fuga por bosques d un simulacro en el cam largo. Cuando nos desc verdades aritméticas son Las piezas encajan a la margen: el campo de ba dicen te amo. Lo que ella, para mis adentros


II

para desencadenar el que vuelva a desvanecer ismos cauces. La belleza cuerdo del capitalismo upermercado comiendo r otra parte, el ensueño una forma de recuperar rzar la destrucción. Del vida por delante en todo ntimientos que arrasan, del aire. Causan estragos mentales. El descalabro e. Al cerrar los ojos con a entre carmín, bermellón días. Mi cabeza se cae en sauna. El tiempo ya no La complejidad reclama avía es muy difícil decidir ión del derecho a pedir es, el embargo hecho de n. Las lágrimas, ciudades bros de esas vidas que en o dibujo como Vasarely, mo Pollock. Terapia del luz entra, penetra, inicia da. El punto de fuga es de fuego. Confieso: es mino tan intenso como cubren, tras el velo, las n verdades matemáticas. perfección. Afuera del atalla donde los balazos e digo es pensando en s. El fuego traiciona la

| 63 |


| 64 |

mirada. Vacila. No tiene levantan unos recuerdo llama a los bomberos de un intoxicado con cianu de al lado. La putre contagiosa. Cuidado: u otro lóbulo del cerebro. escoge algo: la banda so Dos copas, flautas —qu a tope. El brindis. Las inundan a todos los Fr que se aman, los que que esa belleza los co Se desg

II

y en ese retorno, unanu El fuego es fundacional «Digresión: épica del ritmo que la mente libera imposible desde donde destrucción. el afecto cur El próximo cuadro: una t después de una eternida Close-up y una batall van contra un ejército a los primeros se les Terminan rendidos en se pronuncia último: y permite una sucu Corre la sangre. El sud incómodo. Del tabú, ans De la regla, una frust es aun una bienvenida


e color. Ahí no me fío. Se os. Datos digitales. Se e emergencia, quizás hay uro en el departamento efacción es demasiado una cena romántica en Se certifica la noche. Se onora de un espumante. uiero decir—, se sirven s llamas, burbujas que reud de la escena. Los e se destruyen esperan onduzca hasta el roce. garran

II

ueva civilización nacerá. l: moldea, principia algo. fuego: el amor es un a en su cuerpo. un espacio me dedico a filmar la rsivo es verástegui e.» televisión encendida que ad sin señal se sintoniza. la donde espadachines o regular. Poco a poco muestra sucumbiendo. n la muerte. El honor detiene los disparos ulenta autoeliminación. dor y los albores de lo siedad. Se aprieta el ano. tración. Una despedida a. Para esas afinidades,

| 65 |


| 66 |

no se escriben yuigon espada arriba. Salen las dice tómame. Y tómam era digital: el amor a u distancia; en la era preh distancia de dos días a c pastiches de emociones, que indica una de las for separación a un computa prehistórica, una piedra como señalando la dist y el olvido. Ahora, dos recetados, apilados para Un libro no es un fracas un li

II

un cosplay de la risa q le roba el lecho y se du Antes que amarse o l Puedes estar en Amst qué ya no se tiembla co llega. Solo el cielo se r mis rodillas llega el tibi la historia. Pasa que la y yo me transmuto en u lejos del cielo y del av el agua, como una espi cuya frecuencia vertig una serpiente que se sacrificando el mundo Apsu y Tiamat trafican agua salada. La próxima de un zigurat. A la destru


nes, notas suicidas. La tripas. Y la destrucción me, dice el amor. En la un clic, a un avatar de histórica: el amor a una caballo; en la era digital: copias tristes o una foto mas de destrucción, una ador de distancia; en la era con palabras esculpidas, tancia entre el recuerdo s o tres libros escritos, a no morir de bulimia. so. Pero todo fracaso es ibro

III

que tortura a la tragedia, uerme sobre sus muslos. la destrucción: la risa. terdam o en Arequipa, on el frío. Ni el sol nos rinde a tus hombros, a io deseo. El absurdo es belleza no es la lucidez una serpiente para vivir verno, para iterar como iral y ser un purgatorio ginosa va y viene; ser muerde la cola como o ajeno, para resucitar. n el mapa. Agua dulce, vida, entera cabe dentro ucción y el amor, pupilas

| 67 |


| 68 |

dilatadas. En tu nombre jardín para cada palabra q mortal. Tu lámpara mar y abre un aforismo de g qué son los números n pidiendo, a solas, la pró girando a toda veloc volar como un pájaro e Con mis recuerdos, ve geografía, la última, l de toda una civilización escritura y al extermin llorar, en un papel de una pluma hecha en el documento, un pasapor Un cementerio de form brillen más que tu viaje en metro, vuelv muerden las mejillas mutar en la página de

V

el calabozo de tu no muro que oculte tu somb la fuerza de gravedad. T esperanza. Todavía no De los escombros bro vestirán al siguiente Lib tus mariposas y polillas]


e erigiré un templo y un que te traduce este amor ravillosa. Pide un deseo galletas chinas. Me dices naturales. Y yo termino órroga de los carruseles cidad, solo para verte en una playa del litoral. endrá otra geografía, tu la primera. La mirada n que se condenó a la nio. Una piel que hace e arroz, versificada por Perú. Un poema es un rte al plano cartesiano. mas: no hay cataratas que us ruinas. En cada ven, rasgan el dorso, y se marchan para e un libro. Este libro imaginario

V

ombre. Levantarás un bra. Un muro que oculte Tu nombre será cárcel y hemos sido vencidos. otarán las cicatrices que bro, al fin un hogar para

| 69 |


Responso para

| 70 |

Di algo sobre los textos. Escrib Ok. La mayor cantidad de las v ecosistema donde nacen las id abandonar. Una forma de ma florecer otras semillas. He cos plantar. He perdido el contacto es mutación. Me pongo un po demás. Desconfío de mis prop preparo fugas imaginarias con todo lo que hago. Incluso cua Me cuesta dejar ir a las perso huir con una piel que no es hay vivisecciones de cadáveres de algunas fotos. Todos estos parte de la bilogía Catálogo de t incierto.

Las palabras en cursivas del poema Sutiny de Kateřina su Popel a slast (Praga: Klokočí p. 11). En lengua materna: Ž fotky, / dopisy a šperky. / Že tam / vůj spánek a strach. La traducc de esa lengua.

Las fotografías del inte fueron tomadas en Maestranz Cortaderal sin lotear, Ñuñoa, P Hao Hwa más conocido como entre 2018 y 2019. La imagen obra de Mahin Al-Karim (Irá beraubt. El tapiz de rosas es u del álbum Power, Corruption & Escombrario está dedicado a ese de la vida para que simule com


a

Escombrario

be como si quisieras decir algo. veces, un texto es un pequeño deas que todavía no he podido antenerse auténtico. He visto sechado lo que no he vuelto a o con mucha gente. La escritura oco paranoico hablando de los pias formas. En mis cuadernos, ntra el miedo. Dejo rastro de ando me dicen que no lo haga. onas. Y a las cosas. Trato de la mía. Antes que todo, aquí s para una exhibición temporal textos integran de la primera taxidermia cuyo destino es aún

s al inicio corresponden a parte Rudčenková (Praga, 1976) en í a Knihovna Jana Drdy, 2004, Že budeš ze sutin vytahovat knihy, m najdeš své dětské ruce, svou hlavu, ción al castellano es un paladeo

erior, en orden de aparición, za, Santa María de Miraflores, Punta de Tralca y el restaurant o “los chinos gay” en Santiago, n de las páginas 36 y 37 es una án, 1931) titulada Der Freiheit un patrón base de la portada & Lies (1983) de New Order. e después del antes, al quiebre mo poética.

| 71 |


Escomb

en Ăşnica

de 6 3 e

numerados

fue impreso &

en los escombr

de Santiago Chile

sin efĂŠmeride de

no habiendo nada


brario

ediciĂłn

ejemplares

& firmados

& ensamblado

ros de la ciudad

e un dĂ­a caluroso

e diciembre 2019

que conmemorar




Las cosas no ocurren. Se sugiere su comparación entre sí. Las cosas se hacen. Y son. En las cosas no hay errores. Y nos encontramos en ellas por obra de la desdicha y la casualidad. No de la voluntad. Una buena chance para dejarse llevar por la desesperación. Y empezar de nuevo, de otra manera. Presentar una colección de escombros cosidos a un cuaderno donde se ensaya vida y muerte. Y que sugiere estar atento a las noticias provenientes del otro lado. De este lado simbólico del hipotálamo. De los aviones que no despegarán. Siempre tiene más fuerza la inexistencia.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.