Hogares Infantiles
Bogotá
*
Qué tal si un día nos levantamos solo con ganas de amar, de servir, de compartir, de ayudar, de sembrar. Qué tal si nos proponemos una transformación profunda que empiece por nosotros mismos para sanar y perdonar, para reinventarnos. Qué tal si no postergamos lo esencial e importante, que tal si dejamos tanta vanidad y egoísmo, que tal si no renunciamos a nuestros sueños, que tal si de verdad nos comunicamos, como antes hablando, que tal si somos más humildes, más compasivos, más solidarios y menos importantes, que tal si damos más y esperamos menos, que tal si dejamos de juzgar y de clasificar a las personas por categorías, que tal si nos comprometemos verdaderamente con la vida. Qué tal si nos esforzamos por ser mejores padres, hermanos, esposos, amigos, educadores. Qué tal si cada uno planta la semillita de la paz en su corazón, la cuida y la ayuda a crecer y además la comparte en abundantes cantidades con quienes tiene cerca, qué tal. La Paz como la educación empieza por casa, se siembra cada día, se forja con los valores que inculcamos a nuestros hijos y que reflejamos en nuestros actos; cada familia puede ser un terreno fértil para vivir en paz. La paz se construye en primer lugar dentro de cada corazón, empezando por uno mismo, pero además la paz se construye con actos de amor, de equidad, de justicia, de respeto por el otro y por la vida. La paz se construye trabajando honestamente, La paz se construye con la familia, con los vecinos, con los amigos. No podemos esperar que las cosas cambien, si nosotros mismos no somos ejemplo de cambio y transformación. Los Hogares Infantiles Minuto de Dios, son por excelencia territorios de paz donde a diario nos comprometemos a realizar un trabajo hecho con amor y con vocación de servicio, de tal manera que nuestros actos sean ejemplo de cambio y transformación donde cada una de las acciones que desarrollamos con los niños, padres de familia y equipos de trabajo sean materia prima suficiente para edificar cotidianamente relaciones y procesos de paz. Que Dios los bendiga infinitamente y que la semilla de paz que cada uno cultiva en su corazón de abundantes frutos, los suficientes para crecer, cambiar, transformar y sobre todo para pensar en los demás. *Johel y Johan con su mama Kelly del nivel jardín 1 Hogar Infantil Nazareth día de la Familia 21 de agosto de 2016.
Denise Mahecha Rubio Directora general de Hogares Infantiles Corporación Educativa Minuto de Dios
17