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con las que lograron tejer con hilos tan finos que formaban 250 tramas por pulgadas. Pero, aunque todas estas técnicas no fueron simultáneas, unas fueron apareciendo y otras desapareciendo a lo largo del tiempo, nunca se agotó su capacidad creativa. Esos milenios de subsistencia, el primer reto superado, muestran que el éxito esta en la creación permanente. El segundo vino con la conquista. Se somete al imperio, se instaura un nuevo sistema administrativo y de gobierno, se cambian las reglas de juego, se instalan los obrajes, y con ellos nuevos sistemas de producción y nueva tecnología: aparecen los telares a pedales y la producción masiva, El tejido originario se redujo al ámbito privado, resistió, y es allí donde se conservan y se salvan muchos conocimientos que sobreviven sobre todo en tapices, de un estilo mestizo que se conoce como “transición”. Los españoles aportaron nuevas técnicas: el tejido a palitos, el crochet, el bolillo.
marca propia. Ese es el cuarto reto: exportación y mercados internacionales. La Sociedad Nacional de Industrias, en este bicentenario, se pone a la vanguardia de este propósito, asumiéndolo como un desafío al que hay que prepararse desde diferentes frentes más allá del comercial, impulsando el renacimiento de tradiciones que le den a nuestro textil el plus diferencial en el mercado. Para ello, ha acogido la iniciativa de un grupo de interesados en la creación de la ASOCIACIÓN CULTURAL TEXTIL DEL PERU, entidad sin fines de lucro, a fin de difundir e investigar el tema, así como apoyar artesanos y profesionales en la materia, invitando a todos los interesados a unirse a este proyecto.
En 1821, el general San Martín cruza los Andes con su ejército libertador cubierto por un poncho. El grito de independencia se inicia con la primera prenda mestiza, el poncho indígena que procede del uncu originario, que aportamos a la vestimenta mundial. Pero los mayores retos para nuestro textil vinieron con el nuevo milenio: el turismo masivo, la globalización, la necesidad de ingresar al mercado, la competitividad, la tecnologización, el diseño. El primero en sufrir el embate fue el algodón, una de nuestras fibras de bandera, sea el nativo de colores que casi llega a la extinción y cuya recuperación es lenta y difícil, como las nuevas variedades mejoradas que nos dieron fama internacional, pero que dejaron de ser competitivas frente a otros países que abarataron costos invirtiendo en tecnología para aumentar su productividad. El mercado, sin embargo, es amplio y ávido de novedades, es una oportunidad que nuestra incipiente industria de la moda, puede aprovechar. Con nuestra tradición milenaria, con nuestras fibras, con nuestros artesanos, formando una cadena, es el momento de producir para la exportación con
La traducción es: Textil de Huaca Prieta, Museo ANHM – EE.UU) (2,500/1800-a.C) (foto Pinterest)
Cultura Chancay ((1,200/1470-D.c.), Muestrario de maestro cumbecamayoc (foto Pinterest)
Propuestas comerciales del textil artesanal contemporáneo (foto Cristina Gutiérrez)
PUNTO Y PLANO • LA REVISTA DE LAS CONFECCIONES PERUANAS
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