E Con mucho retraso, más del que nos hubiera gustado, volvemos a llegar a vuestras casas. Este pequeño espacio que pretende, de una forma regular, informar sobre la actualidad de la Vida Religiosa en España no consigue la regularidad que en otro tiempo tuvo, y vayan ante todo nuestras disculpas. Han sido muchas las novedades en estos meses. Se celebró la Asamblea General de CONFER con la renovación de los cargos en la Presidencia. El religioso claretiano Luis Ángel de las Heras, resultó elegido nuevo presidente, mientras que María Rosario Ríos, de la Compañía de María, fue elegida Vicepresidenta. Desde ese momento, la CONFER no ha parado con su actividad normal, si bien es cierto que es momento ahora de aterrizar todo lo que los Superiores y Superioras Mayores lanzaron como propuestas, sugerencias y líneas de trabajo para los próximos años. En esto está todo el equipo. Además, han sido meses de muchas actividades por parte de las Áreas. Cabe destacar por su resonancia la Jornada de Justicia y Solidaridad que se ha celebrado recientemente y que ha sido todo un éxito por la alta participación y por las ponencias y el trabajo que se ha realizado. Con mucha ilusión se está trabajando en la preparación del I Encuentro de Laicos en Misión Compartida que se celebrará el próximo 22 de marzo. Es una cita imprescindible para celebrar que Juntos Somos Más, que la misión compartida es una realidad cargada de riqueza dentro de la vida de las Congregaciones Religiosas y, por tanto, de la Iglesia. Con este encuentro, queremos concienciar, reflexionar, visibilizar, celebrar la dimensión eclesial de un laicado en “misión compartida” con la Vida Religiosa, viviendo su fe desde la espiritualidad y
carismas de diversas familias religiosas. Durante el mes de enero, tuvimos la oportunidad de conocer a la religiosa agustina Angélique Namaika, que lleva más de diez años trabajando con las mujeres refugiadas de la República Democrática del Congo. Su testimonio, su trabajo entregado, su sonrisa esperanzadora en medio de terror nos invitan a continuar con el seguimiento de Jesús saliendo al encuentro del otro. Ha estado en España para recibir el Premio Mundo Negro que concede la revista de los Combonianos, y en este número publicamos una entrevista con ella. Hemos vivido la Jornada Mundial para la Vida Consagrada que este año ha tenido el lema “La Alegría del Evangelio en la Vida Consagrada” en consonancia con el título de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco. Con el motivo de esta Jornada que se celebró el 2 de febrero, el Presidente y la Vicepresidenta de CONFER emitieron un mensaje que publicamos en este número. Se cumple estos días un año de la elección del cardenal Jorge Bergoglio como Obispo de Roma, tras la histórica renuncia del Papa Benedicto XVI. Este primer año se ha caracterizado por la esperanza que ha levantado Francisco, aires de renovación, de exigencia evangélica. Tiempo habrá de leer un sin número de balances sobre este primer año en esos artículos que tanto gustan en España. Pero el mejor balance que podemos hacer es personal: ¿cuánto me he dejado interpelar por las palabras y el estilo del Papa? ¿Qué tiene que convertirse en mí para que yo sea transmisor de esa renovación? Francisco ha lanzado mensajes cariñosos a la Vida Religiosa, pero también han sido palabras que exigen y cuestionan, que llaman a un seguimiento de Jesús aún más comprometido y profético.
D I T O R I A L
En voz alta Esta pertenencia al Señor permite a los que la viven de una manera auténtica ofrecer un testimonio especial al Evangelio del Reino de Dios. Totalmente consagrados a Dios, están totalmente entregados a los hermanos, para llevar la luz de Cristo, allí donde se encuentra la oscuridad más densa, y difundir su esperanza en los corazones desalentados. Las personas consagradas son un signo de Dios en los diferentes ambientes de la vida, son levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, profecía del compartir con los pequeños y los pobres. Así entendida y vivida, la vida consagrada se nos presenta como es realmente: ¡un don de Dios! Cada persona consagrada es un don para el pueblo de Dios en camino. Hay mucha necesidad de estas presencias, que fortalecen y renuevan el compromiso de la difusión del Evangelio, de la educación cristiana, de la caridad hacia los más necesitados, de la oración contemplativa; el compromiso de la formación humana y espiritual de los jóvenes, de las familias; el compromiso por la justicia y la paz en la familia humana. La Iglesia y el mundo necesitan este testimonio del amor y de la misericordia de Dios. Por esto es necesario valorar con gratitud las experiencias de vida consagrada y profundizar en el conocimiento de los diferentes carismas y espiritualidad. Debemos orar para que muchos jóvenes respondan “sí” al Señor que los llama a consagrarse totalmente a Él para un servicio desinteresado a los hermanos. Por todos estos motivos, como ha sido ya anunciado, el año 2015 estará dedicado de manera especial a la vida consagrada. Encomendemos desde ahora esta iniciativa a la intercesión de la Virgen María y de San José, que, como padres de Jesús, fueron los primeros en ser consagrado a Él, y a consagrar sus vidas a Él. Papa Francisco Ángelus 2 de febrero de 2014
Marzo 2014
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