66 mujeres. En 2008, esta diferencia se había reducido y el porcentaje de jefes de hogares en pobreza alimentaria que saben leer y escribir llegó a 81.9 por ciento, en contraste con el porcentaje de jefas de hogares en la misma condición, que alcanzó 70.6 por ciento. En dieciséis años, el porcentaje para los hombres aumentó alrededor de 10 puntos, mientras que el de las mujeres, 16 (ver cuadro 4.6). A pesar de los progresos en educación, en cuanto a los ingresos que reciben por actividades laborales los jefes y las jefas de los hogares, las disparidades continúan siendo importantes. El promedio de los ingresos que reciben los jefes de los hogares es siempre mayor que los percibidos por las jefas de los hogares en cualquiera de los niveles de pobreza analizados e incluso entre los hogares no pobres. Para muestra, en 1992, el promedio de ingresos por actividades laborales que obtuvieron los jefes de los hogares en pobreza alimentaria fue dos veces mayor que el de las jefas de hogares en la misma condición de pobreza, siendo ésta la mayor brecha de ingreso entre ambos sexos. Cuadro 4.6. Alfabetismo e ingreso laboral, según condición de pobreza y sexo del jefe del hogar. México, 1992-2008. Indicador y sexo del jefe del hogar1 Año
Alfabetismo Masculina
1992
1996
2000
2006
2008
Ingresos2,3 por actividades laborales4 Femenina
Masculina
Femenina
Alimentaria
71.7
54.6
1,783
998
Capacidades
75.4
58.9
2,101
1,446
Patrimonio
81.1
66.4
2,976
2,214
No pobre
91.6
87.7
10,768
6,075
Alimentaria
78.2
56.8
1,761
1,324
Capacidades
79.8
58.5
1,999
1,454
Patrimonio
82.6
66.3
2,613
1,970
No pobre
93.8
88.0
9,352
4,923
Alimentaria
73.3
51.5
1,544
978
Capacidades
76.7
60.2
1,827
1,311
Patrimonio
81.7
66.9
2,608
1,811
No pobre
93.5
89.7
9,988
5,032
Alimentaria
76.6
56.0
1,510
948
Capacidades
80.2
60.8
1,924
1,221
Patrimonio
86.5
70.3
2,819
1,980
No pobre
95.8
90.6
9,665
5,657
Alimentaria
81.9
70.6
1,449
1,122
Capacidades
84.3
73.8
1,798
1,384
Patrimonio
87.6
78.7
2,726
2,098
No pobre
96.2
91.2
9,433
6,084
Se consideró la jefatura autonombrada por la población entrevistada. Ingresos en pesos de agosto de 2002. 3 Promedio. 4 Los ingresos por actividades laborales comprenden los ingresos por trabajo y los ingresos por negocios propios. Fuente: estimaciones del CONEVAL con base en las ENIGH 1992, 1996, 2000, 2006 y 2008. 1 2
A pesar de las marcadas diferencias de ingresos entre hombres y mujeres –que son jefes y jefas del hogar–, cuando se hace un análisis de los ingresos totales de los hogares de acuerdo con su jefatura, las cifras arrojan resultados similares para ambos sexos e incluso otorgan una ligera ventaja a la población femenina. El cuadro 4.7 revela la diferencia en ingresos del hogar según el sexo del jefe; se aprecia que en cuanto a ingresos netos totales per cápita, los hogares cuyo jefe es mujer obtienen un ingreso por persona mayor que los hogares con jefe del sexo masculino, para los tres niveles de pobreza. Esta situación se explica por dos razones: por un lado, los hogares con jefatura femenina son, en promedio, más pequeños (con menos integrantes) que los que tienen jefatura masculina y, por tanto, los ingresos totales se dividen entre menos miembros del hogar; por el otro y de manera especial, los ingresos por transferencias en hogares con jefatura femenina son sustancialmente