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Cohabitación y trabajo en Quito: Condensador Social en la Plataforma Central 1ero De Mayo

Cohabitación y trabajo en Quito: Condensador Social en la Plataforma Central 1ero De Mayo

Gissela Chicaiza Simbaña, arquitecta 20

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En los límites del Centro Histórico en la ciudad de Quito – Ecuador, destacan ciertas problemáticas. Si bien es cierto que el Centro Histórico de Quito es reconocido por su monumentalidad y su enfoque turístico, la vivienda y las condiciones de habitabilidad presentan una serie de problemas por abordar. Tal es el caso de la zona suroeste de este Centro Histórico (Barrio la Victoria), zona en la que

19 Trabajo de Titulación, FAU-UCE, 2021. Directora: Verónica Rosero

20 Arquitecta, Universidad Central del Ecuador, 2021, con nominación a Medalla de Oro de Trabajos de Titulación FAU.Nominada a Medalla de Oro FAU 2017, 2020, Mención de Honor en Medalla de Oro FAU 2019. Consultora en el proyecto Estudios para la Complementación del sistema de Mercados y Abastos de la ciudad de Loja. Pasante en la Cámara de la Construcción. Experiencia profesional en el campo del diseño arquitectónico y construcción a nivel independiente.

destaca el comercio ornamental y alimenticio liderado por el mercado San Roque, juntamente con varios equipamientos dedicados a estas actividades. En sus alrededores existe una gran cantidad de inmuebles que han sido adaptados de vivienda a bodegas.

A partir de esta inestabilidad sobre el habitar, se realiza un estudio sobre la Plataforma Central 1ero de Mayo, lugar considerado como el 2do equipamiento más representativo de la zona. Actualmente, este espacio funciona como un micro mercado, con una escasez evidente de servicios, dificultando el desempeño de actividades privadas y comerciales propias de sus ocupantes. Se analizaron también antecedentes históricos, económicos e incluso datos generales acerca del usuario.

De su funcionamiento intermitente surgió la idea de flexibilidad y nuevas funciones, para procurar una estrategia para abordar una de las problemáticas generales de la zona con respecto a la habitabilidad y vivienda en condiciones deficientes.

Así, se plantea la fusión de los siguientes conceptos: habitar, cohabitar, vivienda colectiva-cooperativa, juntamente con el estudio de estos factores, también determinantes propios del lugar y el proyecto: Mujer y tercera edad, principales usuarios que laboran en el lugar. Ellas son el usuario potencial del proyecto. De esta manera se plantea el desarrollo del diseño arquitectónico de un Condensador Social dentro de la Plataforma Central 1ero de Mayo, integrando la vivienda colectiva, cooperativa y comercio, a través de un programa polifuncional basado la cohabitación y necesidades específicas, para mejorar las condiciones espaciales de trabajo y oportunidad de vivienda de este colectivo.

El trabajo se complementó con un análisis de actividades comerciales actuales y un análisis morfo tipológico de la zona, permitiendo deducir un programa y estrategias propias del lugar. Se destaca también el estudio teórico en torno a los conceptos y factores ya mencionados y de los cuales se puede enfatizar lo siguiente:

Render del Condensador Social en la Plataforma 1ro de Mayo. Trabajo de Titulación de Gissela Chicaiza, 2021.

El habitar y el cohabitar se analizaron conjuntamente ya que uno deriva del otro. En términos generales, ambos hablan sobre el disfrute de un lugar dentro de la ciudad. Sin embargo, el habitar se aborda desde una perspectiva individual mientras que el cohabitar se aborda desde una perspectiva colectiva donde las relaciones sociales y espaciales son las primordiales.

La vivienda colectiva con enfoque social tiene sus orígenes a inicios del siglo XX tras la primera guerra mundial. Los primeros proyectos fueron concebidos con un objetivo primordialmente social, sin embargo, la intervención de ideologías políticas logró poco a poco desviar todos sus enfoques, provocando que con el tiempo se estandarizara.

Según el libro “10 historias de la vivienda colectiva” (a+t research 2013) se puede observar que los proyectos de vivienda con una base social generan impactos importantes en la arquitectura y en la ciudad. Se estudiaron 3 tipos de vivienda colectiva con su respectivo referente arquitectónico en 3 etapas: 1. condensador social (Narkonfin), 2. Vivienda colectiva actual (edf. Celosía) y 3. Vivienda colectiva – colaborativa (la Borda).

De esta manera se determinó como punto inicial al condensador social con su potencial en el diseño y principios de la sociabilización. Como complemento, las virtudes que se han destacado en el desarrollo de la vivienda colectiva actual, cooperativa y sin fines de lucro, como por ejemplo en el campo de la gestión, economía, diversidad, seguridad y adaptabilidad a esta forma de vivir en sociedad, los cuales influyen directamente al diseño en general.

En su mayoría, las viviendas colectivas, cooperativas o colaborativas actuales han surgido por la búsqueda de un beneficio social, “luchas por la defensa del medio ambiente, la acogida de refugiados, o los movimientos feministas” (Lacol & Invisible, 2020, pág. 29), situaciones que han puesto en marcha el estudio de varias de estas problemáticas. Estas son situaciones presenten en la Plataforma Central 1ero de Mayo, donde se destaca a la mujer trabajadora y a la 3era edad.

Es necesario resaltar que las mujeres han compartido durante mucho tiempo un rol muy importante dentro de la sociedad, rol muy poco reconocido. A pesar de esto, “a lo largo del siglo XX las mujeres de clases populares han trabajado para complementar los ingresos de sus maridos” (Sanchez de Madariaga, 2006, pág. 12), teniendo así una doble carga de trabajo en la vida laboral y la vida familiar, considerando un trabajo a la vida familiar por cuestiones claras, donde se evidencia un esfuerzo físico y mental dentro del sostén diario de la vivienda, lugar que en su mayoría está a cargo de la mujer.

La vivienda como lugar de trabajo, ha tenido varias consideraciones planteadas desde hace mucho tiempo, con el objetivo de reducir la carga de trabajo dentro de este lugar mediante su diseño, facilitando los quehaceres domésticos y brindando espacios para nuevas actividades que contribuyan con el desarrollo de la mujer. Hablar de la mujer no solo nos muestra una sola situación, debido a la variedad de roles que cumplen de acuerdo con su edad, situación económica, entre otros.

La tercera edad es también parte importante del estudio por ser la característica principal de los comerciantes de la plataforma, en este caso compartido por cargadores, que acompañan el trabajo de este lugar. Las condiciones de la tercera edad en general es una cuestión social muy dialogada; según datos de OMS, para el año 2050 habrá más personas mayores, que niños (de 0–14 años de edad). Aclara que “una ciudad amigable con los mayores es una ciudad para todas las edades.” (OMS, 2007, pág. 8).

A nivel de la vivienda las especificaciones son más detalladas para garantizar una transición y estadía acorde a necesidades directas de este grupo vulnerable. A pesar de ser este un proceso inevitable en la vida de cualquier persona, sin distinción de género y demás, cabe recalcar que las mujeres tienen una esperanza de vida mayor que los hombres y por lo tanto su fragilidad física dura más, adicionada con los problemas económicos que esto conlleva. (Sanchez de Madariaga, 2006, pág. 20).

El envejecimiento activo también se complementa con el trabajo que, con los debidos parámetros, es una oportunidad para mantenerlos activos si así lo desearan. En el caso de las mujeres jefas de hogar el trabajo también es importante, por lo que su cercanía a este es una consideración más a tomar en esta sección. Esta fusión de dos problemas sociales presentes en un solo colectivo no es una situación única, más bien es un patrón repetitivo en todas las ciudades.

Su estudio y complementación entre sí, de estas 2 situaciones sociales más la arquitectura, es nombrada también “Arquitecturas de Cuidado” (Mogollón & Fernández, 2016), enunciado que hace referencia a una arquitectura adaptada a las necesidades de grupos vulnerables como este.

En base al sustento teórico expuesto se obtiene como resultado varias conclusiones enfocadas tanto a estrategias programáticas como de diseño obteniendo un proyecto de uso mixto, que brinda a los usuarios un ambiente colectivo y colaborativo, facilitando las dinámicas comerciales y familiares, a través de la implementación de espacios habitables no convencionales y no estandarizados, fomentado la vida en comunidad mediante: espacios de vivienda compartidos, permeabilidad del proyecto la cual genera conexiones exteriores e interiores, facilitando la adaptación a su entorno urbano y asegurando espacios de uso público – privado, relacionados con el comercio y la vivienda.

Condensador Social en la Plataforma 1ro de mayo. Chicaiza, 2021.

Bibliografía

a+t research, group. 10 Historias de la Vienda Colectiva. España, 2013.

Lacol, y Ciutat Invisible. Habitar en Comunidad. Madrid: Catarata, 2020.

Mogollón, Irati, y Ana Fernández. Arquitecturas del cuidado. Vasco: Emakude, 2016.

Montaner, Josep, Zaida Muxí, y David Halagán. Herramientas para Habitar el Presente la vivienda del siglo XXI. Barcelona: Actar D, 2011.

Muxí, Zaida. Mujeres Casas y Ciudades Más allá del umbral. Barcelona: dpr-barcelona, 2018.

OMS. Ciudades globales amigables con los mayores : una guía. Ginebra, 2007.

Sanchez de Madariaga, Inés. Urbanismo con Perpectiva de Género. Andalucia: Likadi, 2006.

Sennet, Richard. Construir y Habitar. Ética para la ciudad. Anagrama, 2019.

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