Revista LOS GAUCHOS Nº13

Page 1

LOS GAUCHOS AUTENTICIDAD Y CALIDAD d COLOR Y ALEGRÍA PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA CONFEDERACIÓN GAUCHA ARGENTINA - Año 8 - N° 13 - 2018

NOTICIAS | OBRAS | PERSONAJES | CULTOS | COMIDAS TÍPICAS



LOS GAUCHOS FEDERACIONES PRESIDENTE Dr. Adolfo Caballero (San Juan) VICEPRESIDENTE Dr. Federico López Alzogaray (Santiago del Estero) VICEPRESIDENTE SEGUNDO Roberto Avoledo (Santa Fe) SECRETARIO GENERAL Daniel Rojas (San Juan) TESORERO Oscar Rubio (San Juan)

PTE. FED. SAN JUAN Ruben Balmaceda

PTE. FED. ENTRE RÍOS Juan Carlos Balbi

PTE. FED. MENDOZA José Reginato

PTE. FED. CÓRDOBA Hugo R. Pesci

PTE. FED. LA RIOJA Rolando José Gómez

PTE. FED. SAN LUIS Carlos Herman Fernández

PTE. FED. CATAMARCA Dr. Raul Toledo

PRO-TESORERO Néstor Fabián Robles (San Juan)

PTE. FED. JUJUY Dario Portal

SECRETARÍA DE CULTURA Prof. Hebe Almeida de Gargiulo y Antonio Beorchia Nigris (San Juan), Lidia Pardo y Alba Farías (Tucumán); y Silvia Beatríz Yapum (Jujuy).

PTE. FED. FORMOSA Oscar Esquivel

SECRETARÍA DE COORDINACIÓN Y HOSPITALIDAD Dr. Raul Toledo (Catamarca) COMISIÓN DE ESTATUTOS Y REGLAMENTOS Alberto N. Clavería (Tucumán) Alberto Domínguez Cruz (Mendoza) SECRETARÍA DE ORGANIZACIÓN Dario Portal (Jujuy) REVISORES DE CUENTA Aldo Boggiatto (Tucumán) Francisco Armando Díaz (Mendoza) JUNTA EJECUTIVA Furque Mauricio (San Juan), Jorge Marambio (San Juan), Alejandro Salvatierra (San Juan), Prof. Carlos Echenique (San Juan), Enrique Fernandez (San Juan), Ing. Eduardo Rodari (San Juan), Carlos Arnaez (San Juan). COORDINADORES REGIONALES Región Noreste:Yayo Pérez Torres (Salta) Region Cuyo:Francisco Armando Díaz (Mendoza) Región Pampeana: Roberto Avoledo (Santa Fe) Región Patagónica: Miguel Uribe (Chubut) Región Chaqueña: Rubén Benito (Chaco) Región del Litoral:Gabriel Tarnowski (Misiones)

PTE. FED. CHACO Rubén A. Benito PTE. FED. TUCUMÁN Alberto N. Clavería PTE. FED. SANTIAGO DEL ESTERO Dr. Federico López Alzogaray PTE. FED. SANTA FE Roberto Avoledo PTE. FED. MISIONES Gabriel José Tarnowski PTE. FED. CORRIENTES Triunvirato Normalizador

LOS GAUCHOS

PTE. FED. RÍO NEGRO Julio Koprio PTE. FED. CHUBUT Juan Paños López PTE. FED. SANTA CRUZ Dr. Eduardo Ribaya PTE. FED. SALTA Yayo Pérez Torres PTE. FED. TIERRA DEL FUEGO Julio Rocha PTE. ASOCIACION GAUCHA JUJEÑA Gabriel Zamorano PTE. FED. CENTROS TRADICINALISTAS PCIA. BUENOS AIRES Alberto Souto

DIRECTOR GENERAL Daniel Rojas COORDINADOR GENERAL Antonio Beorchia Nigris REALIZACIÓN

Comunicación Institucional & Imagen Corporativa

DIRECTORA EDITORIAL Lic. Silvina Naufal Obed

COMISIÓN DE USANZAS GAUCHAS Pablo Murias

COMISIÓN DE DESTREZAS CRIOLLAS Pablo Daniel Paladea

PTE. FED. NEUQUÉN Cristian Villegas

AUTENTICIDAD Y CALIDAD d COLOR Y ALEGRÍA PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA CONFEDERACIÓN GAUCHA ARGENTINA - Año 8 - N° 13 - 2018

SUBSECRETARÍA DE PRENSA Y DIFUSIÓN Mariano Wullich (Bs. As.) Rubén Balmaceda (San Juan), Hugo Madrid Palacios (Tucumán)

COMISIÓN DE ARTESANÍAS CAMPERAS Fernando Brandan (Santiago del Estero)

PTE. FED. GAUCHA PORTEÑA José Sicardi

strategos.consultores@yahoo.com.ar Tel.: (0351) 156765859 NOTICIAS | OBRAS | PERSONAJES | CULTOS | COMIDAS TÍPICAS

DISEÑO GRÁFICO Y ESTILO

Lic. Marcela Storniolo

www.confederaciongaucha.com.ar


Humor Durante un congreso, en una mesa de café, un médico cuenta: EL ÚLTIMO GAUCHO HUARPE 4 -ESIONES DE TENDONES Y "Pertenecí a Médicos L > En el cuartel: sin 4> - "Agarre el clarín y Froonteras y salga." contraje LIGAMENTOS 8 ARTIN FIERRO MEDITADO M Llega el negro a la 4 fábrica a buscar trabajo, el gerente le (Octava Parte) 0 UMOR dice: H - "Lo que pasa es que Al negro Juan lo internaron con una tos bárbara. La enfermera comentaba con otro paciente de la sala:

5

1 5


CGA se está adaptando a los tiempos en que se vive. Vamos a presentar, nuestra revista on line, para que de esta manera podamos estar en contacto más directo con nuestros lectores de todo el mundo.

Antonio Beorchia Nigris, nos brinda un resumen producto de sus últimas investigaciones sobre la tradición. Nos hará conocer la obra maravillosa de un pintor no conocido por la generalidad. Sus cuadros sobre criollismo son sorprendentes. Parecen fotografías! No recuerdo haber visto antes semejante verismo. Conocerán a los campeones de cueca, y de cómo son los distintos tipos de la misma. Todos conocemos los billetes de Cincuenta pesos que aparecieron hace como tres años. Nuestro amigo y paisano Mariano Wullich, critica y con autoridad, la foto del jinete que apareció con el nuevo billete y da su fundada opinión criticando el mal gusto que tuviera el autor del proyecto. Nos cita porque nosotros, sin conocer su opinión, también descalificamos el mal gusto que nos causó la imagen de un jinete actual que se pretendía representar al gaucho Riveros. Nuestra opinión era el reflejo de lo que la paisanada opinó cuando conoció la imagen. Todos amamos los caballos, pero poco sabemos de cómo se debe manejar una crianza del nombre amigo del hombre. Investigando en la historia Antonio (Toni) Beorchia Nigris, nos resume los consejos0rdenes que impartió Juan Manuel de Rosas en su obra "Instrucciones a los mayordomos de estancias".Aprenderán de cómo se debe hacer una buena tropilla de buenos pingos. Debería ser de lectura obligatoria para todos los que aman al noble bruto. Es imperdible. Conocerán la historia del famoso Fatiga Reynoso, quien ingreso al conjunto Los Manceros Santia-gueños en 1966. Murió a los 80 años el 7de agosto de este año. Vaya nuestro reconocimiento a este verdadero maestro del folclore. El padre José Ceschi nos hace conocer una síntesis muy bien elaborada del concepto de tradición, resumiendo con ojo de entendido las mejores opiniones sobre la misma. Conoceremos los llanos de San Guillermo gracias al relato patético que nos hace Toni Beorchia Nigris. Es como estar presente en el sitio, conviviendo con el pastorero Virgilio Paredes. El relato es una fotografía del bello lugar. Los que conocemos, nos impresiona la precisión de la descripción del autor.


LOS GAUCHOS

No podía faltar una referencia a nuestro Martin Fierro que nos refresca la vida del gaucho relatada en su lenguaje, para que todos lo entiendan (los gauchos). Profesora Hebe Almeida de Gargiullo. Nuestra Secretaria de Cultura, primera mujer que conformo la Junta Ejecutiva de la CGA que designamos cuando asumí su presidencia el 19 de septiembre de 1999. Supo sembrar de tradiciones todo el camino que recorrió en su vida. Fue una de las plumas más brillantes que ilumino nuestro conocimiento, siendo reconocida por toda la paisanada. Nuestros hermanos uruguayos y brasileños se sorprendían cuando la leían, y no se cansaron de admirarla. Solo la conocieron en fotos y por la web, pero rogaban verla alguna vez. Su charla eran clases de cultura gaucha dicha en forma sencilla demostrando un profundo conocimiento del tema. Nuestro Presidente fundador era un profundo admirador de sus conocimientos, escucharlos discurrir era una delicia. Recuerdo unas charlas que dimos en Jesús María ante un público que cuando termino se puso de pie para aplaudirla!. Nos dejó para siempre el 25 de mayo de 2017 Vivirá para siempre entre nosotros.

6



LOS GAUCHOS

TRADICIÓN E IDENTIDAD Padre José Ceschi ¡Buen día! Chesterton solía repetir que “la tradición no consiste en que los vivos estén muertos, sino en que los muertos estén vivos”. Ello habla de un elemento esencial de la tradición: su vida, su vigencia más allá del devenir de los tiempos. “Tradición es la continuidad de ideas, instituciones y costumbres en la vida de un pueblo, cuya alma se puede decir que construye”. Lo expresa Blas Barisini en su nota Valores de la Tradición; y agrega: “Es sabido que la nación es una comunidad de familias que aceptan y reconocen un común territorio geográfico, un pasado tradicional y un destino histórico en concordancia con ese pasado. En el proceso formativo de la Nación y en el curso de su desarrollo integral interviene como factor

8


LOS GAUCHOS

miento. Es una herencia que se recibe y se transmite enriquecida a las generaciones siguientes. Cada pueblo tiene la memoria de sus tradiciones como cada hombre, la memoria de sus experiencias vitales. Cuanto más típica o rotunda es una tradición, más vigorosa es la conciencia del grupo social al que pertenece. De allí la importancia de educar en los valores trascendentes de la tradición nacional”. Tengámoslo en cuenta en el Día de la Tradición. ¡Hasta pronto!

decisivo la tradición con sus valores trascendentes. Hay una correspondencia muy estrecha entre la tradición de una nación y su desarrollo. Silamente los pueblos que se asientan en la tradición y toman de los valores por ella incorporados pueden desarrollar su personalidad histórica y forjar el instrumento original de una cultura. La tradición no es una rutina consecuente de la inercia; muy por el contrario, constituye algo fecundo, vital, germinador. Cuando la tradición es auténtica no sufre el mal del estanca-

Fuente:CRISTO HOY nº 1171 - 2 a 8 de noviembre 2016

9


LOS GAUCHOS

BiografĂ­a de

Saul Huenchul Sangre mapuche, pero es la cultura gaucha

10


LOS GAUCHOS

11


Tocaba el bombo en la tradicional banda y tenía 80 años. Había sufrido una descompensación tras un recital en Villa del Totoral

Murió Fatiga Reynoso, de Los Manseros Santiagueños Buenos Aires.- Guillermo “Fatiga” Reynoso, mítico integrante de Los Manseros Santiagueños, murió a los 80 años. El artista formaba parte de la banda desde 1966, año en el que ingresó al conjunto en reemplazo de Carlos Carabajal. Los Manseros fueron fundados por Leocadio del Carmen Torres y Onofre Paz en 1959. A principios de este mes, Fatiga fue internado en el Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba, tras sufrir una descompensación luego de un show en Villa del Totoral. Esa presentación del 6 de agosto por el aniversario de dicha ciudad, fue la última vez que Fatiga pisó un escenario. Fatiga murió alrededor de las 7 de este lunes, en el Sanatorio Güemes de Buenos Aires. Desde su descompensación a principios de agosto, su salud comenzó a decaer. Basta con haber visto en vivo

alguna vez a Los Manseros Santiagueños, leyenda viva del folclore argentino, para darse cuenta del amor incondicional que el público tenía por el bombisto del grupo. El cuarteto vocal se asomaba al escenario y la gente coreaba 'Fatiga, Fatiga, Fatiga', deseando que sea eterno, que siempre se pueda disfrutar de su bombo, de su voz, de su carisma y humildad desde el escenario. Fuente: Día a Día

11 12


EL Martin Fierro comentado

13


51 - Mi gala en las pulperías era, cuando había mas gente, ponerme medio caliente, pues, cuando puntiao me encuentro, me salen coplas de adentro como agua de la virtiente. Un trago de ginebra o de vino y un puñado de oyentes, son suficientes para que a Martín Fierro se le desate la lengua y le broten del alma cantos como del manantial brotan las aguas surgentes. ¿Cómo manan las aguas de la vertiente? – Surgen naturalmente y sin artificios, espontáneamente, puras como Dios las hizo, sin mezcla alguna de conservadores, generosas para toda boca sedienta que las necesite y constantes de no acabar nunca. Calladitas como un murmullo de palomas, y escondidas en algún huequito, no por coquetas sino por pudorosas...

indiscretos o importunos... Muchas cosas cambiarían en el mundo para bien si el hablar de los hombres se pareciera menos al chorro de los picos y de las mangueras y mas a la generosa mansedumbre de las vertientes y los manantiales. Aguas de vertiente ... nunca se sabe de dónde vienen, nunca se sabe en qué rincón hundido en el corazón de la tierra tienen su fuente ese color tan limpio, ese sabor tan puro y esa abundancia que jamás se agota. Así también es la palabra de los grandes hombres: brota de un misterio interior que solamente las grandes almas llevan adentro.

Como agua de la vertiente. ¡Quién nos diera que así fuera el hablar de todos los hombres, natural y espontáneo, sin vuelteos ni dobleces, puro, cristalino, transparente, sin colorantes ni mejoradores; abierto y sin mezquindades; sin calendarios ni agendas ni horas para quien en cualquier momento necesite una palabra buena y amistosa; sin ruidos ni alharacas y sin comedimientos

52 - Cantando estaba una vez en una gran diversión; y aprovechó la ocasión como quiso el Juez de paz... Se presentó, y ahí no mas hizo una arriada en montón. Tratar a los hombres como ovejas en majada es ventaja que los poderosos han creído siempre que les pertenece como por derecho; acechar el momento en que los hombres, entregados a sanos goces de la vida, menos se lo esperan, es habilidad de la que los fuertes siempre se han jactado.

Pero tratar a lo hombres – y más todavía a los ignorantes y sencillos – como si fueran animales de arreo, puede ser una perversa habilidad, pero de ningún modo un derecho. Martín Fierro así lo siente. Por entre sus palabras se cuela un hondo sentimiento de amargura y de dolor que en vano trata de ocultar a fuerza de humor y de paciencia.


Fierro no había tenido escuela ni vestía con lujo, pero a su corazón de hombre entero le duele como cuchillada el manoseo infame de la prepotencia. Desde luego siempre hay una justificación para las injusticias: los intereses superiores de la nación, de la clase o de 'la causa'. Grandes palabras que no sirven más que para disfrazar

mezquinas ambiciones. Todos lo saben, y aun el hombre mas sencillo no lo ignora. Se lo podrá engañar con baratijas por un tiempo, pero no tardará en abrir los ojos y descubrir la verdad. Porque la verdad, en toda su pureza, siempre se revela mas clara al hombre sencillo que al hombre de letras.

53 - Juyeron los mas matreros y lograron escapar. Yo no quise disparar; soy manso, y no había por qué. Muy tranquilo me quedé y ansí me dejé agarrar. No es nada fácil decir cuál de las dos actitudes es mejor, si la de aquellos que por desconfiados huyeron, o la de Fierro que se queda por confiado. En la vida no se puede andar escapando siempre y desconfiando de todo, pero a veces se puede hasta perder la vida por confiar en todo y no escapar a tiempo. Lo difícil es saber cuándo conviene escapar y cuándo es seguro quedarse. Y eso porque es muy difícil saber cuándo el cordero es lobo disfrazado y cuando la que parece paloma en realidad es un buitre. A veces se necesita ser un poco lobo para saberlo, aprendiendo a fuerza de desengaños, como Martín Fierro aprendió que a menudo es mentira eso

de que los que gobiernan quieren el bien del pueblo. Tales decepciones serán las que convertirán en bandido a quien era padre y marido empeñoso y diligente. Pero ahora Fierro cree y confía, y mansamente se deja agarrar sin resistirse. Aquí está, quizás, la ciencia más honda de Martín Fierro y su lección más profunda y difícil: a la fuerza no hay que resistirla con la fuerza ni a la violencia oponerle la violencia. En la actitud pacífica de Fierro habla la sabiduría milenaria de la tierra: la fuerza puede a veces ser legítima, pero nunca es realmente práctica, porque aunque la fuerza pueda a veces ganar una batalla, es el espíritu el que al fin gana la guerra.


54 - Allí un gringo con un órgano y una mona que bailaba haciéndonos ráir estaba cuando le tocó el arreo. ¡Tan grande el gringo y tan feo lo viera cómo lloraba! ¡Con qué poco se divierten las gentes sencillas! Un gringo grandote y feo, un viejo organillo y una mona traviesa les basta para divertirse sanamente y reír de buena gana. Mucha gente, en cambio, suele necesitar diversiones cada vez más rebuscadas y costosas. Y esto les pasa no sólo a los que pueden costeárselas sino también a los que, sin tener dinero, han perdido el gusto de la sencillez. Unos y otros recorren el camino que acaba en las comilonas de platos exóticos o en los festines de tragos sofisticados, en la desnaturalización del sexo o la adicción a las drogas. Por este camino en pendiente se va deslizando aceleradamente el mundo. Por eso hay que mirarlo a Martín Fierro gozar como gozan los niños con un viejo organillero. Tal vez el mundo necesite volver a ser niño otra vez. Tal

vez estemos necesitando todos olvidarnos un poco de tanta diversión sofisticada y rara, y volver a cantar con el viejo organito. Hemos crecido tanto y hemos llegado a ser tan grandes, que hemos perdido en nuestro viaje de grandezas el sentido de lo que valen las cosas pequeñas. En un recodo del camino se nos cayó el alma de niño que llevábamos dentro, y con el niño caído perdimos lo mejor que cada hombre llevo consigo. Y no somos otra cosa que gigantes ciegos y aburridos. Volvamos a la mona que baila y al viejo organillero, aprendamos de nuevo a mirarlos y a oírlos y a reírnos con ellos. Regresemos en busca del niño caído en el camino. Tal vez no esté tan lejos...

55 - Hasta un inglés sanjiador que decía en la última guerra que él era de Inca-la-perra y que no quería servir, tuvo también que juir a guarecerce en la Sierra. Martín Fierro lo cuenta como cosa natural y sin mayor importancia. Él, como muchos de su clase, estaban ya acostumbrados a esos usos de la prepotencia vestida de autoridad. Pero sin duda es cosa triste que el hombre para salvar su libertad tenga que huir de la convivencia. Nacido para vivir en compañía, el hombre no puede vivir solo. Todos


necesitamos de todos, y nadie, ni el más gallardo, puede bastarse a sí mismo. Por eso la libertad es mala cuando va en yunta con el egoísmo y el orgullo. Pero no es menos mala la compañía cuando se vuelve imposición y prepotencia. Cada uno de nosotros tiene un destino personal que vivir, un surco único que abrir en la tierra virgen que a cada uno le ha sido reservada, y así como nadie tiene derecho a sacar la mano de la mancera y a dejar el surco sin labrar, así tampoco nadie tiene derecho a separarnos del camino escogido. Y menos que menos aquellos que por su investidura deberían pensar más que nadie en el bien de todos y menos que ninguno en el interés de ellos mismos. Es para eso para lo que, de una u otra forma, tienen el poder los que mandan: no para aprovecharlo en propio beneficio sino para servir al bien de todos. Por eso, aunque Martín Fierro, por mansedumbre de carácter y

costumbre ancestral lo diga como de paso, pocas cosas hay en verdad tan tristes como la necesidad que a veces tienen los hombres de huir de aquellos mismos que por razón de sus cargos deberían ser su apoyo, su amparo y su guía.


LOS GAUCHOS

Roberto Fontanarrosa

Mucho ruido y pocas veces

18


Juan Manuel de Rosas (1793-1877) fue gaucho y estanciero antes de ser elegido presidente de los argentinos. De su obra Instrucciones a los Mayordomos de Estancias extraemos algunas pĂĄginas ilustrativas sobre cĂłmo se manejaban las primitivas estancias pampeanas al promediar el siglo XIX respecto a la crĂ­a de caballos criollos.


LOS GAUCHOS

Instrucciones a los Mayordomos de Estancias Juan Manuel de Rosas Padres de las manadas

debe cuidarse que no los dejen porfiados y que no los cansen al galoparlos. Los caballos maulas que poco valgan o por maulas, o por porfiados, o por uñerudos, o por mancos, o por viejos, debe ponérseles una guasca en el pescuezo, y conservarse así sin ensillarse hasta que yo disponga de ellos.

Para cojudos deben quedar cada año el dos por ciento, es decir, que si hubiera ciento, dos; y si doscientos, cuatro, y así. Los potrillos que queden para cojudos deben ser también escogidos, y serán de buenos alientos, de buena figura, corpulentos y altos, de buenos modos, de ojo humilde y vasos negros y bien formados; los que tienen más alientos son los mejores. Los alientos son agujeritos que están en las narices.

Tropillas de caballos A las manadas de caballos deben parárseles rodeo diariamente en los lugares que yo he destinado, y deben estar en el rodeo hasta el mediodía. Solo en el caso que anden caminando, por irse por los mosquitos u otras causas, entonces no se les parará rodeo, pues que habrá que encerrarlos a la tarde y largarlos de mañana; esto se entiende con todas las manadas y con las de los puestos; con las crías debe usarse el mismo método.

Manadas Deben tenerse siempre contadas para saber así si falta algún animal o no. En las manadas de un pelo solo debe haber dos yeguas madrinas, y mientras estén desocupadas, no debe acollararse sino con ellas. Los caballos de otros pelos deben ir a la cría. Los capataces deben procurar entrarse por los rodeos y por entre las crías o haciendas, para aprender a conocerlas bien; para de ese modo poder echar de menos las que les faltan, y poder dar razón de todas las haciendas; muy particularmente para cuando llegue el caso de que yo haga preguntas sobre este o aquel animal o sobre todos.

Caballos del patrón Debe entenderse que el que los cuide dé

Doma de potros Ningún redomón debe enfrenarse hasta que yo no vaya. Si es capaz de trabajar de lazo, con riendas, puede trabajarse en él hasta que yo vaya. Los potros, al domarse,

20


LOS GAUCHOS

ensilla con el peso que iguale al mío, y le dará riendas; después de darle dos o tres sentadas, lo maneará y correrá maneado, pero procurará en esta operación no se canse ni se fatigue el caballo. En seguida, lo hará saltar la zanja, y después lo hará dar vueltas al deredor del palo. Hecho esto, lo desensillará, le sacará el cordel y lo largará. Tomará otro enseguida, y hará lo mismo; y así ir tomando hasta que sea mediodía, en cuya hora les sacará los cordeles a todos y los largará. De esta operación resultará que hasta el mediodía, habrá galopado y compuesto la mitad, dejando para el otro día la otra mitad; que es decir, que cada día compondrá y galopará una mitad.

cuenta por la mañana y a la noche de estar todos o no. Debe decir: “están todos los caballos: veinticinco en la tropilla; dos yeguas, veintisiete; dos atados a soga, veinte y nueve; y dos yegüitas de cría, treinta y uno. El método es pararles rodeo por la mañana, y sacar con el freno un caballo. Al entrar atontarlo, no irá, como ánima, despacito, sino de golpe y ligero, y al tomarlo, lo agarrará por donde lo encuentre primero, ya sea de la cola, ya del lado de montar, ya de una mano, o ya de una pata. Para que paren, no les gritará; solo se les hará “llí… llí… llito”. Lo sacará afuera del rodeo, enfrenado y le dirá: “¡la mano!”; si a las tres veces de decirle, no la entrega, le jugará en ella con el cuchillo. Entregada la mano, le recortará el vaso, si es que tiene algo que recortar; esto mismo se hará con las patas de atrás. En seguida verá si tiene el vaso malo, y si lo tiene, lo compondrá. Los hormigueros no los agujereará con cuchillo, sino con la punta de un asador.

Como deben cuidarse A la tarde los echará al rodeo una hora antes de ponerse el sol, y se ocupará de agarrarlos de la cola y hacerlos parar de ella, rascarlos con el cuchillo, y luego ponerles los cordeles. Los lunes les ensebará bien los nudos de las manos y patas con sebo derretido, y a los caballos que tengan las colas comidas, se les engrasará con grasa en rama, de vaca, o de potro de la que hubiese. Las sogas y los bozales debe tenerlos siempre suaves y blandos para que no maltraten. Debe tener siempre dos caballos atados a soga, a los que dará agua diariamente y galopará y recorrerá como a los demás.

Modo de trajinarlos En teniendo cuidado diariamente de cortar los vasos con el cuchillo, no hay necesidad de desvasador. Hecho esto,

Maneas y espuelas Debe tener doce maneas blandas, buenas y fuertes, para lo que se ocurra en el trajín diario. El que los cuida jamás los trajinará sin espuelas y el que anda sin espuelas dándoles rienda, o trajinándolos, o enseñándoles al rodeo, cometerá un delito. En esto debe haber gran cuidado.

21


LOS GAUCHOS

Caballos Debe haber el más delicado y puntual esmero en que el que trabaje en un caballo no lo remate, y que lo mude antes que se ponga pesado. No hay cosa más mala que rematar o cansar un caballo. De ello resultan las muertes y el consiguiente menoscabo. El caballo cansado si no muere queda lisiado, y a poco trabajo que haga, se enferma y se cansa. Para evitar todo esto y aún las más maltrataduras, es lo mejor mudar frecuentemente. Esto mismo debe tenerse presente cuando se mande algún chasque, para hacerle mil encargues con el fin de que camine de modo que no canse el caballo, al trote y galope, más trote que galope. Caballos delgados Es muy necesario tener caballos delgados para andar, es decir, que ni para recoger ni para nada debe ensillarse un caballo potente y gordo, porque el trabajar en un caballo gordo no es más que para mañerearlo y acobardarlo. Cuando la caballada está muy gorda, se acorrala a fin de que se adelgace, y cuando uno quiere tener algunos caballos delgados se tienen a soga.

22



LOS GAUCHOS

EL EVANGELIO CRIOLLO CONTINUACIÓN 17 – La pesca milagrosa Una mañana en la costa del lago Genezaré, hablando Jesús de pie, le mostraban tanta estima que se le echaban encima aquellos hombres de fe. Pero en eso vio el Señor dos navíos amarrados; los pescadores cansados habían bajado adrede, pa escucharlo en un costado mientras lavaban las redes. Subió Jesús en la nave propiedá de don Simón y le rogó a su patrón dentrara más el navío, de ande habló con el gentío del Reino de Salvación. En cuanto dejó de hablar dijo a Simón pescador: “Navegue pa el interior y echen las redes al lago”. Pero naides hizo amago de hacerle caso al Señor. “¡Maistro –le dijo Simónlidiamos la noche entera y ni un bagre tan siquiera conseguimos que se enriede; pero en su nombre, las redes las arrojaré ande quiera”. Confiados en su palabra echaron redes al mar; y casi sin esperar, tantos pescados

tenían, que las redes se rompían al quererlas levantar. Pasaron después las señas a los demás aparceros, y en cuanto aquellos vinieron cargaron tanto ese día, que por poco no se hundían los dos navíos pesqueros. Al ver esto Simón Pedro cayó hincado con temblor delante de aquel Señor y le dijo emocionado:“¡Apártese de mi lado, porque soy un pecador!”. Y no era solo Don Pedro el que pasaba ese trago; el mesmo Juan y Santiago temblaban de forma estraña, al ver la pesca tamaña que habían echo en el lago. “¡No tema, amigo! –le dijo a Simón Pedro el Señor-; yo lo elijo con amor pa ser pescador de hombres, en un mar de más renombre y en otro barco mayor”. Iban rumiando esos hombres la promesa misteriosa, y al fondear tierra playosa con el barco pescador, dejando todas sus cosas, lo siguieron al Señor. …………………………….

24


LOS GAUCHOS

EL EVANGELIO CRIOLLO CONTINUACIÓN El mar viene a ser la vida, el barco la Santa Iglesia; y aunque muchos la desprecian, sigue pescando en sus redes todos los hombres que puede entre las olas que arrecian. Unos cuantos pescadores dejaron todas sus cosas, esas manos generosas se abrieron pa darlo todo, y empezaron codo a codo una pesca más gloriosa. Eran pescadores de hombres, según Jesús les decía; pero nunca olvid rían que toda pesca sucede, siempre que al echar las redes en el Señor se confía. 18 – Otras curaciones En cuanto bajó de un monte se apersonó un achacoso. “¡Señor ¡ -dijo entre sollozos- limpiemé del mal que llevo”; y Jesús tocó al leproso, dejándolo como nuevo. Jué a casa de unos amigos en cuanto ató la barcaza; las sillas eran escasas pa las visitas que habían, que ni paradas cabían en el patio de las casas. Mientras hablaba a la gente, en catre jué conducida una

25


LOS GAUCHOS

EL EVANGELIO CRIOLLO CONTINUACIÓN Pa curar esta dolama vino a la tierra el Señor; vino a peliar con rigor al pecado y, sin embargo, su corazón se hace cargdel contrito pecador. Pa recobrar la salú nos dejó la confesión, que es el regazo y rincón pa llorar nuestra vergüenza y ande el Señor nos dispensa su palabra de perdón. persona tullida pa que Jesús la sanase, y era al ñudo darle pase con tanta gente riunida.

perdonarle sus pecados, o decir: ¡ya está curado!, vayasé nomás, señor?”

Se subieron sobre el rancho y sacando algunas lajas, entre las cañas y pajas lo apiaron pa el interior, poniendoló con ventaja justo al frente del Señor.

“Pa que comprueben que puedo perdonar cuaquier pecado -dijo hablando al desdichado- Amigo, levantesé”; y el hombre medio finado alzó su catre y se jué.

Viendo la fe de esos hombres que se habían comedido, en cuanto se acabó el ruido y en un tono reposado: “¡Hijo! –le afirmó al tullido-le perdono sus pecados”.

Salió a la vista de todos, de modo que cada cual, viendo tan rara señal, le daba gracias a Dios y gritaba a toda voz: “¡Jamás se vió cosa igual!”.

Algunos léidos dotoresque lo escuchaban sentados, se dijeron almirados: “este hereje se equivoca, porque solo a Dios le toca el perdonar los pecados”. Entonces Jesús les dijo: “¿Qué piensan en su interior? ¿Qué les parece mejor:

…………………………………...... El hombre que está en pecado viene a ser como el tullido; toda su juerza se ha ido en el fatal desenlace, como si el mal le dejase el corazón entumido.

26

Porque la Gracia de Dios es un rayo de su amor, que dentra en el pecador como el sol en un jagüel, y cuanto más dentra en él más se alumbra su interior. Versos de Amado Anzi S.J. Dibujos de Eleodoro Marenco



LOS GAUCHOS

Los campeones de la cueca Por: Raúl Caliva En una final reñida, salieron las 4 parejas más importantes del país, pero el trofeo mayor quedó en San Juan.

Después de dos extensas jornadas de competencia, alrededor de 90 bailarines demostraron todo su talento en el escenario Carlos Pechuán y sólo cuatro parejas resultaron las mejores en sus respectivas categorías. El Campeonato Argentino de Cueca, en su primera edición, tuvo como ganadores a artistas de Río Negro, La Rioja, Salta, Mendoza y San Juan, en cueca mayor, infantil, juvenil, como así también en el certamen zonal por las modalidades de cueca cuyana, cueca norteña, cueca cordillerana y cueca coya. Las figuras que se lucieron fueron Norma Bustos y Segundo Cisterna, Cecilia Calvet y Héctor Gomina, Popy Villafañe y Juan L. Miguel, Agustina Sosa y Alexis Fernández, Agustina González y Emir Mortales. Con todo ello, el premio mayor, la copa Mary Bazán y Ramón Flores, quedó en la provincia, ya que este título fue obtenido por la performance brindada del Ballet Van-guardia. El certamen tuvo lugar en el SUM del Colegio Superior Nº1 de Rawson. Carlos Márquez, quien estuvo al frente de la organización de este encuentro folklórico dio cuenta de lo

realizado: "Fue uno de los festivales más emocionantes que viví en mis 30 años con la danza, la respuesta de los concurrentes fue la siguiente: 'es un festival que vino para quedarse'. Hubo un nivel artístico elevado. Y la final fue soñada". Respecto al desempeño de los bailarines locales opinó: "Los chicos estuvieron muy bien, obtuvimos dos segundos puestos y el ballet se quedó con la copa. En lo artístico fue un éxito, pienso que este festival será importante en el país, crecerá y se pondrá a la par del campeonato La Marinera de Perú y de la Cueca de Chile. Hay colegas que ya quieren hacer sedes en sus zonas así que esto no tiene techo", estimó el bailarín.

28


LOS GAUCHOS

Destacados Diamantes en bruto. Agustina González y Emir Mortales fue la pareja ganadora de los infantiles. La experiencia cuenta. Norma Bustos y Segundo Cisterna fueron los máximos ganadores y se llevaron a Río Negro el título.

Jóvenes promesas. Los mendocinos Agustina Sosa y Alexis Fernández San Martín quedaron primeros en la categoría intermedia. Cada uno con su estilo. Los ganadores del circuito zonal representan a diferentes provincias del país. Homenaje. Un merecido reconocimiento al fallecido Carlos Pechuán, cuyo nombre bautizó el escenario del certamen. Su familia estuvo presente en la ceremonia. Fue un momento muy emotivo.

Quedó en casa. La copa Mary Bazán y Ramón Flores fue adquirida por el Ballet Vanguardia San Juan.

Los que evaluaron. La mesa del jurado estuvo conformado por Daniel Romero (Córdoba), Sergio Pérez (La Pampa), Viviana Gazzo (Mendoza), Liliana Randisi (Bs. As.), Luis Tolaba (Salta), Gustavo D'elía (Tucumán), Ismael Martínez (La Rioja). Con criterio, calificaron vestuario, performance, técnica y otros recursos escénicos.

29


LOS GAUCHOS

Ganadores por rubros Campeones Argentinos de Cueca Categoría Mayor Norma Bustos - Segundo Cisterna (Río Negro)

Campeones Argentinos de Cueca Categoría Juvenil Agustina Sosa - Alexis Fernández San Martín (Mendoza)

* Sub Campeones Argentinos Popy Villafañe - Juan Luis Miguel (La Rioja)

* Sub Campeones Candela Cáceres - Gabriel Bavie (San Juan)

* 3º Puesto Compartido Daniela Echenique - Andrés Romanos (Salta) Cecilia Calvet - Héctor Gomina San Martín (Mendoza) Campeones Zonales

Campeones Argentinos de Cueca Categoría Infantil Agustina González - Emir Mortales (Mendoza) * Sub Campeones Milagros Bavie - Mingorance Jonathan (San Juan)

* Zona Cuyo: Cecilia Calvet - Héctor Gomina (Mendoza)

Copa Mayor "Mary Bazán - Ramón Flores" Vanguardia Ballet Provincia (San Jua

* Zona Cordillera: Norma Bustos Segundo Cisterna (Río Negro) * Zona Norteña: Popy Villafañe - Juan Luis Miguel (La Rioja) * Zona Coya: Daniela Echenique Andrés Romos (Salta)

28 30



LOS GAUCHOS

DUDOSO HOMENAJE A LA TRADICIÓN EN UN BILLETE DE 50 PESOS Por: Mariano Wullich periodista de LA NACION, Secretario de Prensa y Difusión para Buenos Aires de la Confederación Gaucha Argentina.

Nuestro colaborador Emiliano Tagle agrega que “toda iniciativa que procure reivindicar nuestras islas Malvinas es bienvenida; pero hechos como los publicados por LA NACIÓN el 27 de diciembre de 2015, donde el fotógrafo Marcelo Royo Celano manifiesta que usaron sin permiso una imagen tomada por él en una jineteada de la Agrupación El Lazo, en San Isidro, para incorporarla como imagen alusiva al gaucho Rivero en el billete de 50 pesos, es algo que empaña la propuesta”. El 10 de junio de 1829 se creó el cargo de comandante político y militar en las islas Malvinas y las Adyacentes al Cabo de Hornos; fue designado en este puesto Luis Vernet, quien tomó posesión del cargo el 30 de agosto de ese año. Vernet llevó a las islas Malvinas algunos peones para trabajar en su establecimiento. Mateo Brisbane era mayordomo; Juan Simón fue capataz y el irlandés William Dickson era el encargado de la despensa. Vernet pagaba a sus

Comenzó a circular el 2 de abril de hace dos años un billete de 50 pesos. La serie lleva el nombre de “Islas Malinas. Un amor soberano”. El entonces presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, señaló que “el objetivo de este billete es incorporar en un elemento de uso diario y soberano por naturaleza como es la moneda, el reclamo inclaudicable del pueblo argentino sobre las islas”. Presenta en su anverso como imagen central, el mapa del archi-piélago. Posee imágenes de albatros y en su reverso la imagen del gaucho Antonio Rivero, quien en 1833 habría encabezado parte de la resistencia a la usurpación británica. Nunca hubo una imagen menos representativa de nuestros gauchos: con un caballo de jineteadas bella-queando y enriendado al revés. El montador tratándolo de dominar con la derecha y en su izquierda la bandera argentina en plena abalanzada, en un campo de doma. ¡Los gauchos y los jinetes esperan olvidar este billete!

32


LOS GAUCHOS

empleados con vales; al marcharse éste, los vales dejaron de ser aceptados, lo que generó algunos roces. En agosto de 1833, los gauchos, alzados por cobrar salarios en plata y descontentos con situaciones laborales, asesinaron a Simón, a Brisbane y otros más. Acto seguido cayó Dickson y los sublevados izaron la bandera nacional. Es posible que a los gauchos la situación los haya desbordado, razón por la cual no debería tomarse partido por tenerlos ni como bandoleros ni como próceres. La Academia Nacional de la Historia en 1960 manifestaba que los antecedentes documentales no son favorables para otorgar a Rivero títulos que justifiquen un homenaje. Con respecto al caballo de la imagen del billete, claramente se diferencia de un caballo natural de las islas o patagónico, así como resalta la vestimenta del jinete, tan poco adaptada a la época y sobre todo al clima imperante en las islas. Para el presidente de la Confederación Gaucha Argentina, doctor Adolfo Caballero, fue una sorpresa ver al “gaucho Rivero en un billete, que nos mostró en exclusiva un cajero del Banco San Juan. El bancario advertía que no era un gaucho de antes, que más bien parecía la publicidad de una jineteada cualquiera de

esas que hay todos los fines de semana en los pueblos. “Hace dos años en la cabalgata a la Difunta Correa que hacemos con la Federación Gaucha Sanjuanina desde hace 27 años, le dedicamos al Gaucho Rivero un homenaje. Para mí ese gaucho fue sometido junto con un puñado de valientes –peonada que trabajaba en las islas- y encarcelado en Montevideo”. “Cuando nuestros paisanos tomaron conocimiento del original billete, rechazaron unánimemente la imagen de lo que pretendía ser un homenaje a Rivero, o a nuestras islas” “Veríamos con agrado que el singular billete sea sacado de circulación para evitar la vergüenza que sufrimos cuando con razón, los más sinceros, con espontaneidad inocente nos critican”, concluyó.

33


ENTREVISTA A

ALDO CHIAPPE Por: Elio Daniel Rodriguez periodista, naturalista, ilustrador y pintor de la vida silvestre. influyen. En un momento sufrí la falta de respuesta del público con respecto a la pintura de naturaleza. En nuestro país hay muy poco público interesado en el arte de la vida silvestre. Existen muy pocos coleccionistas interesados en esta pintura, algo paradójico si se piensa en el auge de las actividades relacionadas con el disfrute de la vida silvestre. Hay muchísimas personas interesadas en la experiencia con la vida silvestre, cada vez más, (y eso es buenísimo desde luego), pero a diferencia de lo que sucede en los países anglosajones y europeos, muy pocas, poquísimas, se interesan por el arte plástico. Sin embargo sigo interesado en esta temática y en este momento intento lograr un equilibrio entre mis diversos amores en la pintura. En cuanto a la ilustración específica, últimamente me dedico poco a ella. Solo algunos proyectos que me atraigan de manera especial. Me encuentro en el camino de dedicar mi tiempo fundamentalmente a la plástica.

Señor Aldo Chiappe, últimamente se ha volcado usted más a la representación de lo gauchesco, con sus caballos, personas y paisajes: ¿Qué lo ha llevado a poner en práctica este camino? ¿Sigue ilustrando a la naturaleza? Los motivos son varios, algunos un poco complejos. Por un lado la necesidad interna de explorar esos temas, que siempre me apasionan desde niño. Toda la vida me interesó el tema de nuestras tradiciones camperas, especialmente lo relacionado al caballo, pero por diversas razones no había podido dedicarles un espacio en mi pintura. En un determinado momento de mi vida sentí que era la ocasión para desarrollar esa inquietud. Para-lelamente experimenté una crisis con respecto a la pintura de la vida silvestre, que me llevó a alejarme un tiempo de esa temática. Tiene que ver con muchas cosas, en parte con cierta falta de interés en el público, como también una necesidad interna de explorar otros temas postergados, de dedicarle más tiempo a mis necesidades expresivas. Honestamente los factores económicos influyeron e

34


LOS GAUCHOS

Aldo Chiappe es un sobresaliente pintor de la fauna argentina. Últimamente sin embargo se sintió atraído por los temas gauchescos, cuyas magníficas láminas documentan la vida del gaucho en todas sus facetas. En la presente nota reproducimos parte de una entrevista que el periodista Elio Daniel Rodriguez efectuó a Aldo Chiappe.


LOS GAUCHOS

UN DIA CON EL OVEJERO VIRGILIO PAREDES Por Antonio Beorchia Nigris desensillamos nuestras mulas y las soltamos hacia la vega, para que pudieran comer a sus anchas después de casi un mes de travesía. ¡Pobres animales, daban pena! Algunos se veían escuálidos de tan flacos; otros mostraban mataduras en la cruz; dos o tres no tenían ya casi fuerzas para comer… De hecho murieron en esa expedición dos mulares; otros tres los abandonamos en el camino, en mal estado, para recuperarlos recién más adelante. Por lo expuesto el futuro no era muy halagador, pero tampoco había remedio posible. Muy luego entramos bajo el alero y, ubicados algunos pellones de oveja sobre sendas piedras a manera de blandura, calentamos agua y nos sentamos junto al fuego para saborear unos mates que en aquellas soledades siempre saben a gloria. Pronto el cielo se cubrió de nubes leves como gasas, confiriendo al entorno, en la tarde andina, un extraño color grisdorado; no soplaba una brisa y todo alrededor era silencio. De pronto un murmullo como de tumultuosas y lejanas aguas fue subiendo de tono, hasta transformarse en una extraña bulla, mezcla de balidos, gritos de hombre y ladrar de perros. Ante tal novedad salimos todos al exterior con el fin de descubrir el motivo de semejante barahúnda: allá no muy lejos un extenso rebaño de ovejas negras, blancas y pacas,

Los Caserones de San Guillermo El 5 de Enero de 1971 alcanzamos el alojo de Los Caserones, ubicado sobre la margen oriental del cerro Imán. Era un espléndido día de sol. Yo con anterioridad no había nunca admirado un lugar más acogedor ni un paisaje más hermoso: extensas vegas se extendían en ese sitio de los llanos de San Guillermo a lo largo de varios kilómetros entre roquedales graníticos, pastizales amarillos y preciosas lagunitas camufladas bajo verdísimas plantas de humedal. Las conformaciones rocosas semejantes a solitarios torreones, sobresalían algunas decenas de metros sobre el nivel de la vega, punteados en su base por el robusto monte de los acerillos. El pasto, donde alcanzaba la humedad, crecía tupido, hasta rozar los estribos. Entre los peñascos trepaban ese día con agilidad asombrosa algunos chinchillones, cuyo suavísimo pelo color gris-pizarra utilizaron los Incas en la confección de tejidos finos. Ahí, al pie de una loma rocosa descubrimos un amplio alero cerrado parcialmente por una pirca y en sus inmediaciones, un amplio corral para el ganado menor. Algunas ollas panzonas renegridas por el hollín, un jergón dispuesto sobre el suelo a manera de cama, leña de acerillo amontonada contra un palenque y restos de un fogón reciente, indicaban que alguien vivía allí. Descargamos pues,

36


LOS GAUCHOS


LOS GAUCHOS

siempre a los gritos, eran un continuo repetir los mismos conceptos. Sin embargo no parecía tonto: en los tres días que Jorge Garcés y yo convivimos con él, nos hizo muchas confidencias, bastante bien hilvanadas. Tal vez, por haber vivido toda su vida sólo, entre rebaños, se le había como adormecido la costumbre de razonar. Por supuesto no sabía leer y todo su saber giraba alrededor de las ovejas, sus necesidades básicas y sus costumbres. Cuando lo conocimos, hacía más de un año que no bajaba a Angualasto, recibiendo cada dos meses la proveeduría por medio de un peón del encargado de esas tierras, que pasaba por Los Caserones y desde allí continuaba a Las Carachas y Valle del Cura, dejando a cada ovejero sus raciones de comida. El rebaño de nuestro interés contaba entonces con 700/800 ovejas en su mayoría de la raza caracul, con anchas colas y negros vellones, junto a unas pocas cabras utilizadas para amamantar los corderitos guachos, es decir abandonados por las respectivas madres. En efecto, ni bien nacían, los corderos caracul se sacrificaban para comercializar su hermoso cuerito negro; de allí que las ovejas se acostumbraban a no amamantarlos y los abandonaban con facilidad. Sin embargo desde hacía mucho ese rebaño solo se aprovechaba por la lana, y también esta tarea en forma parcial, debido a la mediocre calidad del producto y a su difícil ubicación en el mercado. Pero como los pastores cobraban en reses y no veían un cobre ni por casualidad, se explica la desidia de esos ovejeros. Rebaños o piños había que vagaban meses, perdiéndose a veces en esas inmensidades o cazados por los pumas o abandonados a su destino por falta de pastores. El gran rebaño de Los Caserones vagó seis meses antes de la llegada de

mezcladas a un número indefinido de cabras, hormigueaba sobre los llanos, azuzadas por un pastor con sus perros. El inmenso rebaño avanzaba a buen paso en dirección al alojo que alcanzó en breves minutos, para subir en larga procesión hasta un corral natural ubicado exactamente sobre nuestro alero. Ese coro de balidos y ese mar de vellones en continuo movimiento, nos causaban la impresión de hallarnos en una feria dominguera. Entonces nos metimos entre las ovejas, que nos abrían paso como las aguas se parten delante de la quilla de un bote, para cerrarse inmediatamente detrás. Por último estuvimos junto al pastor. La jauría de perros nos rodeó ladrando amistosamente, mientras algunos corderos y chivitos guachos se nos metían entre las piernas para mordisquear el ruedo de los pantalones o chuparnos algún dedo de la mano en la vana esperanza de obtener leche.

Virgilio Paredes, el último ovejero de San Guillermo Virgilio Paredes era entonces un hombre de unos 45 años de edad, de tez oscura a causa de la agresiva insolación de los llanos, con ralos pelos adornándole el mentón. Su mirar era apagado y sus facultades mentales lentas, como adormecidas por la falta de uso. A la sazón vestía pantalones desgastados, camisa de trabajo color arena que nunca había conocido el jabón, campera de cuero al tono y, por tocado, una gorra con visera, también de cuero. Calzaba dos pares de zapatos superpuestos que “juntando miserias” alcanzaban apenas a cubrirle los pies callosos. Cuando hablaba, desde la comisura de los labios le descendían sendos hilos de saliva de los que él no se percataba; sus palabras pronunciadas

38


LOS GAUCHOS

Paredes; él mismo nos dijo que todavía no había conseguido juntarlo todo, ya que varios piños deambulaban libres sobre los faldeos del cerro Imán. Volviendo a nuestro tema, recuerdo que Paredes se mostró muy contento con nuestra visita y ni bien hubo concluido sus tareas habituales, carneó para nosotros un capón de año, que asado lentamente sobre la parrilla, resultó todo un manjar. Esa noche la velada fue larga y el mate no paró de dar vueltas por horas alrededor del fogón, mientras nosotros charlábamos animadamente rodeados de perros y de corderos; estos últimos nos subían sobre las rodillas, nos chupaban el lóbulo de las orejas o se entretenían masticándonos las puntas del cuello de la camisa. Finalmente nos acostamos, debiendo compartir la “cama” con un intrincado número de animales los cuales, por más que los pateáramos, ganaron al fin por cansancio y se acomodaron a la cabecera, a los pies o a los costados de todos nosotros. Puesto que desde el río del Macho Muerto habíamos emprendido el regreso a marchas forzadas, ahora faltaban dos días antes de la llegada del camión al real de Ocúcaros, dos días que pensé aprovecharlos conviviendo –juntamente con el joven Jorge Garcés- con Virgilio Paredes para observar una de sus jornadas de trabajo. Los demás prefirieron continuar hacia Ocúcaros, que recién alcanzaron dos días después. Así nos quedamos solos, Garcés, el ovejero y yo.

típica de Virgilio Paredes, ovejero entonces en los Caserones de los llanos de San Guillermo. Se levantó éste al rayar el alba, juntó varios palitos y los encendió soplando sobre las brasas aún encendidas bajo las cenizas. En un tarro de hojalata con manija de alambre, calentó agua sacada del arroyo cercano; luego sorbió unos amargos en silencio, rodeado por una decena de perros que lo miraban meneando desganadamente la cola. A continuación, siempre seguido por los perros y con la ayuda de éstos, desplazó el rebaño -con fuertes silbidos- desde la majada hasta un corral encerrado entre grandes roquedales, cuyo frente estaba defendido por una empalizada de palos a pique entrecruzados con espinosas ramas de acerillo. Desde un corralito secundario sacó uno a uno los corderitos guachos que no durmieron con nosotros y, agarrando una cabra de una pata trasera, se puso en cuclillas apretando la pata entre la pantorrilla y el muslo, para imposibilitar cualquier movimiento del animal. De inmediato los corderos se colgaron de la ubre, estorbándose y encimándose los unos a los otros. Agarrados los más de una pierna, Virgilio los fue apartando con ambas manos libres y solo dejó dos para que mamaran. Este trabajo lo entretuvo unas tres horas, hasta que todos los corderos estuvieron sacios, con la barriga bien redonda. Para atrapar las cabras lecheras las perseguía haciendo gambetas entre las ovejas, mientras repetía su nombre como un estribillo. Así a ésta la llamaba Nevada, aquella Tomate, otra Gringa, la de más allá Chilenita, o Tordilla, Melliza, Paca, Manchada, Mocha, Guachita, etc. A cada una la conocía por su nombre y atributos y con dar una sola mirada al rebaño sabía cuales faltaban. Por costumbre les hablaba como si fuesen personas,

Un día en la vida de Virgilio Paredes Recurriré a un viejo relato de mi autoría publicado en el año 1971, (en la Revista nº 6 del glorioso Club Andino Mercedario), para describir una jornada

39


LOS GAUCHOS

alguna oveja recién parida. Con estas tareas se hicieron las doce, es decir el tiempo para preparar el almuerzo, compuesto de leche hervida y carne de cordero asada, o carne de guanaco. Ese día compartimos su misma comida sentados sobre sendas piedras bajo el alero. Más tarde le tocó el turno al mate y a la charla. Durante la siesta salimos a campear guanacos seguidos por todos los perros, pero si bien cortamos algunos rastros frescos, no pudimos dar con ellos. Volviendo al real seguimos las huellas del rebaño, muy fáciles de ver hasta para un neófito; Virgilio para saber si los animales habían pasado recientemente, apretaba entre el pulgar y el índice una bolita de guano desmenuzándola: si se transformaba en polvo era vieja; si conservaba el corazón húmedo era señal del reciente paso de las ovejas. Antes de llegar al alojo juntamos una buena cantidad de leña seca de acerillo con solo removerla de una patada y así poder arrancarla sin esfuerzo con las manos. Algunos troncos secos de acerillo tenían el respetable diámetro de unos 30 centímetros, cuando en otros lugares de la provincia no pasa esa planta el grosor del brazo de un hombre. En llegando a la vega, enormes tábanos de ojos verdes nos atacaron en formaciones compactas, obligándonos a replegarnos más que ligeros bajo el alero donde, por alguna razón desconocida, no entraban. Luego tomamos mate al amor del fuego, mientras Virgilio distribuía gruesas tiras de carne de guanaco entre sus perros, cuyo asombroso apetito no conocía límites. El rebaño regresó a la oración, para ubicarse como de costumbre sobre el alero; nosotros subimos allá con Virgilio abriéndonos paso entre las ovejas, mientras él las repasaba con ojo sabedor en busca de novedades. Una cabra y dos

como si de veras lo entendieran; hasta sospecho que él mismo creía no solo que comprendían sus reproches o sus cumplidos, sino que eran plenamente conscientes cuando realizaban alguna picardía como la de no regresar por la tarde al corral. Por ejemplo, persiguiendo una cabra decía: “Gringa… Gringa… Gringa…” y una vez atrapada continuaba: “a ver vos como tenés la ubre… ¿se puede saber qué hiciste con la leche?... ¡porquería!, quédate quieta si no querés un palo… soltá esa leche… ¡mirála como se hace la arisca!... Salí vos guacho que ya mamaste… a ver esa pancita, ¡qué estás lleno ñooo!”. Luego, levantando un corderito en brazos seguía: “un besito, así, despacito… eso es, la oreja, pero no muerdas, una tanteadita nomás…”. A los corderos les hablaba con la misma ternura de un padre y éstos lo seguían por todas partes, brincando sobre las rocas con graciosa agilidad, o balando lastimeramente cuando lo perdían de vista. Satisfecho el guachaje, ordeñó algunas cabras para los perros y para sí; por último soltó el rebaño, que al pasito y levantando un coro de balidos, se dirigió hacia cualquier dirección, para efectuar un amplio rodeo y recién volver a la nochecita. Con él quedaron los guachos y

40


LOS GAUCHOS

ovejas que traían sus recién nacidos durante el día o el día anterior, balaban lastimeramente ni bien éstos se perdían de vista entre el montón de vellones en movimiento, mientras algunas se echaban sobre el guano para rumiar tranquilas, sin inmutarse por nuestra presencia. Había también una vicuña criada desde pequeña con el rebaño, pero ésta se mantuvo apartada, mostrando disgusto por nuestra presencia, con las orejas amujadas en señal de enojo, mientras elaboraba un bolo verdoso de saliva y pasto con el fin de escupirlo si nos arrimábamos demasiado. Más tarde nos retiramos al abrigo del alero, donde me ofrecí para desempeñarme como cocinero. Eso para dar tiempo a Virgilio de cocinar un pan ázimo al rescoldo. Es este un rito trascendente, que nuestros baqueanos realizan sin omitir detalle, en la creencia que cada uno de sus gestos posee un valor casi mágico, indispensable para una buena cocción. Veamos cómo se desempeñó Virgilio: nuestro anfitrión fue hasta la vega cercana, desde donde regresó con un recipiente lleno de grava limpia que desparramó en el interior de un hoyo excavado donde acostumbraba encender el fuego. Sobre la grava encendió una robusta fogata que dejó arder mientras realizaba las tareas previas al amasado; se sacó la campera de cuero y arremangándose la camisa, lavó las manos y los brazos tres veces en agua tibia, renovándola cada vez. Los perros y los corderos guachos fueron sacados del alojo a varillazos y una porción del suelo limpiada prolijamente de toda basura. En ese mismo lugar ubicó un fuentón de aluminio en cuyo interior vertió dos medidas de harina de trigo; sobre ésta agregó agua tibia con sal gruesa; a continuación amasó todo

durante 15 minutos. Concluida la primera parte del trabajo, agregó a la masa grasa de vaca derretida, dejándola descansar algunos minutos. Por último, ubicado a un costado el fuentón, extendió sobre el suelo la carona de su montura, sobre la cual estiró la masa hasta obtener una torta espesa unos 5 centímetros por 40 de diámetro, dándole forma en los bordes con pequeños golpecitos de la mano. Apartó más tarde el fuego y, cavando con una varilla, acondicionó un hoyo suficiente para contener la torta, que tomó con ambas manos y depositó en el lugar ya preparado. Sacó a continuación del cinto su cuchillo gaucho de ancha hoja con el cual grabó sobre la masa una incisión en forma de cruz; luego con la vara desplazó la arena caliente sobre la torta hasta taparla por completo, ubicándole encima las brasas y la leña encendida. Por último marcó en el aire una cruz con la mano derecha y se sentó. Durante todas estas tareas casi no habló. “¿Por qué hizo la señal de la cruz sobre la torta?”, pregunté. “Pá que se cocine parejo y no se queme”, contestó. Al otro día nos despedimos de Virgilio y, descendiendo 800 metros de desnivel desde los llanos de San Guillermo hasta el río de La Palca, subimos a continuación por el áspero repecho del Pingo, hasta alcanzar la mina del Fierro, desde donde continuamos nuestra marcha hasta dar con el arroyo de los Ocúcaros donde nos esperaban los restantes miembros de la expedición. En total, desde los Caserones fue una jornada de nueve horas sobre difícil terreno de montaña. Sin embargo para nuestros amigos las jornadas fueron dos, a causa de la debilidad de las mulas, algunas de las cuales tuvieron que ser cuarteadas en el difícil repecho del Pingo.

41


LOS GAUCHOS


LOS GAUCHOS

Humor Al negro Juan lo internaron con una tos bárbara. La enfermera comentaba con otro paciente de la sala: - "Este tipo nos va a volver locos. No sabemos qué darle para que no tosa más.” - "Y ... dele una purga, señorita." - "Pero... una purga no lo va a curar..." - "No. Pero se va a cuidar mucho de toser."

> En el cuartel: > - "Agarre el clarín y salga." > - "¿Toco diana, mi sargento?" > - "No, si vai a leer el horóscopo." >

Durante un congreso, en una mesa de café, un médico cuenta: - "Pertenecí a Médicos sin Froonteras y contraje paluudismo en Indoonesia, fiebre amaarilla en China y cólera en la India." - "¡Pero qué barbaridad! ¿Dónde lo pasó peor?" - "¡Een Córdoba! Allí coontraje matriimonio..."

Llega el negro a la fábrica a buscar trabajo, el gerente le dice: - "Lo que pasa es que acá hay poco trabajo..." - "¡Justo es eso lo que ando buscando!"

1 5 x = Un negrazón le pregunta a otro: % - "¿Hasta que grado hai lleegao vó?" 3 - "¿Ió? Hasta sétimo. Qué te peensá..." - "¿Y te acoordá de la tabla del tré?" - "Sí, pero no de memoria..."

43




Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.